Los tambos de nuestro país tienen partos continuos, o sea que hay terneros todos el año. Sin embargo se observa una mayor concentración entre los meses de Marzo a Octubre (Figura 1). Los sistemas de crianza varían entre tambos encontrándose sistemas individuales (estaca, jaula, estaca con corredera) y colectivos con diferentes características.
Figura 1: Distribución de los partos por estación; n Multíparas= 15.171; n Primíparas= 7.606 (Programa CLAVES)
Luego del calostrado de los terneros (natural o artificial, con sonda o mamadera) comienza la crianza artificial propiamente dicha. La CRIANZA CONVENCIONAL en tambos comerciales dura en promedio 60 días. Se basa en una alimentación líquida (leche materna o lacto sustituto) y sólida (balanceado 18% PB y rollo) con variación en el momento de incorporar la dieta sólida (balanceado y/o rollo desde el primer día, incorporación de rollo a los 10-15 días de vida, etc.). La leche se provee en dos tomas diarias de dos litros cada una y balanceado a voluntad o incrementando la cantidad según consumo del animal.
El objetivo biológico de la crianza artificial en hacer que el ternero pase de lactante (monogástrico) a rumiante en el menor tiempo posible, para que de esta manera pueda aprovechar recursos más económicos (forraje, balanceado) que la leche y a su vez que demande menos horas hombre.
En tanto que la manera de llegar a dicho objetivo debería ser con un:
§ Mínimo consumo de leche
§ Mejor índice de conversión alimenticia
§ Mínimo costo de sanidad
§ Menores costos de alimentación
§ Manejo simple
§ Mínima infraestructura
La crianza de terneras tiene 3 fines diferentes:
1. Reposición del descarte
2. Aumentar el rodeo lechero
3. Venta de vaquillonas a terceros
El marco en el que se desenvuelve la producción pecuaria nacional está sujeto a constantes cambios e innovaciones a la hora de producir leche. El crecimiento de países emergentes, el aumento de la demanda y la presión de la agricultura obligaron a muchos productores a entrar en un proceso de intensificación de la producción como una alternativa para aumentar la eficiencia. Es así que las denominadas "categorías improductivas" del tambo, entre ellos terneras en crianza y recría toman un papel más importante y se busca menor porcentaje de morbi-mortalidad y un crecimiento más acelerado pero armonioso. Los precios actuales de vaquillonas para tambo (en Junio de 2011 alcanzaron promedios de $ 10.000/vaquillona, Cuadro 1) hacen que el productor cuide más a sus terneras y acorte los tiempos de recría para alcanzar metas como el parto a los 24-25 meses con un 90% del peso adulto.
Cuadro 1: precio vaquillonas tambo en Junio de 2011 (nuestroagro.com.ar)
Actualmente la edad al primer parto es un parámetro que admite mucha mejora ya que ronda los 32 meses promedio:
Cuadro 2: Control Lechero ACHA 2010
El siguiente cuadro nos muestra cuales serían las ganancias diarias de peso y peso objetivo en las diferentes etapas de la crianza y recría para lograr una meta de parto a los 24 meses:
Cuadro 3: Peso, alzada, condición corporal y GDP en las distintas etapas de crianza
La información del Cuadro 3 nos indica que para lograr el objetivo del primer parto a los 24 meses debemos sostener ganancias de peso cercanas a los 800 g/día. Debiendo ser la nutrición y el manejo las claves para llegar a estos objetivos.
Los requerimientos nutricionales de una ternera en la guachera son cubiertos principalmente por los 4 litros de leche diarios (materna o lacto sustituto) además del balanceado. Como vemos, al comparar la siguiente tabla de requerimientos (Tabla 1) con el aporte de la dieta líquida (Tabla 2), la leche materna tiene características nutricionales más cercanas a lo que una ternera requiere en sus primeros días de vida respecto al lacto sustituto, sin embargo el costo de esta es mayor al de los sustitutos lácteos comerciales.
Tabla 1: requerimientos nutricionales de una ternera de 40 kg. Adaptado de NRC 2001.
Tabla 2: Aportes nutricionales de 4 lts de leche o lacto sustituto. NRC 2001.
Hoy día existen herramientas como los pre iniciadores, más conocidos como deslechadores tempranos. Esta tecnología se vale del extrusado del alimento, utilizando materias primas de alta calidad, generando así un alimento completo de alta concentración de nutrientes, digestibilidad y palatabilidad (Tabla 3).
Tabla 3: composición centesimal de Nutrika Weaning, pre iniciador de Vetifarma S. A.
Sus protocolos se fundamentan en proveer una dieta sólida desde el primer día de vida para promover un rápido desarrollo microbiano que aumenta la producción de ácidos grasos volátiles (AGV) estimulando así el desarrollo de las papilas ruminales. A su vez permiten mayores GDP durante la crianza, mayor consumo y eficiencia de conversión (Revista Argentina de Producción Animal Vol. 28 Supl. 1: 1-112, 2008). En cuanto a los costos permiten suspender el suministro de leche o sustituto a los 20 días de vida, lo que genera una importante reducción en los costos de crianza.
Por ejemplo, si tomamos una crianza convencional cuya duración promedio es de 60 días, donde se consumen 240 lts de leche/ animal y 45 kg de balanceado 18% PB los costos serían de $ 1,56/lt y $ 1,25/kg respectivamente. Dando un total de $ 430,65 por ternera deslechada. Ahora bien, si utilizamos sustituto lácteo en lugar de leche materna, a un valor de $ 12/kg (con 1 kg se preparan 10 litros de leche) se consumirán 24 kg (240 lts) en los 60 días de crianza. Esto nos arroja un costo de $ 344,25 por ternera deslechada. Finalmente si se implementa un pre iniciador (Nutrika Weaning) que tiene un costo de $ 4/kg aproximadamente, del cual se consumirán alrededor de 20 kg en toda la crianza, 80 lts de lacto sustituto (desleche a los 20 días de vida) y 45 kg de balanceado 18% PB tendremos un costo de $ 230 por ternera al cabo de 60 días.
En conclusión, tanto la crianza como la recría (categorías improductivas) están ocupando un lugar más importante dentro de la empresa lechera. La intensificación de la actividad nos obliga a ser más eficientes en todas las etapas productivas, acortando los tiempos y al menor costo posible. El uso de pre iniciador en la crianza es una herramienta fundamental para aumentar la eficiencia en la guachera, disminuyendo los costos (alimentación, sanidad) y mejorando los índices de conversión en esta etapa, preparando a los animales para afrontar la primera etapa de recría.
BIBLIOGRAFIA
- Moran J. (2002), Calf Rearing A Practical Guide, Second Edition, CSIRO Publishing.
- Nutrient Requirements of Dairy Cattle 2001. Seventh edition revised. Animal Nutrition, National Research Council.
- Quigley, J. (1997), Evaluating and Optimizing Calf Performance, Proc. First National, Professional Dairy Heifers Growers, Atlanta, Georgia.
- Revista Argentina de Producción Animal Vol. 28 Supl. 1: 1-112, 2008
- Thicket, B., Mitchell, D. y Hallows, B. (1988), Calf Rearing, Farming Press, Ipswich, England.
- Webster, J. (1984), Calf Husbandry, Health and Welfare, Granada, Sydney.
Notas