Lo exponía hace dos semanas a un grupo de alumnos de un Master; el pasado 17 de noviembre se cumplieron ochenta años que el presidente de los EE UU. de América, don Franklin D. Roosevelt encargó al Dr. Vannevar Bush un informe que cobra una nueva actualidad, muy especialmente en nuestro país, en España.
El Dr. Vannevar Bush fue un ingeniero y un científico estadounidense con un gran peso político, que colaboró en muchos programas del gobierno, entre ellos, el del desarrollo de la bomba atómica.
El presidente Roosevelt estaba totalmente convencido de que los técnicos y los científicos eran absolutamente básicos a la hora de facilitar unas informaciones y unos conocimientos, en los que los políticos debían apoyarse inexcusablemente a la hora de tomar decisiones.
En la carta que el presidente Roosevelt dirigió al Dr. Bush el 17 de noviembre del año 1944 le planteó cuatro preguntas que, en mi opinión, siguen siendo de una gran actualidad.
Conceptualmente las cuatro preguntas fueron las siguientes:
¿Cuál debe ser el uso militar de la ciencia?
¿Cómo debe incidir la ciencia en la prevención de las enfermedades?
¿Qué puede hacer el gobierno para apoyar las actividades científicas y de investigación?
¿Cómo puede desarrollarse un programa para captar el talento entre la juventud norteamericana?
El Dr. Bush remitió al presidente Truman el 25 de julio del año 1945 (el presidente Roosevelt había fallecido el 12 de abril de aquel año) un informe que tituló “Ciencia, la frontera sin fin” y que marcó el devenir de aquel país.
En él, además de contestar a las preguntas que le habían formulado, establecía un plan de política científica para los EE.UU. con el objetivo de orientar la política de aquel país. para buscar convertirle en la principal potencia científica del mundo (el número de premios Nobel en medicina, física y química, antes del informe Bush fueron 17; después del mencionado informe 255).
Cinco años después de la muerte del presidente Roosevelt, y gracias a los denodados esfuerzos del Dr. Bush, la administración Truman creó la NSF (Fundación Nacional de Ciencias = National Science Foundation) que sigue siendo, en la actualidad, la principal agencia de investigación en el mundo, logrando desarrollar un programa científico global que impulsó a los EE.UU. a liderar, durante más de 50 años, no solo la ciencia mundial, sino también la economía.
En España, los menos jóvenes recordarán el “Plan de estabilización Nacional del año 1959”. En él los economistas don Juan Sardá y don Enrique Fuentes Quintana. tuvieron un papel muy destacado.
Este plan dio lugar a que en el gobierno, presidido por don Luis Carrero Blanco y sustentando en una serie de ministros tecnócratas muy preparados (y pertenecientes, mayoritariamente, al Opus Dei), los criterios políticos se subordinaron, especialmente en las áreas económicas y afines, a los criterios técnicos.
Los resultados, a pesar de las dificultades coyunturales a nivel internacional del aquel tiempo (que empezaron realmente a solucionarse con la visita de Estado del presidente estadounidense Dwight Eisenhower a España en este año 1959 porque fue considerada el símbolo del fin del aislamiento internacional de la Dictadura franquista) fueron notables a corto plazo:
- En 1959 se produjo, por primera vez, un superávit de la balanza de pagos de 81 millones de dólares.
- Las reservas de divisas del Banco de España se incrementaron. La suma de reservas exteriores y créditos a corto plazo del Estado pasó de presentar un valor negativo cercano a los 2 millones de dólares en junio de 1959 a un saldo positivo cercano a los 500 millones en diciembre de 1960.
- La inflación se redujo desde el 12,6 por ciento en 1958 hasta el 2,4 por ciento en 1960.
- Se incrementó significativamente la inversión exterior en España y también el turismo.
- Mejoraron las condiciones de competencia en el país y se consolidó la incorporación de tecnologías.
- Se cambió la imagen de España en Europa y en el mundo.
Naturalmente, el Plan también tuvo su muy importante cruz: se generó un notable freno de la producción española durante la segunda mitad de 1959 y principios del año 1960.
Paralelamente, la reconversión que generó el Plan estuvo unida a congelaciones salariales y a unos fuertes descensos del consumo interior y de la inversión, que se unió el consiguiente aumento del paro. Todos estos hechos provocaron un fenómeno de capital importancia en la época, el incremento de la emigración española básicamente hacia Europa en busca de empleo.
Pero de lo que no me cabe la menor duda, a pesar de sus importantes sombras, es que el mencionado Plan fue el primer gran paso dado en España, desde la finalización de nuestra guerra civil, para empezar a orientar a nuestro país hacía Europa y hacía el futuro.
Lamentablemente, de casi todo lo expuesto en esta nota parece haberse olvidado, desde hace ya unos cuantos años. a nivel de la Unión Europea y de España, nuestra clase política y muy, muy especialmente en el ámbito agrario.
Ello, siempre en mi opinión, nos está llevado, poco a poco, a una serie de situaciones, bastante de ellas absurdas, que van a desembocar, tiempo al tiempo, en una “DANA agraria (agrícola y, sobre todo, ganadera)”.
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