El storytelling es el arte de contar historias de manera estructurada y emocionalmente impactante para transmitir ideas, valores, o mensajes específicos:
Es una herramienta poderosa que conecta a las personas a través de narrativas que apelan a sus emociones, experiencias y sentidos, permitiendo que las ideas sean más memorables y persuasivas. Se utiliza en diversas áreas como la literatura, el marketing, la política, la educación y el entretenimiento.
El origen del storytelling se remonta a los comienzos de la humanidad.
Surgió como una necesidad natural de los seres humanos para comunicarse, compartir experiencias y transmitir conocimientos. Antes de la invención de la escritura, las historias se transmitían oralmente, acompañadas de gestos, música o pinturas rupestres. Podemos rastrear los primeros relatos organizados a las sociedades prehistóricas, donde los chamanes o líderes de tribus narraban historias alrededor del fuego, utilizando mitos y leyendas para explicar fenómenos naturales, enseñar lecciones morales o mantener la cohesión social. Más tarde, civilizaciones como las de Mesopotamia, Egipto y Grecia desarrollaron formas más complejas de storytelling con registros escritos como la Epopeya de Gilgamesh, considerada una de las historias más antiguas de la humanidad (aproximadamente 2100 a.C.).
En cuanto a una figura específica que marcó el desarrollo del storytelling, no existe un único creador, ya que es una práctica inherente a la humanidad. Sin embargo, filósofos como Aristóteles en su obra Poética (siglo IV a.C.) sentaron las bases para el análisis estructural de las historias, estableciendo principios fundamentales como el argumento, el conflicto y la catarsis, que siguen siendo relevantes en la narrativa moderna. En resumen, el storytelling es una práctica milenaria que evolucionó desde las historias orales de las primeras comunidades humanas hasta convertirse en una herramienta esencial en diversos ámbitos contemporáneos.
Ahora, cuando hablamos de marketing, a menudo pensamos en campañas, estrategias digitales, segmentación, o métricas de ROI.
Pero ¿cuántos de ustedes se han detenido a pensar en qué es lo que realmente conecta a una marca con las personas? No son los algoritmos, ni los descuentos, ni siquiera las imágenes bonitas. Lo que realmente importa son las historias que contamos y cómo esas historias hacen sentir a las personas. El storytelling no es solo un accesorio del marketing moderno, es el corazón mismo de cómo construimos relaciones entre las marcas y las audiencias.
¿Por qué el storytelling importa?
Vivimos en un mundo sobresaturado. Cada día ustedes mismos son bombardeados con miles de mensajes publicitarios. TikToks, posts de Instagram, banners, e-mails, influencers. Es una guerra por la atención. ¿Y saben qué? La mayoría de esos mensajes no nos dejan nada. Son ruido. El storytelling, en cambio, rompe esa barrera. Porque una buena historia no vende un producto; vende una emoción, una conexión, un propósito.
- Cuando ves un comercial de Nike, no estás viendo solo zapatillas. Estás viendo la historia de alguien superando un desafío, peleando por sus sueños.
- Cuando piensas en Coca-Cola, no estás pensando en un refresco. Estás pensando en momentos de unión, familia y celebración.
Quiero decir que, las marcas que cuentan historias no solo se quedan en la mente. Se quedan en el corazón. Y ahí está la clave.
¿Qué hace a una historia poderosa?
En su esencia, toda historia poderosa tiene tres elementos fundamentales:
- Protagonista: El personaje principal, que puede ser la marca, un cliente o incluso un empleado. Es alguien con quien el público puede identificarse. Ejemplo: Airbnb no es solo una plataforma. Te muestra a los anfitriones que abren sus casas y a los viajeros que viven experiencias únicas. Eso nos conecta.
- Conflicto: Una buena historia siempre tiene un problema o desafío que debe resolverse. Es lo que le da tensión y sentido. Ejemplo: Piensen en la historia de Dove y su campaña "Real Beauty". ¿El conflicto? Una sociedad obsesionada con estándares de belleza irreales. Su solución: redefinir lo que significa ser bello.
- Resolución: Aquí es donde la marca entra en acción y ofrece la solución. Pero no se trata solo de vender un producto. Se trata de mostrar cómo ese producto o servicio impacta positivamente en la vida de las personas. Ejemplo: Patagonia no solo vende ropa. Te invita a reparar tus prendas y cuidar el planeta. Ellos no te dicen 'compra más'; te dicen 'sé parte de algo más grande'. ¿Ven la diferencia?
El storytelling en acción
Ahora bien, muchos de ustedes se estarán preguntando: '¿Cómo aplico esto en la práctica?' Bueno, aquí hay algunas claves que les pueden servir:
- Conozcan su propósito como marca: Si tu empresa no tiene claro quién es, cuál es su propósito y por qué existe, ninguna historia va a funcionar. ¿Por qué? Porque las mejores historias nacen de la autenticidad. Pregúntense: ¿Qué queremos aportar al mundo?
- Escuchen a su audiencia: El storytelling no se trata solo de hablar, se trata de escuchar. Las historias más poderosas nacen de las experiencias reales de sus consumidores. Ejemplo: Starbucks no solo vende café, crea una comunidad. Ponen nombres en los vasos, invitan a sus clientes a participar. Son pequeños gestos, pero generan grandes historias.
- Sean consistentes en todos los canales: Una buena historia no puede contar algo en redes sociales y algo distinto en la tienda física. Desde el diseño del empaque hasta el tono de un correo electrónico, todo debe respirar la misma narrativa.
- No se obsesionen con vender, obsesiónense con conectar: La venta es la consecuencia de una buena conexión. Si el consumidor siente que tu marca es auténtica, la transacción ocurre naturalmente.
Recuerden esto: “las personas no compran lo que haces, compran por qué lo haces.” Esa frase de Simon Sinek (1973) resume perfectamente lo que significa el storytelling.
El futuro del marketing y las historias
Estamos en un momento único en la historia del marketing. Las generaciones más jóvenes no buscan marcas que solo ofrezcan productos o servicios. Buscan marcas que representen algo. Que cuenten historias que valgan la pena escuchar.El marketing del futuro no se tratará de vender. Se tratará de inspirar, de educar, de ser parte de un cambio positivo en el mundo. Y el storytelling es la herramienta más poderosa que tienen para lograrlo.
Así que, la próxima vez que piensen en una campaña, pregúntense: ¿Qué historia queremos contar? ¿Cómo podemos hacer que nuestra marca sea recordada, no solo por lo que vende, sino por lo que representa? Porque, al final del día, las marcas que cuentan buenas historias no solo sobreviven, prosperan. Recuerden: una buena historia puede cambiar el destino de una marca… y tal vez también el mundo.
Resumen del autor sobre su presentación ante la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera de España (ACPE) de la que forma parte