Durante el monitoreo es importante evaluar:
- Temperatura: indica la presencia de aire y microorganismos indeseables que se encuentran consumiendo nutrientes valiosos.
- Humedad: asegurar un °H de almacenamiento seguro, disminuye el riesgo de desarrollo de microorganismos (hongos).
- Dióxido de Carbono: está relacionado a la actividad biológica, los organismos aeróbicos respiran y liberan dióxido de carbono en el interior del silo.
- Roturas: realizar un recorrido visual para detectar ingresos de agua y aire. Se deben sellar inmediatamente y determinar las causas (clima, animales domésticos, descuidos en la confección, roedores)
Algunos indicadores de posibles problemas:
- Olor a ácido acético o vinagre: Generalmente es resultado de una mala fermentación. Enseñar materiales con alto nivel de humedad y bajo contenido de azúcares suele ser la causa.
- Silaje caliente: Llenado lento o compactación insuficiente. De esta manera no se elimina el oxígeno, los microorganismos continúan respirando y por lo tanto generando calor.
- Silaje marrón oscuro o negro: Es una consecuencia de lo anterior, indicando daño por alta temperatura. Generalmente se debe a una mala compactación, forrajes demasiado maduros, con bajo contenido de humedad, o tamaño de picado demasiado grande.
- Olor a leche cortada o ácido butírico: Causado generalmente por la fermentación de bacterias clostridiales (ensilado de materiales con bajo porcentaje de MS y bajo contenido de azúcar.
- Olor a alcohol: Común en silos donde la fermentación es dominada por levaduras (que transforman los azúcares en alcohol). También puede ocurrir desarrollo de hongos y micotoxinas.
- Excesiva generación de efluentes: sucede con materiales con muy bajo contenido de MS.
- Silos mohosos: causado principalmente por una compactación insuficiente, inadecuado sellado.
