The greatness of a nation and its moral progress can be judged on the way its animals are treated." - Mahatma Gandhi
Foto © Katty Traeger Gimeno
Masajeo a todos mis pacientes, para conocerlo a través de mis manos, pues estas son un excelente medio para tomar información del estado físico y anímico del animal. El Dr. Hahnemann imponía las manos en sus pacientes al finalizar la consulta.
Caballo tratado con Phosphorus.
Los caballos nos brindan la posibilidad de desarrollar un encuentro de unidad. Según algunos, el caballo forma un alma con su jinete. Su belleza y nobleza cautivó de tal manera la imaginación del hombre, que en Grecia la figura mítica del centauro, llegó para satisfacerla.
Existe una opción terapéutica que tiene la capacidad de tomar en cuenta este aspecto de unidad, la Homeopatía. Homeos palabra de origen griego, significa similar y pathos, patología.
Las experiencias con falsos homeópatas que venden tratamientos milagrosos reavivan las esperanzas de curar enfermedades avanzadas o terminales y dejan a esta Medicina una situación de duda, que no merece.
A principios del siglo XIX, el Doctor Hahnemann desarrolló esta Medicina en base a leyes naturales verificadas y planteadas desde la época de Hipócrates, quien vivió 440 años a.C. Hahnemann sistematizó conocimientos que estaban desordenados y recuperó el sentido trascendente de la medicina como "Un arte de curar".
¿Qué es la enfermedad? La enfermedad es un desequilibrio de la fuerza vital, que anima la vida en los distintos niveles del organismo. Este desequilibrio se observa a través de los síntomas anímicos y físicos. Somos los Veterinarios homeópatas, quienes estamos entrenados para percibir estos cambios de ánimo, antes de que se manifiesten como síntomas físicos.
Para ilustrar este punto veamos el caso de Ibérico un caballo alazán de salto, que tuve que atender hace unos años. Su dueña estaba preocupada porque el caballo hacía tiempo se mostraba tenso, rígido, cosquilloso, con miedo de la gente. Tan asustado estaba, que cuando saltaba, si el profesor se encontraba cerca de la valla, el caballo trataba de alejarse de él. Cuando lo revisé, encontré un caballo con necesidad de comunicarse, pero sin saber como hacerlo. Tenía su cuello tan tenso que parecía una tabla, así como el tren posterior. Sobre todo del lado izquierdo, hecho que podía deberse a su jinete. Un jinete tenso va a transmitir tensión a su caballo quien la va a reflejar en su cuerpo también con tensión posiblemente en el mismo lugar que el jinete. Por esta razón, en otros países existe la modalidad de que los jinetes mejoren su postura y balance con distintas técnicas corporales como Feldenkreis, Alexander, Tai Chi.
Los homeópatas buscamos un medicamento que tenga todos los síntomas del sufrimiento del animal, algo así como un espejo que es similar a este sufrimiento. Estudiamos los síntomas en un repertorio homeopático y luego los medicamentos que aparecen, en las patogenesias, que son unos compendios de Materia Médica en los cuales hay miles de medicamentos con todos sus síntomas. Medicamentos que fueron experimentados en hombres sanos y cuya voz, nos ayuda a entender el sufrimiento de nuestros pacientes: los caballos y otros animales.
Fue así que le prescribí Árnica un medicamento que se obtiene de una raíz a través de una técnica precisa de preparación farmacológica. Sus características principales son el miedo al contacto porque sufre mucho tanto los traumas físicos como anímicos y mentales. A la semana el caballo estaba más accesible según palabras del profesor de salto. Estaba menos tenso y más disponible para trabajar con menos miedo.
Este es un ejemplo de cómo podemos influir rápidamente en el organismo y en el ánimo del animal con medicamentos que no producen efectos colaterales ni secundarios. Es un medicamento que ayudó en casos de rehabilitación de caballos maltratados, para hacer el proceso más llevadero y con menor estrés para el animal.
Foto © Anahí Zlotnik
Yegua de carrera medicada con Calcarea Carbonica, porque había dejado de comer y no corría como lo hacía habitualmente. A los tres meses, corrió y ganó.
Los dueños de los caballos atendidos con Homeopatía, aprenden a observar los cambios sutiles en su estado anímico y físico para anticiparse a problemas mayores.
Estos son algunos ejemplos:
"No sé que ocurre con mi caballo que normalmente salta muy bien, pero últimamente lo noto inseguro cuando llega al piso".
"Siempre es enérgico a la hora de definir la carrera, pero ahora no empuja con el mismo vigor".
"Aunque siempre viajó tranquilo, ahora se pone nervioso hasta para subir al trayler"
Como los caballos tienen "sentimientos" de alegría, tristeza, cólera, irritabilidad, es posible a través de su conducta, es decir, en la expresión de sus sentimientos y problemas físicos, entender cuál es su estado.
La Medicina Homeopática es preventiva, que es el verdadero sentido de la medicina.
Foto © Adriana Boess
Potrillo tratado con Opium por retención del meconio.
Defecó a los dos minutos de recibir esta medicación.
Hahnemann propuso una observación distinta de los seres vivos, a la manera de los médicos de la antigüedad. Refiriéndose a los "cambios inmateriales" en la manera de ser y de obrar del paciente: describe cómo observarlo en profundidad, para ver cómo se manifiesta, con qué signos y síntomas. Es a partir de esta forma de observación que se dice que - "El enfermo habla".
Esta Medicina funciona muy bien en el destete para reducir el sufrimiento de los potrillos y las yeguas.
Mejora la cicatrización y evita los queloides.
Puede reducir los melanomas.
Ayuda al buen funcionamiento del sistema digestivo, disminuyendo la aparición de cólicos.
Mejora los comportamientos patológicos y ayuda a los animales a adaptarse a viajes o cambios de hogar.
Cada animal es único, con sus características particulares. Es un desafío conocerlo para encontrarle su mejor terapia. Tratando la totalidad del sistema se logran excelentes resultados.
Los medicamentos Homeopáticos no provocan intoxicación y no tienen efectos colaterales. Es una medicina suave, profunda y permanente. Tanto el caballo como su dueño y el veterinario homeópata, hacen un proceso de evolución en el camino de la curación.
Foto © Patricia Poch
El caballo tordillo ha sido tratado con Berberis por signos clínicos de EPOC.