Pais vasco – Primera planta de pienso ecológico para ganado

Hormonas, antibióticos, harinas contaminadas... La ganadería intensiva atraviesa horas bajas. La crisis de la vacas locas, una enfermedad originada por el uso de piensos de origen animal, agotó el escaso crédito que los responsables de las grandes ganaderías tenían ya entre los consumidores. Además de cobrarse la vida de más de 140 personas, la dolencia puso bajo sospecha las explotaciones guiadas por criterios estrictamente productivistas y abrió un debate sobre la necesidad de recuperar las técnicas ganaderas tradicionales. El desengaño del consumidor ante la ganadería de vocación industrial explica el auge que ha experimentado la ganadería ecológica en la mayor parte de Europa. «En países como Francia o Austria representa ya entre el 15% y el 20% de la producción y el consumo», explica Peio Rubio, presidente de la Asociación Biolur Gipuzkoa. El País Vasco está lejos de aproximarse a esos porcentajes aunque casi todos coinciden en que el futuro pasa por ahí. «El único campo que está creciendo en el sector primario es el de la producción ecológica, sea en agricultura o en ganadería», argumenta el responsable de Biolur. Los escasos ganaderos con inquietudes ecológicas de Gipuzkoa -apenas una veintena de explotaciones- se han tenido que buscar la vida hasta ahora trayendo piensos de Cataluña o Francia. Hace tres años plantearon a la Diputación un proyecto para instalar una planta de grano ecológico en el territorio. La institución foral acogió la idea de buen grado y se inició la búsqueda del emplazamiento más adecuado. Las gestiones de Goimen, una asociación para el desarrollo del Goierri, hicieron que el proyecto cristalizase en las dependencias de la Cooperativa Agrícola del Goierri, en Olaberria. Allí se ha instalado una línea con cuatro silos destinados a almacenar las diferentes clases de cereal con las que luego se elabora el pienso. Una mezcladora se encarga de realizar las combinaciones más adecuadas para cada clase de ganado a partir de los cuatro ingredientes (en estos momentos maíz, avena, cebada y guisante). La planta de Olaberria está en funcionamiento desde hace un par de meses aunque se inaugurará oficialmente pasado mañana. Su coste asciende a 80.000 euros que han sido sufragados por la Diputación (50%), la cooperativa (40%) y los ganaderos promotores (10%). Los silos se nutren de cereales de origen ecológico. Eso quiere decir que en su cultivo se ha prescindido de productos sintéticos y fungicidas. Las semillas, claro está, no pueden tener origen transgénico y todo el proceso debe adecuarse a un estricto protocolo.