INTRODUCCIÓN
El control de los parásitos gastrointestinales de los bovinos ha manifestado en los últimos años al menos dos cambios sustanciales, uno referido a la modificación de los sistemas de producción (Gonella, 2000; Pordomingo, 2004) y el otro en relación a comprobación de pérdida de eficacia o resistencia de las drogas que se utilizan para su control (Caracostantogolo, 2005).
Los cambios en los sistemas de producción se resumen en un proceso de intensificación que se basa principalmente en el aumento de la carga animal, el uso de alimentos suplementarios y el confinamiento como herramienta fundamentalmente para la terminación. Existe poca información referida a la helmintiasis gastrointestinal en los sistemas que integran situaciones pastoriles y de confinamiento. En el contexto actual de resistencia a las drogas antihelmínticas más frecuentemente utilizadas, es necesario conocer las características epidemiológicas de los diferentes sistemas productivos para contribuir al control sustentable de la helmintiasis (Anziani y Fiel, 2015). Las comprobaciones sobre el impacto productivo de la resistencia en bovinos son recientes y aún escasas. El objetivo del trabajo fue evaluar el efecto del control de la parasitosis gastrointestinal bovina (PGI) con dos drogas de diferente eficacia sobre la ganancia diaria de peso (GDP) de terneros en una recría pastoril con confinamiento invernal.
MATERIALES Y MÉTODOS
La evaluación se realizo en EEA INTA General Villegas sobre una pastura de alfalfa y festuca evaluada durante dos años, entre los meses de abril y diciembre de 2014 y 2015.
El tipo de producción comprendió un sistema pastoril con confinamiento temporario invernal. Durante la etapa pastoril los tratamientos permanecieron en la pastura bajo un sistema de pastoreo rotativo de 7 días de ocupación y 35 de descanso. Durante la etapa de confinamiento entre 17/8 y 16/10 de 2014 y entre el 6/8 y 28/10 de 2015, los tratamientos permanecieron encerrados y recibieron como alimentación diaria una dieta constituida por 90% silo de maíz, 8.5 % de grano de soja y 2 % de un núcleo vitamínico mineral.
Previo al inicio del ensayo se realizó el test de reducción de huevos en heces (TRCH) según lineamientos y recomendaciones de la Asociación Mundial para el Avance de la Parasitología Veterinaria (Coles et al, 1992) y de la Asociación Argentina de Parasitología Veterinaria (Fiel et al, 2001) con el objetivo de determinar la eficacia de Ivermectina 1% subcutánea (IV), Fenbendazole 10 % oral (FB) y levamisol 7.5 % subcutáneo (LV). La pastura de alfalfa y festuca se dividió en 6 módulos de 3 ha, con dos repeticiones de los siguientes tratamientos: Eficaz (TE), Ineficaz (TI) y Testigo (TT). Todos los tratamientos fueron desparasitados al inicio del estudio. La estrategia de control consistió en desparasitar cuando el 30% de las muestras individuales de materia fecal superaran 200 huevos por gramo de materia fecal (hpg) en ambas repeticiones. Cada ciclo experimental se dividió en 3 etapas: precorral (PRC), corral (C) y postcorral (POC). Mensualmente se realizaron pesadas con desbaste y cada 14 días se determinó hpg y géneros helmínticos. La estrategia de control de TE se ejecutó con fenbendazole el 2/7/14 y levamisol el 29/6/15. Los tratamientos con ivermectina se realizaron el 17/7/14 y 29/6/15. El diseño estadístico utilizado fue completamente aleatorizado mediante ANOVA y las medias se compararon con la prueba de Tukey.
RESULTADOS
En la etapa de PRC se obtuvieron los valores más altos de hpg en ambos años: TT= 325±143; TE= 258 ± 99 y TI= 210± 81(grafico 1) y TT= 460±343; TE= 244±241 y TI= 264±184 (grafico 2). Durante la etapa C, los hpg del TT oscilaron entre 174±68 y 306 ±150 (2014) y 70 ± 23 a 292±98 (2015).
Las medias de hpg del TE y TI fueron menores a 50 hpg en ambos tratamientos durante 2014 y 62 hpg y 116 hpg en TE y TI (2015), respectivamente. En la etapa de POC, en el 2014 los promedios de todos los tratamientos fueron menores a 50 hpg mientras que en el 2015 oscilaron entre 90± 55 y 292± 98 (TT), 28± 32 y 62± 116 (TE) y 76±43 y 206±87 (TI).El perfil de géneros helmínticos del TT de los dos años estuvo dominado por Haemonchus spp. (33 %), Cooperia spp. (32 %) y Ostertagia spp. (25 %); en tanto que, en los tratamientos TE y TI, prevalecieron Ostertagia spp. (41 %) y Cooperia spp. (62%), respectivamente. La parasitosis afectó la GDP del TT en el 2014 en la etapa de PRC y C y en 2015 en la etapa de C. Esta disminución fue del 23 % (2014) y 24 % (2015). A su vez, durante las etapas C y POC de 2014 hubo una reducción significativa de la ganancia de peso del TI. De todos modos, no se comprobaron tendencias definidas de diferencias entre TE y TI. (Cuadro 1). Ningún animal manifestó síntomas de helmintiasis. Los estudios realizados en la región permitieron evidenciar el efecto negativo de los nematodes gastrointestinales sobre la producción bovina pastoril principalmente sobre la GDP de terneros de invernada. Los resultados obtenidos por diferentes autores resultan similares en cuanto a pérdidas subclínicas de peso del orden del 9 al 22%. (Suárez, 1990). En situación de confinamiento se comprobaron efectos similares (Ames, 1969). A su vez se ha establecido el impacto de la resistencia de parásitos del genero Cooperia como lo demuestran los coprocultivos de TI sobre la productividad de bovinos tanto en sistemas pastoriles (Fiel et al 2011; Borges et al, 2012) como en confinamiento (Reinhardt et al, 2006; Fazzio et al, 2014).
Conclusiones
El mediano nivel de helmintiasis limitó la expresión de diferencias productivas, principalmente en las etapas pastoriles. La alta prevalencia de Cooperia spp. en el perfil de ovoposición de TI revela la magnitud del cambio en las participaciones de los géneros impuesto por la resistencia antihelmíntica. El efecto negativo de la helmintiasis sobre la ganancia diaria de peso durante el confinamiento evidencia la importancia de las helmintiasis subclínicas aún en ausencia de reinfestación. Esta información confirma la necesidad del tratamiento antihelmíntico en el ingreso al corral. Los medianos niveles de parasitación a los que se sometieron los animales en ambos años y el relativo bajo nivel de ineficacia de la ivermectina, se consideran las principales causas de la falta de diferenciación entre TE y TI.