4 de octubre de 2007
Estimada Catalina.
Amigos del foro.
Importante comentario del Sr. Juanjo y muy actual.
Solo difiero en un punto muy importante en el cual el Sr. Juanjo refiere en su participación que no es improbable que las micosis se puedan trasmitir por las herramientas del herrero, Debemos considerar siempre esa posibilidad, porque si observamos la forma de trasmisión en otras especies incluyendo al hombre se dan de la siguiente manera.
En el humano se trasmiten los hongos por usar zapatos de otra persona la cual este contaminada, es común se adquieran hongos en las albercas, duchas de hoteles, playas, peluquerías etc.
En los perros en las estéticas para perros donde los utensilios que usan estén contaminados,
En los caballos al colocar arneses contaminados, como sillas caronas, cabezadas para frenos, cinchas etc.
Debemos tener en cuenta que los hongos incluyen tres géneros.
Las dermatofitosis, conjunto de infecciones producidas por un grupo de hongos queratófilos (dermatófitos) potencialmente patógenos para el hombre y los animales.
Clasificación y generalidades. Los dermatófitos incluyen tres géneros: Microsporum, Trichophyton y Epidermophyton
Microsporum parasíta la piel "lampiña" y también los cabellos, éstos de forma endoectotrix, de manera que se encuentran filamentos en el interior y esporas en el exterior. Los dermatófitos del género Trichophyton afectan la piel, las uñas y los pelos. En el caso de las tiñas tonsurantes el parasitismo de los pelos es endotrix, y en las formas inflamatorias y supuradas (querion, sicosis), endoectotrix. El género Epidermophyton está constituido por una sola especie, E. floccosum, que puede interesar la piel y a veces las uñas, pero es incapaz de parasitar el pelo.
Epidemiología. Las dermatofitosis se clasifican en antropófilas, zoófilas y geófilas según el hábitat habitual de los hongos responsables, sea el hombre, los animales o el suelo, respectivamente.
Las especies antropófilas, cuyo único huésped y reservorio es el hombre, son parásitos obligados que se transmiten generalmente de persona a persona por contacto directo o a través de fómites, donde pueden sobrevivir durante meses e incluso años. Las dermatofitosis antropófilas son más graves y/o recidivantes en caso de enfermedades intercurrentes o pacientes inmunodeprimidos. Sin duda intervienen también condiciones climatológicas, ambientales y los hábitos y/o necesidades en el vestir, que explican que tinea corporis y tinea pedís aparezcan con más frecuencia cuando se utilizan ropa y calzado inadecuados en países cálidos. Se ha señalado, finalmente, que en algunas dermatofitosis podría existir una mayor susceptibilidad genéticamente condicionada.
Las especies zoófilas, más frecuentes en el medio rural, parasitan determinados animales, a veces de forma específica y a menudo casi asintomática, infectando al hombre por contacto directo con aquellos o, indirectamente, a través de pelos, ropas, muebles, telas, establos, ocasionando cuadros clínicos muy inflamatorios y agresivos.
Por su parte, las especies geófilas tienen su hábitat natural en el suelo, desde donde producen en el hombre infecciones generalmente inflamatorias. El dermatófito geófilo que con mayor frecuencia se aísla en seres humanos es M. gypseum que, en condiciones favorables, es capaz de desencadenar infecciones epidémicas severas.
En el suelo se encuentran, además, numerosas especies zoófilas procedentes de animales parasitados.
En conjunto, los dermatófitos tienen una distribución universal, cosmopolita, y las importantes diferencias geográficas que existían hasta hace poco se van reduciendo ante la frecuencia y profusión de los viajes por un número cada vez mayor de personas, transporte de múltiples especies con diferentes fines a todo el mundo.
Patogenia. Para que se produzca la infección es necesario
que en el huésped concurran diversas circunstancias favorecedoras,
entre las que destacan los traumatismos y la maceración. En el proceso infectivo se suceden los siguientes períodos:
a) contaminación propiamente dicha;
b) incubación, que dura 2-4 días y a lo largo de la cual no se advierten signos clínicos y el individuo se comporta como un portador sano;
c) expansión y diseminación de las lesiones, que varía desde algunas semanas a 3-4 meses;
d) fase de involución, y finalmente,
e) período refractario, que se mantiene meses o varios años.
En toda enfermedad existe el triángulo ecológico, donde siempre existen los tres elementos para producirla
1- Agente en este caso el hongo causante de infección.
2- Huésped el caballo con una predisposición innata propia de su especie, con una tendencia aumentada por el tipo de disciplina ecuestre, con una perdida de adaptación al medio ambiente generada por una mejora genética de miles de años, en la que si bien a mejorado notablemente en muchos aspectos, el costo de la genética siempre se manifiesta, tras un logro importante se acompaña siempre de una perdía, en este caso el caballo a sufrido una lenta perdida de rusticidad con su consecuente perdida de adaptación al medio ambiente. Por esto probablemente la predisposición en algunas razas a sufrir la onicomicosis
3.- Medio ambiente humedad, insalubridad, deficiente manejo de caballos enfermos que contaminen caballerizas, pistas de manejo, bañaderos etc, herrajes que aunque necesarios no dejan de afectar al casco, desde generar huecos conde se almacena tierra, estiércol, etc. debilitando la muralla con los clavos, que generan la vía de entrada para diferentes agentes causantes de infección originando múltiples patologías.
Teniendo en cuenta todos estos factores, debemos poner especial cuidado en los siguientes aspectos. De medicina preventiva.
Caballerizas libres de humedad, con pisos adecuados que faciliten el drenado para evitar la acumulación de líquidos, y que nos permitan con cierta comodidad la limpieza de los materiales que se utilicen para cama, así como una buena ventilación y orientación de las áreas destinadas para la estancia de los equinos.
Antes de poner el material que se destine como cama aplicar directo al piso caldo borderel como desinfectante, y en el siguiente cambio de cama aplicar cal en forma alternada.
Aplicar un material confortable que absorba humedad y que de comodidad a los caballos para su descanso, como viruta, aserrín, y de preferencia paja.
Efectuar un aseo de cascos dos veces por semana posterior al baño con las herramientas adecuadas para poder dejar limpios los cascos, aplicando lanolina sólida después de la limpieza, aplicar cada 8 días yodo metálico al 7 % diluido en alcohol con una brocha en la superficie palmar y en toda la muralla, dejar secar y aplicar lanolina sólida como sellador para la humedad y para evitar resequedad de los cascos.
Cuando ya se tiene la onicomicosis en uno o mas ejemplares la situación se complica y tenemos que entrar a la medicina curativa. Continuando además con las medidas preventivas antes descritas.
Cuando se efectúa recorte ortopédico o herrado de los caballos que lo requieren, hacer una inspección preliminar con el fin de detectar los posibles animales afectados que el inicio pueden ser portadores asintomaticos, es decir que no presentan síntomas de enfermedad pero que a la inspección visual son detectables como portadores de onicomicosis,
Esto primero con el fin de atacar la onicomicosis en su fase inicial que es completamente curable con recortes del tejido afectado retirándolo y aplicando cada tercer día yodo metálico y sellando con lanolina, en tres a cuatro semanas desaparecerá la onicomicosis totalmente, pudiendo continuar con las medidas preventivas para evitar posibles recidivas.
Segundo para poder dejar a los animales enfermos de onicomicosis al ultimo y evitar la trasmisión del hongo a los animales sanos con las herramientas del herrero, y así poder después de terminar con cada uno de los equinos que presenten invasión por hongos desinfectar dichas herramientas evitando contaminar a los caballos sanos.
Tercero determinar si la enfermedad de la línea blanca o del estrato medio se encuentra en un estado de invasión superficial (onicomicosis) que es manejable con el método que describí con recortes y medicamentos tópicos como antimicóticos, o si es una micosis profunda (onicolisis) con destrucción de las laminas del casco con su consecuente separación de dichas laminas de la muralla.
En la onicolisis es importante continuar con las medidas preventivas solo para evitar la diseminación de la infección, pero los medicamentos tópicos no son suficientes para erradicarla del huésped, es en esta patología donde se hace necesario administrar antimicóticos SISTÉMICOS a largo plazo de 4 a 8 semanas según lo requiera en forma individual cada caso.
El manejo de los portadores asintomático, y de los portadores sintomáticos es de gran importancia para evitar la diseminación de la onicomicosis.
La elección de antimicóticos tópicos es de crucial importancia dada la alta resistencia que han generado múltiples tipos de hongos. Los miconazoles, itraconazoles, ketoconazoles, el tolnaftato, el clotrimazol, son atimicoticos potentes, pero en tratamientos a largo plazo generan en pocas semanas resistencia, con lo cual no se logra la erradicación total, la terbinafina es un potente antimicótico que ha mostrado ser eficaz en dermatitis micoticas superficiales, cuando se administra vía sistémica en onicomicosis y en micosis profundas en las primaras semanas da resultados sorprendentes pero posteriormente presenta resistencia y se tiene que cambiar el tratamiento.
Los cascos de los caballos por su tipo de irrigación sanguínea no permite la difusión continua de antimicóticos en los estratos córneos como sucede en los tejidos blandos como piel, glándulas sudoríparas, mucosas etc. A esto se debe el fracaso de la mayoría de antimicóticos sistémicos, que presentan eficacia en todo los órganos pero su eficacia esta reducida en aquellos que presentan estratos córneos.
En mi experiencia en un criadero de caballos cuarto de milla de mi propiedad, donde durante varios años tuve que enfrentar la onicomicosis, en un principio con pocos conocimientos y por ende pobres resultados, ya que como sabemos todavía existe escasa investigación en este caso en particular, pero apoyándome en estudios en otras especies y principalmente en estudios en medicina humana, logre el control de este padecimiento que desafortunadamente se ha incrementado en los equinos.
Para erradicación de onicomicosis en equinos el antimicótico que presenta mejores características es el Fluconazol administrado en una dosis cada 8 días por 4 a 8 semanas se logra la curación total, teniendo desde luego que combinar con este tratamiento las medidas de medicina preventiva, solo en casos de onicolisis severa con equinos inmunocomprometidos, los plazos de tratamiento fueron mayores para lograr la curación.
Fluconazol alcanza concentraciones elevadas en la piel, superiores a las concentraciones séricas, en el estrato córneo, dermis-epidermis y glándulas sudoríparas. Fluconazol se acumula en el estrato córneo.
En estudios serios por un laboratorio de prestigio internacional efectuados en humanos, encontró, la concentración de fluconazol en uñas sanas, después de 4 meses de tratamiento con dosis semanal de 150 mg. fue 4.05 micro g/g, y de 1.8 micro g/g en uñas enfermas; fluconazol fue aún detectable en muestras ungueales tomadas 6 meses después de terminado el tratamiento.
Propiedades farmacodinámicas: Fluconazol, miembro de una nueva clase de compuestos antimicóticos, los triazoles, es un inhibidor potente y específico de la síntesis de los esteroles de los hongos. Es altamente específico para inhibir a las enzimas dependientes de citocromo P450 de los hongos.
Actualmente tengo 5 años de no presentar onicomicosis en caballos, con este tipo de manejo.
Saludos desde México.