Nunca conseguiremos una buena sanidad sin una higiene perfectamente bien aplicada. Este podría ser un primer punto que conecta muy directamente con el hábitat y que condiciona enormemente el seguimiento del tema.
Como sea que el conejo tiene una fisiología muy propia (stress con repercusión en la cecotrofia, patología intestinal, reproducción, etc.) será necesario establecer en el conejar un programa profiláctico que responda al famoso refrán de "más vale prevenir que curar". Así pues, intentaremos cerrar el paso a la aparición de cualquier fenómeno patológico, recortar su extensión o erradicarlo.
Si partimos del principio de que toda producción animal tiene por objeto conseguir el máximo rendimiento cuantitativo y cualitativo, será preciso establecer unas medidas a base de desinfecciones, tratamientos preventivos y vacunaciones. Para realizar un buen tratamiento, primero debemos saber con qué problemas nos podemos llegar a encontrar y así poder establecer las medidas preventivas para una correcta producción.
Control semanal
Eliminar el pelo (soplete): una vez a la semana
Desinfección del ambiente (prod. químicos): tres veces a la semana
Desinsectación del conejar (insecticidas - acaricidas): en verano, casi a diario
Desratización (polvo, taco, grano, líquido, etc.): en forma permanente
Control de hongos (azufre): una vez por semana en el ambiente, siempre en los nidos
Limpieza y desinfección de nidales, jaulas vacías: a diario
Control ambiental (ventilación).
Programa de luz (16 horas al día): para que no nos afecte el acortamiento del día en otoño e invierno
Productos sanitarios
En todo conejar bien instalado es preciso disponer de un armario - botiquín que contenga determinados instrumentos y productos que hayan de utilizarse en los trabajos preventivos así como en un momento inesperado.
Este botiquín debe contener los siguientes elementos:
a) productos de uso constante para: heridas externas, diarreas, infecciones, sarna, mucosidades, mastitis, suplementos, desinfectantes, etc.
b) productos de uso periódico como: vacunas, coccidicida, vitaminas, aminoácidos, minerales.
c) material para curas: alcohol, algodón, etc.
d) material quirúrgico: bisturí, tijeras, jeringas, agujas, guantes, etc.
Control diario (en la medida de lo posible, según la cantidad de animales)
Verificar la cantidad de alimento ingerido por jaula. Observar el funcionamiento y limpieza de los bebederos.
Controlar el estado de las deyecciones.
Revisar a los reproductores, al realizar la cubrición o palpación, para sanar o eliminar a los afectados.
Comportamiento: Nerviosismo, temblores, postración.
Peso: Delgadez, obesidad.
Pelo: Hirsuto, mojado, falta de pelo, prurito.
Orejas: Sarna psoróptica, nódulos, caídas.
Nariz: Mucosidad, suciedad.
Dientes: Largos, malformación
Patas: Ulceración.
Mamas: Abscesos, inflamación, necrosis
Uro - genital: Flujo, inflamación, diarrea.