En la mayoría de las profesiones y oficios, el lugar en donde se realizan los trabajos más significativos de la empresa, es el que mayores inversiones recibe. Estas se focalizan hacia el mejoramiento de su funcionalidad y seguridad a través de la adquisición y aplicación de los últimos adelantos tecnológicos, de manera de generar una mayor eficiencia y eficacia en las tareas que allí se desarrollarán.
Esto nos llevaría a pensar lógicamente que las instalaciones rurales también estarían alcanzadas plenamente por estos principios. Un ejemplo simple acorde con este pensamiento sería definir a una explotación dedicada al engorde de novillos como a una Empresa dedicada a la producción de carnes bovinas de calidad.
Este ganadero-empresario no descuidaría el manejo adecuado de su capital de trabajo (los bovinos) cuando son llevados a las instalaciones rurales de su Empresa (corrales, embudo, manga, el cepo, etc.) para realizar las tareas culturales y sanitarias planificadas.
Esto parece una aseveración de Perogrullo, pero lamentablemente, se convierte en una característica diferencial entre el Empresario ganadero y el propietario de un campo con vacas.
Este último no mide ni valora el daño causado en las carnes de sus animales ("el bien a cuidar") por los golpes recibidos a causa del mal mantenimiento de las instalaciones y/o por tener un diseño inadecuado. Además está convencido que la rudeza en el trato que reciben los bovinos en la manga es la forma correcta de trabajo con los animales (así lo heredó).
Hoy la hacienda de rodeo general tiene valores para el productor que oscilan entre 600 y 2000 pesos según la categoría, situación que no hace más que reafirmar la importancia de cuidar minuciosamente cada músculo del animal.
Dicho de otro modo, cada kilogramo de músculo producido por el ganadero ante un Mercado (tanto interno como externo), tan demandado y a la vez con rentabilidad incierta, exige que se preste toda la atención en el cuidado del trato de sus bovinos y por donde se los hace circular en el establecimiento.
Las inversiones realizadas en la compra o mejoramiento de las instalaciones rurales tienen una amortización conveniente, debido a que los materiales utilizados son de muy larga duración, lo que permite que el capital invertido tenga una relación costo-beneficio positiva.
Los gastos de mantenimiento también resultan mínimos, en relación a su frecuencia y costo, e inclusive en la mayoría de las veces, dichas tareas las realiza el mismo personal del establecimiento agropecuario.
Adjunto una foto de un cargador-descargador que hoy tiene demostrado su mejor funcionalidad. Verán lo útil que es alargar a partir del vértice superior al menos un metro cincuenta en forma paralela el piso, de manera que quede nivelado con el piso de la jaula del transporte. El animal subirá-bajará sin darse cuenta en donde comienza el piso del camión y el del cargador. Además las paredes deben estar ciegas es decir que no puedan ver hacia los laterales, situación que también favorece el movimiento del animal.
La foto aérea permite observar otros modelos. Siempre deben ser con curvas que le permitan a un bovino ver por delante a un animal y medio de su grupo. Esto le da sensación de "salida" por donde circula, y como ellos se quieren ir, esto facilita el movimiento.
Tener en cuenta que los animales pueden memorizar olores y hechos por un largo tiempo, trabajos indican que lo pueden hacer por tres años.
Por consiguiente mantenga su manga limpia de envases usados y trátelos bien para que no se pongan nerviosos. Usted sabe que los bovinos de leche van al galpón con agrado porque comen ración y además le quitan el dolor de las ubres por el ordeño. En lo de carne es exactamente igual, por lo tanto no perros, no gritos, no apuro, no pechazo con el criollo, no picana eléctrica, etc, etc, etc.
Pero la realidad parecería estar distante de estas afirmaciones cargadas de sentido común.
La ausencia de instalaciones adecuadas o sin el debido mantenimiento no es una rareza en nuestro país. Amparados en falsos argumentos, como el tamaño pequeño del establecimiento, lo caro de las instalaciones, etc., muchos establecimientos ganaderos trabajan en condiciones que, no sólo generan pérdidas de carne por golpes o pérdidas de ganancia de peso por sufrimiento de los animales, sino también altos riesgos para la seguridad física de las personas que allí trabajen.
Tener instalaciones ganaderas adecuadas y en correcto estado de uso de acuerdo a los principios del Bienestar animal, son características que revelan la seriedad y responsabilidad que el Empresario ganadero tiene a la hora de decidir sus inversiones.