Hola, encantado de conocerle por esta vía.
No son precisamente signos patognomónicos. en una enfermedad de este tipo prevalecen sintomas de tipo digestivo. Depende también de la edad de las aves. En aves de corta edad se observan cloacas pastosas, crecimiento pobre, plumas erizadas y debilidad en general.
Estimado Dr. colmenares, gracias por su pregunta.
Aquí se utiliza un código para referenciar la cepa en base a su comportamiento frente a los antibióticos. En ese sentido, hoy en día hay cepas cuyo comportamiento frente a un grupo de antibióticos es igual y esto permite diferenciarlas de las cepas de campo. Es cierto que hay un grupo de vacunas que contienen este tipo de cepas.
Otra cosa diferente es que la cepa sea exactamente igual. El origen de la cepa es un tema que pertenece al know how de las compañías y que es singular en cada una de ellas. El genoma de una bacteria es muy amplio. Puede haber similitudes en las regiones que, por ejemplo, codifican la sensibilidad y/o resistencia a los antibióticos pero también diferencias en otras regiones del genoma.
Los felicito por sus estudios que realmente no hacen más que completar la información de varios años de trabajos experimentales en aves con la cepa S. Enteritidis Ssq/Sm24/Rif12 conocida primero como vacuna TAD y luego por comercializada LAH y después por ELANCO en los cuales he participado y dirigido en ensayos que han sido publicados en revistas internacionales. En uno de esos trabajos del año 2006 se cita justamente el uso de la vacuna con esta cepa mutante a la deriva o al azar de S. Enteritidis para brindar cierto grado de protección contra S. Gallinarum. Entre ellos recomiendo que lean el publicado en Avian Diseases que justamente tiene un resumen en castellano: Protection conferred by a live Salmonella Enteritidis vaccine against fowl typhoid in laying hens. CHACANA, P.A.; TERZOLO H.R. Avian Diseases 50 (2): 280-283, 2006.
Coincido totalmente en la potenciación inmune de combinar vacunas vivas e inactivadas porque el tipo de inmunización de las vías orales (inmunidad celular y de mucosas) e inyectables (inmunidad humoral) es distinta y se complementan muy bien. Durante años se han combinado las vías oral y parenteral con la cepa 9R viva e inclusive si leen en trabajo mencionado verán que también hemos ensayado la vía inyectable con esta cepa de S. Enteritidis mutante a la deriva. Hemos encontrado un aumento de protección combinando ambas vías, pero no estadísticamente significativo seguramente por las pocas aves que habían sido empleadas en esos ensayos. Es un tema pendiente de ser estudiado y que requiere la realización de nuevos ensayos con desafíos incluyendo mayor número de aves.
Con referencia a incluir la cepa S. Gallinarum junto con la cepa S. Enteritidis es algo con lo que coincido con ustedes porque si bien son cepas son similares en su filogenia han adquirido distintas variaciones evolutivas.
Es muy valiosa vuestra información que confirma varios de nuestros ensayos realizados en el INTA en Argentina, demostrando que la cepa S. Enteritidis Ssq/Sm24/Rif12 no se elimina por los huevos y por lo tanto puede ser administrada por vía oral a gallinas en postura. Cabe señalar que esta cepa de S. Enteritidis es poco patógena para el ser humano porque se multiplica más despacio que las cepas de campo y además es supersensible a las fluoroquinolonas, de modo que las autoridades sanitarias no deberían ofrecer trabas para autorizar esa vacunación en postura porque es muy sensible a los tratamientos antibióticos. De todas maneras, en las recomendaciones de vacunación esa posibilidad de tratar aves en postura no ha sido oficialmente aprobada. Es un tema que requiere efectuar más ensayos para lograr dicha aprobación.
Ahora estamos todos enfocados y preocupados por lidiar contra uno de los mayores enemigos. Pero las salmonelas son muchas y con gran capacidad de adaptación. Seguramente si somos exitosos en el control de estas enfermedades aparecerán otros serotipos que se adaptarán y ocuparán el lugar de las que controlemos. Por ello, la vigilancia epidemiológica con diagnósticos bacteriológicos o moleculares deben estar siempre presentes. Las vacunas son sólo una de las herramientas asociadas a todas las medidas de bioseguridad e higiene que conocemos y que deben ser adaptadas a las condiciones de cada explotación avícola en particular.