Sacar el máximo partido de la harina de soya con grasa

Sin lugar a dudas la pandemia de la COVID-19 ha transformado drásticamente el mundo. Algunos de los países que más han sufrido son Malasia, Tailandia y Filipinas.

Malasia está experimentando actualmente una tercera oleada del virus, además de sufrir una inmensurable escasez laboral. Esta falta de trabajadores está afectando a la producción del aceite de palma y de la oleína de palma, causando que los precios de estos productos se disparen a niveles inauditos. Tailandia está haciendo frente a la variante delta, la cual ha obligado al gobierno a reimponer estrictas medidas de cuarentena. Filipinas está sufriendo restricciones de desplazamiento que afectan a la cadena de suministro de la industria agrícola, y la producción del aceite de coco se está viendo afectada por la falta de mano de obra, causando a su vez un aumento de los precios.

Las materias primas, tales como el aceite de palma y el aceite de coco, son una de las principales fuentes de energía en las dietas del ganado y avícola. El aceite fomenta las propiedades de adhesión de los gránulos y reduce la cantidad de polvo de los alimentos molidos. Debido al sustancial aumento de los precios, el costo de los alimentos para ganado y aves también ha aumentado. Como resultado, las fábricas de pienso y los nutricionistas están buscando materias brutas alternativas en las formulaciones de alimentos para ganado y aves. Afortunadamente, existe una solución que se ha estado usando durante más de 50 años: la soya con grasa.

La soya con grasa tiene numerosos atributos que la hacen no solamente un buen sustituto del aceite de palma y de coco para las dietas de ganado y aves, sino la mejor de las opciones. Algunos de estos atributos incluyen:

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