INTRODUCCIÓN
La industria ganadera tiene como finalidad producir alimento para el ser humano, ya sea carne o leche, reduciendo los costos de producción para incrementar las ganancias de la empresa. Durante décadas, diversas investigaciones se han enfocado en estrategias para mejorar la producción animal, sin embargo, no se han tenido los cuidados necesarios para el control microbiológico y de plagas de insectos, lo que ha ocasionado problemas de salud en los animales.
El uso excesivo de antibióticos para el control microbiológico, ha ocasionado que bacterias comunes se adapten y desarrollen resistencia, lo que ha generado mayor inversión económica para su control. Por otro lado, los insecticidas industriales a base de químicos sintéticos contienen carbamatos, organofosfatos, paradiclorobencenos o piretrinas, los cuales si se usan de manera inadecuada para el control de insectos paracitos (garrapatas) o comunes en las instalaciones (cucarachas, moscas, etc.) pueden ocasionar daños a la salud del animal o contaminar el producto final (carne o leche). Como alternativa natural, algunos estudios se han enfocado en la extracción de compuestos de plantas para utilizarlos como agentes antimicrobianos (Gómez-Sánchez y López-Malo, 2009) o como insecticidas y repelentes de insectos (Murillo-Arango et al., 2013). Entre las ventajas de los compuestos naturales se encuentran su fácil obtención y degradación, menor toxicidad y agresividad, son más económicos y no contaminan. Tomando en cuenta lo anterior, y que los animales sanos mejoran la economía de la industria ganadera, y que además, el consumidor prefiere los productos de origen animal que no hayan sido tratados con químicos sintéticos, los extractos de plantas pueden representar una opción viable. Por lo anterior, el objetivo de esta investigación es utilizar extractos de plantas comestibles para eliminar bacterias patógenas, parásitos externos e insectos comunes en la industria ganadera.
MATERIALES Y MÉTODOS
Cada una de las plantas fue deshidrata a 34°C y triturada en un molino. Se prepararon extractos individuales con etanol al 70% y se almacenaron por 3 días en la obscuridad a 25 °C. Posteriormente, los extractos fueron filtrados y el solvente fue evaporado en un rotavapor a 55 °C. Los extractos fueron concentrados y almacenados hasta su utilización. Para la actividad antimicrobiana se prepararon placas con agar Müeller Hinton para cada uno de los patógenos y se midieron los halos de inhibición a las 24 horas. En la actividad insecticida los insectos se colocaron en cajas transparentes y fueron rociados con la mezcla de extractos. El tiempo en que el insecto dejó de moverse fue considerado como el tiempo de muerte. En la actividad repelente los insectos se colocaron en cajas transparentes y en el extremo izquierdo se colocó un algodón con la mezcla de extractos más alimento y en el extremo derecho se colocó un algodón con agua. Se tomó como repelencia al tiempo de permanencia del insecto en el extremo derecho de la caja. El diseño utilizado fue un completamente al azar de una vía al 95% de confianza con 6 repeticiones por tratamiento. La prueba de comparación de medias se realizó por Tukey-Kramer a un nivel de significancia del 0.05%. Se utilizó el software estadístico NCSS versión 2007.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados mostraron que Escherichia coli, Listeria monocytogenes, Salmonella typhimurium, Staphylococcus aureus y Vibrio cholerae fueron inhibidos por la mezcla de extractos (Cuadro 1), siendo Staphylococcus aureus el más susceptible y Listeria monocytogenes el menos susceptible, presentando halos de inhibición de 11.67±0.58 a 21.00±1.00, respectivamente (P<0.05). Cabe señalar que el extracto de eucalipto fue el único que inhibió el crecimiento de todos los patógenos (P<0.05), mientras que, el extracto de neem solo inhibió a Vibrio cholerae (P<0.05). Al igual que en este estudio, otras investigaciones han demostrado el efecto antimicrobiano de extractos etanólicos de plantas al inhibir el crecimiento de Staphylocuccus aureus, Bacillus cereus, Listeria monocytogenes y Escherichia coli (Gualtieri et al., 2004; Aguilar-González y López-Malo, 2013) demostrando el potencial antimicrobiano de las plantas. Por otro lado, el tiempo de eliminación de los mosquitos, moscas y garrapas, que son los principales
vectores de enfermedades, fue de 2.72±0.37, 3.05±0.36 y 6.17±0.72 minutos, respectivamente (P<0.05). En otros estudios se ha observado que diferentes extractos de plantas controlaron a la garrapata común y larvas de mosquitos (Parra-Henao et al., 2007; Lopera-Vélez et al., 2017) demostrando el potencial insecticida de esas plantas. Adicionalmente, las termitas, cucarachas, hormigas, grillos y arañas, que son insectos comunes en los rastros y la ordena, fueron eliminadas por la mezcla de extractos, siendo las termitas las más susceptibles y las cucarachas las menos susceptibles (P<0.05). Finalmente, la actividad repelente fue eficaz en todos los insectos probados y su efecto permaneció por 2 horas (Datos no mostrados), la mezcla de extractos mostró ser eficaz para repeler a los mosquitos y las moscas cuando fue aplicado dentro de una ordeña. Resultados similares fueron reportados por Cibrian-Zuñiga et al. (2013), donde se observó que una mezcla de extractos hidro-etanólicos de plantas controló el número de moscas en becerras, demostrando la actividad repelente de los extractos de esas plantas.
CONCLUSIONES
La mezcla de extractos hidro-etanólicos de plantas comestibles fue eficaz de eliminar bacterias patógenas, parásitos externos e insectos comunes. Por lo tanto, la mezcla de extractos puede ser utilizada como antimicrobiano, insecticida y repelente de insectos en la industria ganadera.