CADIA - Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos 2 de noviembre de 2010
Estimado Anibal:
Esta es una interesantísima colaboración para las nuevas generaciones. La lista, como sabrás puede ampliarse bastante.
Lo que hoy conocemos como zona núcleo desde el punto de vista de la agricultura, producirá una cantidad muy grande (como ya lo está haciendo), de limpiezas, cáscaras, rechazos, etc. Una gran cantidad de granos que la industria rechazará por inaptitudes varias, por ejemplo cebadas brotadas, limpieza de semillas, limpieza de clasificaciones, triguillo, todas cosas que serán mucho volumen cuando la cosecha de granos alcance y sobrepase los 100 millones de toneladas.
En cuanto a la expulsión de la ganadería de la pampa húmeda y semi humeda y su envío a zonas de exigencias más duras, ya ha traido como complicación, que aunque se ha trabajado mucho en genética, la calidad carnicera ha descendido mucho. Con esto, bajamos a pelear y competir con los Brasileños en su terreno, donde tienen ellos, mejores chances.
Si nosotros nos resignamos a descender en nuestra calidad, nuestra marca registrada CARNE ARGENTINA perderá su valor, aún para nuestro propio mercado.
Hasta los turistas extranjeros vienen a probar la famosa CARNE ARGENTINA.
Nuestra ganadería, bien podría tomar el ejemplo de la vitivinicultura, que en los últimos 30 años invirtió más en asegurar calidad, que en altos niveles de producción. Como consecuencia de ello, ha tenido un enorme crecimiento en la apreciación internacional, generando un aumento sostenido de la demanda.
Sabemos que las razas británicas no soportan o por lo menos no le son propicios esos ambientes, al punto de hacer otra vez válido el dicho pasto duro, carne dura pero no se trata solo de eso, sinó,también de los parásitos externos (garrapatas, uras, etc.) que hace que solo las cruzas índicas y los búfalos lo soporten bien.
De alguna manera, los campos correntinos, chaqueños, formoseños, etc. seguirán produciendo hacienda, mucho tiempo atrás se destacaban por sus producciones ovinas, dado que los lanares siempre fueron más rústicos que los vacunos, para eso.
Talvez el desafío pase por hacer que el Tambo, comience a ser, en parte, pie de cría para la ganadería de alta calidad carnicera, las tecnologías de implante de embriones, de semen sexado, etc. habilitarían para tener una fuente de crías muy eficiente, dado el nivel sanitario tan controlado que el tambo posee. Por ese lado, el índice de preñez y parición vivo mejoraría mucho.
Creo yo que coinicidimos todos, en que habrá que poner la imaginación a trabajar, explorar las nuevas posibilidades y convencer a la clase política que no meta los dedos antes de conocer como funciona la cosa. Que pregunte antes, que nadie le va a escatimar información.
Un saludo cordial.