INTRODUCCIÓN
La ganadería extensiva es un sistema de producción animal que se caracteriza por utilizar grandes extensiones de terreno para criar ganado, permitiendo que los animales se desplacen de manera más libre en su hábitat, expresen sus comportamientos naturales y se alimenten principalmente de pasto natural. En el caso de España, la ganadería extensiva ha desempeñado un papel importante en diversas regiones del país, especialmente en aquellas con amplias áreas de pastizales y zonas montañosas (Montserrat & Fillat., 2004). En realidad, existe un consenso generalizado sobre los beneficios de la ganadería extensiva. Ya sea por fijar la población en zonas rurales, por mantener ecosistemas abiertos muy frágiles que dependen de la acción de los rebaños o por poder abastecer un mercado cada vez más propenso a pedir productos de animales criados y mantenidos en libertad (Rodriguez et al., 2019).
La pérdida de la actividad ganadera extensiva implicaría un abandono de las zonas de pasto, los prados de siega y los cultivos en las zonas de montaña. Esto traería una gran pérdida de biodiversidad ya que gran variedad de fauna (pájaros, mamíferos e insectos) y flora está adaptada a vivir en estas zonas abiertas. Además, habría un aumento de la masa forestal debido al crecimiento de los bosques, con el aumento de riesgo de incendios forestales, cambios en el paisaje y una pérdida del patrimonio cultural. Por estos motivos, garantizar una ganadería extensiva en nuestros montes es de vital importancia (figura 1).
Figura 1: Yeguas que pastorean delante del Estany de Sant Maurici, Aigüestortes. Parece que existe un consenso común entre la población de que los animales tienen un buen bienestar simplemente por encontrarse en su entorno natural. Esto es cierto en parte, porque tienen la oportunidad de expresar sus comportamientos naturales. Sin embargo, el hecho de que resulta más laborioso un control regular de los animales, ya que se encuentran en pastos abiertos y en ocasiones en zonas poco accesibles los hace más vulnerables a las inclemencias del tiempo, ataques de depredadores o incluso molestias de los excursionistas o perros domésticos que pueden afectar negativamente a su bienestar (Treves et al., 2003). Por otra parte, la ganadería extensiva también se enfrenta a otros problemas como la falta de relieve generacional y el aumento de los costes de producción. Por estos motivos, la optimización de los recursos es una pieza fundamental para el futuro de la ganadería y del bienestar de los animales y las personas.
GANADERIA DE PRECISIÓN (PLF)
En las vastas extensiones montañosas de tierras de pastoreo que suelen definir la ganadería extensiva, la ubicación precisa y el monitoreo constante del ganado han sido históricamente desafíos significativos para los productores (Turner & Dwyer., 2007). En el sistema de cría extensivo, los animales no sólo están sometidos a un entorno menos previsible que en el sistema intensivo (donde las condiciones de cría son controladas), sino que, además, el ganadero no está siempre para vigilar el estado de los sus animales. Este hecho dificulta la detección de cambios de comportamiento o de problemas sanitarios (cojeras, mastitis, infecciones, etc.) que conviene tratar a tiempo, ya que de la rapidez en su tratamiento puede depender la productividad del animal e incluso de su pérdida.
El sistema extensivo también dificulta la previsión de los partos y, por tanto, la posibilidad de asistir al animal, generando la posibilidad de que surjan complicaciones y poniendo en riesgo la vida tanto del ternero como de la madre. Para solventar parte de estos problemas, la Ganadería de Precisión (PLF, siglas en inglés) se propone como una posible solución. La PLF puede mejorar el bienestar animal, la productividad económica y la conservación del paisaje (Berckmans, 2014; Kokin et al., 2007) y consiste en el uso de nuevas tecnologías e información avanzada para mejorar la gestión y el rendimiento de la producción de los animales (Bewley et al., 2010). La PLF utiliza una combinación de herramientas y métodos que miden diferentes variables de cada individuo y seguidamente procesa esta información para ayudar en el diseño de estrategias de gestión por los sistemas de producción ganadera.
Un ejemplo es la identificación individual, que es uno de los dispositivos más utilizados mediante el uso de tecnologías como la RFID (Identificación por Radiofrecuencia). La RFID puede llevar un seguimiento individual de cada animal para un manejo más específico como el uso de sistemas automatizados para distribuir alimentos. Otro ejemplo son los acelerómetros, dispositivos que pueden controlar la tasa de alimentación, el cuidado materno, detectar enfermedades como la mastitis y también predecir el momento más rentable para destetar y frecuencia de rumia en el caso de vacas lecheras (Berckmans, 2006; Rutter, 2012). Muchas veces también se mira la cantidad de pasos realizados con podómetros para tener información sobre la salud y el comportamiento de los animales. Sin embargo, la aplicación de las herramientas existentes puede ser un reto para la ganadería extensiva o semi extensiva, ya que tienen lugar en pastos naturales que son entornos grandes, poco accesibles, heterogéneos y altamente dinámicos (Wishart et al., 2015; Morgan-Davies et al., 2017).
Los principales inconvenientes para aplicar la PLF en las granjas extensivas son; la autonomía energética y los problemas en la cobertura de la red. En particular en zonas rurales, donde la cobertura de una red de móvil o de internet no suele ser eficiente ni fiable. Las redes más comunes que utilizan, como la de los teléfonos móviles, son las conexiones; Wifi, Servicio general de paquetes por radio (GPRS) y Sistema Global de Comunicaciones Móviles (GSM). Estos tipos de conexiones se pueden utilizar en la ganadería, pero no tienen un largo alcance, tienen un alto consumo de batería y suelen tener un elevado coste. Para solucionar esta limitación y garantizar cobertura en zonas sin cobertura móvil, se empezó a utilizar un tipo de redes llamadas Low Power Wide Area Networks (LPWAN). Estas redes forman parte de la tecnología llamada "Internet de las cosas" (IoT) que se caracterizan por ofrecer conectividad inalámbrica de largo alcance a un gran número de dispositivos (nodos), con menor consumo de energía y menor coste que las redes móviles, siendo su principal limitador el ancho de banda reducida. Entre las tecnologías LPWANs más utilizadas en IoT están: LoRaWAN y SigFox (Gomez, C. et al., 2019; Mekki, et al., 2019).
Otro aspecto claro de la PLF son las plataformas de gestión de datos, herramientas de software que integran y analizan datos recopilados, proporcionando a los ganaderos información valiosa para la toma de decisiones, como podría ser una aplicación móvil. La PLF busca optimizar la producción, mejorar la eficiencia y reducir los impactos ambientales mediante la aplicación estratégica de tecnologías de monitoreo y gestión. Al implementar estas tecnologías, los ganaderos pueden tomar decisiones más informadas y mejorar el bienestar de los animales, al mismo tiempo que maximizan la productividad de sus operaciones. Finalmente, las nuevas tecnologías también pueden servir como a atractivo para a las nuevas generaciones, interesadas con el uso de aplicaciones móviles y que buscan trabajos más libres y menos sacrificados.
COLLARES DE GEOLOCALIZACIÓN
En este artículo nos basaremos en un ejemplo de estas nuevas tecnologías que son los collares de geolocalización (Melgar, 2018) que aportan mucha información capaz de permitir un mejor control de los animales a distancia. Con la tecnología de collares de geolocalización, los ganaderos ahora tienen la capacidad de supervisar en tiempo real el comportamiento, la ubicación de su ganado y la temperatura superficial, a través de su dispositivo móvil. La capacidad de conocer la ubicación exacta de cada animal en tiempo real es un avance significativo para la gestión ganadera. Estos dispositivos ofrecen a los ganaderos un control sin precedentes sobre la ubicación y el movimiento de su rebaño. Esta información no solo previene pérdidas económicas derivadas de la reducción de tiempo y combustible para encontrar a los animales, sino que también facilita la gestión y la toma de decisiones informadas. Esta información brinda a los ganaderos una visión completa de la dinámica del rebaño reduciendo la necesidad de supervisión constante, permitiendo a los ganaderos centrarse en tareas estratégicas y de mayor valor. Estos collares a través de su portal facilitan la identificación de patrones de comportamiento, la distribución de animales y la optimización de los recursos disponibles (Barbara et al., 2006). De este modo también se puede evitar el sobrepastoreo en áreas críticas, redirigiendo el rebaño, permitiendo la regeneración natural de los pastos y mejorando la calidad de los pastizales (Castro et al., 2022).
El pastoreo rotativo basados en la información recopilada por las geolocalizaciones es un claro ejemplo para optimizar el uso de los recursos disponibles y evitar el sobrepastoreo. Igualmente, un buen análisis de los datos de geolocalización de los animales nos permite detectar cambios en la actividad y el comportamiento que pueden indicar problemas de salud y bienestar. Una disminución repentina de la actividad podría ser identificado como signos tempranos de enfermedades, posibilitando intervenciones rápidas de los ganaderos o veterinarios (Högberg et al., 2019). Además, en ocasiones, factores externos como tormentas, depredadores, perros salvajes o excursionistas pueden generar movimientos repentinos o dispersiones del ganado (DeMars et al., 2016). La presencia de grandes carnívoros genera muchos conflictos a los ganaderos y la geolocalización del rebaño podría contribuir a la coexistencia entre depredadores y animales domésticos.
Existen distintas empresas especializadas en collares de geolocalización dentro de España como Digitanimal® (
https://digitanimal.com/), ixoriguer® (
https://ixorigue.com/en) y Innogando® (
https://innogando.com/), que presentan dispositivos similares. Los collares de geolocalización utilizados en el presente artículo han sido los collares Digitanimal configurados para enviar una señal cada 30 minutos (Figura 2). Cada señal enviada nos proporciona información de la geolocalización, posición del collar en el eje tridimensional (mediante un acelerómetro) y la temperatura superficial del animal. Las distintas señales se pueden enviar a través de conexiones de cobertura móvil (GSM), Sigfox y LORA. Los collares son compactos y resistentes al agua, con una batería de 6 meses en el caso de los que funcionan con cobertura GSM y de prácticamente de un año por los que funcionan con tecnología Sigfox o LORA. Para poder utilizar estas redes, primero se instala una antena que amplía la cobertura de la red. Estos datos los recibe la antena, a través de la conexión red y la antena al estar conectada a internet los reenvía a los servidores de la empresa. Estos servidores son los encargados de almacenar y gestionar los archivos que formarán la plataforma final (la aplicación móvil) a la que el ganadero tiene acceso. Para que haya comunicación entre los collares y la antena deben encontrarse en un radio de 30 km en condiciones favorables y sin barreras físicas como la orografía.
La aplicación móvil permite a los usuarios recibir alertas sobre cambios en la ubicación, estado de los animales o incluso de robo del animal, lo que les permite tomar medidas preventivas para garantizar la salud y la seguridad de su ganado. Además, se pueden crear vallados virtuales, donde el ganadero recibe una notificación si el animal sale de ese recinto previamente marcado. En las opciones de configuración es posible ver el desplazamiento de las últimas 24 horas del animal. También se permite configurar distintas alertas de aumento o disminución de la actividad como de la temperatura. En este artículo veremos las posibilidades de la información que recopilan los collares y como interpretarla a partir de un reciente estudio.
Figura 2: Collar de geolocalización compuesto por el dispositivo, la correa y el contrapeso ajustado en el cuello de una vaca. RESULTADOS DEL ESTUDIO CON COLLARES DE GEOLOCALIZACIÓN
Se han analizado un total de 53.363 señales enviadas por 18 collares de geolocalización distribuidos entre las especies de bovino (9 collares), equino (5 collares) y ovino (4 collares). Estos datos se han recopilado durante la campaña de pastoreo del verano del 2023 en la zona del Parc Natural de l’Alt Pirineu (PNAP), Pallars Sobirà, España. Las señales de geolocalización recibidas durante los distintos días han permitido la creación de mapas de calor para avaluar en que zonas el ganado pasa más tiempo (Figura 1). Esta información es básica para una buena gestión del ganado y poder aprovechar toda la zona de pastoreo y por lo tanto los recursos. La realización de estos mapas es a partir de la función de Kernel que suaviza las ubicaciones recopiladas de los animales para crear una superficie continua que representa la densidad de probabilidad en el espacio geográfico. En definitiva, cuanto mayor número de señales concentradas en un punto durante más tiempo, mayor es la intensidad y por lo tanto la presión ganadera. Comparando los mapas de calor entre las especies de bovino, equino y ovino se puede observar como de forma natural se distribuyen de forma heterogenia por las zonas evitando de este modo la competencia alimentaria entre ellos. De hecho, las ovejas y las yeguas pasan gran parte del verano en zonas más específicas y altas de prados y bosques, mientras que las vacas prefieren zonas de prados más grandes, llanas y cerca de puntos de agua amplios como el río (Figura 3).
La distribución de los animales viene relacionada también con la diversidad de hábitats de montaña. Para identificar las comunidades vegetales de preferencia del ganado mediante el número de señales y su área de campeo se utiliza el índice de selección de Jacobs (JSI) para el área del rebaño. Este índice que va del -1 (selección negativa) al +1 (selección positiva) nos indica que hábitats prefiere el ganado. En el caso de nuestro estudio, las vacas seleccionaron positivamente los prados de zonas abiertas (JSI=0,51) rechazando zonas más boscosas y cerradas (JSI = -0,42). Mientras que el ganado equino y ovino se siente más cómodo en hábitats de bosques de pino negro (JSI = 0,52) (Figura 4). Estos resultados son claves para una gestión integrada del territorio concreto para cada ambiente que pueden proporcionar una gestión más específica y eficaz de la zona.
Figura 4: Índices de Jacob de preferencia según la comunidad vegetal y la especie
La actividad de los animales se puede calcular a partir de las distancias geográficas y el tiempo transcurrido entre dos señales. De este modo podemos calcular la velocidad media, la velocidad máxima, velocidad mínima o la distancia recorrida por día. Los resultados en la actividad muestran diferencias entre las especies y los meses. El ovino es el ganado con mayor actividad, especialmente en los meses de más calor, recorriendo hasta 4,0 ± 1,29 km/día de media, seguido del bovino que recorría 2,5 ± 1,1 km/día. En cambio, el ganado equino conserva una actividad menor y bastante regular en el tiempo de unos 1,5 ± 0,53 km/día. Estos datos también se pueden utilizar para detectar subidas y bajadas de actividad entre los días de un mismo animal o comparando con el resto del rebaño. De este modo, detectar irregularidades podrían ser indicadores de problemas de bienestar animal, enfermedades o posibles partos.
Figura 5: Actividad de las especies de ganado según los meses de pastoreo. Relacionado con la actividad, la dispersión de los animales del rebaño puede darnos información útil del comportamiento del grupo o incluso, un rebaño que se dispersa de repente puede indicar una estampida o huida debido a un acontecimiento que les ha generado miedo. Con los collares de geolocalización podemos determinar la distancia de cada individuo con el resto del rebaño y calcular una media que nos relaciona la agrupación o dispersión del grupo en un momento concreto o entre los días, semanas o meses. En este caso se ha calculado las distancias medias en metros entre los animales de cada rebaño por mes y especie. Se puede comprobar como las ovejas mantienen una estrategia de mantenerse más agrupadas, mientras que las vacas y las yeguas se dispersan y reagrupan dependiendo del mes. Un análisis más concreto y exhaustivo podría mostrarnos movimientos extraños del ganado o el efecto del ataque de depredadores. Saber detectar estos casos es clave para una buena convivencia entre el ganado y los depredadores.
Tabla: Media de la distancia en metros entre cada uno de los animales y el centroide del grupo de las especies en los meses de pastoreo.
Finalmente, los datos de dispersión también han servido para detectar partos en zonas extensivas (García et al., 2023) ya que el animal a punto de parir tiende a alejarse del rebaño. De hecho, también existe una disminución de la actividad del animal debido al propio parto. En realidad, en un futuro, la detección de acontecimientos como partos en montaña no solo se detectará por una sola variable, sino por la interpretación de distintas variables a la vez que ayudarán a predecir con más eficiencia eventos como un parto, un ataque de un depredador o infecciones como una mastitis.
En conclusión, los collares con geolocalización han demostrado ser mucho más que dispositivos de localización en la ganadería extensiva. Desde la prevención de pérdidas y la gestión eficiente del pastoreo hasta la mejora del bienestar animal y la contribución a la sostenibilidad ambiental, estos dispositivos están marcando una nueva era en la gestión ganadera. Al adoptar esta tecnología, los ganaderos no solo aseguran una producción más eficiente, sino que también abrazan prácticas agrícolas y ganaderas que equilibran el progreso económico con la conservación ambiental. La ganadería extensiva, guiada por la inteligencia y la sostenibilidad, se encamina hacia un futuro que beneficia a los agricultores, a los animales y al medio ambiente que todos compartimos. Sin embargo, el éxito de estas nuevas tecnologías dependerá también de las mejoras en conectividad de las zonas rurales, requisito indispensable para que estas herramientas sean realmente útiles.