Micotoxinas en caballos
Los caballos a menudo son ignorados
como víctimas de problemas por micotoxinas. Sin embargo, los equinos tienen
una negra y mortal historia con las micotoxinas que ha seguido hasta la presente
fecha. Durante la II Guerra Mundial, miles de caballos Rusos murieron a consecuencia
del consumo de heno mohoso. La causa fue identificada posteriormente como
una micotoxina llamada tricoteceno producida por un hongo de tipo staquibotris.
Más recientemente este año, centenares de valiosos potros de caballos pura
sangre de carrera murieron bien sea en el útero o rápidamente después del
nacimiento. La causa no ha sido claramente identificada. Sin embargo, varios
expertos en nutrición equina sospechan fuertemente que las micotoxinas que
han sido descubiertas en los pastizales han sido las culpables.
Arriba
¿Cuales son los niveles seguros?:
El Dr. Kyle Newman de Venture Laboratories ha determinado las concentraciones
máximas permitidas en alimentos para caballos (Tabla 1).
Tabla 1. Límites máximos de exposición a las micotoxinas para equinos
Debe enfatizarse que estas cifras
son para caballos adultos, que no se encuentran en reproducción y no deberían
ser interpretadas como niveles "seguros." Aun no se conoce el nivel de exposición
a las micotoxinas considerado como seguro para otras categorías de equinos.
Estos niveles tampoco toman en cuenta las interacciones sinérgicas que ocurrirán
frecuentemente entre las diferentes micotoxinas.
En comparación con otros tipos de animales domésticos, los equinos son relativamente
resistentes a la aflatoxina (Tabla 2).
Tabla 2. Comparación de concentraciones
tóxicas (LD-50) de aflatoxina en varias especies
El valor LD50 es la cantidad de
aflatoxina que podría matar, un promedio del 50% de los animales del grupo
experimental. En ganado y ovejas, los microorganismos del rumen destruyen
la mayoría de las micotoxinas ingeridas antes de que estas puedan ser absorbidas.
Sin embargo, la función que ejercen las bacterias en el intestino grueso del
caballo en la destrucción de micotoxinas no se conoce. Ciertamente con algunas
micotoxinas, la exposición a cantidades tan pequeñas como partes por billón
del alimento pueden causar severos problemas de salud en equinos. Los caballos
jóvenes y yeguas preñadas son probablemente los más sensibles. Sin embargo,
actualmente existe un problema adicional debido al incremento en la longevidad
de los caballos, ya que la mayoría de ellos están sobreviviendo 30 o más años.
Esto los coloca ante el riesgo de desarrollar problemas de micotoxinas, como
cáncer, por la continua sobre-exposición a las micotoxinas durante sus vidas.
Arriba
Dosis Sub-letales...
EUna elevada dosis aguda de algunas micotoxinas puede matar un caballo. Sin
embargo, a campo constituye un problema mayor la ingestión crónica de dosis
subletales o bajas. Esas pueden causar daños en los órganos, específicamente
en el hígado y riñones, suprimiendo el sistema inmunológico, lo que al final
conduce a infecciones bacterianas secundarias y pobre estado general
Arriba
Forrajes Contaminados...
El Dr. Clarke y sus colaboradores realizaron
una evaluación de la contaminación por micotoxinas de los alimentos en granjas
equinas en Canadá. Ellos obtuvieron 12 muestras de heno y cinco muestras de
concentrados de cada granja. Los resultados se encuentran resumidos en las Figuras
3 y 4. Los mayores niveles de micotoxinas fueron encontrados en los forrajes
en comparación con los concentrados.
Las concentraciones de deoxinivalenol (DON), zearalenona, y toxina T-2 en las
muestras de forrajes fueron significativamente mayores que los niveles en los
alimentos concentrados. Los niveles aumentados de micotoxinas en los forrajes
y alimentos fueron asociados con el aumento en la contaminación por hongos.
Arriba
Medidas de protección
A pesar de los riesgos de los hongos y micotoxinas en caballos, hay medidas
de precaución efectivas que los fabricantes de alimentos y propietarios de caballos
pueden tomar para proteger a sus animales. Esas incluyen:
• Mantener el contenido de humedad en el alimento y forraje debajo del 12%
• Mantener el alimento fresco
•Mantener limpios los equipos de elaboración y la manipulación del alimento.
•Examinar el alimento para detectar la presencia de micotoxinas
• Suplementar el alimento con inhibidores de los hongos basados en ácido propiónico
(Mold-Zap™) y adsorbentes de micotoxinas (Mycosorb™) Tabla3: Niveles de micotoxinas encontrados
en las muestras de forrajes y concentrados

Niveles de micotoxinas encontrados
en muestras de forrajes y alimentos con variables niveles de contaminación
por hongos

Problemas en los Pastizales
Los caballos pastando en prados no
están inmunes al riesgo de las micotoxinas. Un problema particular puede estar
representado por dos formas de micotoxicosis que son la intoxicación por el
centeno perenne y la toxicosis por festuca. La intoxicación por centeno es
causada por la micotoxina del lolitrema B. Concentraciones de 1.5-2.5 ppm
han causado ataxia y falta de coordinación. Los efectos neurológicos son temporales,
pero la falta de coordinación puede conducir al ahogo por inmersión y otras
lesiones.
La toxicosis por festuca es causada por una micotoxina producida por un endofito
(hongo) que forma relaciones simbióticas con la festuca. De acuerdo a un estudio
reciente, una gran proporción de caballos en Estados Unidos pastorean en campos
de festuca. Los síntomas de la intoxicación por festuca son la disminución
de ganancia de peso corporal, aumento de la temperatura corporal, pelaje y
capa ásperos, necrosis de los cascos, cola y orejas, y problemas reproductivos
incluyendo mortinatos, agalactia, y retención placentaria.
Arriba
El misterio de las muertes de potros en
Kentucky
En la primavera del 2001, los operadores
de una granja equina de Purasangres cerca de Lexington, Kentucky, que representa
el corazón de la industria de los caballos de carrera de Estados Unidos, comenzaron
a observar el aumento en el número de fetos abortados y de potros mortinatos.
El problema, que posteriormente fue denominado "síndrome de la pérdida de
potros" y "síndrome de pérdidas reproductivas en yeguas," rápidamente se esparció
a otras partes de Kentucky así como a las granjas equinas de Indiana, Ohio,
Illinois, entre otros estados. Al final, se perdieron cerca de 700 potros.
Muchos de ellos representaban tarifas de padrotes muy elevadas y eran crías
potenciales de campeones equinos.
A comienzos del verano, el problema desapareció casi tan repentinamente como
sobrevino, dejando a los científicos, propietarios de equinos, y otros profesionales
de la industria con muchas preguntas y algunas teorías sustentables. Algunos
pensaron que el agente causal del problema era plantas venenosas (cicuta)
o cianuros. El cianuro se acumula en los cuerpos de gusanos que consumen hojas
de cerezas silvestres. Los gusanos pueden haberse distribuido en los forrajes
y fueron inadvertidamente comidos por las yeguas.
Otros prominentes nutricionistas equinos como el Dr. Kyle Newman de Venture
Laboratories y el Dr. Bill Vandergrift de EquiVision sospecharon que las micotoxinas,
específicamente la zearalenona y toxinas de endofitos eran los responsables.
Como resultado, muchos de los principales fabricantes de alimentos para caballos
comenzaron a suplementar sus raciones con Mycosorb™. El Mycosorb™ contiene
un glucomanano derivado de la levadura que adsorbe fuertemente una variedad
de micotoxinas. En un estudio reciente, Mycosorb™ adsorbió aproximadamente
70% de la zearalenona en una muestra.
Los hongos están atrapando nuestros
caballos de carrera
La velocidad y energía de los atletas
equinos les exige tener un sistema respiratorio saludable. Un caballo al galope
inhala y exhala más de 2250 litros de aire por minuto. Lamentablemente, según
el Dr. Andrew Clarke del Canadian Equine Research Centre en Guelph, Ontario,
los hongos en los alimentos y forrajes causan una serie de alteraciones en
el sistema respiratorio de los caballos. Principalmente, los hongos causan
enfermedades alérgicas e inflamatorias, así como un aumento en la incidencia
y severidad, y duración de esas enfermedades. Un síntoma de enfermedad respiratoria
es el aumento marcado en la secreción de mucosidades en los conductos nasales
y pulmones. El Dr. Clarke enfatiza que, "Aun pequeñas cantidades de moco en
los pasajes aéreos, y mínimos espasmos de las vías respiratorias afectarán
adversamente el rendimiento."
Los hongos están presentes en el forraje previamente a la cosecha y pueden
proliferar durante el almacenamiento. Las condiciones climáticas y las prácticas
de conservación inadecuadas hacen difícil para los granjeros producir un heno
adecuadamente secado a campo. El Dr. Clark dice que "El principal factor que
afecta el enmohecimiento del heno es su contenido de humedad durante el empacado."
" Dentro de los 10 a 20 días del empaque puede ocurrir un alto grado de contaminación
por hongos. Usualmente, el calor que se genera durante el proceso de enmohecimiento
terminará por secar el lote, entonces la temperatura desciende. Típicamente,
el proceso de enmohecimiento termina en un lapso de 30 días." Un forraje o
alimento con una baja concentración cuantificable de hongos aun puede contener
una cantidad significativa de micotoxinas. Esto es debido a que las micotoxinas
permanecen en el material enmohecido después que los hongos han muerto. Por
lo tanto, debería agregarse al forraje un inhibidor de hongos de ácido propiónico
buferizado (Mold-Zap™) a medida que éste es cosechado.
Las micotoxinas inhaladas del forraje de la cama pueden causar alteraciones
en caballos, incluyendo la inmunosupresión. De acuerdo a un estudio recientemente
concluido del Dr. Clarke, sobre la contaminación por micotoxinas en varios
materiales de cama, el aserrín, paja, y comprimidos de madera a menudo contienen
cantidades cuantificables de deoxinivalenol pero poco, si acaso algo, de zearalenona
o toxina T-2.
Señales indicativas
La ingestión de alimentos y forrajes
contaminados con micotoxinas causa numerosos problemas en caballos. Desafortunadamente,
muchos de los síntomas de la micotoxicosis no son exclusivos y pueden ser
confundidos con otras enfermedades. Sin embargo, si un propietario o propietaria
de caballos observa los siguientes síntomas en sus caballos, el problema puede
ser causado por una micotoxina específica (o una combinación de ellas):
Aflatoxina: Esta micotoxina común causa lesiones y cáncer hepático en los
animales. Las señales de aflatoxicosis incluyen aumento de la actividad de
las enzimas hepáticas y disminución de las concentraciones de proteínas plasmáticas.
Ocratoxina: La ocratoxina causa lesiones en el hígado y riñones. También reduce
la producción de leche y aumenta la mortalidad en el ganado, animales que
son resistentes a la mayoría de otros tipos de micotoxinas.
El deoxinivalenol (DON): También llamado vomitoxina, el DON es un tricoteceno
y ha sido asociado con pérdida del apetito, vómitos, lesiones del tracto gastrointestinal,
inmunosupresión, letargia, y ataxia (incoordinación) en animales domésticos
incluyendo el equino. La cebada contaminada con DON reduce sustancialmente
las concentraciones de IgG y IgA séricas en caballos.
Figura 2. Reducción de los títulos de anticuerpos (IgG y IgA) en caballos
alimentados con cebada contaminada con DON

Toxina T-2: Un tricoteceno, la toxina
T-2 causa inmunosupresión y alteraciones gastrointestinales en el ganado.
Zearalenona: La zearalenona es un compuesto estrogénico, que puede producir
problemas reproductivos en caballos. En un caso en el cual las yeguas fueron
alimentadas con afrechos de maíz que contenían 2.7ppm de zearalenona, hubo
un aumento en la incidencia de rechazo del alimento, prolapsos uterinos, y
hemorragias internas. Otros síntomas incluyen el agrandamiento uterino y la
inflamación y atrofia de los ovarios.
Fumonisinas: Las fumonisinas B1 y B2 son producidas por las especies de Fusarium
y están asociadas con el "envenenamiento por maíz mohoso" en caballos, también
llamado leucoencefalomalacia equina (ELEM).