INTRODUCCIÓN
En la república mexicana existe una gran diversidad genética de bovinos que incluye diferentes grupos raciales adaptados a las distintas regiones agroecológicas. Sin embargo, muchas de estas poblaciones de ganado aún no han sido caracterizadas. Tal es el caso del bovino criollo Chinampo (Bos taurus) de Baja California Sur, el cuál proviene del ganado que trajeron los Jesuitas a la península de Baja California a finales del siglo XVII. Entre esos bovinos destacaron algunas variedades que al exponerse al ambiente de la región durante muchas generaciones, la selección natural produjo animales adaptados a las condiciones de aridez, conocidos localmente como Chinampos (1). Actualmente, estos animales se explotan en zonas marginadas de la entidad y durante la estación de sequía, las vacas y los toros adultos pesan 255±9 y 345±15 kg, respectivamente (2).
La caracterización de una raza bovina debe incluir aspectos relacionados con el comportamiento animal como los hábitos de amamantamiento de los becerros. Los hábitos de amamantamiento en bovinos han sido estudiados en razas especializadas en producción de carne (3, 4). Algunos trabajos han evaluado estas características en razas Bos taurus (5), Bos índicus (6, 7) y sus cruzamientos (8). Sin embargo, en el ganado bovino Chinampo Mexicano no se tienen antecedentes de investigación al respecto. Este ganado se explota en un sistema de producción de doble propósito. El sistema incluye la separación de los becerros de sus madres permitiendo que mamen una vez al día, esto estimula la bajada de la leche y las vacas son ordeñadas a mano; por esa razón es necesario conocer la frecuencia de amamantamiento de las crías y el tiempo requerido para ello, cuando se mantienen con su madre. En base a los planteamientos anteriores, el objetivo de este estudio fue caracterizar los hábitos de amamantamiento de becerros criollos Chinampos durante sus primeros 6 meses de vida.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sitio de estudio.
La presente investigación se realizó en la posta zootécnica de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en La Paz, B.C.S., México, ubicada en las coordenadas geográficas 26º 06´01” N y 110º 0´0” O, a 33 msnm (9). El clima predominante, según la clasificación de Köppen es BW (H) HW (X), siendo este clima seco y cálido con lluvias en verano, invierno y escasas todo el año; la precipitación pluvial y la temperatura media anual son de 195,4 mm y 28,7º C, respectivamente (9).
Animales.
Se utilizaron 20 vacas Chinampas con sus crías del mismo grupo racial. Las vacas tuvieron un peso promedio de 370 kg; todos los partos ocurrieron en un lapso de 7 días. El peso promedio de las crías al nacimiento fue de 25.0 ± 0.3 kg. Los animales se mantuvieron en un corral alimentándose con heno de alfalfa (PC=18%, EM = 1.9 Mcal/kg), suplemento alimenticio (PC= 25%, EM = 3.0 Mcal/kg) y agua a libre acceso para cubrir sus requerimientos nutricionales. Las crías permanecieron con su madre desde el nacimiento hasta el destete, a los 180 días de edad.
Mediciones.
Para determinar la frecuencia y duración del amamantamiento, los animales se observaron de manera permanente durante 24 horas a los 30, 60, 90, 120, 150 y 180 días de edad en promedio. En cada periodo de observación, toda vez que un becerro mamó se registró con un reloj digital la hora de inicio y de finalización. Se consideró como el inicio del amamantamiento cuando el becerro tomó la teta e inició la ingestión de leche, y la finalización cuando por voluntad propia o por rechazo de la madre dejó de mamar y no volvió a intentarlo en un lapso mayor de 30 segundos.
Las observaciones y mediciones en cada una de las edades se realizaron a partir de las 06:00 hr de un día, hasta las 06:00 hr del día siguiente. Durante la noche se dispuso de luz artificial de baja intensidad. El observador se mantuvo a una distancia de 50 m de los animales.
Se estimó el consumo de leche por los becerros cada mes a partir de los 30 días, hasta los 180 días de edad. Para esto se utilizó la técnica de pesaje y amamantamiento del ternero (10). Esta técnica consiste en la separación de las vacas de sus crías a las 18:00 hr, los becerros quedan en un corral y sus madres pasan a un potrero. Al día siguiente (06:00 hr) las vacas y sus crías se reúnen permitiendo el amamantamiento durante 30 minutos considerando que con esto la ubre queda vacía; se separaban otra vez los terneros de sus madres y a las 18:00 hr de ese día se pesan antes y después de un amamantamiento de 30 minutos.
La diferencia en el peso de los terneros antes y después del amamantamiento se considera la producción de leche en un periodo de 12 hr. Una vez más se hace la separación de los animales y a las 06:00 hr del día siguiente se repite el procedimiento. La suma de las diferencias de peso de los terneros en cada ocasión se consideró como la producción de leche en un lapso de 24 horas.
Las variables registradas fueron la frecuencia (número de amamantamientos) y el tiempo promedio de amamantamiento (minutos que duró cada amamantamiento) en 24 horas. La frecuencia se expresó de manera descriptiva a través de las 24 horas del día. La frecuencia y duración del amamantamiento, así como el consumo de leche por los becerros se compararon en función de la edad (30, 60, 90, 120, 150 y 180 días) y el sexo de las crías.
Análisis estadístico.
Para el análisis estadístico se utilizó un modelo lineal general. Se establecieron correlaciones entre la edad, el peso de los becerros y la producción de leche de sus madres, con la frecuencia y duración del amamantamiento. Las medias se compararon mediante pruebas de Tukey. Todos los procedimientos estadísticos se realizaron a través del programa estadístico SAS (11).
RESULTADOS
El patrón general de amamantamiento de los becerros durante las 24 horas del día, desde los 30 hasta los 180 días de edad se describe en la figura 1. La mayor parte de la actividad se concentró entre las 06:00 y 07:00 hr. Otros picos de menor magnitud se presentaron a las 10:00 hr y entre las 19:00 y las 20:00 hr.
Al analizar los datos de manera conjunta (becerros de todas las edades y de ambos sexos), la frecuencia promedio de amamantamientos en 24 horas fue de 4.9 ±0.21 veces. Para ello los becerros utilizaron un total de 66.9 ±3.1 min.
Cuando los datos fueron analizados en función de la edad de los becerros, se observó que la frecuencia de amamantamientos en 24 horas fue similar hasta los 150 días (p>0.05). Sin embargo, los animales de 180 días de edad mamaron menos veces (3.3 ± 0.39) que los de 120 días y los más jóvenes (p<0.05).
La producción de leche promedio durante los primeros 180 días de lactación fue de 5.7±0.8 kg/día. Como se aprecia en la tabla 1, el peso de los becerros entre los 30 y 180 días de edad varió entre 46±8 y 144±11 kg (media ± D.E.). El tiempo que los becerros mamaron en un periodo de 24 horas fue similar en animales de diferentes edades hasta los 150 días (p>0.05), sin embargo, el tiempo de amamantamiento a los 180 días fue menor (p<0.05). Las correlaciones de la edad de los becerros con la frecuencia y duración del amamantamiento fueron de -0.57 y -0.55, respectivamente (p<0.05). De manera similar, el peso de las crías tuvo una correlación negativa (p<0.05) con la frecuencia (-0.51) y con la duración (-0.45) del amamantamiento.
En la figura 2 se observa que la frecuencia de amamantamientos fue mayor (p<0.05) en las hembras (5.4 ± 0.28) que en los machos (4.2 ± 0.27).
El tiempo de amamantamiento fue similar (p>0.05) entre sexos (69 ± 4.1 y 63.7 ± 4.8 minutos para hembras y machos, respectivamente).
DISCUSIÓN
Los hábitos de amamantamiento registrados en este trabajo son similares a los observados en un estudio realizado con ganado Hereford y Simmental (12). Estudios similares realizados por Reindhardt y Reindhardt (7) encontraron resultados parecidos en ganado Bos índicus de Kenya, con dos momentos de máxima actividad de amamantamiento, una antes de la salida y otra antes de la puesta de sol. También, coincide con el presente trabajo el hecho de que esos autores encontraron una menor actividad de amamantamiento en horas de oscuridad.
En otro estudio se observó que los becerros Brahman maman 2.4 veces más durante el día que en la noche (13). Consistente también con el presente estudio es el hecho de que los autores anteriores encontraron una menor actividad de amamantamiento en horas de oscuridad y que la mayor actividad nocturna se realizó en la primera mitad de la noche.
En contraste, Somerville y Lowman (4) señalan que la frecuencia de amamantamientos en becerros para carne en su primer mes de vida fue similar durante el día y la noche, pero a edades más avanzadas hubo una mayor actividad nocturna ya que los animales estaban confinados en corrales iluminados y techados. En uno de los primeros estudios reportados en esta temática (3) encontraron que la frecuencia de amamantamiento en ganado Angus fue mínima durante la noche cuando el ganado no fue molestado, mientras que otros (5) observaron que becerros Bos taurus en California mamaron a toda hora, con una actividad máxima entre las 05:00 y 06:00 hr.
Una frecuencia similar (5 amamantamientos) pero con un tiempo menor (46 minutos) fueron reportados en becerros Bos taurus para carne (12). Por su parte Plasse et al (13), estudiaron las mismas variables en ganado Brahman y observaron valores inferiores a los del presente estudio (4.4 amamantamientos en 24 horas). Reinhardt y Reinhardt (7) observaron 28 becerros Bos índicus; el número promedio de amamantamientos por día durante las primeras 49 semanas de vida fue de 4.8 con una duración total de 38 minutos.
Una frecuencia de amamantamiento mayor que la de este trabajo fue determinada por Hutchison et al (6); observaron cinco becerros Bos índicus con sus madres durante 75 horas, constatando que mamaron 6.7 veces y para esto utilizaron 60.3 min.
Resultados similares a los observados hasta los 5 meses de edad fueron reportados en ganado Hereford (12) y Charolais (4). En otros trabajos se observó una disminución de la frecuencia de amamantamiento conforme avanzó la edad de las crías (7, 14). En un estudio de Drewry et al (3) los becerros Angus mamaron 4.6, 4.8 y 3.0 a los 30, 90 y 180 días de edad, respectivamente. Las discrepancias con el presente estudio pueden ser explicadas por el hecho de que los trabajos citados fueron realizados en condiciones de pradera o agostadero y los becerros tuvieron acceso permanente al pasto, en cambio en esta investigación los animales se mantuvieron en corral y el consumo de alimento no fue de manera deliberada; de esta forma, los becerros pudieron haber requerido de un mayor aporte de leche de sus madres. Lo anterior fue sugerido por Ansotegui et al (15) en becerros de raza para carne, al estimar una correlación negativa (-0.62) entre el consumo de forraje y el consumo de leche. En otro estudio se demostró que la reducción en el consumo de leche tuvo un efecto lineal sobre el consumo de forraje (16).
De acuerdo con los resultados de este trabajo se concluye que los hábitos de amamantamiento de becerros Chinampos siguen un patrón similar al de las diferentes razas productoras de carne que reporta la literatura. La frecuencia de amamantamiento es mayor durante las primeras horas de la mañana y al final de la tarde. Hasta los 5 meses de edad la frecuencia y el tiempo de amamantamiento no variaron pero se redujeron a los 180 días y las hembras mamaron con más periodicidad que los machos.