En la última década podemos observar una clara tendencia a mejorar la crianza y recría de las terneras y vaquillonas, no solo en las etapas tempranas sino durante todo el ciclo hasta el parto.
Es común que se preste mucha atención a los primeros meses de vida y se descuiden las etapas posteriores llegando vaquillonas sub-nutridas con bajo desarrollo al parto.
Con la intensificación en distintos niveles que están teniendo los sistemas productivos en Argentina, la vida útil de la vaca se reduce a 3 lactancias o menos en algunos casos extremos, incrementando la necesidad de reposición para mantener el rodeo en el mismo número de animales o crecer. Queda también manifiesto a raíz de esto, que aumentar la vida útil de la vaca cuidando principalmente su salud, es muy rentable y hace a la eficiencia del sistema.
Según un estudio realizado sobre el período 1992-2012 en Argentina, el promedio general de edad al parto de vaquillonas fue de 31,3 meses de edad, del cual solo el 25% ocurren entre 24 y 28 meses de edad (Fuente: ACHA-AACREA-Fac. Cs. Vet. Universidad Nacional del Centro Prov. Bs.As.).
Queda manifiesta la gran oportunidad de mejora que tenemos a nivel país para disminuir los costos de la reposición y aumentar la producción tomando como objetivo acortar la edad al parto con un óptimo desarrollo corporal.
Dentro de algunas de las ventajas de lograr que las vaquillonas paran con menor edad y con un muy buen desarrollo corporal podemos citar:
- Menor tiempo improductivas, en los casos más extremos ganamos una lactancia.
- Mejor desempeño reproductivo y productivo en su primer lactancia.
- Mejora de la eficiencia de conversión de alimentos en leche, estando la recría de vaquillonas dentro de los factores claves para lograr mejorar la conversión en el rodeo en ordeñe en general. A mayor tamaño y mejor estado corporal al parto de la vaquillona, más eficiente será en su primera lactancia.
- Retorno más rápido de la inversión realizada en su crianza (alimentación, mano de obra, sanidad, etc).
- Mayor número de cabezas para reposición, lo que nos permitirá mantener el rodeo, disponer de vaquillonas para la venta o aumentar el número de vacas en ordeñe.
Cuando hacemos un análisis integral del sistema productivo, vemos en muchos establecimientos, que resulta muy rentable disminuir la edad al primer parto de las vaquillonas, tanto como aumentar la producción individual mejorando la dieta del rodeo. Debido a que el grupo de vaquillonas con bajo desarrollo afecta la eficiencia de conversión de alimentos a leche. Considerar que el ingreso de nutrientes por ingesta no logra compensar la demanda energética de la secreción láctea hasta los 30-60 días postparto en vacas adultas y los 90-120 días en vaquillonas de primer parto (Baile et al., 1988). Cuanto menor tamaño al parto más tendrá que crecer durante la primer lactancia.
Cuanto mayor es la edad al parto mayor es el impacto en la rentabilidad. Es notable el aumento de la producción promedio del tambo cuando las vaquillonas acortan su edad al parto con un mayor peso y desarrollo.
Tanto los déficits como los excesos en la nutrición de las terneras y vaquillonas, afectan negativamente la vida útil y desempeño futuro como vaca lechera, extremar los cuidados en la salud.
Desequilibrios en la dieta como exceso de energía y falta de proteína y minerales se verán reflejados con vaquillonas con buen peso para la edad pero mal desarrollo corporal.
A modo de ejemplo se muestra en la tabla 1 los objetivos a alcanzar para la raza Holando Argentino, los cuales deberán adaptarse según las características genéticas de cada rodeo. Además es muy importante considerar al plantearse los objetivos con qué recursos contamos (recursos humanos, infraestructura, etc.)
Tabla 1: objetivos Recría raza Holando.
Para establecer un programa de alimentación debemos tener en claro que objetivos lograr en las distintas etapas de recría. En la tabla siguiente se muestra a modo de ejemplo el planteo de un productor.
Tabla 2: planteo de objetivos por etapa
Crianza artificial
(**)El mayor énfasis en la etapa de crianza artificial se pone en tener baja mortandad y morbilidad, dejando de lado muchas veces el aumento medio diario de peso. Este último punto tiene un gran impacto en el desempeño futuro en la primera lactancia, como se puede apreciar en la tabla 3 en un resumen de distintos investigadores. Puede observarse que a mayor aumento de peso en los 2 primeros meses de vida mayor es la producción láctea en la primera lactancia.
Tabla 3
En la tabla 4 se muestra un ejemplo de alimentación por etapas y presupuesto de alimentos en un planteo intensivo implementado por un productor.
Tabla 4
Los alimentos utilizados en todas las etapas deben tener la mejor calidad posible para poder cumplir con los requerimientos nutricionales al elaborar las dietas.
La calidad del Sustituto lácteo como también la calidad del agua con que se elabora el mismo afectarán el crecimiento de las terneras/os.
El alimento balanceado Preiniciador Ternero permite acelerar el desarrollo del rumen y además aporta en forma completa los nutrientes que requiere la ternera en el primer mes de vida.
Posteriormente al Preiniciador Ternero se suministra un Alimento Balanceado Iniciador 18% de proteína bruta, que es el más difundido en la etapa de crianza artificial. No obstante los planteos que buscan mejoras en el aumento de peso diario ya utilizan un Alimento Balanceado Iniciador con 21% de proteína bruta. En esta etapa es muy importante no solo el % de proteína bruta, sino también su perfil de aminoácidos y solubilidad de la proteína.
Las raciones de recría 1, 2, 3 y 4 pueden ser Alimentos Balanceados completos o mezclas de cereales y Concentrados protéicos-vitamínico – mineral. Estos alimentos nos ayudarán a completar el balance de nutrientes en las dietas que elaboremos con las distintas proporciones de silajes (maíz-sorgo, alfalfa, etc.) y rollos de alfalfa o pasturas mezclas.
La ración de Preparto tiene como objetivo equilibrar la dieta preparto y preparar el rumen a la alimentación que recibirán en post-parto las vaquillonas.
Calidad de los alimentos
El control de calidad de los alimentos utilizados es clave para una correcta nutrición, debemos considerar que rollos con presencia de mohos/ micotoxinas o alto nivel de FDN (fibra detergente neutra) con pobre digestibilidad tendrán un impacto muy negativo sobre animales jóvenes.
La calidad de los silajes debe monitorearse a lo largo del año y no quedarnos con el resultado de un único análisis a principio del año, ya que muchas veces podemos tener sorpresas desagradables. La presencia de micotoxinas en los silajes debe controlarse con los análisis.
Evitar la tentación de dar los alimentos de mala calidad a las recrías más grandes porque total lo comen igual. Es común encontrar afectados los aumentos de peso post-servicio por falta de calidad y cantidad de alimento.
Monitoreo
Cualquiera sea el sistema de crianza artificial y recría que elijamos, debemos en todo momento tener un monitoreo del crecimiento y desarrollo de los animales. Las mediciones del peso vivo, altura a la cruz, ancho de cadera y condición corporal nos darán una idea en tiempo real de si estamos alcanzando los objetivos propuestos y prevenir problemas haciendo las correcciones necesarias.
Infraestructura
Aquellos productores que deseen comenzar con un planteo de recría a corral más intensivo, no deben dejar de considerar la infraestructura de los corrales, porque por más que implementemos el mejor programa de alimentación si no se suministra en forma eficiente o los animales no tienen confort debido al barro, stress calórico, etc. difícilmente alcancemos los objetivos.
Aportes desde la industria de nutrición animal CONECAR S.A.
Es un desafío importante tanto para el asesor del establecimiento como para la empresa proveedora de insumos para nutrición animal que se elaboren protocolos de alimentación y manejos simples, concisos y prácticos que puedan llevarse a cabo en tiempo y forma con mínimos errores. Esto obliga a realizar adaptaciones según cada productor para asegurar el éxito de la recría. Conocer los recursos humanos, infraestructura, calidad de los alimentos utilizados y del agua, características del rodeo, etc. permitirá implementar un sistema de recría exitoso.
Un ítem extremadamente importante a la hora de intensificar la recría son los Recursos Humanos, por lo tanto es clave su capacitación permanente. Desde el Dpto. Técnico de CONECAR S.A. brindamos apoyo al personal encargado de realizar las tareas mediante capacitaciones y monitoreo de crecimiento de los animales.
Un correcto programa de recría de las terneras y vaquillonas de reposición permitirá expresar el máximo potencial productivo principalmente en aquellos animales de mayor mérito genético, aumentando la eficiencia de uso de los alimentos e impactando directamente sobre la rentabilidad.