INTRODUCCIÓN
Cada vez que tengo reunión con ganaderos amigos y de los otros, la tendencia es a decir que el mal de altura o mal de la montaña ya ha sido superado, y tal o cual medida ha dado 100% de resultado en el control del mal de altura, sin embargo, cada año la pérdida de animales por este mal se mantiene e incluso hay tendencia a incrementare, en la medida de que el hombre en su afán de conseguir incrementos en la producción y la productividad, sigue introduciendo razas de bovinos que no son de altura. Es más, en más de una reunión técnica a la que fui invitado, se dijo temerariamente que con manejo el mal de altura ha desaparecido de su ámbito de acción.
Hay situaciones que se mantienen en el tiempo, y una de ellas es la presión parcial de oxígeno a nivel pulmonar, producto de una menor presión barométrica que es patente en la altura, no va a cambiar y por tanto será la “espada de Damocles” que va pender sobre la cabeza de los ganaderos progresistas, quienes a fuerza de trabajo –que es hidalgo reconocer- han logrado aclimatar animales y así tener animales de buen bagaje genético y fenotipo excelente, del cual se pueden preciar de tenerlo, y por ello en muchos casos la gente arriesga demasiado en la adquisición de vientres de buena calidad, cuando las condiciones ambientales de la zona por encima de los 3 000 msnm no va a cambiar.
La masa del corazón comparado con la masa corporal tampoco favorece al bovino, y es sabido que las razas lecheras o cárnicas especializadas tiene una masa corporal mucho más grande que los animales criollos que se mantiene en ese medio por 500 años que es lo que media entre la conquista española y la actualidad, los que han desarrollado la capacidad de adaptación al clima de la altura y que la literatura internacional reconoce que en ellos el mal de montaña no sobrepasa el 2%, y sin mediar medida paliativa alguna. Esto es para ponerse a pensar en la posibilidad de hallazgo de factor genético ligado a la resistencia a la altura.
Cerrando el siglo 20, las diferentes universidades andinas y especialmente las peruanas, han generado información sobre mal de altura, información que ha venido dando vueltas, sin aportar significativamente a la solución del problema en sí, reconociendo que había limitaciones técnicas que impidieron su real conocimiento e impacto sobre la industria pecuaria. Por otro lado, ganaderos y seguramente con asesoría técnica, buscaron la solución en las importaciones de animales de Escocia como es el Scottish Highland, al que vieron que pastoreaba en los picos de los ceros de escocia, cuando estos picos están entre 800 y 1 200 msnm, se importó el Galloway y Hereford con los mismos propósitos, sin lograr lo esperado.
Últimamente la tendencia es ir por el manejo y mejora del ambiente y mejora en el trato de los animales, como los que he reportado en el fundo Queque Norte de Santa Rosa- Puno- Perú, en donde se ha ido a la estabulación al más estilo americano con sistema echaderos (free stall), con lo cual se ha logrado avances significativos, pero a costos también significativamente mayores a los estándares que se maneja en ganadería. Se piensa que los cruces entre razas europeas especializadas en leche o doble propósito –no sé dónde está lo doble- deben ser la solución al problema, con reportes de rendimientos de leche por encima de los 32 a 36 litros por vaca en dos ordeños, sin tener en cuenta que esto no es la regla sino la excepción. De otro lado he visto ganado Holstein donde menos me imaginaba, en la localidad de Layo-Cusco-Perú en una altitud igual a Queque Norte pero sin la infraestructura y programa de manejo de éste, en donde me dijeron que el mal de altura era un tema del pasado, pero que a la vista esos animales no estaban en buenas condiciones.
En este tramo del recorrido se han probado drogas y principios terapéuticos, sin haber logrado avances significativos. De otro lado se ha establecido bancos de semen con toros nacidos en la altura con éxito económico para el produce el semen, porque era la oferta de material genético de otros de altura, los que a la larga resultaban de toros americanos, canadiense y suizos, en vacas de altura que también era descendencia de genética foránea. Nunca se ha explorado la posibilidad de hacer un trabajo serio de mejora genética en ganado criollo adaptado a la altura, porque “son de bajo rendimiento”, cuando estos animales son llevados a la costa y sólo mejorando la alimentación, son capaces de tener rendimientos en carne similares a los especializados y que recibieron manejo genético adecuado, lo cual es otro tema, pero que lo toco porque guarda relación con lo comentado sobre mal de altura.
Celebro que en otros países haya inquietud por el tema de mal de altura y a raíz de un reporte que presenté, sobre ganado bien tenido y criado a 4 300 msnm, quienes se han interesado son los amigos de la hermana república del Ecuador, a donde llevé una disertación sobre ganadería altoandina, pero que en su momento no tuvo acogida, pero que veo ahora que el interés es realmente interesante, al punto que sería una sugerencia de hacer foros sobre el tema, y buscarle las posibilidades de solución sobre el tema.
Podemos seguir argumentando situaciones a favor o en contra, pero que debemos seguir haciendo algo, con el concurso de la Academia y del sector involucrado, que son los ganaderos y sus técnicos que son los que deben tener presencia en este tipo de discusiones, porque en gran medida es a ellos a quienes les afecta directamente.
ETIOLOGÍA Y EPIDEMIOLOGÍA
Es una enfermedad no infecciosa que afecta a todos los animales, principalmente a aves, bovinos, mucho menos en equinos y más raro en otras especies como canes. Se caracteriza por una severa hipertensión pulmonar con concomitante insuficiencia del corazón derecho (1), ocasionado por la baja presión de oxígeno y el frío. Se produce generalmente a alturas por encima de los 2000 msnm. La baja presión de oxígeno de las grandes alturas afecta a la mayoría de las especies animales. La especie bovina posiblemente es una de las más sensibles a esta condición, siendo la respuesta más característica el desarrollo de una hipertensión arterial pulmonar (2). Aunque esta respuesta parece ocurrir en todos los vacunos de razas europeas, su magnitud varía entre animales de la misma raza. En muchos de ellos esta hipertensión puede ser tolerada a través de mecanismos compensatorios, mientras que en otros la alteración es de tal magnitud que puede conducir a un estado de insuficiencia cardiaca congestiva incompatible con la vida, condición conocida como Mal de altura.
Fig. 1. Altitudes sobre el nivel del mar
ETIOLOGÍA
La enfermedad se relaciona con la hipoxia crónica ambiental en las grandes alturas, debido a la baja presión parcial de oxígeno atmosférico existente; además, el predominio de las bajas temperaturas se constituye como factor adicional (3). La respuesta característica a estos factores es el desarrollo de una hipertensión arterial pulmonar, lo cual ocurre como resultado del estrechamiento del lumen de las arterias pulmonares debido a la vasoconstricción, hipertrofia e hiperplasia de las células musculares lisas de la arteria pulmonar, y se caracteriza por un incremento de la resistencia vascular pulmonar que dificulta la expulsión de sangre por el ventrículo derecho, produciendo una insuficiencia cardiaca congestiva y, como consecuencia, la muerte del animal (4).
Fig. 2: Etiología
Otros factores menos frecuentes involucrados son: La susceptibilidad individual, lesiones pulmonares crónicas, alteración fenotípica de las células musculares lisas, envenenamiento por ingestión de astrágalo (especies Oxytropis y Astragalus), temperaturas bajo cero.
Fig.3. Plantas del género Astragalus
EPIDEMIOLOGÍA
Incidencia
La incidencia total de la enfermedad está entre los 0.5 a 2% en bovinos nativos residentes a una altura alrededor de 2130 msnm y entre 10 a 40% en animales introducidos de bajas altitudes.
Factores de riesgo
- en animales jóvenes que a adultos
- en machos que en hembras
- en Holstein que en Brown Swiss.
- en razas puras que animales cruzados.
- en animales de producción de leche que carne.
- en animales criados bajo sistema semi-intensivo que bajo sistema intensivo.
- en animales criados bajo deficientes condiciones técnicas y sanitarias.
Foto 1. Caso clínico de mal de altura
PATOGENIA
La constricción arteriolar pulmonar es la respuesta a la hipoxia debida a la permanencia a grandes altitudes o a una enfermedad pulmonar. La respuesta a la hipoxia varía dependiendo de la cantidad de músculo liso en las arterias pulmonares. En el ganado bovino con frecuencia se desarrolla un aumento de la resistencia vascular pulmonar e hipertensión pulmonar. La hipertensión crónica de la arteria pulmonar causa una sobrecarga de presión en el ventrículo derecho, que responde con una hipertrofia, dilatación o insuficiencia, dependiendo de la velocidad con la que se desarrolla la afección. La enfermedad es progresiva y, en algunos estadios, el miocardio ventricular derecho no es capaz de compensar, se dilata y falla. Con la insuficiencia aparecen los signos típicos de distensión venosa yugular y se desarrolla edema subcutáneo. La insuficiencia cardiaca derecha crónica puede provocar disfunción del ventrículo izquierdo (5,6).
Fig. 5. Mecanismo del Mal de Altura
SIGNOS CLÌNICOS
- Taquipnea en reposo
- Disnea
- Taquicardia
- Animales deprimidos
- Mucosas cianóticas
- Ingurgitación de la vena yugular con presencia de pulso
- Animal en pie con los codos en abducción
- Edema subcutáneo en la región del pecho
- Diarrea profusa
Fig. 6. Ingurgitación de la vena yugular; edema en región submandibular y pecho.
LESIONES
- Edema generalizado
- Pulmones congestionados
- Hipertrofia ventricular derecha y dilatación cardiaca
- Lesiones hepáticas
- Los riñones, bazo, y demás órganos están congestionados
DIAGNÓSTICO
- Signos clínicos
- Epidemiología
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
TRATAMIENTO
- El único tratamiento eficaz es bajar al animal afectado hasta una altura inferior.
Algunos intentos de tratamiento y manejo ensayados en casos clínicos sin éxito incluyen:
- Evitar el ejercicio excesivo y otorgar al animal un ambiente abrigado si la temperatura es muy baja (estabulación).
- Aplicar diuréticos como los furosemidas.
- Suministrar antiinflamatorios no esteroides tales como ketoprofeno.
- Reforzar el trabajo cardiaco con el fortalecimiento cardiaco lento o rápido mediante cardiotónicos vía parenteral (Digoxina).
- Usar antibióticos para evitar infecciones secundarias (neumonía).
- Utilizar vitamina E y el selenio.
PREVENCIÓN Y CONTROL
- No llevar a alturas mayores de los 3500 msnm animales genéticamente susceptibles como los Holstein.
- El ascenso progresivo y escalonado puede ayudar a introducir exitosamente animales a la altura.
- Seleccionar cuidadosamente a los animales resistentes.
- Establecer un manejo de los animales adecuado al medio ambiente, de acuerdo al propósito de la actividad.
- Otorgar al animal un ambiente abrigador si la temperatura es muy baja.
- Se deben fijar metas de producción según la altitud o piso ecológico, sistemas de crianza y razas o tipos de animales.
BIBLIOGRAFÍA
- Radostits O, Gay C, Blood D, Hinchcliff K. 2002. Medicina Veterinaria: Tratado de las enfermedades del ganado bovino, ovino, porcino, caprino y equino.9ª ed. Madrid-España. Editorial Mc Graw Hill. 358p.
- Will D.H., Hicks J.L., Card C.S. y Alexander A.F. 1975. Inherited susceptibility of cattle to high altitude pulmonary hypertension. J Appl Physiol. 38(3): 491-494.
- Pelouch V, Kolar F, Ost'adal B., Milerova M., Cihak R., Widimsky J. 1997. Regression of chronic hypoxia- induced pulmonary hypertension, right ventricular hypertrophy, and fibrosis: effect of enalapril. Cardiovasc Drugs Ther. 11 (2): 177-185
- Marugg D. 1995. Lung problems in acute to subacute exposure to medium altitudes. Schweiz Rundsch Med Prax. 84 (40): 1101-1107.
- Smith BP. 2010. Medicina Interna de Grandes Animales.
- Andrews A. 2004. Bovine Medicine: Diseases and Husbandry of Cattle.