18 de enero de 2010
Estimado Guillermo Aguilera, muchas gracias.
Si bien se encuentra la información que me consulta, en profundidad, en mi sitio personal o aquí en Engormix, bajo el título de El balance F, un cuarto balance no considerado, le comento a grandes rasgos cuál es el concepto que hay que perseguir para corregir sin caer en desviaciones secundarias contrapuestas a las primarias.
Primero hay que tener bien claro qué grado de valgo, varo, estevado o izquierdo es corregible y qué grado no. Aclaro esto porque suelen nacer potrillos con desviaciones tan acentuadas que requieren de botas ortopédicas, con el fin de dar soporte al miembro hasta que logre su propia fortaleza. En estos casos, el desvasado no lograría los objetivos deseados.
No obstante, existen grados de desviaciones que sí son corregibles sólo con el desvasado. Aproximadamente, a partir de los tres meses de edad, un desvasado correcto otorga resultados positivos.
Desde mi punto de vista, muy personal, ya que diferiría mi teoría con algunos autores, existe una relación muy cercana entre un valgo o varo con un izquierdo o estevado. Desde mi punto de vista, todo miembro que nace valgo termina siendo izquierdo, y todo aquel que nace varo termina siendo estevado. Por lo tanto, en determinado tiempo, no sabremos cuál fue la desviación primaria.
De todos modos, el tipo de recorte de casco, para cada uno de los cuatro casos, es el mismo.
En esto siguiente se encuentra la simpleza del asunto:
Sea cual sea el defecto que presenta el potrillo o caballo, la técnica de recorte siempre será la misma, porque se recorta el casco respetando los límites naturales de corte, propios del pie. Para ampliar esto puede leer La lectura del casco del caballo, aquí en Engormix.
Contrariamente a la técnica tradicional que, de acuerdo al defecto, se quita más pared de acá o más pared de allá. En este caso, habría una sola verdad y cada herrador la tendría.
Cuando se recorta el pie considerando los límites naturales de corte, a la única verdad la tiene cada potrillo o caballo.
En pocas palabras, se recortan los talones a la misma longitud, luego la pared entre la unión de ésta y la palma, y al resto lo hace el animal. Solo se estabilizará o solo se corregirá. En ningún momento se quitó material de más o de menos. Se quitó lo que había crecido y se dejó en el pie lo que pertenece al pie. Es tan simple como eso.
Pero...
En esto siguiente se encuentra la complejidad del asunto:
El gran secreto, al recortar por los límites naturales de corte, es el plano o nivel que le damos a la tenaza de desvasar y escofina.
El plano a buscar debe ser perpendicular al eje del miembro.
Imaginemos una mano derecha con el defecto de izquierdo. Expongo este caso porque es el más común. Veremos la pared interna o medial más vertical que la externa o lateral. Es porque ese talón está soportando todo el peso. Debido a la flexibilidad longitudinal o vertical del pie este talón se sobre eleva. Cuando esto ocurre, la línea de aplomo y el peso se trasladan hacia la pared medial. Entonces, nuestro objetivo es trasladar la línea de aplomo y el peso hacia el centro del pie. La única forma de lograrlo es haciendo que el caballo pise otra vez con la pared lateral, liberando así de peso a la pared medial.
Para que el caballo pise con la pared lateral hay que otorgarle a ésta el plano adecuado o normal, y ese plano es perpendicular al eje del miembro.
Debemos obtener ese plano al recortar con a tenaza y luego al escofinar con la escofina.
Es aquí, en este paso, donde debemos recordar y considerar que tenemos un pie con un desequilibrio, por esa razón, no obtendremos un solo plano en ambos lados del pie. Ambos lados estarán perpendiculares al eje del miembro o aplomo, pero uno estará sobre elevado, el medial, y el otro estará normal, el lateral. A partir de ahora, el caballo ya no pisará con el lado medial, sino con el lateral. Y es eso lo que hace variar la dirección del miembro, de como estaba antes a como está ahora. La nueva dirección del miembro, la correcta, es la que permitirá que el potrillo corrija o que el caballo adulto estabilice.
Claro está que, al verlo, Usted lo comprendería mejor. Pero, en principio, recuerde:
- Sólo obtendremos un recorte parejo, con ambos lados del pie en el mismo nivel, si el caballo no presenta un desequilibrio. Para ello debe ser de aplomos perfectos.
- El pie es muy flexible, y cada desequilibrio hace que un lado se sobre eleve más que el otro.
- No se debe quitar material de más o de menos. Se quita lo que ha crecido y se deja en el pie lo que es del pie.
Son principios básicos que hay que respetar, el resto se adquiere con la práctica.
Ante cualquier duda, quedo a su disposición.
Reciba un cordial saludo.
Daniel Anz