Cuando se tienen las raciones con alimentos convencionales y los valores de tablas de composición, es fácil estimar la concentración de energía en dietas para rumiantes. Sin embargo, en muchos casos, los rumiantes son alimentados con dietas con forrajes o alimentos cuyos valores son desconocidos y es necesario estimar el contenido de energía de dichos alimentos. La estimación de la energía permite hacer diagnósticos nutricionales, así como predicciones de comportamiento, por lo que en esta sección se revisarán algunas alternativas para estimar los distintos valores calóricos de un alimento o dieta basados en determinaciones de laboratorio como la digestibilidad in vitro o in situ.
Estimación de ED basada en digestibilidad y calor de combustión
La digestibilidad de un alimento se puede estimar con técnicas in vitro, in situ, o medir in vivo con colección total de heces o con marcadores. Existe una relación directa entre la digestibilidad de la MS y el contenido de energía digestible (ED, Mcal/kg MS) por lo que el valor energético de un alimento se puede estimar con la digestibilidad in vivo, in vitro, o in situ de la materia seca (DIVMS) y con la energía bruta o calor de combustión (EB) obtenida en una bomba adiabática (Palmer y Cowan, 1980; Clemente et al., 2005):
Donde:
DIVMS: digestibilidad de la materia seca %
EB: energía bruta o calor de combustión Mcal/kg
Por ejemplo, si se tiene una dieta de venado cola blanca por grupo vegetal (cuadro 16.1) se puede estimar el contenido de EB usando la información reportada por Golley (1961) multiplicando cada fracción de vegetación consumida, por su calor de combustión promedio (Mcal/kg). Los valores de energía bruta por grupo vegetal reportados por Golley (1961) se presentan en la segunda columna del cuadro 16.1.
Cuadro 16.1 Estimación del contenido energético de una ración de venado de acuerdo con el contenido energético del grupo vegetal consumido
El calor de combustión de la dieta consumida por el venado estimado sería de 4.224 Mcal/kg. Otra forma de obtener ese valor hubiera sido por determinación del contenido calórico con la bomba adiabática. Asumiendo que la digestibilidad de la ración in vitro fue de 44.1 %. Entonces estimamos la energía digestible (Mcal/kg):
Estas ecuaciones muestran la importancia de la digestibilidad en el valor energético de un alimento o ración. Este principio se puede usar para estimar la energía digestible en otras especies.
Estimación de ED con base en la digestibilidad
La energía digestible se puede estimar a partir de la digestibilidad in vitro, in situ o in vivo con ecuaciones de NRC (1982):
Considerando la dieta del ejemplo anterior de 44.1 %, la ED estimada sería:
Se puede apreciar que las dos estimaciones dan resultados similares y que el valor de referencia de digestibilidad es determinante en el resultado. Un aspecto importante es la selección de ese valor, pues las técnicas in vitro subestiman los valores in vivo en forrajes (Nastis y Maleckek, 1988) y pueden sobreestimar los valores de algunos alimentos concentrados. El problema de las técnicas de in situ es la selección del tiempo de incubación para la estimación.
También se puede estimar la digestibilidad en forrajes con la ecuación sumativa de Van Soest (1994) o bien estimar la digestibilidad con base en la producción de gas in vitro y posteriormente aplicar las ecuaciones para estimar la ED. El problema de la ecuación sumativa es que requiere del análisis completo de Van Soest lo cual requiere más tiempo que las técnicas in vitro o in situ.
Estimación de la energía digestible de dietas altas en grano
Al contrario de lo que ocurre con forrajes, los valores de digestibilidad in vitro son muy elevados cuando se incuban granos en los tiempos estándar de las técnicas in vitro (Mendoza et al., 2000). Por lo tanto, es importante seleccionar en forma adecuada el tiempo de incubación in vitro o in situ para estimar la energía en dietas altas en granos, que son de 12 a 24 horas (Mendoza et al., 2007). Para estos casos primero se ajusta la digestibilidad por el contenido de materia orgánica (DIVMO) y después se usa una ecuación similar a la anterior:
Por ejemplo, se tiene un alimento comercial para borregos, el cual tuvo una digestibilidad in situ de la MS a las 12 horas de incubación de 71.31 %.