Toni Roca
5 de diciembre de 2007
No estoy de acuerdo con algunos comentarios del foro.
En primer lugar, es importante no confundir un desinfectante con un desinsectante. Flamear las jaulas con fuego no requiere sacar a los animales ni debe ser un proceso de desinfección. Se flamea la superficie de las jaulas para eliminar el pelo. De querer desinfectar con fuego, se requiere una elevada temperatura lo que estropearía el material y resultaría costoso. Lo más práctico es flamear superficialmente las jaulas con la presencia de los animales cada semana y periódicamente lavar con agua el material para luego, desinfectarlo. Otra cosa es usar agua a presión caliente (+120º C) cuando podamos sacar las jaulas fuera del conejar. Tengamos en cuenta que la mayoría de granjas industriales tienen las jaulas adosadas en lotes de 2, 3, 4 , 5 o 6 espacios. Este material nunca sale al exterior.
Para mejor comprensión del tema, me permito reproducir un resumen de mi seminario sobre la HIGIENE DEL CONEJAR.
HIGIENE DEL MEDIO.
(Trabajo íntegro publicado por Toni Roca)
Afecta el entorno de la explotación y el ambiente interior de la granja que comprende el alojamiento, el material y el equipo.
Al realizar la implantación de un conejar es indispensable atender las condiciones necesarias para mantenerlo en constante higiene, ello supone atender toda una serie de requisitos de ubicación, de ejecución y de mantenimiento.
El cunicultor pretende realizar una actividad productiva con un claro objetivo de rentabilidad. Para que ello se produzca debe atender durante el año toda una serie de aspectos que no alteren la productividad de los animales.
Entorno de la explotación
* Tipo de alojamiento.- Según se instale la explotación en un ambiente al aire libre, natural o controlado, la orientación del local y su aislamiento respecto a otras instalaciones pecuarias repercutirá en el desarrollo productivo y minimizará las atenciones higio-sanitarias.
* Climatología.- Dependerá, en parte, del tipo de alojamiento. La instalación de una granja en zona con vientos fuertes, lluvias frecuentes, nieblas abundantes, etc., puede ocasionar alteraciones productivas y exaltación de patologías.
* Entorno sucio.- Una vegetación espontánea no controlada, un material usado amontonado, deyecciones y material del nidal esparcidos, etc., en el entorno de la granja contribuirán a potenciar la presencia de roedores, insectos y animales depredadores que pueden ser normales portadores de enfermedades. Así pues una medida higiénica se basará en mantener limpio todo el entorno de la explotación.
* Ruidos bruscos.- El conejo es un animal muy sensible que requiere un hábitat tranquilo y estable para que se dé una armonía entre el sistema nervioso y el neurovegetativo, lo cual es básico para el logro de una buena producción.
Todo conejar debe ser un lugar tranquilo, entendiéndose por tal el que se halle lo más aislado posible de los ruidos exteriores, especialmente los súbitos o desacostumbrados que los asustan en extremo.
Interior de la explotación
* Confort ambiental.- Sin duda alguna, el cunicultor obtendrá una alta y regular productividad cuando consiga mantener durante todo el año un ambiente idóneo por lo que se refiere a temperatura - 18º C- y Humedad - 75%-.
El tipo de alojamiento, su aislamiento interior y el manejo de la ventilación asegurarán el confort requerido que será más o menos alterable según la climatología de la zona.
* Densidad.- No obstante se deberá tener en cuenta la concentración de animales por metro cúbico de local - mínimo 015 m3/Kg. peso vivo-, principalmente en locales cerrados y la densidad de Kg. de peso vivo por metro cuadrado de jaula - 40 Kg.-.
* Aire viciado.- Hemos significado el manejo de la ventilación para regular la temperatura y sobretodo la humedad ambiental. La renovación del aire ha de permitir además controlar los niveles de amoníaco- máximo 5 ppm.- y de anhídrido carbónico fruto de la respiración – máximo 015%- , la ausencia de polvillo atmosférico o partículas sólidas en suspensión, más frecuentes en bajas humedades, y el microbismo ambiental que se desarrollará cuando los factores enunciados se alteren. Así pues, el aire debe circular a una velocidad máxima de 03 m/segundo y el ambiente debe ser renovado de 08 veces - invierno- a 8 veces - verano- por hora.
* Material y equipo.- El reiterado contacto de los animales con su entorno y los equipos hace que éstos tiendan a ser un vehículo de difusión de los elementos microbianos, lo cual puede incluirse como una modalidad más de contaminación pasiva, por contacto directo o indirecto de elementos estáticos con los animales alojados.
Lo esencial radica en impedir que las deyecciones, liquidas o sólidas, ensucien la comida, la bebida, los utensilios, la jaula y el propio cuerpo del conejo guardan estrecha relación con la instalación y dependerá de ésta la necesidad de la frecuencia en efectuar la recogida o tratamiento. Los rastrillos, comederos y bebederos se han de mantener esmeradamente limpios, y se limpiarán a fondo previamente a cada desinfección.
De igual forma se actuará con los nidales después de cada parto. No deberán ser olvidados los suelos y las paredes, así como los puntos de luz, ventanas, carretillas, etc.
La utilización de productos germicidas por contacto es iva en la actualidad para realizar una correcta desinfección.
DESINFECCIÓN
La desinfección estriba en el control y la destrucción de los agentes patógenos biológicos del conejar y se puede efectuar por medios físicos o químicos. Los medios químicos presentan, en general, una acción más determinante que los físicos.
Conviene señalar la importancia de poder usar productos en presencia de los animales puesto que en la mayoría de las explotaciones cunícolas la ocupación de la granja es permanente.
Para asegurar una buena desinfección, se debe realizar una limpieza previa ya que los restos de suciedad o materia orgánica, inactivan parte de la acción de los desinfectantes, disminuyendo su poder de penetración.
Los medios químicos de desinfección son muy abundantes y su acción germicida no es determinante para todas las circunstancias. Conviene asesorarse y aplicar en cada caso, el producto idóneo. Entre los más usados citaremos: clorados, yodoforos, amonios cuaternarios, fenoles, cresoles, derivados fenólicos, cáusticos, etc.
Las soluciones desinfectantes, se usan de manera diferente en cada caso: lavado, regado, pintado, pulverizado, atomizado o a presión. Cabe determinar la presencia o no de animales en función a su toxicidad, el grado de corrosión frente al material a que se aplican y la protección necesaria a su manejo.
Actuación en las zonas de atención.
ALOJAMIENTO: techos, paredes, suelos, ventanas, puertas, fosos, canales, etc.
La eliminación del pelo y la recogida de los excrementos y restos de alimento es fundamental. A continuación pueden lavarse con agua abundante, rascando y cepillando bien con agua.
En los fosos de tierra, una vez recogido el estiércol, se procederá a una desinfección superficial mediante productos concentrados aplicados con cuidado a nivel de suelo. Si se observa una contaminación importante del suelo, lo más práctico es proceder a la extracción de una capa de 30 centímetros de tierra y reponer el foso con tierra nueva.
MATERIAL: jaulas, utensilios, nidales, etc.
En las jaulas la desinfección puede practicarse someramente o a fondo. En el primer caso no hay necesidad de desalojar las jaulas. Primero se flamean las superficies para eliminar el pelo adherido, luego se procede a una limpieza de las partes más sucias (excrementos acumulados) susceptibles de contaminación, como son el piso y los rincones y finalmente se pueden pulverizar con un desinfectante NO corrosivo. Este proceso puede tener una cadencia semanal.
La desinfección a fondo se aplica en los casos de desocupación de las jaulas por enfermedad o muerte de los animales y en función del método de manejo aplicado (bandas) cuando un lote de maternidad o de engorde las desaloja.
En los utensilios y equipo donde existan incrustaciones importantes se puede actuar con agua caliente, jabones, detergentes, desincrustantes apropiados para evitar la corrosión del material.
Los nidales reúnen todas las cartas para un excelente desarrollo de los agentes patógenos al disponer de suciedad, temperatura y humedad. Conviene muy mucho separarlos de la jaula y realizar un buen saneado, más cuando pueden ser utilizados por distintas hembras.
En primer lugar se eliminará el nido o cama. Acto seguido se flameará con soplete para eliminar el pelo existente. Con una paleta se rascará la materia pegada, si la hubiere. Con agua a presión o corriente y un cepillo, se limpiará profundamente. Se enjuagará o pulverizará con soluciones desinfectantes y finalmente, una exposición al sol permitirá un secado perfecto.
* Vectores animados.- Un amplio grupo en el que situamos, en primer lugar, a las personas que circulan o pueden circular por el conejar. Tanto el cunicultor como las visitas - comerciales, matadero, etc.- deben extremar sus precauciones equipándose de botas y batas como medida básica elemental al entrar a la granja. Se evitarán asimismo las entradas innecesarias.
Los animales domésticos, perros y gatos, también deben ser objeto de atención evitando siempre su entrada en el conejar y procurar no alimentarlos con animales muertos ya que podrían convertirse en portadores-transmisores de algunas enfermedades.
Los grupos que requieren una constante acción son los insectos y los roedores. Para ello, el cunicultor, debe establecer sendos programas de desinsectación y desratización.
DESINSECTACIÓN
Comprende todas las acciones encaminadas a erradicar los ectoparásitos e insectos externos del conejar y sus larvas.
Una buena limpieza junto a la desinfección evitan, en gran medida, la insectación así como la protección de las aberturas con telas mosquiteras y el evitar las oquedades en las paredes, pueden ser insuficientes y por ello se recomienda el uso de los desinsectantes que eliminen vectores y parásitos.
Los desinsectantes están elaborados por substancias químicas que suelen aplicarse, diluidas en agua, en pulverización en el alojamiento. Interesa utilizar los productos de forma combinada de manera que unos se apliquen hacia los estados adultos y otros que pretendan romper su ciclo actuando en las formas larvarias.
El éxito de una buena desinsectación estriba en la constancia de la aplicación y a la acción prolongada de los productos.
DESRATIZACIÓN
Consiste en la erradicación total de todo tipo de roedores en la explotación cunícola. Los pequeños roedores, ratas y ratones, tienen en los conejares un modus vivendi extraordinario. Escondrijos por doquier, comida en abundancia, refugios para reproducirse, etc.
Su presencia entre los lagomorfos -conejos- , representa una fuente de problemas que van desde la transmisión de enfermedades a la destrucción de material e instalaciones, sin olvidar los consumos de alimento, crías en nidales, etc.
Es importante utilizar productos de forma permanente y en rotación, si es preciso, para eliminar la presencia de roedores en las instalaciones cunícolas.
Al realizar la desratización se deben tener en cuenta varios detalles:
- La duración del tratamiento ha de ser de más de 30 días, por lo cual se aconseja mantenerlo de forma constante, reponiendo el producto consumido.
- Los productos son tóxicos y se deben colocar de forma que sólo puedan acceder a ellos los roedores.