Angelica Pardo
19 de junio de 2007
Dr. Jairo Duque, me da mucho gusto saludarlo y poder participar en un foro de tanto interés, ya hemos realizado la comparación dentro de varios productos que actualmente se encuentran en el mercado, y digo "hemos" porque he podido contar con la asesoría de un Médico Veterinario que maneja muy bien el tema, ya que como les comenté conozco de formulaciones pero no mucho de la parte farmacológica, antes de poner las anotaciones realizadas por el Dr. Salomón Marín, quiero resaltar dos ventajas principales que tiene el Crecedor frente a cualquiera de su competencia:
1. Como se anotará a continuación cumple con los requerimientos de Vitamina E reglamentados en Colombia.
2. Desde el punto de vista farmacotécnico, El Crecedor está formulado con auxiliares de formulación (excipientes) que además de lograr una apariencia de microemulsión y no de suspensión, esto mejora la biodisponibilidad de todos los componentes. Estos mismos excipientes hacen que las membranas permitan una mayor absorción.
A continuación anexo las anotaciones que recibí del Dr. Salomón Marín, espero que sean de mucha utilidad.
CRECEDOR VS. COMPETENCIAS
En primer término debemos separar los productos que con base en las investigaciones científicas y técnicas de rigor se clasifican como anabólicas, es decir que por distintos mecanismos, adicional a una dieta adecuada, ayudan a obtener una mayor ganancia de peso, representada en la formación de proteína. En este caso estamos hablando de los tradicionales implantes, la mayoría de carácter esteroidal (hormonas) y algunos productos inyectables como es el caso de la boldenona.
Hoy se dispone de un producto inyectable compuesto por la asociación de Zeranol e Ivermectina, el cual se clasifica como anabólico, es decir formulado específicamente como promotor de la ganancia de peso en los bovinos, especialmente para la etapa de ceba, aún cuando también puede emplearse al destete y en el levante o preceba.
Conocemos de la ventaja de esta asociación, basadas en la eficacia del Zeranol como anabólico, desprovisto de riesgos desde el punto de vista de seguridad alimentaria, puesto que no deja residuos en la carne de los animales tratados, y por otra parte en la actividad de la ivermectina como antiparasitario interno y externo, lo cual hace que el producto así formulado tenga un efecto sinérgico productivo bien importante.
Por otra parte, existen productos en el mercado que no tienen actividad anabólica directa comprobada, pero que sus múltiples componentes, interactúan para llenar los requerimientos necesarios de dichos elementos en animales, que por circunstancias permanentes o estacionales (veranos, inviernos) de deficiente calidad de las praderas, o por situaciones de enfermedad o convalecencia de ellas, sufren atraso en el crecimiento, o en muchos casos un bajo rendimiento productivo representado en deficiente ganancia de peso, deficiente producción láctea y deficientes parámetros reproductivos. Es en estos casos en donde está más indicada la aplicación de esta clase de productos.
Si bien es cierto que una alimentación adecuada, lo cual incluye la disponibilidad de los requerimientos necesarios de proteínas, minerales, vitaminas y carbohidratos, se consideraría suficiente para obtener un rendimiento óptimo de los animales, en muchos casos es conveniente la administración de productos inyectables que refuercen los programas de alimentación y promuevan un mejor desarrollo o ganancia de peso. Y que no decir de la importancia de esta clase de productos en inapetencia de los animales por cualquier origen.
Sin embargo, para que estos productos de administración parenteral o inyectable, cumplan con su objetivo o función en el organismo, deben ser científica y técnicamente bien formulados. Esto quiere decir que deben tener los ingredientes básicos necesarios, en la concentración o cantidad adecuada, y por sobre todo que la dosificación o cantidad del producto que se aplique llene los requerimientos mínimos necesarios de dichos ingredientes desde el punto de vista nutricional o terapéutico, en los animales.
Lamentablemente, la anterior premisa no se cumple en varios de los productos que encontramos disponibles para su uso en ganadería y que hoy se les llama “Modificadores orgánicos”.
En general, estos productos tienen la característica de tener los mismos ingredientes en su fórmula (aminoácidos, vitaminas, minerales), los cuales son de significativa importancia, salvo excepciones en donde encontramos la presencia de Cobalto(Profit,Grua lechera, Vallée) conocedores que, por vía inyectable este mineral no tiene ninguna acción y que por tanto su administración debe hacerse exclusivamente por la vía oral para que por efecto de las bacterias del rumen se forme la vitamina B12 o Cianocobalamina.
Se diferencian así mismo estos productos en cuanto a la concentración o cantidad de los ingredientes por cada 100 ml y las cantidades reales que reciben los animales según la dosis que recomiendan.
Veamos el caso de la vitamina E. Teniendo en cuenta las amplias indicaciones con las que se promueven estos productos, dentro de ellas como coadyuvante en todos los procesos de la reproducción (fertilidad, monta, preñez, mastitis) además de la ceba y lactación, esta vitamina tiene principal importancia dentro de la fórmula, y solo un producto( Crecedor) tiene la concentración y dosificación adecuada (9.000 UI/100 ml) de manera tal que los animales reciben 300UI/100Kg de peso, versus otros productos que por su concentración en la fórmula (100 UI/100 ml Profit, Promogan, 500 UI/100ml Grua lechera) solo aportan a los animales 5 UI/100Kg y hasta 25 UI/Kg, lo cual está por debajo de los requerimientos mínimos de 200 UI/ 100 Kg de peso, aceptados en Colombia.
En cuanto a la vitamina D, existen diferencias significativas en la concentración que muestran estos productos (Profit 2.000.000, Crecedor 200.000, Grua 75.000, Promogan 500.000), pero a pesar de ellas, todos cumplen con las necesidades mínimas, y en algunos casos su aporte parece exagerado de acuerdo con esas necesidades y de acuerdo con lo reglamentado en el país.
En general, los productos que contienen la vitamina A, cumplen con los requerimientos de ella, de acuerdo con la dosificación que proponen.
En cuanto hace a la vitamina B12, los aminoácidos y los minerales, en general todos los productos tienen concentraciones y aportes similares. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que en variadas situaciones, como enfermedad, debilidad, convalecencia de enfermedades, inapetencia, mala calidad de la alimentación, entre otras, una sola administración de los productos no puede garantizar el aporte diario necesario de sus ingredientes, y por tanto, hacen indispensables administraciones continuas durante mínimo 3 días o más según criterio profesional, cosa que con excepción señala algún producto.
S.M.L