Es necesario evolucionar hacia una ganadería baja en carbono y por ello se debe avanzar hacia el establecimiento de Sistemas Silvopastoriles con cercas vivas, bancos forrajeros y Sistemas Agroforestales, establecidos mediante regeneración natural y/o por siembra. Estos pueden estar asociados entre gramíneas, leguminosas u otras plantas herbáceas, arbustivas, arbóreas y palmas en Sistemas Multipropósito (frutales, industriales, forrajeros, maderables, ecológicos, etc.). Estas especies permiten la fijación de nitrógeno y carbono, el carbono se inmoviliza en la madera, las raíces y el suelo, producen sombra que reduce la temperatura y crea mayor confort para los animales en pastoreo, reciclan nutrimentos minerales, aumentan el contenido de materia orgánica y la fertilidad, amarran y protegen el suelo de la erosión, mejoran la infiltración del agua lluvia, reducen la evaporación, producen oxígeno, conservan las fuentes de aguas corrientes naturales, mejoran la calidad nutritiva del forraje y reducen la producción de gases de efecto invernadero en los rumiantes que consumen estos forrajes.
Los sistemas silvopastoriles han tenido tradicionalmente una baja adopción por parte de los productores ganaderos en todos los países de América Tropical. Esto se debe principalmente a su baja promoción y estímulo, al bajo conocimiento actual, a su lento establecimiento, a la alta inversión monetaria inicial que demandan, y al deficiente apoyo estatal que poseen actualmente este tipo de tecnologías.
Los costos de establecimiento de las cercas vivas son aceptados por los ganaderos, puesto que una vez que los árboles crecen permiten sustituir los postes muertos utilizados en las cercas tradicionales, que tienen cada vez un mayor costo, menor vida útil y menor disponibilidad. En el caso de los bancos forrajeros, estos son de menor adopción por parte de los ganaderos, puesto que generalmente, debido a la falta de cobertura del suelo, se degradan, se enmalezan, el suelo se erosiona, la mano de obra empleada en el corte tiene un elevado costo y baja eficiencia y su productividad de forraje es cada vez menor, puesto que al no ingresar animales y no depositar sus excretas sobre el suelo (heces + orina) y debido al alto costo de la fertilización química, producen cada vez menor volumen y peso de biomasa en el corte. En el caso de los sistemas silvopastoriles intensivos, aunque se logra un mayor bienestar animal, proporcionado por una menor temperatura ambiental, que aporta la sombra arbórea, y que permite una mayor adaptación a bovinos de razas Europeas, que tienen un mayor potencial de producción de leche y de carne, ambas de mayor calidad para el consumo y procesamiento, y unos mayores ingresos económicos, esto se logra principalmente en el largo plazo, debido además a la cosecha de madera de los árboles maderables que se introducen en el sistema y de la posibilidad de la cosecha de flores, frutas, semillas, madera, leña, elaboración de carbón y biocarbono y de diversos productos industriales. Los sistemas silvopastoriles demandan una alta inversión inicial (Figura 1.) aunque su mantenimiento anual es de menor costo, comparado con una pradera mejorada en monocultivo tradicional (Figura 2.)
FIGURA 1.Molina, C.H. 2012
FIGURA 2. Molina, C.H. 2012
Estímulos para su adopción masiva
Los estímulos para su establecimiento masivo podrían provenir de las entidades de financiamiento del sector agropecuario estatal y estos serían mediante el cobro de bajos intereses como fomento, años muertos, o bien la reducción de pago en el monto de los préstamos, los que en este momento representan pagar para el productor el 60% del monto del crédito en Colombia.
También, de parte del estado, se podría reducir o eliminar temporal o permanentemente el pago de impuestos prediales a las fincas que establezcan sistemas silvopastoriles. Los Ministerios del Ambiente podrían estimular también su establecimiento mediante el pago por servicios ambientales. Los Ministerios de Agricultura deberían, además de hacer el control de inversiones, estimular el proceso mediante asistencia técnica de largo plazo, aunque se cobre a los productores por este servicio técnico. Las Corporaciones de Turismo podrían ofrecer en el exterior dichos sistemas de producción para promover y realizar el Agroecoturismo en el trópico.
Sin embargo, debemos también aumentar la eficiencia de su producción, reduciendo la mortalidad, la edad de reproducción de las novillas y la edad de mercado de los machos engordados, aumentando la natalidad, la producción y calidad de la carne y de la leche por unidad de área, dar valor agregado a los productos, etc. Aunque quizás, lo más importante, es la reducción en los costos de producción de cualquiera de los productos del sistema y su venta o exportación a mercados que paguen productos con un valor ambiental agregado (Botero, R. y Russo, R.O. 2016)
BIBLIOGRAFÍA:
Botero, R. y R.O. Russo. 2016. Sistemas silvopastoriles en Mesoamérica y restauración de áreas degradadas. Publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN. San José, Costa Rica. 107 p.
Molina, C.H. 2012. Sistema Silvopastoril R.N. El Hatico. Seminario CIPAV, Cúcuta Noviembre 2012.