Introducción
La helmintiasis gastrointestinal es una de las limitantes de mayor importancia en los sistemas pastoriles de producción de carne bovina de la región pampeana. En particular, se destaca el severo efecto negativo sobre la evolución del peso vivo que tienen las infestaciones de mediana a alta magnitud de nematodos en las categorías de recría e inicio del engorde (Fiel y cols., 2013; Suárez y cols., 2013). Como elemento de contexto general, se destaca que esta afectación de la productividad ocurre en condiciones climáticas y de creciente intensificación de los sistemas que favorecen el desarrollo de las parasitosis internas (Armour, 1980; Suárez y cols., 2013).
Desde principios de la década del 80, el Grupo de Sanidad Animal de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Marcos Juárez ha trabajado en la caracterización epidemiológica de la helmintiasis de los bovinos, en la determinación del nivel de impacto productivo y en las estrategias de control. Actualmente existe una considerable base de información sobre los perfiles estacionales de helmintiasis según sistemas, épocas del año y categorías de animales (INTA, 2018). Asimismo, bajo el diseño de diversas estrategias de control se han podido comprobar los rangos de efecto sobre el peso vivo en diferentes condiciones de tipo y manejo de cadenas forrajeras, cargas y categorías utilizadas (Descarga y cols., 1994abc; Descarga, 1994; Descarga, 1995; Descarga, 2001a; Fader y Descarga, 2001; Descarga, 2004; Descarga y cols., 2017a).
A partir del año 2000, los estudios se dirigieron principalmente al reconocimiento y caracterización de situaciones de resistencia antihelmíntica (Descarga y cols., 2005; Cristel y cols., 2017), con trabajos simultáneos sobre componentes forrajeros complementarios como los verdeos de invierno (Lovera y cols., 2006; Descarga y Urbani, 2012; Descarga y Urbani, 2013). Recientemente se han iniciado investigaciones exploratorias sobre el uso de tratamientos antiparasitarios selectivos (Descarga y cols., 2017a), que en el mediano plazo contribuirían al control de las helmintiasis en el creciente contexto de resistencia. Se advierte que en la región considerada hay vacíos y/o estados de insuficiente información sobre diversos aspectos epidemiológicos y productivos de las helmintiasis; por caso los referidos a los sistemas que combinan dinámicamente alternativas pastoriles y confinadas durante la recría e invernada y sobre el manejo a nivel de predio de los componentes de refugio helmíntico y estrategias para la reversión de estatus de resistencia.
El objetivo de este trabajo es presentar de manera sintética e integrada la información obtenida por el Laboratorio de Parasitología de la EEA INTA Marcos Juárez en el ámbito del sur de la provincia de Córdoba. La mayor parte del conocimiento enunciado corresponde a la recría-engorde de los sistemas de producción de carne y reposición de terneras en tambo, con un tratamiento significativamente menor de los rodeos de cría y lecheros. En algunos temas se consideran estudios regionales liderados por otros autores en los que nuestro Laboratorio ha participado y/o constituyen una referencia valiosa para el presente documento.
Epidemiología
Dinámicas de eliminación de huevos de nematodes en heces y géneros helmínticos.
El territorio pampeano considerado tiene un clima templado, mayoritariamente subhúmedo, con un déficit hídrico invernal y lluvias concentradas en el período octubre-abril bajo una alta variabilidad pluviométrica interanual (Burkart y cols., 1999; Andreucci y cols., 2016; Seiler y cols., 1995). Los mayores niveles de humedad relativa del ambiente se registran en el otoño, en tanto que los totales anuales de lluvias declinan de este a oeste en un rango cuyos extremos aproximados van de 1300 a 450 mm (Andreucci y cols., 2016; Seiler y cols., 1995). El régimen térmico es mesotermal, con registros medios históricos (1967-2017) de 23-24.9 °C en el mes más cálido (enero) y 9.1- 10.4 °C en el más frío (julio) en las zonas sudoeste y sudeste, respectivamente. En las mismas zonas y serie histórica mencionadas, los registros de temperaturas absolutas máximas alcanzados fueron de 39.5 °C y 41.2 °C y mínimas de -11.5 y -10.6 °C (Andreucci, 2018; Seiler y cols., 1995). El perfil enunciado, más allá de la escasez de lluvias durante el invierno y la tendencia a alcanzar altas temperaturas en el verano, resulta favorable para el desarrollo de las helmintiasis mixtas.
En general, la región tiene una alta expresión de niveles de huevos en heces (hpg), la que debe interpretarse según categoría, época del año y antecedentes de manejo. El perfil de los terneros lactantes en pleno verano suele ubicarse en el rango de 50-100 hpg, con tendencia ascendente hacia el momento del destete convencional (marzo-abril) y elevada participación de los géneros Haemonchus y Cooperia (Descarga, 1994). Durante marzo y abril la oviposición es generalmente de mediana magnitud (200-600), aunque suelen comprobarse registros de tres a cinco veces superiores a los indicados (Descarga y cols, 1994a). Por supuesto, los niveles dependen de las exposiciones helmínticas de los terneros en la segunda mitad de su crianza al pie de las madres, dadas principalmente por las condiciones de temperatura y lluvias de cada año y de los antecedentes de uso de los potreros que los alojaron.
En planteos de invernada con pasturas perennes la magnitud de la oviposición aumenta progresivamente hacia fines del otoño, alcanzando los máximos niveles entre junio y agosto (500-800 hpg), según las condiciones de clima y manejo existentes (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a; Fader y Descarga, 2001; Descarga y cols., 2017a). De hecho, este perfil estándar se ha incrementado a más del doble de los valores mencionados en situaciones de alta infestividad de los potreros (Descarga y cols., 1994b). Hacia fines del otoño se reduce considerablemente la contribución de Haemonchus spp. en los recuentos y aumentan las participaciones de los géneros Cooperia y Ostertagia (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a). A principios del invierno se consolida la participación de Trichostrongylus spp., con niveles altamente variables. El perfil de oviposición de fines de primavera-verano es marcadamente declinante, alcanzando registros promedios de alrededor de 100 hpg o inferiores en octubre/noviembre (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a). Con regímenes estándar de precipitaciones, es frecuente la presentación de un leve y fugaz incremento de la oviposición hacia fines de año, debida principalmente a las reinfestaciones por Haemonchus spp. (Gráfico 1).
En el gráfico 2 se evidencia que el perfil de géneros es claramente heterogéneo en su composición con predominio de Cooperia spp. que suele representar el 50-60 % de los nematodos presentes. Cooperia punctata/pectinata participa con aproximadamente dos tercios del total del género en el norte de la región considerada (Descarga, 2001a; Descarga y cols., 2017a; INTA 2018) y C. oncophora prevalece (≥ 60 %) en las zonas sur de los departamentos (INTA, 2018; Lovera y cols., 2008). En una magnitud menor, se ubican las presencias de los géneros Ostertagia spp. y Haemonchus spp., cada uno con aproximadamente el 15-20 % de la participación porcentual, aunque con prevalencias estacionales diferentes, ya que el primero tiende a aumentar hacia fines del invierno y el segundo tiene una definida concentración estivo-otoñal (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a). Las magnitudes de participación del género Haemonchus pueden variar considerablemente y alcanzar prevalencias superiores o similares a Cooperia, como ha sido comprobado en la zona sudoeste (Rossanigo y cols., 1988). Trichostrongylus spp. tiene una presencia habitualmente inferior a Ostertagia spp. y sigue su comportamiento estacional, con niveles que oscilan entre valores muy bajos en el sudoeste (Rossanigo y cols., 1988) hasta cercanos al 20 % de los nematodos recuperados en los coprocultivos en algunos estudios realizados en la región sudeste (Descarga, 2001a). Oesofagostomum spp. es un género de constante presentación en toda la región, con aportes mayoritariamente inferiores al 10 % durante la recría-engorde (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a) y definida tendencia estival en la zona sudeste (Descarga, 2001a). Eventualmente, tanto Trichostrongylus spp. como Oesofagostomum spp. pueden tener participaciones superiores al estándar mencionado (Descarga y cols., 2017a).
Los perfiles de oviposición y géneros helmínticos de la categoría vaquillona de primer parto están fuertemente condicionados por la inmunidad, con una dinámica de hpg caracterizada por bajos niveles a principios del otoño (20-60 hpg), un incremento hasta el inicio del invierno (100-250 hpg) y la progresiva declinación desde julio (≤ 100 hpg) hasta la primavera, donde los registros son ≤ 20 hpg (INTA, 2018). En marzo-abril la composición de géneros es heterogénea y sumamente dependiente de las condiciones de infestación de cada año, con predominio de Haemonchus spp.; Ostertagia spp.; Oesofagostomum, spp. y Cooperia spp., en tanto que desde principios del invierno en adelante prevalece el género Ostertagia (50-80 %). Si bien la información sobre esta categoría es insuficiente, el perfil respondería a la tendencia estándar comprobada durante el primer año de recría, pero con niveles de oviposición significativamente más bajos y predominio de Ostertagia spp. Los condicionantes ambientales, de manejo e inmunidad inciden sobre los niveles y dinámica de la oviposición y generan diversos perfiles. Por caso, se consideran las siguientes situaciones:
- Las recrías de base pastoril total o parcial de tambos se caracterizan por los múltiples ingresos de terneras hipersusceptibles que derivan en un perfil de hpg complejo por edades heterogéneas en diferentes épocas del año y alta probabilidad de sistemas sobreinfectados. En términos generales, los desleches de otoño tienen dinámicas de oviposición similares al estándar de las recrías de los sistemas de carne con destete de fin de verano (Fader y Descarga, 2001), aunque los niveles de hpg suelen ser superiores a los comprobados en las recrías que ingresan sólo una o dos tandas de terneros. Hay también una tendencia a que la mayor oviposición ocurra durante el otoño independientemente de la época de desleche (Costa y cols., 1994; Fader y Descarga, 2001), como consecuencia de la escasa edad de las terneras cuando enfrentan su primer otoño bajo pastoreo.
- En los sistemas de invernada de compra que ingresan terneros del NEA, el perfil habitual de oviposición es dos a tres veces superior (≥ 1000 hpg) al comprobado para el sudeste de Córdoba, con prevalencia ≥ 50 % de Cooperia punctata/pectinata, menores participaciones de Haemonchus spp. (20-25 %) y Oesofagostomum spp. (12-17 %) y ausencia de Ostertagia spp. (Descarga y Urbani, 2013). Esta característica es epidemiológicamente relevante dado el alto reconocimiento de ineficacia de las lactonas macrocíclicas sobre los dos primeros géneros (Cristel y cols., 2017) y la posibilidad de importar significativas magnitudes de nematodes resistentes a los sistemas receptores si no se interviene con antihelmínticos eficaces.
- En condiciones de escasas lluvias invernales, durante la utilización de verdeos de invierno suelen generarse reducidos perfiles de infestación (Lovera y cols., 2006; Lovera y cols., 2008; Descarga y Urbani, 2012) que generalmente no justifican la utilización de antihelmínticos (Gráfico 3). La discontinuidad en la dinámica de reinfestación que ocurre al inicio de la utilización de los verdeos suele deprimir temporalmente la oviposición (Lovera y cols., 2006; INTA, 2018), una situación también esperable en las primeras semanas post-confinamiento, aunque de presentación no necesariamente constante (Fader y Descarga, 2010).
- La evolución de los niveles de hpg y de las prevalencias de géneros en sistemas que combinan el uso de potreros/verdeos con el confinamiento temporario o permanente en corrales está insuficientemente caracterizada en términos de dinámicainmunidad. De hecho, en la región sólo se ha comunicado un estudio de Fader y Descarga (2010), con la secuencia pastura-corral (julio-setiembre)-pastura, donde se comprobó un persistente incremento de la oviposición desde fines del otoño hasta la primavera, con alta prevalencia de Haemonchus spp. y sin modificación significativa de la curva estereotipada de evolución de los hpg por el confinamiento.
- El perfil de hpg de las vacas de cría (Descarga y cols. 2013) y tambo (Lovera, 2016) es significativamente más bajo que el de recría (generalmente ≤ 50 hpg y ≥ 30 % animales negativos) y dominado por el género Ostertagia (prevalencia ≥ 50 %). Con relativamente alta frecuencia se comprueban elevados niveles de oviposición (≥ 200 hpg) en porcentajes reducidos de animales (≤ 10 %), con leve tendencia ascendente en el periparto, que a nivel individual pueden alcanzar registros de 700-800 hpg (Descarga y cols, 2013; INTA, 2018). Otra característica destacable es la heterogeneidad de géneros que componen aproximadamente la otra mitad de la oviposición, prevaleciendo en orden decreciente Oesofagostomum spp., Haemonchus spp. y Cooperia spp.
- Las vaquillonas Holando Argentino recriadas a corral hasta su parto y que realizan la primera lactancia sobre pasturas, probablemente tengan un perfil de niveles de oviposición de escasa magnitud, aproximado al descripto en vaquillonas de cría recriadas a pasto. Los estudios preliminares en el sudeste provincial arrojan resultados en ese sentido, aunque con participaciones equivalentes de los géneros Ostertagia y Cooperia (INTA, 2018). Se hipotetiza que habría una marcada influencia del factor edad en el perfil comprobado, pero la información inmunoepidemiológica es insuficiente para confirmar una tendencia sobre este tipo de manejo.
Evolución del ciclo externo y disponibilidad de larvas en pasto.
El intervalo promedio entre la deposición de materia fecal en los potreros y la recuperación de larvas de tercer estadio en el pasto comprobado durante los meses de junio y julio en el sudeste y sudoeste de Córdoba es de 27.7 ± 9 días (Lovera y cols., 2006; Descarga y Urbani, 2008; Lovera y cols., 2008; Descarga y Urbani, 2012). Este intervalo está mayoritariamente determinado por el estándar climático de escasas precipitaciones durante el invierno en la región subhúmeda pampeana (Seiler y cols., 1995), ya que con mayores lluvias ocurre un acortamiento de alrededor de la mitad del plazo indicado (Descarga y Urbani, 2012). El estudio sobre bioecología de los estadios del ciclo externo realizado por Rossanigo (1999a) en la región semiárida pampeana es el antecedente más cercano al sur de Córdoba y un valioso referente para estimar supervivencias de larvas infestantes en los potreros. En efecto, las comprobaciones de que las mayores supervivencias en la materia fecal ocurren luego de los depósitos de fines de otoño-invierno (> 20 % de los huevos depositados) y las menores entre octubre y marzo; así como también, que la máxima supervivencia de las larvas ocurre luego de los depósitos fecales de otoño, posibilitan dimensionar la trascendencia de las distintas magnitudes de contaminación estacional de las pasturas.
La dinámica de las magnitudes de larvas infestantes en pasturas (L3/kgMS) está fuertemente condicionada por las condiciones de antigüedad de los potreros, clima, planteo de uso de antihelmínticos, categorías en recría-engorde, etc. De todos modos, el estándar de contaminación para ciclos productivos de base pastoril modales de la región, se caracteriza por una mediana a alta disponibilidad durante el otoño y principios del invierno (Rossanigo y cols., 1988; Descarga, 2001a), un descenso progresivo a medida que transcurre el invierno y un pico de alta a muy alta disponibilidad en concordancia con la consolidación de elevadas precipitaciones a principios de la primavera (Descarga, 2001ab). Este comportamiento de primavera es altamente variable en magnitud ya que depende de la base de contaminación generada durante el otoño, y en el sudoeste se lo ha descripto desplazado hacia el verano, en un contexto de alta prevalencia del género Haemonchus (Rossanigo y cols., 1988). En potreros que superan los dos años de utilización, desde fines de febrero hasta junio habitualmente se comprueban niveles de 500 a 5000 L3/kgMS y durante octubre y principios de noviembre se alcanzan registros superiores a las 5000/10000 L3/kgMS, magnitudes principalmente influenciadas por las lluvias, tipos de recursos forrajeros y sus antecedentes de uso. (Gráfico 4). En términos generales, las magnitudes de larvas disponibles tienen una tendencia declinante de este a oeste del sur de Córdoba, que se corresponde con el perfil general de oviposición fecal comprobado para esta región.
Los máximos niveles de supervivencia de huevos y larvas comprobados a los 10 y 12 meses post-depósitos fecales en los potreros, respectivamente (Rossanigo, 1999a), constituyen la única evidencia del potencial de contaminación trasladable entre años. En un contexto de escasa información regional sobre bioecología del ciclo externo, estos resultados más asociados a las condiciones de la mitad oeste del sur de Córdoba, posibilitan estimar que en la región pampeana central la transferencia de parasitosis interanual probablemente sea de baja importancia y que el núcleo de contaminación anual se define principalmente durante el otoño. En conjunto, los resultados respaldan indirectamente las altas magnitudes de infestación que habitualmente se comprueban durante el otoño y la primavera (Descarga, 2001ab), producto de rápidas evoluciones del ciclo externo. Por ello, el corto plazo de evolución del ciclo externo de los principales helmintos debe ser considerado en las estimaciones de contaminación de los recursos forrajeros.
El perfil de géneros de nematodos en las pasturas es cualitativamente similar al de los cultivos de materia fecal. En cambio, las magnitudes de participación tienen significativas diferencias, dadas principalmente por el incremento de las participaciones de los géneros Ostertagia y Trichostrongylus y la declinación de Cooperia spp. en las pasturas (Gráfico 5). La marcada prevalencia de Ostertagia spp. constituye el rasgo más destacable del perfil helmíntico de las pasturas a nivel regional, evidenciando una gran adaptación del género a las condiciones ambientales entre fines del verano y de la primavera. Este comportamiento deriva en la principal asociación helmíntica de los animales y pasturas compuesta por los géneros Ostertagia y Cooperia, de alto riesgo en cuanto a magnitud, persistencia en el medio y efecto sobre la productividad. Por último, Haemonchus spp. mantiene una estacionalidad estivo-otoñal semejante a la de los cultivos de materia fecal, en tanto que Oesofagostomum spp. generalmente posee una participación < 10 % desde fines de la primavera y durante el verano.
Perfiles de nematodes adultos e inmaduros.
El principal componente helmíntico de los animales está constituído por las poblaciones de los géneros Cooperia, Ostertagia y Haemonchus. En estudios realizados en las regiones sudeste (Descarga y cols., 1994a; Descarga y cols., 1994b) y sudoeste (Descarga y cols., 1994c) con necropsias de terneros trazadores se comprobó un predominio de la participación de nematodes adultos de Cooperia spp. (30-70 % del total), con una distribución estacional equilibrada hasta mediados del verano. A partir de noviembre aumenta la prevalencia de Haemonchus spp. hasta fines del otoño, de manera similar a la descripta por Tolosa y cols. (1985) en el sudoeste provincial. Adicionalmente se destacan las escasas participaciones de Trichostrongylus spp. hacia fines del invierno/primavera y de Oesofagostomum spp. en verano. Cabe advertir que en el actual contexto de resistencia a los antihelmínticos, pueden generarse sesgos en la prevalencia de determinados géneros que escapan al control farmacológico, situación comprobada experimentalmente en animales con ivermectina (Buffarini y cols., 2016), la ausencia de Ostertagia spp. por el excesivo uso de lactonas macrocíclicas (INTA, 2018) y el reconocimiento de cooperiasis clínicas como una emergencia extrema de la alteración epidemiológica (Descarga, 2013). Un caso de particular relevancia es el género Ostertagia, que incrementa su participación desde fines del otoño hasta mediados de la primavera. A partir de setiembre y hasta febrero/marzo ocurre una progresiva consolidación de importantes magnitudes de estadios hipobióticos (Tolosa y cols., 1985; Descarga y cols., 1994abc), que en el período noviembre-diciembre constituyeron el 86,2 % de las poblaciones de larvas de cuarto estadio de este género comprobadas en animales de planteos pastoriles del sudeste (Gráfico 6). A su vez, las poblaciones de preadultos de Ostertagia spp. en enero y marzo tuvieron máximos de participación del 13 % y 32 % del total del género, respectivamente (Descarga y cols, 1994abc). El fenómeno de inhibición de Ostertagia spp. abre la posibilidad de necesitar su control durante el verano, una decisión que debe basarse en los antecedentes de oviposición, el circuito de pastoreo previo de la tropa en cuestión y los antecedentes de resistencia antihelmíntica del sistema.
La información precedente permite la enumeración de los siguientes productos derivados de las investigaciones realizadas por el Laboratorio:
- Conocimiento disponible sobre las dinámicas helmínticas en animales y pasturas de sistemas pastoriles regionales basados en forrajeras perennes y/o verdeos de invierno, con caracterización de cargas estacionales de nematodes adultos e inhibidos. Este perfil epidemiológico es esencial para sustentar las intervenciones de diagnóstico y control de episodios de helmintiasis en sistemas comerciales y diseños de estudios de investigación aplicada ajustados a las necesidades coyunturales y prospectiva de la problemática.
- Determinación de condiciones de rápida evolución del ciclo externo de las helmintiasis entre fines del verano y mediados de primavera, que permiten estimar los niveles de riesgo enfrentados por las recrías-engordes en sistemas altamente intensificados.
- Caracterización de las dinámicas de contaminación y disponibilidad de larvas infestantes en verdeos de invierno, que posibilitan la determinación de la importancia helmíntica de este recurso y su potencial de integración en las estrategias de control sustentable que impone el contexto de resistencia antihelmíntica.
- Caracterización de los perfiles de oviposición de los destetes de compra según origen, con particular énfasis en el riesgo de importación de resistencia dado por los procedentes del NEA. Información de alto e inmediato aporte para las prácticas de manejo posibles para la prevención y/o remediación de los problemas de resistencia.
- Conocimiento de los perfiles de oviposición y estacionalidad de géneros helmínticos en bovinos adultos de sistemas de cría intensificados. Ampliación significativa en la información disponible sobre la base helmíntica de esta categoría de importancia parasitológica secundaria, pero que crecientemente demanda intervenciones de diagnóstico y control.
Efecto sobre la condición corporal.
Fisiopatología básica aplicada y episodios de helmintiasis.
Antes de considerar el comportamiento regional de la variable evolución del peso vivo bajo diversas condiciones de helmintiasis, es necesario enunciar brevemente las bases fisiopatológicas que determinan el deterioro productivo: a) reducción del consumo voluntario (hasta 20 %); b) derivación de considerable parte de la energía metabolizable destinada a incremento muscular para la reparación y aumento de los tejidos gastrointestinales afectados; c) diversos grados de balance nitrogenado negativo, con deterioro de pooles proteicos de alto valor (ej. albuminemia). A partir de los trastornos tisulares, se genera un desorden neurohormonal sistémico que deteriora el perfil postabsortivo anabólico de la insulina.
El primer concepto a destacar es que el efecto negativo de esta helmintiasis sobre la condición corporal tiene un plano inicial de desarrollo inaparente. El estadio subclínico de las nematodiasis gastrointestinales es cuantitativamente el de mayor importancia, ya que a nivel de sistemas la mayoría de las infestaciones se desarrollan bajo diversas situaciones de ineficacia en el control y no llegan a tener expresión de síntomas o la manifestación de signos es de baja intensidad, pero provocan deterioros de importancia. De hecho, cuando la helmintiasis es sintomática, se estima que ya han ocurrido pérdidas de alrededor de 20 kg/animal (Fiel y cols., 2013).
Los signos de helmintiasis más reconocidos en la práctica son diversos grados de diarrea, que avanzan progresivamente en su severidad hasta niveles extremos (Fotos 1 y 2) y el simultáneo deterioro de la condición corporal. Las categorías más afectadas son las de postdestete inmediatorecría, aunque suelen presentarse cuadros de alta expresión clínica en vaquillonas/novillos y vacas/toros. En un estadio de desarrollo intermedio de la helmintiasis, la diarrea adquiere un característico “olor proteico”, que constituye una evidencia práctica del avanzado proceso de balance nitrogenado negativo existente.
La presentación de edemas en zonas de declive está principalmente localizado en la región submandibular (Foto 3) y se lo ha comprobado en todas las categorías, asociado a severas helmintiasis mixtas, ostertagiasis y cooperiasis (INTA, 2018). Esta manifestación extrema del agotamiento de un pool proteico crítico como la albúmina sérica, tiene alta correlación con el deterioro en la evolución del peso vivo (Gráfico 7) y constituye otro indicador visible del proceso fisiopatológico, ampliamente reconocida en los episodios de helmintiasis medias a altas.
A partir de las tendencias de la casuística del Laboratorio de Parasitología, de manera simplificada se enumeran la tipología de casos clínicos presentados:
- Episodios de mediana a alta infestación por nematodos mixtos acumulativa post-destete. Entre el inicio del invierno y de la primavera, dependiendo de la cadena forrajera utilizada, se consolidan los cuadros con aproximadamente 20-30 % de la tropa con diarrea, deterioro del estado corporal y, si la infestación es elevada, presentación de edemas en ≤ 5 % de los animales. En aproximadamente un cuarto de los bovinos suelen comprobarse hpg ≥ 700 y en eventuales muertes se aprecia hipertrofia, congestión y edema del abomaso con masiva nodulación en la mucosa producida por nematodes de Ostertagia spp. (Fotos 4 y 5 ) y/o, menos frecuentemente, úlceras provocadas por Trichostrongylus spp. (Foto 6)
- Episodios de mediana a alta infestación con el género Ostertagia que provocan cuadros subagudos de helmintiasis luego de aproximadamente dos meses del ingreso a la invernada de destetes de biotipo índico y cruzas de cebúes x británicos. Variable según la secuencia de desafío con el género citado, los casos suelen concentrarse en el invierno-primavera, con cursos rápidos de severa diarrea, deshidratación, edemas y muertes, de aproximadamente el doble de los afectados en los rodeos británicos. La mortalidad es elevada y los niveles de hpg alcanzan rangos de 700-1500, que tienden a involucrar a la mayoría de los animales del rodeo. En el abomaso hay un severo edema con repleción de los pliegues de la mucosa (Foto 7). La secuencia de sensibilización y el estatus de inmunidad necesarios para la presentación de la patología se conocen de manera insuficiente.
- Episodios que involucran a vacas, toros y vaquillonas de segunda parición generados por medianas a altas infestaciones con nematodes de Ostertagia spp. Nuestra casuística regional ha documentado casos en rodeos de cría y en tambos, con predominio de los primeros (Descarga y Piscitelli, 2001; INTA, 2018). Debido a la relativamente baja cantidad de rodeos de cría con sangre índica, no hay una estadística suficiente para afirmar que los animales de biotipo cebú tengan mayor susceptibilidad, aunque su comportamiento sería similar a lo que ocurre en invernada, con algo más de resiliencia dada por la edad. Hay casos registrados en vacas y toros adultos que corresponden a ostertagiasis tipo II, sintomáticos entre febrero y abril, y episodios de tipo I que ocurren en la primavera tardía-principios del verano (Descarga y cols., 2017b). En general, la morbilidad es ≤ 5 % del rodeo con letalidad ampliamente variable según la oportunidad del diagnóstico y tratamiento. Prevalece el rápido deterioro de la condición corporal con diarrea de intensidad progresiva, frecuentemente acompañada de edemas (Foto 8). El espectro de las lesiones del abomaso va desde aquellas similares a los animales de recría-engorde con hipertrofia, hiperemia y masiva nodulación (Foto 9) hasta mucosas hiporeactivas correspondientes a casos crónicos de ostertagiasis (Fotos 10 y 11). Es necesario aumentar el conocimiento sobre los condicionantes internos (inmunomodulación negativa, condición corporal, gestación-lactancia, etc) y del sistema-manejo que contribuyen a la relativamente elevada cantidad de casos comprobados.
- Episodios de helmintiasis de alta magnitud del género Cooperia derivados de diversas condiciones de resistencia antihelmíntica a nivel de predio, generalmente en situaciones donde dos grupos químicos están involucrados en la ineficacia terapéutica (lactonas macrocíclicas y bencimidazoles). En general, excepto un curso más prolongado hasta alcanzar niveles de presentación clínica, los cuadros no difieren de los presentados por helmintiasis mixtas: diarrea, deterioro en el estado corporal y edemas en una reducida cantidad de animales. La cantidad de casos documentados es aún escasa (Descarga, 2013; Romero, 2017), probablemente porque requiere de condiciones de resistencia y manejo particularmente determinantes.
Evolución del peso vivo.
La información regional de efecto de la helmintiasis gastrointestinal sobre la productividad se ha restringido a la evolución de la variable peso vivo en sistemas pastoriles de diversas modalidades (Cuadro 1). Durante las décadas del 80 y 90 prevalecieron los estudios realizados en campos comerciales, donde se obtuvo una considerable base de conocimiento epidemiológico y del efecto sobre la productividad. El resto de las evaluaciones del peso vivo pertenecen a ensayos realizados con planteos experimentales en situaciones productivas reales, donde el propósito fue profundizar el conocimiento sobre la evolución de esta variable.
Los estudios permitieron tener una estimación de alcance general sobre el potencial de efecto negativo de la helmintiasis en la evolución del peso durante la recría-engorde. Si bien el rango va desde la indiferencia hasta más de 40 kg/animal/ciclo, la mayoría de las evaluaciones permitieron comprobar una base de deterioro de 15-30 kg/animal/ciclo. La información regional sobre el deterioro durante el predestete es escasa, con la comprobación de pérdidas promedio de 6 kg/animal durante los últimos 3 meses de cría en el sudeste (Descarga, 1994). Hay que evaluar cuidadosamente la necesidad de intervenir con antihelmínticos en esta etapa de particular importancia en el inicio del desarrollo de la inmunidad. Por otra parte, debe quedar totalmente claro que el nivel de pérdidas en todas las categorías consideradas depende de las particulares condiciones estructurales y de manejo de los sistemas, que determinan que algunos posean un grado de riesgo helmíntico reducido a prácticamente nulo y otros se sitúen en un nivel alto.
En el menú de determinantes de las magnitudes de las helmintiasis, puede estimarse la importancia de las características del sistema en la incidencia productiva de esta parasitosis. Bajo el supuesto de un control deficiente, en invernadas de base pastoril con especies perennes las pérdidas generalmente son de 20-40 kg/animal/ciclo; en las que combinan pasturas perennes con encierre, la pérdida puede ir desde la indiferencia hasta aprox. 30 kg/animal/ciclo, dependiendo de la época y duración del confinamiento y de la oportunidad del control. En los sistemas que incluyen verdeos de invierno, el efecto perjudicial es de aproximadamente la mitad de los que sólo usan pasturas perennes, en tanto que en confinamiento permanente el deterioro depende de las cargas y los géneros parasitarios existentes en las poblaciones residuales postratamiento.
La consideración del genotipo es importante para la intervención de control. En el sur de Córdoba se han comprobado numerosos episodios de helmintiasis severas en planteos de invernada y cría con biotipos índicos (INTA, 2018). Los animales cebúes o cruza cebúes x británicos son más susceptibles que los británicos y continentales a las helmintiasis del género Ostertagia (Mejía, 1993; Suárez y cols., 1990; Descarga y cols., 1996), ante la cual reaccionan con un marcado desequilibrio epidemiológico (altos hpg) y fisiopatológico (intenso edema de abomaso). El fenómeno está insuficientemente conocido en cuanto a sus mecanismos inmunofisiopatológicos intrínsecos y secuencia de condiciones epidemiológicas predisponentes, pero se ha avanzado significativamente en su reconocimiento y caracterización a nivel de predio, dada la alta frecuencia de presentación en campos que ingresan destetes del NEA (INTA, 2018).
Los niveles de deterioro en la evolución del peso vivo comprobados en la mayoría de los estudios, permiten estimar que la pérdida provocada por la helmintiasis en los bovinos para carne durante los procesos de recría y engorde en las regiones sur y centro-este de la Pcia. de Córdoba es de al menos 10 millones/kg (Cuadro 2). Esta estimación de características conservadoras, consideró a los departamentos Marcos Juárez, Unión, Roque Sáenz Peña, Juárez Celman, General Roca, Rio Cuarto, Rio Segundo, Tercero Arriba, San Martín, San Justo y Calamuchita, con datos de recientes campañas de vacunación antiaftosa (Latimori y Dana, 2017). Por no tener información suficiente, se excluyeron las categorías terneros predestete, vacas y toros, así como también los tambos y campos con ≤ 20 cabezas de recría-invernada. Además, tampoco se incluyó el eventual efecto en los sistemas a corral, asumiendo que el 50 % de la recría-engorde se realiza bajo diversas modalidades de confinamiento permanente o temporario.
Al presente no se ha comunicado la realización de estudios en el sur de Córdoba sobre el efecto de la helmintiasis en rodeos lecheros en producción. Hay escasas evaluaciones en el país (Biondani y Steffan, 1988; Perri y cols., 2011; Mejía y cols., 2011) y se reconoce caracterizado por resultados contradictorios en cuanto a la comprobación de mejoras en la productividad luego del uso de antiparasitarios (Charlier y cols., 2009; Sanchez y cols., 2004) y búsqueda de parámetros de diagnóstico para establecer criterios de control prácticos (Charlier y cols., 2009; Perri y cols., 2011; Mejía y cols., 2011). A nivel regional, hasta el momento se ha avanzado en evaluaciones epidemiológicas para definir el perfil básico de la helmintiasis en tambos (Lovera, 2016), un paso imprescindible para estimar riesgo helmíntico y la toma de decisiones sobre el control. Dada la heterogeneidad de resultados bibliográficos, los escasos a nulos antecedentes experimentales nacionales y las problemáticas de residuos y resistencia, se recomienda la adopción de una conducta que impida la liviana incorporación de antiparasitarios internos en los tambos y extreme la evaluación de la necesidad de utilizarlos.
- Valoración del reconocimiento “a campo” de indicadores fisiopatológicos útiles para el pronóstico de los episodios de severas helmintiasis puras o mixtas: excesivo remanente forrajero al cambio de parcela, diarrea de olor proteico, hipertrofias del abomaso-duodeno, anemia y edemas generalizados, mediano plazo de recuperación para afectados clínicos.
- Reconocimiento de la alta susceptibilidad de los rodeos cebúes a las helmintiasis de la región, con caracterización clínico-patológica de la hipersensibilidad abomasal. Conocimiento que permite adecuar las recomendaciones de prevención y control a las condiciones de presentación de esta patología.
- Dificultades para determinar la susceptibilidad a las helmintiasis de la categoría vaquillona de primer parto durante su gestación-primer tercio de lactancia. Se recomienda evaluar perfil de hpg en otoño para decidir sobre tratamiento en virtud de condición corporal y riesgo parasitario de la cadena forrajera a utilizar en lo inmediato.
- Comprobación de la escasa consolidación de la inmunidad hacia Ostertagia spp. en bovinos adultos, con definidos episodios de ostertagiasis I y II en vacas. Disponibilidad de una significativa casuística que contribuye al diagnóstico, control y diseño de planteos de prevención de los episodios en rodeos de carne y leche.
- Caracterización de episodios de cooperiasis que dimensionan el potencial de magnitud de los desvíos provocados por la resistencia antihelmíntica sobre la composición de las poblaciones parasitarias a nivel de predio. Valoración como indicadores emergentes del crítico contexto actual de resistencia antihelmíntica.
- Considerable evidencia de que relacionar directamente niveles de huevos de nematodes en la materia fecal con efecto productivo es una simplificación. Los resultados de hpg deben evaluarse teniendo en cuenta los animales (categorías, nivel nutricional, biotipos, etc), manejo (tipo y uso de los potreros y antiparasitarios) y el clima (estación y régimen de lluvias).
- Determinación del espectro de efectos de la helmintiasis sobre la evolución del peso vivo posibles en sistemas de base pastoril regionales. Reconocimiento de un perfil regional amplio en posibilidades que van desde la indiferencia hasta pérdidas de alta magnitud en recría-engorde, con determinante influencia de la variabilidad climática y principalmente del eje sistema-planteo forrajeromanejo. En efecto, los verdeos de invierno y el confinamiento temporal o definitivo, introducen espacios de atenuación determinantes sobre los niveles de afectación por los helmintos, aunque su aporte al descenso del riesgo depende de las contingencias de manejo dadas.
Control
Estudios de control parametrizado y fijo.
Debido al escaso conocimiento del perfil helmíntico regional a principios de la década del 80 y a la variabilidad del parámetro hpg, en la mayoría de los estudios se utilizó el comportamiento del peso vivo para decidir las desparasitaciones del grupo con estrategia de control. En la elección prevaleció la aceptable correlación del peso con la helmintiasis, la baja complejidad operativa que implica y la obtención de un beneficio informativo para el sistema que excede al control de los helmintos.
Los ensayos parametrizados mediante las dinámicas de hpg y/o desempeño mensual del peso vivo de grupos de bovinos bajo distintas condiciones de tratamiento antiparasitario, fueron la primera línea de investigación llevada a cabo en la región en sistemas comerciales. Mayoritariamente consistieron en un grupo de animales que recibía antihelmíntico mensual, otro con suministro de antiparasitario basado en diferencias de 15-20 % en la ganancia de peso mensual con respecto al primero y un grupo testigo sin desparasitar, los que se evaluaban durante uno o varios ciclos productivos. En general, el comportamiento del peso vivo como decisor fue satisfactorio, aproximándose la evolución de los animales bajo estrategia al desempeño del sistemático en los principales períodos de afectación del peso (otoño/invierno y fin del verano). En el gráfico 8 se presenta uno de los ensayos representativos del comportamiento citado, con grupos desparasitados según estrategia y de manera sistemática (Descarga y cols., 1994b). En otros estudios con reducido desafío parasitario, el parámetro peso vivo tuvo buena estabilidad sin desviaciones inespecíficas (Descarga y cols., 1994a; Descarga y cols., 1994c). Si bien la cohabitación de los grupos experimentales con el resto de la tropa del establecimiento en los ensayos con control parametrizado limita el discernimiento de las reales consecuencias epidemiológico-productivas derivadas de cada tratamiento (Morley y Donald, 1980), la restricción no se considera invalidante para obtener valiosos aportes sobre la caracterización y control de la problemática. Actualmente, la utilización del peso vivo queda reservada para algunos “nichos” y su proyección de uso bajo la modalidad de grupos comparativos no es relevante como alternativa masiva de control.
Las estrategias de control fijas consistieron en diversos arreglos de uso de antiparasitarios en plazos determinados, basados en el soporte de conocimiento epidemiológico existente y que generalmente se realizaban durante el otoño. La mayoría de los estudios permitió comprobar significativas diferencias en la ganancia de peso acumulada de los grupos con estrategia de control sobre los testigos (Descarga, 1995; Descarga, 2001a) (Gráfico 9) y un satisfactorio desempeño con respecto a los aislados del efecto helmíntico (Descarga, 2000; Descarga, 2004). Por supuesto, la modalidad de control fijo sólo se enuncia por su significativa contribución al conocimiento epidemiológico y sobre el efecto productivo de las helmintiasis, porque resulta absolutamente desaconsejada en el actual contexto de resistencia a las drogas antiparasitarias.
Resistencia a los antihelmínticos.
En la provincia de Córdoba, desde la primera comunicación de resistencia múltiple a la ivermectina y bencimidazoles realizada en un sistema de Alejo Ledesma (Mejía y cols. 2003), progresivamente se ha comprobado ineficacia de la ivermectina (Descarga y cols. 2005) y febendazole (Lovera, 2006), sin otro reconocimiento de resistencia múltiple hasta 2014 (Cristel y cols, 2017) y con predominio de la ineficacia de las avermectinas (Descarga y cols. 2005). En los últimos años, el perfil general de los tests de reducción de hpg continúa revelando que el eje avermectinas-Cooperia spp. tiene la mayor prevalencia en el sur de la provincia, pero con una considerable ineficacia adicional del ricobendazole en algunos sistemas de la zona este (INTA, 2018) (Cuadro 3). En Córdoba, al igual que en el resto del país (Cristel y cols., 2017), al presente no hay comunicaciones de ineficacia del levamisol, por lo que constituye una opción válida de tratamiento bajo sus conocidas restricciones de limitada capacidad nematodicida para estadios adultos de Ostertagia spp. y ausencia de eficacia para los inmaduros de este género (Williams y cols., 1991).
El alcance de esta problemática en Córdoba todavía no ha sido estimada, ya que al presente la cantidad de resultados de tests de resistencia a campo comunicados es mediana y no abarca a todas las regiones ganaderas. De todos modos, la información disponible induce a estimar que en el sur provincial la situación probablemente sea similar al último perfil nacional comunicado por Cristel y cols. (2017), donde más del 90 % de los sistemas evaluados tuvo problemas de eficacia con la ivermectina (% eficacia: 55,5 ± 28,1; rango: 0-88,5). Además, se destaca que los departamentos del sudeste cordobés son una de las regiones del país con mayor comprobación de resistencia múltiple, que involucra a la ivermectina con ricobendazole y con febendazole y simultáneamente a las tres drogas (Cristel y cols., 2017; INTA, 2018; Mejía y cols., 2003).
El perfil de géneros helmínticos involucrados en los casos de resistencia es heterogéneo, aunque dominado cuantitativamente por la ineficacia de las lactonas macrocíclicas para eliminar las poblaciones de Cooperia spp. (Descarga y cols., 2005; Cristel y cols., 2017; INTA 2018), que en la actualidad constituyen aproximadamente dos tercios (promedio: 78,2 %; rango: 45-100 % ) de los helmintos residuales (Cristel y cols., 2017; INTA, 2018). A este último género se le suma un creciente reconocimiento de participación de Haemonchus spp. (promedio: 35,5 %; rango: 18-54 %) en las fallas terapéuticas de los endectocidas citados (Cristel y cols., 2017; INTA, 2018), que para el caso de la ivermectina hace poco más de una década no superaba el 5 % (Descarga y cols., 2005)
Un segundo nivel de importancia en magnitud, corresponde a las participaciones de los géneros Cooperia y Ostertagia en la ineficacia de los bencimidazoles. Estos dos géneros hoy componen aproximadamente partes iguales en la resistencia comprobada tanto en los bencimidazoles orales como en el ricobendazole (Cooperia spp: 55,7 %, rango: 9-81 %; Ostertagia spp: 43,8 %, rango: 19- 72 %). La importancia que en términos de eficacia se asigna a los niveles de droga en contacto con los vermes (Lanusse y cols., 2014), explicaría la mayor eficacia obtenida por el febendazole con respecto al ricobendazole en condiciones de resistencia antihelmíntica.
La reversión de la ineficacia está escasamente estudiada en el país y se considera poco probable de obtener mediante la exclusión temporal de uso del grupo químico involucrado (Leathwick, 2013). En un sistema de invernada del sudeste de Córdoba con un nivel mediano de ineficacia de la ivermectina (77 %), en el que durante siete años se suspendió su administración, se comprobó una tendencia a la recuperación de aproximadamente 10 %, aunque sin alcanzar el nivel óptimo de eficacia (Descarga y cols., 2012). Menos alentadora fue la experiencia comunicada por Anziani y cols. (2011) en Santa Fe, quienes a partir de una eficacia inicial de la ivermectina menor al 45 % y luego de cinco años de restricción de su uso, hubo un significativo empeoramiento del nivel de eficacia inicial. La experiencia de mayor relevancia fue realizada por Fiel y cols. (2011a) durante siete años en un campo del sudeste de Córdoba, donde la ivermectina y el febendazole tenían niveles iniciales de eficacia del 73 % y 49 %, respectivamente. En un plazo de siete años, la reducción de uso de la ivermectina a sólo una dosis/año no mejoró su eficacia inicial, en tanto que en el caso del febendazole la exclusión total llevó a una considerable recuperación (≥ 90 %). La evaluación de eficacia mediante necropsias que complementó este estudio, permitió respaldar la mayor recuperación del febendazole comprobada mediante el test de reducción de hpg, aunque los géneros helmínticos dosis limitantes (ivermectina: Cooperia spp. y Haemonchus spp.; febendazole: Ostertagia spp.) mantuvieron altos niveles de resistencia.
En un contexto de incertidumbre sobre la disponibilidad de nuevas drogas nematodicidas, la combinación de los grupos químicos actualmente disponibles emerge como una situación a considerar. En determinadas condiciones de resistencia la combinación de antihelmínticos de diferente modo de acción aumenta la eficacia, aunque el habitual desconocimiento sobre la resistencia cruzada, recesividad y frecuencia de los alelos resistentes y magnitud de nematodes susceptibles en el refugio, instalan una incógnita sobre el beneficio de su uso (Anziani y Fiel, 2015). Hay cierto reconocimiento de que la utilización de combinaciones podría demorar la resistencia si ésta se halla en un estadio inicial o hay baja frecuencia de genes resistentes, pero no constituye un recurso de recomendación masiva sino por el contrario limitado a situaciones adecuadamente diagnosticadas (Anziani y Fiel, 2015). Por supuesto, el uso indiscriminado de las combinaciones puede aumentar los estatus actuales de resistencia y/o ampliarla a drogas que todavía son eficaces.
Consideración del refugio helmíntico.
El refugio es la población de nematodos gastrointestinales alojados en los animales y en el ciclo externo de la helmintiasis fuera de la presión de selección por los antiparasitarios. Su reducción se reconoce como el principal determinante de la generación de resistencia a las drogas antiparasitarias (Van Wyk, 2001), por lo que en los últimos años ha habido un creciente interés orientado a su caracterización y uso como herramienta de prevención y remediación de las situaciones de resistencia antihelmíntica. Las pasturas nuevas, verdeos y corrales transitorios, son “parches de reducción” del riesgo muy útiles si hay un plan de monitoreo de la helmintiasis. En cambio, por carecer de refugio o ser de una magnitud reducida, el uso inadecuado de antihelmínticos bajo estos manejos los convierte en facilitadores de resistencia (ej. desparasitar inmediatamente antes del ingreso a verdeos). La cantidad de tratamientos antiparasitarios, su oportunidad y la diversidad de grupos químicos utilizados afectan la magnitud del refugio helmíntico del sistema, siendo los principales factores determinantes de la resistencia (Suárez y Cristel, 2014).
Información indirecta sobre refugio se ha obtenido mediante las caracterizaciones epidemiológicas que definieron los perfiles estacionales de los ciclos internos y externos de los nematodes. Asimismo, los ensayos de control parametrizados generalmente mantenían considerables niveles del refugio, aunque el propósito fuera exclusivamente productivo. En un plano específico, se destacan los estudios de investigación aplicada sobre control antihelmíntico postergado y experimental básico sobre uso del parámetro peso vivo para realizar tratamientos antiparasitarios selectivos.
Los ensayos sobre control postergado se basaron en la necesidad de obtener alternativas prácticas de control que integraran el uso de drogas con la cadena forrajera para superar restricciones impuestas por el riesgo de resistencia (ej. generación de resistencia por desparasitar antes del ingreso a potreros nuevos/verdeos). Inicialmente se hizo la caracterización epidemiológica de poblaciones de nematodes en potreros de raigrás anual derivadas de tratamientos convencionales y postergado (Descarga y Urbani, 2008). Luego se avanzó específicamente en las dinámicas de disponibilidad de larvas infestantes bajo tratamiento antihelmíntico postergado a los 14 día del ingreso al verdeo de invierno (Descarga y Urbani, 2012) (Gráfico 10). Aunque es necesario aumentar el conocimiento y el incremento de precipitaciones invernales pone en riesgo el planteo (Descarga y Urbani, 2008), fue posible comprobar que bajo condiciones estándar de clima e infestación previa para el sur de Córdoba, en los verdeos se podría hacer una estrategia de control postergado sin generar un perfil epidemiológico de riesgo.
Un enfoque de particular importancia sobre la utilización del refugio como herramienta de intervención para situaciones de resistencia antihelmíntica, es el reciente estudio de Fiel y cols. (2017) en la región húmeda pampeana basado en el reemplazo de la población de nematodes resistentes de Cooperia spp. en el predio por una susceptible. A partir de niveles de eficacia de la ivermectina del 73-80 %, la desparasitación con levamisol y la infestación artificial de los terneros en el predestete con una cepa de Cooperia spp. al utilizar una pastura nueva, más la ejecución de una estrategia de control tolerante según niveles de hpg durante la recría-engorde, fue posible alcanzar eficacias del 95-99 % en los dos primeros años de evaluación mediante test de reducción de hpg. La proyección del estudio es sustituir la infestación artificial por una aportada por terneros portadores de helmintos susceptibles en el predestete.
Otro aspecto relacionado con el refugio fue abordado mediante un estudio de control de la helmintiasis en base a la utilización del peso vivo como parámetro discriminante para realizar tratamientos selectivos (Descarga y cols., 2017a). El estudio consistió en evaluar tres ciclos de recría pastoril de terneras en un ambiente con resistencia helmíntica múltiple, para generar refugio y obtener un desempeño productivo satisfactorio mediante la administración de antiparasitario sólo a los animales con menor desempeño productivo mensual. En general, las evoluciones del peso vivo en los bovinos con tratamiento selectivo se consideran de un nivel aceptable, aunque la estrategia no controló de manera satisfactoria el alto desafío parasitario ocurrido. De alcance experimental, constituye un antecedente para futuros estudios de investigación básica y aplicada sobre tratamientos selectivos.
Contexto de restricciones y posibilidades.
La actual situación de resistencia a los antiparasitarios es claramente la emergencia de una prolongada conducta simplificadora con respecto al control (Anziani y Fiel, 2015), con pérdida de la valoración de las características que el problema tiene en cada predio y de su importancia productiva en general. Los condicionantes que limitan el control son diversos y en general comunes a todas las regiones ganaderas: escaso a nulo asesoramiento profesional, uso de antiparasitarios según fechas fijas, desconsideración de la epidemiología, falta de armonía entre la utilización de antihelmínticos y el manejo del sistema, desparasitaciones de animales adultos, etc. En términos prácticos, ello resulta en el uso desmedido y/o inoportuno de las drogas con incidencia directa sobre la eficacia antihelmíntica y la productividad (Fiel y cols., 2011b).
Como evidencia parcial de la situación de manejo a nivel regional, se cita un reciente relevamiento sobre prácticas de control helmíntico realizado en 59 sistemas ganaderos de Córdoba, San Luis, Mendoza y Buenos Aires durante 2016, que revela que las avermectinas (ivermectinadoramectina) componen dos tercios del total de drogas antihelmínticas utilizadas por sistema/año, el 60 % de los campos usa el criterio de fecha fija para desparasitar y más de la mitad aplica antihelmínticos en novillos pesados, vacas y toros (Descarga y cols., 2017c). Un perfil que concuerda con los principales desvíos reconocidos como factores de riesgo de alta importancia para la generación de resistencia (Suárez y Cristel, 2014).
Entre las limitaciones de adopción de mejoras en el control, se destacan las siguientes: la resistencia antihelmíntica es un problema todavía de baja expresión clínica y por lo tanto escasamente percibido por los productores, hace necesario incorporar otro tipo de asesoramiento veterinario, el cambio operativo propuesto tiene una dirección crítica porque va desde la simplificación a la complejidad y la recomendación de aumentar el refugio helmíntico es proclive al rechazo. De todos modos, en sistemas intensificados con desmanejo de la cuestión parasitaria, la resistencia “fuerza” a replantear el control y a adoptar diversos niveles de intervención, aunque generalmente esto ocurre en casos con severa ineficacia simultánea de las lactonas macrocíclicas y los bencimidazoles. Por el contrario, los campos que hace años están bajo seguimiento helmíntológico tienen el mejor posicionamiento para afrontar las contingencias parasitarias convencionales y emergentes.
Implementación
El proceso de control se sustenta en los siguientes componentes: 1) evaluación de los perfiles de riesgo y de resistencia antihelmíntica; 2) intervención con antiparasitarios de acuerdo al plan diseñado según el estatus de riesgo-resistencia y el planteo productivo del sistema.
La estimación del riesgo y la evaluación de resistencia son los pasos iniciales. La primera permite tener una referencia de la intervención requerida y es de máxima importancia habida cuenta del elevado reconocimiento de situaciones de desajuste entre el control implementado y la necesidad del sistema. Por supuesto, el reconocimiento “fino” del riesgo se adquiere con el progresivo uso del plan de monitoreo, que es el último eslabón del proceso de control. Por su parte, la evaluación del estatus de resistencia es una instancia imprescindible para planificar el control y, en la práctica, el test de reducción de hpg es al presente la herramienta disponible para estimarlo (Anziani y Fiel, 2015).
- El riesgo helmíntico de un campo está dado principalmente por el tipo de actividad y el manejo aplicado. Un planteo pastoril exclusivo, que anualmente incorpora varias tandas de destetes y utiliza durante tres o más años a los potreros, ocupa el mayor nivel potencial. En un estadio intermedio, se ubican aquellos sistemas que aunque la base sea pastoril, la suplementación mediante granos y/o silaje es significativa, realizan confinamientos temporarios durante el inicio y/o final del proceso, eventualmente usan verdeos y tienen menores tandas de ingreso. El engorde a corral permanente tiene el menor riesgo porque anula el ciclo externo de la helmintiasis, aunque es necesario comprobar la eficacia de la desparasitación al ingreso. Indudablemente, hay múltiples situaciones de riesgo y exigencias de control (ej. planteos de siembra directa, rejuvenecimiento de potreros, riego, etc).
La sucesiva incorporación de grupos de animales aporta riesgo porque la heterogeneidad inmunitaria que agrega favorece la contaminación por los renovados aportes de los jóvenes. Si las distintas categorías comparten el mismo circuito de pastoreo, la exposición también aumenta. El deterioro de la productividad tiene mayores posibilidades de ser atenuado y/o revertido si la nutrición es óptima. En general, el sistema de pastoreo tiene una importancia secundaria, porque entre marzo y noviembre el descanso de los potreros que habitualmente tienen los sistemas intensificados no impide que los principales nematodes generen considerables infestaciones.
- En cuanto a la intervención con antihelmínticos, es imprescindible que se realice con drogas de alta eficacia para evitar la importación de nematodos resistentes por el campo (ej. ingreso de destetes adquiridos) y para asegurar el adecuado desempeño del control bajo un soporte de monitoreo de la dinámica de los nematodes. Académicamente, el uso de antiparasitarios tiene orientaciones táctica o curativa y estratégica o preventiva, definidas como aquellas destinadas a los animales expuestos a altos niveles de infestación y a reducir los niveles de contaminación helmíntica de las pasturas, respectivamente (Steffan y cols., 2013). De todos modos, cualquiera sea el propósito, el abordaje debería tener las características de un control integrado vigilado (Costa, 2000), en el que se armoniza el monitoreo de la dinámica helmíntica con un planteo de manejo de los recursos animales y forrajeros.
El seguimiento planificado de la dinámica de oviposición permite hacer un control satisfactorio (Descarga, 2012), que el complemento de la identificación de los géneros helmínticos mejora. El actual contexto de resistencia antihelmíntica ha catalizado la necesidad de atender desde otra perspectiva al control. La creciente valoración de intervenir “a medida” en los predios responde adecuadamente al enfoque requerido.
- Comportamiento del parámetro ganancia del peso vivo mensual como determinante de las intervenciones farmacológicas para el control. Conocimiento sobre las posibilidades y limitaciones de su uso en la práctica y transferencia de información valiosa para los sondeos experimentales sobre control helmíntico selectivo.
- Rescate y alta valoración del concepto de control integrado vigilado como objetivo a alcanzar para un control eficiente y sustentable. Operativamente, la sucesiva incorporación de destetes/novillitos a los potreros de recría agrega complejidad al control y cada grupo o conjunto temporal de grupos sumados deben considerarse como unidades de monitoreo independientes.
- Actualización del perfil de resistencia antihelmíntica regional, que posibilita definir recomendaciones ajustadas a las actuales necesidades y restricciones de intervención para el control. Insuficiente conocimiento sobre reversión de la ineficacia mediante suspensión de uso de drogas problema impiden determinar su solidez en términos de recomendación.
- Valorización de conceptos de epidemiología-control que sitúan al refugio como un componente de principal importancia: a) en general, el sur de Córdoba tiene helmintiasis de menor magnitud que la región pampeana húmeda, pero su “criticidad” de refugio la hace de mayor riesgo para resistencia; b) a nivel de sistema el perfil parasitario puede ser desde alto a indiferente, pero el de resistencia no necesariamente depende de ello.
- Disponibilidad de uso de la herramienta de control postergado en sistemas que utilizan verdeos de invierno y controlan las helmintiasis mediante planteos de seguimiento. Valoración como definido componente de control integrado que tracciona positivamente hacia la instalación de asesoramiento profesional.
- Reconocimiento de los desvíos y limitantes que caracterizan al control de las helmintiasis en la región. Ello hace prever que ocurrirá un avance progresivo hacia una mayor consideración de la problemática de la resistencia, aunque en un contexto de incierta consolidación de cambios positivos de alcance masivo.
- La mejora en el control como un paso necesario y factible. Se destaca la importancia de cumplir con las evaluaciones de riesgo y estatus de resistencia del sistema antes de planificar el monitoreo en el que se basará el control.
Conclusiones
El perfil epidemiológico, clínico-patológico y de efecto sobre la condición corporal de la nematodiasis gastrointestinal de los sistemas de recría-engorde de base pastoril predominantes en el sur de Córdoba posee un alto nivel de caracterización. Ello permite asignar a esta región un estatus helmíntico y de impacto sobre la productividad de considerable importancia, con marcada influencia del factor sistema, en un contexto de alta diversidad y transformación de los modelos productivos.
Si bien la base de conocimiento adquirido permite definir satisfactoriamente el trazo grueso de recomendación masiva y las intervenciones a nivel de predio referidas al control, persisten y/o emergen situaciones sobre las que la información disponible es insuficiente. Por caso, se advierte ante todo que no hay estudios bioecológicos de larga duración sobre las dinámicas de evolución y persistencia de los géneros helmínticos; en tanto que, en un plano aplicado de menor plazo también se reconoce la necesidad de aumentar las investigaciones sobre las interacciones de la parasitosis con determinados componentes (carga, especies forrajeras, manejo de animales y potreros, etc): epidemiología de los sistemas con mediano-alto estatus de resistencia antihelmíntica, planteos pastoriles que incluyen confinamientos temporarios, vaquillonas de tambo que ingresan a pastoreo luego de recriarse sin desafío helmíntico, y rodeos de vacas-vaquillonas que crecientemente integran planteos productivos intensificados.
La situación regional de resistencia a los antihelmínticos es similar a la reconocida en el resto del país, dominada por la alta prevalencia de la ineficacia de las lactonas macrocíclicas para controlar los géneros Cooperia y Haemonchus. Sin embargo, hay un componente de resistencia ampliada a bencimidazoles, mayoritariamente comprobada en la zona sudeste, que está por encima de los niveles nacionales de campos con resistencia múltiple. El perfil epidemiológico de transición entre las regiones húmeda y semiárida, le imprime al sur de Córdoba características de ambas, que en interacción con las diversas modalidades productivas hacen frecuente las comprobaciones de heterogéneas situaciones de estatus de resistencia en los predios. Si bien la caracterización actual de resistencia se considera un significativo avance en la determinación del estatus regional, se debe incorporar más información en general y particularmente del oeste provincial. La inclusión del uso de combinaciones de drogas nematodicidas parece irreversible y abre una preocupación por el nivel de incógnita que se tiene sobre los beneficios, ya que su masificación se daría en un marco de escasísimo control “a medida” en los predios.
El control, como resultante de todos los componentes de caracterización de las helmintiasis, mantiene severas restricciones y condicionantes para alcanzar niveles masivos de instrumentación eficaz y sustentable. El escaso a nulo reconocimiento de la necesidad de abordarlo bajo seguimiento y la consecuente ausencia de asesoramiento profesional calificado, son destacados núcleos de dificultad para consolidar adecuadas intervenciones en los sistemas. De hecho, la mayor parte de los avances en el conocimiento que aportan al control como instrumentos prácticos, están limitados o no pueden llevarse a cabo porque a nivel de predio se carece de un plan de monitoreo helmíntico. En un marco de incertidumbre sobre la generación de nuevas drogas nematodicidas en el mediano plazo, los conocimientos “de frontera” como la disponibilidad de parámetros prácticos para hacer desparasitaciones selectivas y el reemplazo de cepas parasitarias resistentes por susceptibles mediante manejo bajo protocolo de control, aún deben consolidarse en planos experimentales y prácticos.
La obtención de un control helmíntico sustentable es un propósito accesible si se lo reconoce como una tecnología de proceso e interviene en consecuencia. De hecho, se alcanza si se adquiere asesoramiento profesional, evalúa el riesgo-estatus de resistencia del sistema y efectúa una planificación integrada y flexible a las condiciones estructurales y contingentes de manejo. El interrogante es si hay capacidad para reconocer y convertir la crítica situación actual en una oportunidad y avanzar en planteos de control sustentables.
Agradecimientos
A la Técnica Liliana Urbani, a la Auxiliar Gabriela Toledo y al personal de campo del Area de Producción Animal de la EEA Marcos Juárez por sus asistencias en las actividades de campo y laboratorio. A los Méds. Vets. Andrés Kloster, Patricio Davies y Damián Castro y a las Lic. en Estadística Beatriz Masiero y Belén Conde por sus colaboraciones en el diseño y desarrollo de las investigaciones. Al Méd. Vet. Hernán Lovera por su contribución en la obtención de información regional. A los productores y asesores de la actividad privada que posibilitaron los estudios en los sistemas comerciales.