Grupo Limor
21 de octubre de 2013
Muy buenos días amigos foristas. Por compromisos en docencia con la Universidad de Ciencias Aplicadas y ambientales- UDCA, me impidieron acompañarlos solo hasta hoy para debatir los temas que surjan en relación al artículo del Doctor Benavides en el cual tengo la responsabilidad como co-autor.Pero pienso que no es tarde cuando existe aún mucha tela por cortar y por complemento al diagnóstico haré referencia a recursos útiles para resolver situaciones en la clínica de los organismos hemoparasitarios.Me complace en primera instancia el interés que ha despertado el tema enmarcado en el artículo, por algunos colegas, en especial por el Dr. Carlos Villar Cleves, amigo personal y compañero en el pasado, en el Programa Nacional de Parasitología y Entomología Veterinaria del ICA. En cuanto al diagnóstico, debido a que los parasitismos (Babesias y Tripanosomas) y las Rickettsia Anaplasma, comparten algunos signos y síntomas, se requiere de una adecuada Historia Clínica y de un Diagnóstico Diferencial que nos lleve a un diagnóstico específico. El Diagnóstico en campo incluye observaciones epidemiológicas como la presencia de vectores naturales que para las Babesias son únicamente garrapatas, para el Anaplasma, también estos artrópodos y dípteros hematófagos y para tripanosomas en nuestro medio, por tábanos. Un diagnóstico clínico del caso en presencia de animales febriles, requiere diferenciar en casuísticas clínicas la presencia de hemoglobinuria en babesiosis y su ausencia en casos de anaplasmosis. El estado de animales muy emaciados nos induce a pensar que el caso puede deberse a una anaplasmiasis ya que por babesiosis generalmente casos fatales ocurren muy pronto y mueren en buen estado de carne. La presentación de abortos epizooticos, nos orienta a tripanosomosis pero debe hacerse un diagnóstico diferencial con enfermedades abortivas entre ellas leptospirosis. El diagnóstico de laboratorio incluye la demostración de los organismos especialmente en frotis sanguíneos teñidos con el colorante Giemsa o con cualquier otro colorante de la línea Romanosky. En este aspecto estoy de acuerdo con el Dr. Benavides, que la mejor alternativa la brinda el colorante Giemsa porque da mejores contrastes. No obstante se pueden presentar precipitados que en ocasiones dificulta una clara apreciación del anaplasma lo cual puede obviarse coloreando los frotis sanguineos en posición invertida. Para ello en una adecuada lámina de vidrio esmerilado de aproximadamente 10 cm2 y 3 mm de espesor, se colocan grupos de dos láminas portaobjetos encima de dos capilares para microhematocrito y el colorante diluido se aplica por capilaridad con una pipeta Pasteur o un pipetero adecuado. Los precipitados sedimentan hacia la lámina de vidrio y no se adhieren al frotis. Es importante el pH de la dilución colorante la cual debe estar cerca a la alcalinidad (pH 7.0-pH 7.2). Diluciones ácidas del colorante producen una coloración muy rosada y no tiñen bien los parásitos y muy alcalinas se observan coloraciones muy oscuras que además no se adhieren bien al portaobjeto. Una adición importante aunque no necesariamente indispensable para la coloración Giemsa, es incorporar a la dilución del colorante, 0.05 ml. de Triton chis al 10% para un volumen de 50 ml. Porque en infecciones agudas se incremente la concentración de lípidos en la sangre la cual no permite un buen contacto entre el colorante y las células parasitadas y el triton permite una mejor penetración del colorante al microorganismo y a las células sanguíneas. No esta por demás mencionar que la sangre periferica obtenida en el estado febril de los animales es lo más conveniente para tomar la muestra sanguínea (estremo distal de la cola, vena marginal de la oreja)u obtenida también de la vena caudal o de la vena yugular en tubos de la modalidad vacutainer tapa morada (con anticoagulante) y tapa roja para la obtención de sueros sanguíneos, los cuales brindan una buena opción de obtener una muesra libre de contaminantes bacteriales. La hemólisis puede ocurrir por organismos como la Babesia bigemina y hemolisis accidentales por la acción de crecimiento bacterial, tubos impregnados con detergentes o por la acción de shock térmico. Una alternativa en el diagnóstico directo en parasitemias con porcentajes bajos es la utilización de la gota gruesa la cual se utiliza para concentrar los parásitos y en el método Giemsa, no debe fijarse con metanol. Otras alternativas para el diagnóstico en hemoparásitos lo constituye biopsias o impresiones de tejidos en animales recien fallecidos obtenidas de la medula osea, músculo, hígado, etc. y en especial del cerebro cuando se sospecha de una infección por Babesia bovis. Una observación al respecto, nuestro maestro Dr. Guillerma Mateus, q.e.p.d. observó Anaplasma marginale en el líquido sinovial de un toro que había muerto y que fue desenterrado tres días después para este examen. La prueba de Hemolinfa es otro recurso en caso de Babesiosis para observar los vermículos o kinetos en los cuales es posible diferencias por morfometría entre vermículos de Babesia bovis y de Babesia bigemina.
En la Costa Atlámtica la zona de mayor población ganadera del país con un clima húmedo tropical, la infección por anaplasma ocurre en terneros a las 4 semanas del nacimiento (Corrier, 1975). La infección de animales susceptibles por Babesia bovis entre 7 y 10 días (Vizcaíno y Col., 1971), y por B. bigemina entre 12 y 18 días (Bishop,1971) y por Anaplasma marginale entre 31 y 35 días del pastoreo (Vizcaíno, 1980). Información importante para cuando se movilicen bovinos susceptibles a áreas endémicas de hemoparásitos y de sus vectores. En cuanto al diagnóstico serológico de hemoparásitos ha estado disponible en épocas en laboratorios de investigación del ICA y de CORPOICA. por lo tanto la disponibilidad de un diagnóstico radica en el diagnóstico directo. En cuanto al tratamiento químico debe aplicarse después de un diagnóstico específico y debe ser oportuno el cual está orientado a neutralizar la infección aguda y con el acompañamiento de una terapia sintomática (antianémicos, hidratantes, etc) pero no debe contemplar la erradicación en áreas endémicas. Aqui es importante anotar que los animales jóvenes hasta los 9 meses de edad son más resistentes que los adultos en una primera infección. Una profilaxis química en babesiosis con la finalidad de crear defensas, contempla el uso de diamidinas como el Aceturato de Diminacene a mitad de la dosis terapéutica (1.16 a 1.5 mg/kg.) para razas susceptibles Bos taurus (de Wall y Combrink, 2006). Para casos de anaplasmosis puede aplicarse en inmunizaciones la dosis terapéutica de Oxitetraciclina (10 mg/kg de peso) dosis que no elimina el anaplasma, pero aplicar un tratamiento a ciegas, sin conocer la valoración porcentual de los organismos puede malograr la inmunidad natural y/o adquirida de los animales. El método del microhematocrito que menciona uno de los foristas es desde luego para determinar el valor porcentual de los glóbulos rojos, pero si refieren a la técnica de Woo es para observar parásitos que tienen motilidad como los tripanosomas.
En cuanto a la pregunta del forista ecuatoriano del pronóstico con respecto al nivel de producción láctea al incidir anaplasma o B. bovis, debo decir que estas enfermedades hemoparasitarias no solo disminuyen la producción láctea sino también el peso de los animales y pueden producir abortos. Un estudio realizado en el Valle del Cauca en animales que sufrieron de hemoparásitos, perdieron 600 litros de leche por lactancia (Gonsáles et.al, 1976); otro estudio realizado en Montería, los animales no protegidos inmunológicamente, perdieron durante el desafió por anaplasma 38 kilos de peso (Corrier y col, 1978).Al respecto de inmunidad,el ICA aprobó en el año 2000 una vacuna para prevenir a los bovinos de las Fiebres de Garrapatas la cual no obstante su eficacia, el laboratorio productor ha demorado la formulación de nuevos lotes posiblemente porque la mayoría de los ganaderos les falta mas cultura sobre esta alternativa y prefieren el uso de químicos pensando que obtienen resultados mas pronto pero desconociendo el factor negativo de la contaminación química de los productos cárnicos y lácteos.
En ocasiones en casuísticas clínicas, un recurso lo constituyen las transfusiones sanguíneas las cuales muchas veces se realizan a riesgo-beneficio y se requiere 1 litro de sangre/45 kilos de peso, y un donante de 400 kilos tiene aproximadamente 32 litros de sangre(8% de su peso corporal).
Es importante sugerir a colegas que tengan dificultades para realizar diagnósticos de hemoparásitos que se apoyen con profesionales de la bacteriología que manejan bien las coloraciones con Giemsa y podrían establecer diagnóstico deferencial entre Plasmodium y algunas especies de babesias que ya han infectado a los humanos.
Finalmente creo muy útil informar para quienes trabajamos en áreas húmedas tropicales,prevenir el sistema óptico de los microscópios del ataque de hongos con un bonbillo prendido toda la noche a 20 centímetros de distancia y para proteger las láminas portaobjetos las cuales se inutilizan por oxidación debido a la humedad, que pueden protegerse almacenándolas en una estufa a 37° a 40°C. Los frotis fijados con Metanol, pueden conservarse en congelación a una temperatura de -40°C a -80°C para ser teñidas posteriormente en el tiempo.