Introducción
En la actualidad, el manejo nutricional de los cultivos debería ser abordado en base a las buenas prácticas de manejo, que implica una aplicación de dosis correcta de los nutrientes en el momento adecuado. Para el caso concreto del nitrógeno, esto permitiría maximizar la eficiencia del uso de este nutriente.
La demanda de nitrógeno del raigrás anual es elevada, presentando máxima respuesta a la fertilización nitrogenada cuando la disponibilidad de este nutriente en el suelo es escasa. El objetivo del presente trabajo fue evaluar las relaciones entre la biomasa acumulada de raigrás anual (Lolium multiflorum L.) y la dosis de nitrógeno.
Materiales y Métodos
Se sembró un raigrás anual tetraploide cv Barturbo en la Chacra experimental de la Facultad de Agronomía - UNCPBA, en Azul (36º48´S y 59º45´W), durante 2019 y 2020. El sitio experimental tiene las mismas características edáficas. El suelo es un Argiudol típico, pH:5.8, 4.4%MO y PBray 10.4ppm. Los tratamientos fueron diferentes dosis de nitrógeno aplicado en macollaje al voleo (uso tradicional): T1: testigo (sin N); T2: 40 kgN.ha-1 ; T3: 60 kgN.ha-1; T4: 120 kgN.ha-1 ; T5: 180 kgN.ha-1 . Se utilizó como fuente nitrogenada urea (46:0:0). Se realizó la fertilización el 18/4/2019 y el 7/4/2020. El diseño fue en bloques completos aleatorizados, con tres repeticiones.
En ambos años del ciclo del cultivo, se realizaron 3 cortes cuando el raigrás anual llegaba a las 2 ½ - 3 hojas por macollo (aproximadamente 60 días entre corte). Las fechas del primer y tercer corte fueron 16/5 y 26/9 y 28/5 y 3/9 para el 2019 y 2020, respectivamente. Por parcela (5m2 ), se cosechó los 3 surcos centrales (3m2 ).
Se realizaron regresiones lineales simples (R2 y ecuación de ajuste) entre la biomasa acumulada (kgMS/ha) y las dosis de fertilización nitrogenada mediante el programa Infostat (2020).
Figura 1. Efecto de la dosis de nitrógeno (kgN/ha) sobre la biomasa acumulada en los tres cortes (kgMS/ha) para el año 2019 y 2020.
Resultados y Discusión
La precipitación acumulada durante el 2019 (desde marzo a fin de setiembre) fue de 291 mm y la ETO acumulada fue de 427 mm, con un déficit hídrico marcado a partir de julio (23,6 mm). Mientras que la precipitación acumulada durante el 2020 (desde marzo a principio de septiembre) fue de 376,8 mm y la ETO acumulada fue de 299,5 mm. A partir de julio, se observó un déficit hídrico (19,8 mm).
Se obtuvieron modelos de respuestas significativos para la producción de biomasa acumulada (P=0,0001) de ambos años.
En la Figura 1 se muestra que la acumulación de forraje de ambos años se incrementó con la dosis de nitrógeno. Sin embargo, se observaron variaciones en la acumulación de forraje para las mismas dosis de nitrógeno. Esta diferencia se podría explicar por las variaciones ambientales interanuales (temperatura y humedad) y los diferentes contenidos de nitrógeno disponible en el suelo. Las diferencias debidas a año son tan importantes (o levemente mayores) que las diferencias debidas a tratamiento.
El modelo predijo con mayor precisión para 2019 que para 2020. La relación entre la biomasa acumulada obtenida para el ciclo 2019 y la dosis de nitrógeno mostró un ajuste de 0,78 (Figura 1.a). Mientras, que para el ciclo 2020 presentó un menor ajuste (R2= 0,69, Figura 1.b).
Conclusiones
La producción de biomasa de raigrás anual, en ambos años, se incrementó con el agregado de nitrógeno.
Estas rectas muestran que para un rango amplio de dosis la biomasa cosechada se incrementó en unos 20 kgMS.kgN-1 aún durante períodos invernales de reducidas precipitaciones.
Estos resultados demuestran claramente que la acumulación de biomasa en raigrás anual es altamente dependiente de la fertilización de nitrógeno durante el desarrollo del cultivo. Las respuestas encontradas en este trabajo van a depender del tipo de suelo y de las condiciones climáticas, entre otras.
Agradecimientos
Este trabajo se realizó en el marco del proyecto: 03/A231, FAA-UNCPBA.