INTRODUCCIÓN
El manejo reproductivo del rebaño de bovinos de carne, contempla el establecimiento de una temporada de servicio (monta natural y/o inseminación artificial), generalmente entre 90 y 120 días de duración, durante este período los toros en monta natural se mantienen con las vacas a potrero. La importancia del toro, además de representar una herramienta genética, radica en su función para servir al mayor número de vacas y lograr la gestación a inicios de la temporada de servicio, así se asegura mayor número de nacimientos a comienzo de la temporada de partos.
Entre los principales factores que afectan la efectividad del toro en servicio natural, podemos mencionar: (1)La edad,(2) la dominancia social entre toros,(3) la relación toro : vaca, (4)lacalidad del eyaculado, (5)la circunferencia escrotal,(6) la capacidad reproductiva (libido-monta), (7)el programa sanitario y (8) la fertilidad innata de cada animal. La selección apropiada del semental se refleja en un alto porcentaje de vacas preñadas al principio de la temporada de servicio, pariciones tempranas y más tiempo para la recuperación postparto en las vacas, en especial de las de primer parto, antes de la próxima temporada de servicio.
ASPECTOS QUE INFLUYEN LA EFECTIVIDAD DEL TORO EN SERVICIO NATURAL
1. Edad
El uso de toros jóvenes contribuye: (1) A que el intervalo generacional (edad promedio de los padres cuando nace su progenie) sea bajo en el rebaño, (2) a la frecuente renovación de la composición genética del mismo y (3) al rápido retorno de la inversión en nuevos animales. Sin embargo, debemos tener en cuenta que los animales jóvenes por su inexperiencia sexual y debido a que todavía están en desarrollo, requieren especial consideración. En el caso de razas Bostaurus (europeas) se alcanza la pubertad alrededor de los 16 meses de edad, en contraste, los animales Bos indicus (cebú) alcanzan la misma después de los 18 meses y la madurez sexual a los 24 meses de edad, cuando se les puede considerar aptos para el servicio.
Para los toros jóvenes durante su primera temporada de servicio, asumiendo que éstos han superado la evaluación andrológica (potencial reproductivo), se recomienda mantener una relación máxima de 1:20 (toro: vacas). En general, se estima que la vida útil de un semental a potrero debe ser de 3 años, ya que sus hijas entrarán a formar parte del plantel de vientres en el rebaño (reemplazos) a partir de los 2 años de edad. Además, este periodo es suficiente para analizar los datos de los hijos (progenie), permitiendo reemplazar cada año aquellos sementales menos destacados. Con un concepto errado algunos ganaderos, tratando de evitar partos problema (distocias) tienden a utilizar toretes, esperando crías más livianas, ésto es totalmente incorrecto. En esos casos, para servir las novillas, se recomienda seleccionar toros probados, con valores genéticos (Diferencia Esperada entre Progenies, DEPs) que no sean altos para la característica peso al nacer.
2. Dominancia en Rebaños Multitoro
De acuerdo al manejo característico de cada finca ganadera, se mantienen rebaños unitoro y/o multitoro. En el caso de utilizar rebaños multitoro, debido al número de vientres y/o tamaño de los potreros, es importante tener en cuenta la recomendación de no mezclar toros jóvenes con toros viejos en el mismo grupo de servicio, ya que el establecimiento de la dominancia social entre los toros puede conllevar a pérdida de animales (lastimados y/o muertos) por peleas. El establecimiento de la dominancia depende de la experiencia, la raza, la edad, el tamaño y peso corporal, con ventaja para los toros adultos. En grupos de toretes la competencia es menos marcada y en consecuencia menos problemática.
En rebaños multitoro, al introducir el grupo de toros con sus vacas, el orden social se establece rápidamente y no se modifica a menos que el toro dominante sufra alguna afección que limite su actividad o condición corporal. Esta realidad resalta la importancia de realizar la evaluación del potencial reproductivo de los toros, antes de la temporada de servicio, ya que un toro dominante subfértil o estéril no permitirá o limitará la actividad de otros toros subordinados o más jóvenes. Datos de campo en Argentina (Acuña, s.f.) han demostrado que en los casos de rebaños multitoro, con sementales de diversas edades, entre 60 y 70 % de las crías pertenecen a los toros adultos. Una estrategia a utilizar, para evitar mezclar toros de diferentes edades, consiste en usar toros adultos y sanos a inicio de temporada, retirándolos después de 2 ó 3 ciclos estrales (aproximadamente 60 días) e introduciendo los toros jóvenes al final de la temporada de servicio, para que éstos tengan un poco más de tiempo para madurar.
Se recomienda, que al inicio de la temporada de servicio, los sementales presenten una condición corporal superior a 6, en una escala de 9, cuidando que si un animal desmejora a una condición de 4 durante la temporada, debe ser retirado para un examen individualizado, ya que la pérdida de condición corporal va asociada a una disminución de la eficiencia de los servicios y por ende afecta la fertilidad del semental. En rebaños multitoro, la competencia tiende a favorecer la tasa de preñez, ya que los toros montan más frecuentemente (competencia), y en algunos casos la misma vaca puede recibir la monta de diferentes sementales, que pudiese compensar posibles deficiencias en las primeras montas.
Otra recomendación en el caso de rebaños multitoro consiste en la observación diaria por parte de los vaqueros de la actividad de monta en el potrero. Generalmente, las vacas en celo y aquellas cercanas al mismo (proestro) interactúan entre ellas y conforman grupos sexualmente activos, ésto nos permite estimar la actividad ovárica y la efectividad de los toros al montar. Si las vacas están ciclando normalmente, el porcentaje de celos observados diariamente debería estar entre 4 y 5 %, es decir, en un grupo de 200 animales deben mostrar celo entre 8 y 10 vacas por día. Durante la primera semana de la temporada de servicio, aproximadamente el 25 % (15 a 35 %) de las vacas debe mostrar celo, así nuestra observación nos permitirá estimar la ciclicidad en el rebaño.
Mantener la observación de actividad sexual en el potrero después del día 19 nos permitirá estimar la efectividad de los toros, ya que las vacas servidas y posiblemente preñadas durante el primer ciclo no deben repetir celo durante la tercera o cuarta semana de la temporada. Igualmente, notaremos que la actividad sexual en el potrero tiende a disminuir apreciablemente después de los primeros 45 días de la temporada de servicio, ya que las vacas que concibieron durante los dos primeros ciclos estrales (21 días cada uno) no deben retornar en celo. Así, la relación toro : vaca establecida al inicio de la temporada de servicio variará al final de la misma, ya que ahora habrá menos vacas por servir.
Los toros jóvenes tienden a repetir los servicios en la misma vaca receptiva, al contrario los toros adultos, con experiencia, acompañan la vaca en celo pero realizan menos montas por vaca y se mueven en busca de nuevas oportunidades. Algunos toros recorren grandes distancias en el potrero en busca de la actividad sexual, otros se “enamoran” de una vaca y permanecen con ella descuidando otras vacas en celo. Como estrategia de manejo se debe reducir el tamaño de los potreros y/o colocar las fuentes de agua (lagunas) o minerales en sitios estratégicos donde se reunirán los animales diariamente durante la temporada de servicio, esto permite congregar los animales y aumentar la eficiencia reproductiva de los toros, que no tendrán que caminar excesivamente para conseguir las hembras en celo, disminuyendo su desgaste físico.
La rotación de toros en los rebaños multitoro es un tema controversial, algunos ganaderos sostienen que puede ser una alternativa para el uso racional de los toros, mientras que la mayoría sostiene que es una práctica totalmente contraproducente, ya que cada cambio conllevará al establecimiento de nuevas relaciones de dominancia y sólo puede aplicarse en rebaños comerciales, ya que aún cuando existen técnicas biotecnológicas (pruebas de paternidad) que analizan el material genético (ADN) y permiten identificar exactamente el padre de cada becerro(a), estas pruebas además de costosas son muy especializadas y de difícil ejecución.
3. Relación Toro : Vaca
Tradicionalmente, se recomienda utilizar una relación de un toro por cada 25 vacas (4 %) tanto en el rebaño unitoro como multitoro, siendo importante tomar en consideración la raza y la edad del semental. Como se expuso anteriormente, en caso de toros jóvenes, en su primera temporada de servicio se debe utilizar una relación de 1:20, pudiendo cambiarla en el toro adulto a 1:40 ó 1:60 con buenos resultados. Para llegar a estas últimas relaciones señaladas el toro adulto debe cumplir en forma óptima con todos los aspectos considerados en la evaluación andrológica.
Si el toro o los toros son potencialmente fértiles y los vientres seleccionados muestran buena condición corporal y plena actividad ovárica, un alto porcentaje de las vacas debe concebir durante los primeros 21 días de la temporada de servicio. En ganaderías organizadas, con una temporada de servicio no mayor de 90 días, destetes a los 8 meses de edad, un buen programa sanitario y adecuada disponibilidad de pastos y minerales, donde se evalúan y seleccionan hembras y toros antes de la temporada de servicio, es posible lograr índices de preñez por encima de 80 %, usando una relación de un toro adulto por 40 vacas.
4. Calidad del Eyaculado
La evaluación del potencial reproductivo en los toretes de 2 años de edad y toros adultos debe ser una rutina anual, dos meses antes de la temporada de servicio. Ésta consiste en la valoración física del animal, prestando atención a los genitales (testículos, escroto, pene, prepucio y glándulas accesorias), medida de la circunferencia escrotal (CE) y evaluación microscópica de la calidad del eyaculado. La recolección de semen, mediante el uso de electroeyaculador, y su evaluación microscópica requiere de un Médico Veterinario bien equipado y capacitado para emitir juicios sobre las características del semen de cada animal.
El eyaculado debe sobrepasar ciertos requisitos (valores mínimos) de: concentración, motilidad individual y morfología espermática (Cuadro 1). Además en el mismo cuadro se da un valor de CE para toretes a 18 meses de edad que orienta al respecto. Todas estas características, además de la CE, han demostrado alta correlación con los resultados de fertilidad en toros utilizados en monta natural.
5. Circunferencia Escrotal
El desarrollo testicular depende de un componente genético y del balance hormonal propio de la pubertad (niveles circulantes de testosterona), es lineal con la edad y se refleja directamente en la medida de CE. Como parte de la evaluación física del semental se incluye la medida, en centímetros, de la CE, haciendo énfasis en su relación con la edad del animal.
A mayor desarrollo testicular mayor concentración de espermatozoides en el eyaculado y mejores características de morfología espermática. La importancia del desarrollo testicular en el macho también se refleja en la aparición temprana de la pubertad (precocidad sexual) en su descendencia, machos y hembras.
Cuadro 1. Requisitos para la evaluación del potencial reproductivo del toro
Numerosos estudios han demostrado que toros con testículos pequeños al año de edad son los mismos toros con testículos pequeños a los 2 años de edad. En animales Brahman (Bos indicus) son deseables medidas de CE superiores a 30 cm, a los 18 meses de edad, en contraste es común encontrar animales de razas europeas (Bos taurus) que alcanzan esta medida a los 12 meses de edad. Así, se han establecido valores mínimos para que los animales jóvenes, de acuerdo a su raza, puedan ser considerados reproductores potenciales (sementales).
La selección de los toretes, en función a su desarrollo testicular, se inicia registrando las medidas de CE al destete, a los 12 y 18 meses de edad, para desechar hasta el 15 % inferior en la distribución normal de los valores obtenidos en esa población. La evaluación del desarrollo testicular al destete también hace posible detectar casos de asimetría testicular o ausencia de uno o ambos testículos (criptorquidia), que son causas para efectuar su descarte temprano como reproductor potencial.
Como parte de la evaluación general, también es importante prestar atención a ciertos aspectos del fenotipo del animal como: (1) La estatura (altura), (2) largo del prepucio, evitar la selección de toretes con prepucio largo, que está asociado a una mayor frecuencia de lesiones que conlleva a su posterior descarte, (3) calidad de aplomos y pezuñas, evitar la escogencia de toretes con conformación extrema (muy rectos o sentados), (4) conformación de la línea dorsal, desarrollo muscular sobre la grupa y tren posterior, además de otras características propias de cada raza.
6. Capacidad Reproductiva
La capacidad reproductiva de cada semental está referida a su agresividad sexual (deseo de montar) o libido, y a la habilidad para completar la penetración o cópula en la vaca. Esta característica tiene algún grado de dependencia genética, siendo posible la transmisión a los hijos, sus manifestaciones dependen de la edad y madurez sexual (niveles hormonales) de los animales, su expresión mejora con la experiencia sexual.
La evaluación de la capacidad de monta de cada semental, antes de la temporada de servicio, aún cuando muy recomendada, resulta dificultosa de realizar a nivel de finca, ya que ésta consiste en exponer una o más vacas, mantenidas en un brete inmovilizador, a cada uno de los toros a incluir en la temporada de servicio. Se registra el momento y el número de montas que realiza cada toro a la vaca durante un período de tiempo dado (10 a 20 minutos). Es importante reconocer que la pre-estimulación y el sentido de competencia aumentan la respuesta del toro a la vaca. Estas pruebas no son rutinariamente realizadas debido al tiempo e instalaciones necesarias, los riesgos de accidentes y dificultades para interpretar las observaciones.
La selección de toros con base a su capacidad reproductiva ha resultado en excelentes índices de preñez. Experiencias en Argentina, con toros Bos taurus de alta capacidad reproductiva, reportan resultados superiores a 90 % de preñez (Selk, s.f.). Sin embargo, en el caso de animales Bos indicus, debemos considerar que éstos son más selectivos o tímidos y no se desempeñan bien en estas pruebas a corral, pero ellos demuestran ser activos y eficientes al servir las vacas a potrero. Una alternativa para realizar esta evaluación puede ser la observación diaria y el registro de la actividad de monta del semental en el potrero, por parte de los vaqueros, durante los primeros días de la temporada de servicio. Si anotamos las primeras 8 ó 10 vacas servidas por un semental, podremos observar aquellas que repitan celos, si más del 50 % de ellas repite, la fertilidad de ese toro debe ser cuestionada. El inconveniente radica que al detectar toros deficientes ya se habrá perdido tiempo y parte de los servicios.
Otra posibilidad para calcular la eficiencia reproductiva de los sementales, en monta natural, se basa en realizar el diagnóstico de gestación, por palpación transrectal, alrededor del día 56 de la temporada de servicio. Así, podremos detectar el número de vacas servidas durante los primeros 21 días (primer ciclo) y la eficiencia de los sementales, ya que las preñeces detectables estarán entre los 35 y 56 días de gestación. En el caso de contar con la posibilidad de realizar diagnósticos basados en la técnica de ultrasonografía, puede adelantarse la revisión al día 49 de la temporada de servicio. En los rebaños unitoro el resultado del diagnóstico de preñez postemporada de servicio es la evaluación más confiable de la capacidad reproductiva del toro.
7. Programa Sanitario
Sin duda, toda ganadería organizada debe contar con el asesoramiento de un Médico Veterinario y un programa sanitario bien establecido, adaptado a la zona geográfica donde se encuentre ubicada la explotación ganadera. Entre los agentes causales de infertilidad podemos encontrar bacterias, hongos, protozoarios o virus. Existiendo enfermedades que se transmiten vía contacto directo de un animal a otro, otras pueden ser transmitidas por fómites (objeto inanimado o sustancia capaz de transmitir un organismo infeccioso de un individuo a otro) y otras que son específicamente transmitidas por vía sexual (venéreas). Igualmente, debemos tener en cuenta que existen algunas enfermedades que pueden afectar al ser humano (zoonosis).
En nuestro país los hematozoarios (anaplasma, babesia y tripanosoma) causan estragos y muchas veces son introducidos en nuestro rebaño por animales portadores o ectoparásitos (garrapatas), que se encargan de su diseminación. Además del control de ectoparásitos (baños), existen tratamientos específicos para la prevención y tratamiento de las enfermedades que ellos transmiten.
Otras enfermedades, como la brucelosis (zoonosis) y la leptospirosis, que afectan directamente la reproducción causando abortos y muerte de los neonatos, se transmiten directamente a través de la orina y/o secreciones genitales, cuentan con vacunas específicas. Contra la primera enfermedad se utiliza la vacuna con cepa RB51, que se aplica en las hembras de 4 meses de edad y se revacunan antes de la primera temporada de servicio, los animales machos no se vacunan. Igualmente, la vacunación contra la leptospirosis debe realizarse cada 3 ó 6 meses, con vacunas polivalentes, de acuerdo al área geográfica, la incidencia y la exposición a la enfermedad.
Entre las enfermedades venéreas más comunes podemos mencionar la campylobacteriosis y la trichomoniasis. Éstas se caracterizan por su transmisión sexual y por la reabsorción del embrión o muerte fetal temprana, que conlleva a repeticiones de celos como signo patognomónico de la primera o acumulación de pus en el útero (piometra) en la segunda. Desafortunadamente, el diagnóstico para estas enfermedades es laborioso y no contamos en el país con laboratorios confiables donde enviar las muestras. Actualmente, algunas vacunas comerciales contra los virus de la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR) y de la diarrea viral bovina (BVD), incluyen Campylobacter fetus, logrando el estímulo de la respuesta inmune contra la campylobacteriosis, en cuanto a la trichomoniasis no contamos con vacunas en nuestro país.
Las enfermedades causadas por algunos virus como la IBR y la BVD que afectan directamente la esfera reproductiva y son de muy fácil difusión, deben ser estrictamente controladas (vacunación), existiendo en el mercado varias alternativas comerciales en vacunas.
8. Fertilidad Innata del Semental
Observaciones de campo y en centros de inseminación artificial, permiten identificar algunos sementales destacados por su alta fertilidad. En este sentido, ha sido posible identificar la presencia de algunas proteínas específicamente asociadas a la fertilidad propia de algunos sementales. Se han identificado proteínas de alto peso molecular (26-kDa y 55-kDa) en el plasma seminal de toros de alta fertilidad y otras de baja densidad (16-kDa) en toros de baja fertilidad (Killian et al., 1993; Bellin et al., 1998).
Actualmente se adelantan estudios, con base a la fertilidad de los toros, que persiguen utilizar estas moléculas proteicas como marcadores para la selección de los animales más fértiles. Investigaciones recientes han identificado algunas proteínas (por ejemplo 30-kDa) presentes en el plasma seminal y secretadas por las glándulas accesorias, que presentan afinidad de unión con la heparina, se les ha considerado antígenos asociados a la fertilidad (FAA) del semental, estas moléculas se unen a la membrana espermática, y aparentemente tienen que ver con la capacitación espermática, necesaria para la penetración del espermatozoide al óvulo al momento de la fertilización. Los niveles de estas moléculas proteicas en toros jóvenes son inconstantes, pero tienden a mantener sus niveles durante la vida del semental adulto.
CONCLUSIONES
La evaluación de la eficiencia reproductiva de los sementales bovinos, utilizados en monta natural, debe tomar en consideración una serie de factores propios del semental, así como otros impuestos por el manejo de cada finca. La evaluación y selección de los toros se debe realizar al menos 60 días antes de la temporada de servicio, debe contemplar su valor genético y potencial reproductivo. La medida de la CE refleja el desarrollo testicular, depende de la raza y edad, es heredable, se asocia a la fertilidad del toro y a la precocidad sexual de la progenie.
La evaluación de la capacidad sexual (libido y monta) permite seleccionar animales más eficientes para el servicio natural, adicionalmente, debe evaluarse la fertilidad potencial del semental (semen) a través de las características del eyaculado (concentración, motilidad y morfología espermática) antes de la temporada de servicio, pero también después, cuando se requiere tener criterios para la eliminación inmediata de algunos sementales adultos, a fin de evitar su permanencia innecesaria en el rebaño.
La edad del semental, su estatus sanitario (pruebas diagnósticas y vacunaciones) y las características del manejo reproductivo de la finca (uni o multitoro), son consideraciones necesarias antes de la temporada de servicio. Consideración especial debe prestarse al control de enfermedades infectocontagiosas (zoonóticas, venéreas).
La eficiencia reproductiva del semental puede evaluarse con base a la actividad sexual (montas), el número de repeticiones de celos y gestaciones durante el primer ciclo de 21 días de la temporada de servicio. Siendo importante respetar la relación toro:vaca más adecuada, de acuerdo a la edad y potencial reproductivo del semental.
Aún cuando las investigaciones actuales se orientan a desarrollar una prueba que permita determinar la fertilidad propia (innata) de cada semental, con base en la presencia de ciertas moléculas proteicas en su semen, esto a la fecha no es posible.
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