El entrenamiento involucra el adiestramiento, y la preparación física y mental que se realiza para mejorar, perfeccionar o mantener el rendimiento de una actividad deportiva.
El adiestramiento es una formación psicomotriz orientada a capacitar al animal para determinadas situaciones que exigen un alto grado de coordinación, en combinación con equilibrio y potencia. El entrenamiento mental incluye ejercicios y técnicas de manejo que intentan moldear el comportamiento del animal, de forma que colabore voluntaria y favorablemente durante la actividad deportiva. Lo inicia el domador y lo continúa y refuerza constantemente el jinete y mozo de cuadra o encargado del animal.
El entrenamiento físico involucra actividades orientadas hacia la adaptación del músculo y tejidos de sostén para mejorar su respuesta al ejercicio físico, y su evaluación es el tema que intentaremos abordar. Dicha evaluación no brinda información alguna de la capacidad técnica o mental del animal, y cualquiera de estas aptitudes resulta fundamental en el desempeño del atleta. Otros factores a tener en cuenta al intentar comprender el rendimiento deportivo son jinete, manejo, alimentación, lesiones, comportamiento, deporte, etc.
La valoración del estado de forma física de un caballo es una tarea complicada, debido al considerable número de factores que se interrelacionan en lo que llamamos forma física.
El punto crítico resulta en el concepto de lo que estamos midiendo. ¿Que medir y para qué?
Por ejemplo, podemos medir la capacidad total para realizar un ejercicio dado, midiendo el tiempo que demora en realizarlo. Sin embargo esto requiere simular tal ejercicio a la máxima intensidad, con el riesgo locomotor que significa. Además el resultado no permite mucho desglose, en general es bueno o malo. También encontramos que se ve influenciado por muchos factores ambientales y del animal que relativizan la información. Adicionalmente ese tiempo, solo sirve para evaluar animales finalizados, cuando el principal objetivo de las pruebas es aportar datos que le permitan planificar y mejorar su entrenamiento para optimizar su rendimiento deportivo.
Dado que la condición física depende en gran medida de la capacidad de producir energía, científicos y fisiólogos han intentado determinar variables capaces de indicar la utilización de una vía metabólica u otra, o bien el punto de cambio. A este efecto se introducen los umbrales, y su determinación, interpretación y aplicación constituye la base de la fisiología del entrenamiento.
Además de haber sido definidos una cantidad de umbrales, hay mucha discusión en cuanto a la validez y aplicación directa de un umbral u otro, fundamentalmente porque las vías metabólicas siempre están interactuando, y no es fácil incorporar la intensidad y el tiempo en forma simultánea. Dicha discusión excede los objetivos de este escrito, por lo que con fines didácticos sólo nos explicaremos el sistema de dos umbrales y tres vías, que para medicina deportiva equina resulta muy aplicable.
Cuando los requerimientos energéticos para los ejercicios, generalmente de baja intensidad son suplidos en forma casi exclusiva con energía aerobia, siendo la contribución anaerobia del 5%, nos encontramos en la zona de metabolismo aerobio. A medida que se incrementa la intensidad, si bien aumenta la producción de energía por vía aerobia, el porcentaje de la contribución por vía anaerobia se incrementa, situándonos en la zona de metabolismo mixto. Llegado a un punto, la contribución aerobia llega a su máximo, siendo cualquier incremento de intensidad en el ejercicio suplido por vías anaerobias, denominándose la zona anaerobia. El límite entre zona aerobia y mixta se denomina umbral aerobio, mientras que entre mixta y anaerobia, umbral anaerobio.
Test De Ejercicio
Para poder comparar animales de diversas condiciones, se han ideado test de ejercicio estandarizado. Según donde se realicen se denominan “a campo” o en cinta rodante; por su intensidad: máximos y submáximos; por la forma de incrementar la velocidad: crecientes o constantes; etc. Muchos de ellos emplean protocolos y equipos sumamente complejos, sin embargo, a fines prácticos intentaremos mostrar un test submáximo a campo de intensidad creciente, que resulta sumamente apropiado para la evaluación del estado de forma física de un animal.
Las pruebas de ejercicio se emplean para diversos fines: 1º) Medir la adaptación de un animal a un programa de entrenamiento; 2º) Modificar el entrenamiento en respuesta a los progresos obtenidos; 3º) Investigar los posibles fracasos del entrenamiento, con los resultados obtenidos; y 4º) Como parte del conjunto de un examen clínico de un animal.
Protocolo
Se realizaran 3 a 5 series de 1000 a 1500 m a distintas velocidades, en orden creciente. Las velocidades abarcarán el espectro de intensidad a la que se entrena el animal, o para fines especiales, puede aumentarse la intensidad. En nuestros estudios realizados en pista se eligieron cuatro niveles de ejercicio a velocidades de 15, 20, 25 y 30 km/h, con una duración de cada nivel de 1400 m y un periodo de hasta que el animal recupere la frecuencia cardiaca de 64 lpm. Después de cada nivel se toman muestras de sangre, y a los cinco y diez minutos de recuperación del ejercicio.
El test de ejercicio debe de ir precedido de un periodo de calentamiento de unos 10 minutos de duración (5 minutos de paso y 5 minutos de trote), y terminar con un periodo de enfriamiento igual al de calentamiento pero en sentido inverso.
La pista idealmente debe ser llana, y suave, y el jinete es dotado con un equipo de GPS para controlar la velocidad.
Tipos De Medidas A Realizar
Frecuencia cardiaca. La evaluación de este parámetro permite medir de un modo indirecto la funcionalidad cardiovascular, además de indicar la intensidad relativa de la actividad física realizada. De la frecuencia cardiaca nos interesan algunos puntos específicos (marcadores metabólicos):
V150 y V200: velocidades que inducen frecuencias cardíacas de 150 y 200 lat/min. V150 está relacionada con el umbral aerobio en caballos SPC. V200 es equiparable al umbral anaerobio en dichos animales, concepto que se refiere a la transición metabólica desde un uso preferencial de las rutas glucolíticas anaerobias frente a las oxidativas.
HRLA2 y HRLA4: frecuencias cardiacas que coinciden con valores de lactado de 2 y 4 mmol/l. Los valores de 2 y 4 de lactato son indicadores metabólicos de los umbrales aerobio y anaerobio. La determinación de HRLA2 y HRLA4 resulta fundamental para conocer que niveles de ejercicio deben alcanzarse y respetarse para entrenar en forma aeróbica, anaeróbica o mixta. Además constituye un marcador del condicionamiento cardiovascular.
Pendiente de la FC: El análisis de la evolución lineal de la FC permite evaluar rápidamente el balance metabólico de un animal dado. Cuando la pendiente de la FC es menor, indica una mayor adaptación cardiovascular a esas intensidades de ejercicio. Donde la pendiente es mayor, los incrementos de frecuencia cardíaca son más importantes en relación a la velocidad, mostrando un déficit para desempeñarse en esa intensidad de ejercicio.
La gráfica muestra los tres patrones clásicos de FC de acuerdo a su inclinación. Azul el patrón anaeróbico, característico de cuartos de milla, sprinters, animales de salto; verde el aerobio, como animales de enduro; y en rojo el balanceado o completo, típico de caballos de CCE o polo o hunters.
Lactato
El Ácido Láctico se produce en el curso del metabolismo anaerobio láctico (glucólisis anaerobia). Su acumulo en respuesta a un ejercicio ha sido considerado en atletas humanos y equinos como un indicador del estado de forma física y nivel de entrenamiento. Se han introducido índices de funcionalidad que representan la producción de lactato a una intensidad concreta de ejercicio. Estos índices, obtenidos por extrapolación de la curva exponencial lactato-velocidad son VLA2 y VLA4, velocidades de ejercicio a concentraciones plasmáticas de lactato de 2 y 4 mmol/l. Ambos términos son conocidos como umbral aerobio y anaerobio respectivamente. El primero de ellos hace referencia al límite superior de un metabolismo exclusivamente aerobio. El segundo, refleja la intensidad física a partir de la cual hay una clara predominancia de los procesos anaerobios frente a los oxidativos. El entrenamiento produce variaciones en los índices, como consecuencia de un aumento de la capacidad aerobia cuando se estimulan las rutas del metabolismo aerobio.
La grafica nos muestra la delimitación de las tres zonas: aerobia (verde), mixta (amarillo) y anaerobia (rojo). Las zonas se delimitan por el umbral aerobio ([La]=2) y el umbral anaerobio ([La]=1)
La interpretación de la curva del lactato en función de la velocidad nos permite conocer hasta que punto el metabolismo es fundamentalmente aerobio, y a partir de que punto es fundamentalmente anaerobio.
De esta forma el conocimiento de las zonas o bien de la capacidad aerobia, mixta o anaerobia, permite conocer la resistencia, velocidad o potencia que tiene un animal, y con el correcto conocimiento de los requerimientos de los deportes ecuestres, permite auxiliar en la preparación de su condición física.
Referencias
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