2 Ley de Murphy:
Cuanto más le temes a algo, entonces, lo más probable es que suceda.
Esta es la esencia de la famosa Ley de Murphy, una ley que ha influido en nuestra forma de trabajar y de organizarnos durante décadas. La interpretamos como un cambio que puede generarse en la vida o en trabajo de una manera inoportuna en el momento menos esperado, sin darnos oportunidad de responder eficientemente.
En los Procesos productivos en el corral de engorda, ¿a qué es lo que “más” le tememos?, posiblemente a que falle un equipo, que se agote alguna materia prima y no llegue el inventario de reemplazo, que nos renuncie el operador clave o un supervisor, que llegue ganado enfermo, que llueva, que haga frío, etc.
Conociendo las consecuencias que provoca el que alguno de estos temores pueda cumplirse, es cuando se aplica la Ley de Murphy.
Los Gerentes del Feedlot pueden reunir a los jefes de los procesos, a los jefes de áreas o a los operadores de equipos claves en la producción y preguntarles:
- ¿Cuál es su principal temor en la operación de sus procesos?
Cada uno de ellos mencionará aquello que día a día le provoca un dolor de cabeza; un equipo con funcionamiento deficiente que provoca retrasos o producciones ineficientes; estructuras, andamios, suelos inseguros en los que tiene que trabajar, un operador sin capacitación que no puede realizar su trabajo sin depender de una supervisión constante o del apoyo de sus compañeros, teniéndose el temor de no dejarlo solo. Ante este ejercicio simple, surgirá una larga lista de observaciones surgida de la operación diaria y que sorprenderá a la gerencia por el riesgo que tiene en el impacto en la productividad de la empresa ganadera.
Se podrán hacer más preguntas cuyas respuestas nos harán entender el grado de compromiso que se logra en la manera que se tiene de administrar o liderar los procesos:
- ¿Por qué lo defines como un temor en tu trabajo diario?
- ¿Desde cuándo has trabajado con ese temor?
- ¿A quién se lo has manifestado?
- ¿Qué respuesta recibiste?
- ¿Qué decisiones y acciones se tomaron para corregirlo y evitarlo en el futuro?
Esta Ley de Murphy también ha sido descrita de la siguiente manera:
Si algo puede salir mal, saldrá mal.
"Todo lo que pueda salir mal, saldrá mal, y en el peor momento posible".
Aunque esta Ley de Murphy puede parecer una declaración pesimista sobre la vida en los procesos productivos, debemos llevarla a una oportunidad de Identificación de áreas de oportunidad, de aprendizaje y de crecimiento para la administración de los procesos productivos.
Según la Ley de Murphy,” cuando todo lo que puede salir mal, sale mal”, entonces, se debe trabajar para contar con un equipo de trabajo entrenado y capacitado para actuar ante la presencia de cualquier adversidad; el entrenamiento y capacitación constante del equipo de trabajo dará un gran margen de acción y de maniobra sobre los efectos y, además, prevenir estos riesgos en el futuro.
Con el objeto de “borrar” la idea de que los desafortunados momentos se presenta de la manera más inoportuna o donde el estrés laboral nos lleva a aceptar que todo lo peor sucederá; debemos pensar en las causas de dichos temores y tomar acciones preventivas sobre estas causas.
La Ley de Murphy no llegará a presentarse si trabajamos y aseguramos las siguientes recomendaciones:
1. Comunicación continua con el personal operativo y jefes de área en las juntas diarias de arranque.
2. Como en el caso de la Ley de Kidling, lograr que los equipos de trabajo desarrollen la cultura de la observación y reporte de cualquier punto que ponga en riesgo el trabajo eficiente de un proceso productivo (¿A qué le temes en el desarrollo de tu trabajo?).
3. Realizar Planes de Producción con Objetivos Productivos y Económicos Realistas: Por el ejemplo, durante el desarrollo del año, el comportamiento climático puede llegar a afectar los planes, el clima frío con el ganado de recién ingreso, las lluvias con la presentación de lodo y problemas en patas, bajas en la eficiencia del trasporte (fletes), bajas en el consumo voluntario por el calor, cambios en el ritmo de las cosechas y la disposición de materias primas, etc. Todo esto significa reconocer que pueden surgir problemas a lo largo del ciclo productivo y estar preparado para resolverlos (Foto1).
4. Comprender y prepararse para el punto número 3, nos hará Desarrollar Planes de Contingencia y, lo más importante, estar preparados para adecuar los procesos productivos para los cambios que se avecinan; es decir, Tener un plan Preventivo antes de que surja el Problema.
FOTO 1: Cuando estás preparado para prevenir problemas con la coordinación de un excelente equipo de trabajo; se logrará en producto de excelente calidad (Foto cortesía de Los Migueles, Culiacán, Sin. Mx)
5. En caso de que las acciones preventivas no pudieran evitar un impacto fuerte en la productividad de la engorda, se debe estar preparado con todo el equipo de trabajo para desarrollar la Resiliencia*. Esta cualidad permitirá aprender a adaptarse y mantener la calma cuando las acciones tomadas no producen el resultado esperado.
*Capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada; capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada.
6. Después de lograr sobreponerse de un mal resultado, se debe conocer las causas que provocaron que el resultado no se lograra o que las acciones preventivas no lograran la protección adecuada del en el desarrollo del proceso productivo; esta búsqueda de las causas la llamamos “El aprendizaje de la experiencia”. Analizar las causas y trabajar en un plan de corrección para el siguiente ciclo productivo ayudará a evitar problemas similares en el futuro.
¿Qué nos enseña La ley de Murphy?
Con esta Ley demostramos que los cambios, los imprevistos a los que más tememos y sus efectos impactantes, podrían presentarse en los procesos productivos de una manera INESPERADA. Sin embargo, esta ley no debe aceptarse tácitamente ni interpretarla como una predicción de que las desgracias no pueden evitarse, sino que debemos usarla como una oportunidad para la preparación de dichas eventualidades, la resiliencia del equipo de trabajo y el aprendizaje para mejorar las acciones futuras.
Después de todo, no aceptar que “si algo puede salir mal, saldrá mal”, sino prepararnos a que “Si algo puede salir mal, saldrá bien gracias al trabajo en equipo, con sus acciones preventivas o correctivas adecuadas y una gran actitud del personal ante cualquier desviación”.
A través de la planificación de contingencias, expectativas realistas y una actitud positiva, podemos enfrentar los desafíos que surgen con confianza y determinación. En lugar de ver la Ley de Murphy como una maldición, podemos utilizarla como una guía para navegar por la incertidumbre de los procesos productivos y la realidad de superar cualquier obstáculo que se cruce en el camino.