10 de agosto de 2006
Estimado Amigo, lamento lo de su hermoso corcel, y agradezco a Dios las lágrimas que me brotaron de emoción al leer su caso, ya que todavía, a pesar de los desastres de la vida, sentimos las penas de los otros, y para su consuelo, sí existen otras vidas; les cuento mi experiencia, y recuerden que Dios es todo.
Estimados Amigos, antes que nada y en el nombre de Dios, es que les comento estas vivencias que les podría ayudar a comprender que nuestras vidas NO están solas, les contaré algunos casos.
A) Año 1978, me encontraba en Los Queñes comuna de Curico, en Chile; estábamos con dos amigos, acampando, cuando en la conversación de la noche, se alumbró todo el sector a nuestra redonda 50 mts aprox. como de día, una luz azulada blanca muy reluciente. Al mirar hacia arriba, ésta se apaga, y se ve un círculo como de fuego, que se estira y desaparece. ¿Quiénes eran? Seguramente una máquina voladora con una tecnología muy superior a la nuestra.
B) Mi niña se quema con café caliente, la cara y parte del hombro; dentro de la desesperación del momento, yo le pido a Dios que me la sane, y yo cambio mi conducta habitual de vida. A la segunda curación en COANIQUEN, me informan que hay que hacerle una cirugía, y tenía hora al día subsiguiente. Es mañana, mi hija aparece con su cara limpia, apenas una mancha roja que en la semana desapareció. Actualmente ella tiene 22 años, y en el hombro le quedo una mínima marca, que yo digo que es para que me recuerde del compromiso adquirido. ¿Estamos solos, o Dios está siempre con nosotros?
C) En mi parcela en Malalcahuello en Curacautin Chile, un Amigo y vecino joven que murió envenenado casualmente, se me presentó en la noche, un mes después de su muerte. Había tratado de tener contacto golpeando fuerte el piso donde yo dormía (2º Piso). Les cuento del Encuentro.
Llegué esa noche a mi cabaña a pasar la noche, ya que me encontraba por el lugar haciendo un trabajo. Estuve toda la tarde con la idea que estaba en la cabaña mi Amigo. Me acosté; en la noche desperté con la idea que había alguien al lado de mi cama. No se veía nadie, sólo la luz de la luna por la ventana, cuando de repente se siente una voz que dice Haaaaaaaaaaa, y pasa por encima mío, se acurruca al lado en mi cama. Yo sentí el peso del cuerpo. Se escuchó una voz que digo “ NO LE PUEDES HACER NADA YA QUE DIOS LA HA SALVADO DE MUCHAS, Y NO SABEMOS PARA QUE LO QUIERE”. Yo tiritaba ya que no sabía qué iba a ocurrir, empecé a rezar, él se lamentaba que no podía haber sido así, se refería a su muerte, también tiritaba como de frío o de expectación por el encuentro. Yo seguía rezando primero despacio, luego más fuerte hasta el punto de rezar gritando, y en ese momento él también empezó a rezar, y luego se quitó el peso del cuerpo. Pasaron algunos minutos donde yo quedé muy quieto, tiritando ya que no podía contener mi cuerpo. De repente se oyen unos pasos como de carrera a patas peladas que a veces hacen los niños, y se tira arriba en la cama quedando de la misma manera en posición fetal. Yo un poco más calmado al ver que se instaló como en la primera visita, igual se lamentaba y tiritaba. Yo con un brazo le pasé por su cabeza sin mirar ya que estaba de costado; la idea era consolarlo de su pena, estaba helado, seguí rezando y él también comenzó a rezar; luego se retiró el peso del cuerpo.
Pasaron unos minutos más largos, yo debo haberme quedado medio dormido. Cuando lo siento que ingresa a la pieza y se sienta en la cama, apoyando la cabeza en la pared, yo me incorporo, claro que sin miedo, ya que parece que el que se incorporó fue mi ALMA, ya que al instante, les repito sin miedo como si fuera lo más común, y le interpelo al instante, le digo “de tu Madre que me asustaste”. El miraba sobre mi cabeza como pensativo. Me dijo que tenía un problema con su otra mujer; yo le dije tu Señora, y él me dijo que no, que ella podía trabajar. Entonces le dije, por qué no le decía a su Papá, y me dijo que no lo escuchaba o no lo entendía. En ese tanto había una CABEZA que me miraba fijamente; para mí era como normal. Les repito que estábamos conversando en esa oportunidad entre Almas ya que no me explico cómo yo no tenía miedo, y me parecía normal esa cabeza, ya que seguramente era su ángel custodio que todos tenemos. Luego él se dio media vuelta y se retiró; andaba desnudo con una tremenda cicatríz en la espalda (Su otra mujer se refería aparentemente a su hija que cuando él murió tenia como 4 años).
Bueno amigos, todo fue terrorífico, al principio, pero me dejó una experiencia de vida; es que tenemos que portarnos bien, arreglar nuestras faltas aquí en la tierra, ya que después puede ser tarde. Dios nos da oportunidades, y él sabe lo que está haciendo. Yo les puedo asegurar que la MUERTE no existe, sólo el cuerpo el que se destruye, pero la vida en sí es el ALMA, y esa sí tenemos que cuidarla.
Suerte Amigos, lean la Biblia, les ayudará a entender de Dios, o Pídanselo a él personalmente, ya que él a todos nos escucha, no sólo con fe se pide, sino con AMOR.
Andrés Oñate Bañados
Obs: Los Animalitos tienen que tener Alma