Los deportes ecuestres, cada vez más competitivos, generan un importante flujo comercial de ejemplares nuevos; como apuesta a futuro y de caballos adultos consagrados en la alta competencia; como apuesta segura. Incluso un mismo caballo puede tener varios propietarios en su vida deportiva, produciendo una gran cantidad de información clínica, determinante para la evaluación atlética del caballo y para la valoración económica del mismo. En este contexto resulta vital el examen clínico veterinario antes de la compra, procedimiento no muy valorado y que en muchas ocasiones se descarta: asumiendo riesgos excesivos en la compra desestimando elementos de juicio vitales para decidir la compra exponiéndose a desagradables sorpresas a corto y mediano plazo De todas formas, el examen pre-compra sólo valida objetivamente las condiciones que presenta el animal en el momento del examen, siendo la capacidad deportiva del animal y la sanidad futura elementos subjetivos y complejos de pronosticar.