jon lacasa
28 de julio de 2007
Soy ganadero, no estabulo -por ahora- aunque aspiro en pocos meses hacerlo al tener una producción continua, mediante riego de sorgo y soya forrajeros, ensilados, además de heno.
Todos las noches encierro en parte del corral (2.400 M2 de piso de concreto) unas 300 cabezas de ganado para atesorar, en la mañana, la bosta que han defecado, en aras de alimentar nuestra lombricultura.
Considero que si se puede techar el corral es lo mejor para evitar al ganado los efectos del sol tropical. Abundancia de agua y de comida en el corral son, obviamente, necesarios. La ubicación de un corral en una zona ventilada es recomendable y, en su defecto, convendría ubicar ventiladores gigantes que proyecten aire abundante a través de un ligero riego, ducha o aspersión de agua, a poca distancia del ganado.
La limpieza constante del corral, estimo, fundamental así como el mantenimiento de las tuberías o hierro que estructuran el corral, ya que, con el tiempo, tienden a oxidarse, romperse, cortando e hiriendo el ganado.
Las puertas, poleas, los mecanismos del corral deben estar debidamente lubricados y mantenidos.
La zona de trabajo del ganado, brete, etc., deben estar no sólo limpios sino que deberían disponer de un basurero y un lugar donde limpiarse las manos el veterinario o los ayudantes.
Considero conveniente, para el ganado estabulado o que va a tratarse mediante inyecciones, herraje, etc. poner un sistema musical en el cual la música no sea escandalosa, ni estridente, ni con gritos humanos, ni aún clásica, sino que tenga unos sesenta o menos compases por minuto ya que, inconscientemente, el ser humano, presumo que el animal también, acompasa su corazón al son de la musica que oye y no precisamente que escucha.... Esto hace que tanto la persona como el animal, -creo que este último también- vayan relajándose con un compas lento.
Pero el stress no sólo depende del ambiente mencionado sino principalmente del trato que le dispensa el personal. Si este personal no es ducho en su manejo, no conoce la psicología del ganado, no sabe cuándo éste está nervioso ni hacia dónde se va a mover súbitamente, si no sabe cómo levantarlo cuando se ha caído en la manga o, peor, cuando otro u otros se le han montado encima y si, para colmo, apela a golpes con fuetes o maderos, será dificil lograr un ganado tranquilo que no sufra el estrés del corral.
Espero que estas opiniones merezcan un comentario adverso o a favor pero razonado.
Cordialmente,
Jon Lacasa