Todo Proceso realiza cambios físicos y/o químicos de la Materia Prima, hasta alcanzar el producto final buscado.
Estos cambios requieren de un análisis bastante exhaustivo para que los equipos seleccionados cumplan la función asignada en la medida precisa, y la calidad del producto final resulte rentable en relación a la inversión, así como en el costo de mantenimiento de la línea.
Acopio de la Materia Prima
Se debe tener especial cuidado en este punto, que si bien no es crítico, bien puede perjudicar el tiempo de exposición de los productos al aire, ya sea oxidando los mismos, o permitiendo la generación de bacterias no buscadas. En el caso de pulverulentos se requiere mayor atención en la hermeticidad de los recipientes intermedios, incrementando el costo de los mismos.
Otro punto a tener en cuenta es la factibilidad de saturar a los pasos siguientes con exceso de cantidad y peso, o bien por defecto, o sea dejar a la línea sin insumos consecuentes, con pérdidas económicas traducidas en calor latente, reacciones a medio proceso, bombas a purgar, motores en marcha regulando, aguas de lavado en circulación, y demás deterioros por falta de reacciones rápidas ante el desperfecto.
Es por ello que el primer dato a requerir de la materia prima es la cantidad a procesar, ya que de este peso o volumen parte todo el proyecto, permitiendo dimensionar correctamente los sucesivos pasos determinando el tamaño de la Planta.
Un error de criterio en este punto del Proyecto conduce a una valoración irreal de la inversión, ya que no permite optimizar la productividad deseada, seleccionando equipos de alto costo con un margen de error que puede oscilar el 20% de la realidad, en más o en menos. Invertir en ingeniería sería el camino más apropiado para evitar dilapidar ganancias en equipamientos problemáticos.
Cambios Físicos y/o Químicos
En esta etapa encontramos el corazón del proceso buscado, requiriendo un análisis profundo y responsable.
Nos encontramos que dimensionar un reactor requiere de cierta experiencia mínima, ya sea para determinar el tipo de acero, cantidad de bocas, puerta hombre, camisa de calefacción, aislamiento, boca de descarga, etc., así como para determinar el tipo de hélice, forma de las paletas, velocidad de rotación, diámetro del eje para evitar su vibración, motor más reductor, sellos mecánicos, etc. Este proyecto no resulta sencillo y requiere de horas de trabajo de ingeniería para obtener después un presupuesto satisfactorio.
En el caso de Plantas Químicas se debe obtener las reacciones moleculares previstas, requiriendo para su estudio de varias ramas técnicas especializadas, enfocando los esfuerzos en el manejo físico de los elementos para obtener las soluciones intermedias y finales, puesto que un error, tanto de temperatura o presión, así como en la acidez o en la catalización, puede llegar a provocar un deterioro en los equipos de forma irreparable. Esta consideración se debe presentar al ingeniero de proyecto como una inversión propia, ya que el Cliente confía en el profesional y en su profesionalidad.
En los pasos de extracción de pulpas, se debe diferenciar si el procesos apropiado es por aplastamiento, trituración, molienda, cortado, picado, o cualquier otro, puesto que acorde a ello varía el producto a obtener, ya sea por los tiempos de exposición al aire, o por el paso siguiente de separación que requiere de cierta particularidad que mejora o deteriora el zumo obtenido. Este análisis requiere de conocimientos particulares de química y de la legislación correspondiente actualizada, elevando el costo del estudio preliminar por encima del proceso convencional.
Servicios
Denominamos Servicios a todos los equipos requeridos para que los equipos principales que están en contacto con el producto en proceso, sean asistidos en correspondencia a su función.
Estos son los servicios de energía eléctrica, aguas de lavado (por caída o a presión), aire comprimido (o vacío), vapor, aceites en circulación para calentamiento, aire refrigerado, etc., que utilizan bombas, sopladores, conductos, etc., que impulsan su transporte del lugar de generación al punto de aplicación de su energía potencial.
Si bien todos son equipos convencionales de fácil adquisición, su selección requiere de criterio y sentido común, así como de un conocimiento de valores físicos y termodinámicos adecuados para la determinación apropiada de las pautas cinemáticas que se deben solucionar.
Esta tarea de elección debe realizarla un profesional especializado en procesos, cuya altura técnica se valoriza en sus experiencias anteriores, agregándole valor al proyecto en el momento de la puesta en marcha, ya que la medición de su tarea es netamente práctica.
Todos estos servicios deben ser mensurados y corregidos en varios puntos de su recorrido, así como en el punto de aplicación, debiendo instrumentarse correctamente para controlar el buen funcionamiento del proceso. Esta temática es en sí misma una materia aparte dentro de la ingeniería práctica, requiriendo especialización y actualización, considerándola como una de las ramas más dinámicas de la técnica.
Reunir los requisitos necesarios para que los servicios resulten óptimos no sólo requiere del conocimiento técnico, sino también de un sentido común apropiado a la realidad del Cliente, que se sintetiza en un presupuesto acorde al objetivo de la Planta, y evitar excesos en los costos forma parte del compartir con el Cliente la realidad competitiva del mercado global.
Envasado
Esta última etapa del proceso no requiere demasiado desarrollo técnico, ya que dentro del mercado encontramos múltiples fabricantes de equipos, de calidades satisfactorias y económicas.
La intervención navega en el conocimiento del mercado proveedor y fabricante, en la seriedad comercial de los mismos, así como en las garantías técnicas que ofrecen los equipos. Reunir la información del caso es guiar al Cliente en la inversión a realizar.
Cabe destacar que este tema es poco tratado en el momento de diseñar la Planta, así como el tema del manipuleo final del producto, requiriendo espacio de circulación (metros cuadrados de superficie), depósitos temporales (volumen ordenado), hasta equipos de traslado.
Este complejo tema basado en la lógica práctica, tiene un peso porcentual en el presupuesto que supera holgadamente el 10% del mismo, obligando a la hora de tomar decisiones un tema de debate y reacomodación.
Presupuesto
Una vez definidos claramente los pasos a seguir en el proceso, y las etapas a cubrir en el montaje de la Planta, se hace necesario armar un presupuesto del costo de la misma.
Este paso del desarrollo requiere de la experiencia en el mercado de fabricantes de máquinas y equipos del tema, talleres para la fabricación de reactores y recipientes especiales, formas de presupuestar una posible fabricación, lugar de fabricación (ya sea dentro del país o fuera del mismo), así como determinar que es lo más conveniente para el Cliente al menor costo posible.
Se le debe sumar a esta etapa el traslado de todos los equipos al lugar de montaje, cuyo costo es muy variado, más tratándose de movimientos internacionales.
Esta investigación es quizás la determinante de la obra, ya que si bien se puede tener una estimación primaria de su costo en base a experiencias similares en un principio, llegado el momento de cotizar la particularidad del proyecto, bien puede producirse cambios en la misma... hasta su postergación.
La flexibilidad del profesional que dirige el proyecto se debe hacer presente junto con su ecuanimidad. A fin de sobrellevar la obra hasta su realización, hay veces en que se hace necesario tomar ciertas decisiones:
- - disminuir los volúmenes de trabajo, tratando siempre su rentabilidad.
- - fraccionar los volúmenes operativos, repitiendo las secuencias hasta llegar a lo requerido por los insumos en el tiempo requerido.
- - combinar la funcionalidad de los equipos en juego, disminuyendo la cantidad en detrimento de los tiempos, cundo estos últimos no son imperativos.
- - seleccionar nuevos equipos o servicios más versátiles.
- - combinar los servicios secuenciando su utilidad en detrimento del mantenimiento.
Y muchas más variables que pueden manipularse, aunque no resulte lo mejor ni lo más óptimo.
Pero este tipo de cambios requiere mayor ingeniería no cotizada, ni estipulada en los términos iniciales, pero por razones éticas deben afrontarse con costos a cargo del profesional, en beneficio del Cliente y el éxito en su emprendimiento.
Cotización de la Ingeniería Básica (o Anteproyecto)
Este es el nudo del tema en cuestión.
Se demostró en lo detallado anteriormente que cotizar una Planta de Procesos no es lo mismo que cotizar un producto tangible. Este último se basa en el material consumido y las horas de trabajo insumidas (que incluye las ganancias del mismo) por el personal técnico y operativo que conforman una fabricación.
En el procedimiento profesional no resulta tan sencillo, ya que si bien puede establecerse la hora profesional con valores establecidos por los Consejos Profesionales, no hay ninguna pauta establecida cuando se requieren servicios de ramas diferentes dentro de la ingeniería (mecánica, química, agrónomos, etc.), sumándole también que ciertas veces es necesario y responsable incluir consultas de bioquímicos, veterinarios, químicos y hasta geólogos en el caso de minería.
Resulta complejo detallar un presupuesto, cuando es emitido en una simple cifra sin la descripción de sus componentes, ya que la diversidad anula el concepto de la focalización como en el caso de un producto, destacando que pocas veces el Cliente comenta su opinión de acuerdo a sus posibilidades. Es común que abandona su intento de iniciar la tarea en una postura de silencio no útil para desarrollar una buena y clara relación profesional.
Otra faceta que se presenta en el Cliente se basa en su indecisión de realizar el Proyecto, basándose en el desconocimiento lógico de la inversión que debe enfrentar para llevar adelante su intención de crecer, enfrentándose a una situación tan ambigua como pagar para saber la realidad. Esta postura es tan válida como el mismo costo del proyecto, pero la tarea de realizar el estudio del proyecto particular que desea el Cliente conlleva trabajo, tiempo, esfuerzo y experiencia profesional no valorada por el objetivo en sí mismo.
La mejor sugerencia para aclarar esta situación es el diálogo, enfrentando las posibilidades con los objetivos buscados. La conversación clara es lo más importante para abordar puntos medios, que de común acuerdo, permitan llevar adelante cualquier desarrollo que merezca crecimiento.