Introducción
El sistema vaca-cría es el sistema de producción de carne de bovino más difundido en todo país. Es el sustento económico de la mayoría de los ganaderos mexicanos, ya sea como fuente única o complementaria de ingresos, es poco demandante en inversión, manejo y aplicación de tecnología.
Las unidades de producción en este sistema realizan su explotación de manera extractiva, lo cual resulta en disminución de la rentabilidad y lo convierte en un sistema no sustentable, agresivo con el entorno (1). En general en todo el país presenta una baja productividad; entre los factores que limitan la productividad se encuentran la alimentación y nutrición con forrajes con baja calidad y cantidad, desajuste de la carga animal, falta de suplementación y escaso uso de tecnologías de rotación de praderas. En el manejo reproductivo se detectan intervalos entre partos prolongados, lo cual causa una pobre cosecha de becerros, causando de manera directa la baja productividad del sistema. Las hembras que tienen cría al pie, presentan una condición de anestro, causando el retraso de la actividad sexual. Además, por las condiciones de infraestructura del sistema se dificulta la adopción de algunas tecnologías que permiten incrementar su productividad (2). Una de las tecnologías que existen y se puede aplicar al sistema vaca cría es la suplementación estratégica con ácidos grasos para mejorar el desempeño reproductivo de las hembras. La suplementación con grasas en el ganado carne incrementa el consumo y disponibilidad de energía, con influencia importante sobre la proporción de ácidos grasos insaturados y poli-insaturados. El consumo de grasa influencia de manera positiva la población de folículos, la dinámica folicular, la función del cuerpo lúteo y la secreción de PGF2α. Los efectos de la grasa en la dieta sobre la actividad ovárica y el comportamiento reproductivo post-parto se han atribuido a los eventos que modifican la fermentación ruminal, mejorando la síntesis de colesterol y afectando la secreción de los esteroides ováricos (3). Una manera indirecta de evaluar la actividad ovárica es a través de medir el volumen ovárico, ya que a mayor número de estructuras como folículos y cuerpos luteos el volumen incrementa (4) .
Objetivo
El objetivo fue evaluar si las dietas con ácidos grasos, el grado de involución uterina, la condición corporal y el peso corporal, modifican el volumen ovárico de vacas de carne.
Materiales y Métodos
El estudio se realizó en el estado de Jalisco en el municipio de Valle de Guadalupe. Se utilizó un grupo de 20 vacas de un hato de ganado Charolais de registro. La edad promedio de las vacas fue 5.7±1.5 años de edad, con una condición corporal de 4.80±1.1 (en escala de 1-9) y un peso promedio de 498.73±94.38 kg.
Las vacas se mantuvieron en pastoreo en praderas con pasto Rodex y se les ofrecieron 2 kilos de concentrado al día durante, los primeros 60 días posparto.
De manera aleatoria se asignaron a uno de dos tratamientos de suplementación, los cuales consistieron en dietas iso-energéticas que aportan 1.95 Mcal/Kg de energía neta de mantenimiento; una de ellas contenía 100 ml de aceite de maíz y la otra se ofreció sin este aceite. Se les ofreció la suplementación durante los primeros 60 días posparto. Después del parto, cada 15 días y hasta alcanzar los 60 días se realizó ultrasonografía a las vacas para obtener el volumen ovárico, empleando un ultrasonido marca universal® con una sonda transrectal de 7.5 Mhz.
Para obtener el volumen ovárico se tomaron 3 medidas del ovario; largo, ancho y profundidad. El volumen ovárico se transformó a cm3 mediante la fórmula para calcular el volumen de figuras ovoides (0.75*3.14*(l/2)*(a/2)*(p/2)).
Se obtuvo el volumen de cada ovario y se promediaron los de ambos ovarios para realizar el análisis. Además de las mediciones de ovarios las vacas fueron revisadas de su grado de involución uterina, las vacas que contenían liquido o material purulento se categorizaron como lentas y las que no lo contenían como normales. Se pesaron en una báscula para bovinos (Revuelta)® y se calculó su condición corporal por dos técnicos especializados en la escala de 1-9. Se realizó un análisis de varianza con el procedimiento GLM del paquete estadístico SAS (5).
Para el análisis de varianza se utilizaron como factores en el modelo estadístico el tratamiento (Aceite y Sin aceite), la involución uterina (Normal vs Lenta), la condición corporal (≥5 vs ≤4) y el peso (≤487 vs ≥488) los puntos de corte de este último fueron decididos de acuerdo a su valor encontrado en el primer cuartil. La variable de respuesta analizada fue el volumen ovárico.
Se obtuvieron las medias de cuadrados mínimos y su error estándar empleando el método LSMEANS del paquete estadístico SAS (2009).
Resultados
No se encontraron diferencias estadísticas (P>0.05) para ninguno de los factores analizados. En el cuadro 1, se muestran las medias de cuadrados mínimos del volumen ovárico para los diferentes factores evaluados.
Discusión
Los resultados muestran que no existen diferencias estadísticas importantes en los factores evaluados para el volumen ovárico. Para el caso de los tratamientos de alimentación fueron casi igual los promedios de volumen ovárico. Existe información que indica que la inclusión de aceite de maíz en la dieta de rumiantes favorece el comportamiento reproductivo al proveer mayor cantidad de energía (6), sin embargo en nuestro estudio (resultados preliminares) no parece afectar el desarrollo de las estructuras ováricas. Aunque se observó un menor volumen ovárico en vacas con una involución uterina lenta vs normal, es probable que el bajo número de unidades experimentales haya evitado observar diferencias significativas. Para el caso de peso y condición corporal, se sabe que existe una correlación alta entre la condición corporal y el peso del animal, y que la condición corporal es una herramienta muy útil para conocer el estado nutricional de una vaca (2), y también se ha publicado de manera repetida la relación que existe entre la condición corporal y el desempeño reproductivo, donde se observa claramente que aquellos animales con una condición corporal baja, tienen problemas para reestablecer la ciclicidad y suelen presentar menor fertilidad y mayores tiempos en intervalos parto concepción (7, 8).Al parecer las vacas en situación de estrés nutricional no presentan desarrollo de estructuras ováricas y las mantiene en anestro. Sin embargo, las diferencias observadas en nuestro estudio entre grupos de condición corporal y peso corporal no fueron suficientes para ser significativas.
Es probable que estas puedan ser observadas estableciendo grupos con mayor diferencia de condición y peso entre ellos; sin embargo, nuevamente lo limitado de unidades experimentales no permitió realizar lo anterior.
Conclusiones
Es importante el monitoreo de variables como el peso corporal, la condición corporal y la salud uterina de las vacas de carne durante el posparto temprano. Aunque no se observaron diferencias significativas de estos factores sobre el volumen ovárico, esto podría hacerse evidente con un aumento en el tamaño de muestra empleado y/o el establecimiento de grupos con mayor magnitud de diferencia entre ellos, lo que podría afectar la reproducción de los vientre bovinos.