Introducción
Los terneros están siempre sujetos a importantes factores de estrés ligados al medio donde se desarrollan. Entre los más frecuentes se encuentran el destete, la baja calidad de los concentrados, las temperaturas extremas (calor o frío), vacunaciones, cambios de lugares y el uso desmedidos de antibióticos (Soca et al., 2012).
Los procesos de adaptación que sufren los animales hasta el momento de destete y posteriormente al cambio de categoría van acompañados de importantes movimientos metabólicos, los cuales en su mayoría están asociados a indicadores hematológicos (Soca et al., 2007; Barrios et al., 2010).
Dentro de la medicina veterinaria, los estudios hematológicos tienen como finalidad confirmar la presencia o ausencia de anormalidades sanguíneas, delimitar la extensión general o local de un proceso, establecer las causas de una alteración sanguínea, servir de guía en el pronóstico de casos clínicos y hacer el seguimiento durante el tratamiento de animales enfermos. De ahí la importancia de estos indicadores a la hora de establecer pronósticos sobre la salud y el desarrollo productivo de los animales jóvenes (Castellanos et al., 2010). Teniendo en cuenta estos antecedentes el objetivo de la presente investigación fue evaluar la relación de la carga parasitaria y los indicadores hematológicos en el comportamiento productivo de terneros en pastoreo después del destete.
Materiales y Métodos
Localización de la investigación: Los estudios se desarrollaron en la EEPF “Indio Hatuey”, en el Central España Republicana, Municipio de Perico, provincia Matanzas. Diseño experimental: Se utilizaron 16 animales, cada uno se consideró una réplica, con un diseño experimental totalmente aleatorizado. Los muestreos se realizaron siempre en el horario de la mañana con una frecuencia cada 35 días.
Manejo y alimentación de los animales: Se utilizaron bovinos jóvenes del genotipo Holstein x Cebú, con una edad promedio de ocho meses al iniciar la evaluación y un peso vivo promedio alrededor de los 87 Kg. El período experimental tuvo una duración de seis meses y se correspondió con el período seco inicio de la lluvia (enero-junio/2015).
Los animales pastorearan en 12 cuartones, con una área aproximada de 0,25 ha cada uno y una manga que les permitía el exceso al agua. La del pastoreo estuvo comprendida ente las 7am-12:30pm. A partir de este momento los animales permanecieron estabulados en naves de sombras con exceso libre a los alimentos ofertados en canoa (forraje de Morus alba, King grass y concentrado), además de sales minerales.
Mediciones experimentales:
Peso vivo: se utilizó una pesa digital fija y se pesó al 100% de los animales en experimentación. El peso se estimó durante el horario de la mañana y con los animales en ayuno.
Estudios parasitológicos: Para determinar la carga parasitaria por nematodos gastrointestinales (NGI), se utilizó la técnica de McMaster modificada, descrita por Arece et al. (2002). Los muestreo se realizaron en el horario de la mañana. Las muestras serán extraídas directamente del recto, puestas en bolsas de nilón sin la presencia de oxígeno y trasladadas al laboratorio de la Estación Experimental para su procesamiento.
Estudios hematológicos: A cada animal se le extrajo sangre entera por veno punción de la yugular con anticoagulante (EDTA). Para la determinación del hematocrito (método de capilares en centrifuga) y el conteo de eosinófilos se utilizó la metodología descripta por Figueredo et al. (2010a).
Análisis Estadístico:Los datos se procesaron por estadígrafos simples (media y desviación estándar para cada uno de los parámetros), para conocer la relación existente entre las variables evaluadas se realizó un análisis de componentes principales (ACP) a través del paquete estadístico SSPS versión 10.0.1 para Windows. Para la comparación de las medias se empleó la dócima de comparación de rangos múltiples de Duncan, para un nivel de
significación de P<0,05.
Resultados y Discusión
Al evaluar el comportamiento fecal de huevos (hpg) por nematodos gastrointestinales se pudo apreciar que la carga parasitaria inicial resultó elevada, lo que reafirma la importancia de estas parasitosis para la categoría de terneros (Fig. 1). Según Soca (2005) y Lezcano (2013) los parásitos internos ocasionan efectos directos ya que provocan alteraciones intestinales, dificultades en la ganancia de peso y en el desarrollo corporal, retraso en el crecimiento, trastornos en el comportamiento productivo; e indirectos, como la subutilización del recurso forrajero, la predisposición a enfermedades y las complicaciones en el manejo, entre otros.
Fig. 1. Comportamiento del conteo fecal de huevos de nematodos gastrointestinales (log. hpg) en los animales.
La aplicación del antiparasitario redujo el conteo fecal de huevos, que acompañado de un balance adecuado de la dieta, trajo consigo una mejora en el crecimiento y desarrollo de los animales, observado a través del incremento lineal del peso vivo de en la etapa evaluada (Fig. 2). Lezcano (2013) señala que la nutrición, en especial los contenidos de proteína de la dieta, son uno de los factores que más influyen en la relación huésped-parásito, ya que una alimentación balanceada disminuye la susceptibilidad y la prevalencia de estas enfermedades, aumenta la resistencia de los hospederos con respuestas inmunológicas adecuadas y les permite a los animales jóvenes un rápido crecimiento y un mejor desarrollo corporal.
Al evaluar los valores de hematocrito se encontró que estaban en correspondencia con los parámetros normales reportados para la especie (Sandoval et al., 2008), con valores ascendentes que coincidieron con la etapa en que los animales logran incrementos en el peso vivo y menores cargas parasitarias.
Según Figueredo et al. (2010 a, b) y Sandoval et al. (2012) una de las expresiones más frecuentes de la infestación parasitaria son la pérdida constante de sangre, dando lugar a fallas en el proceso hematopoyético. Los animales sufren desajustes en su fisiologismo, lo que condiciona una disminución de los mecanismos de resistencia, ya que reduce el consumo voluntario hasta un 50% en animales infectados y altera la absorción intestinal de nutrientes. Todos estos elementos se expresan a través de un desequilibrio de los indicadores hematológicos.
Por su parte el conteo de eosinofilos, disminuyeron sus valores durante la etapa experimental. Según Arece et al. (2014) este indicador tiene una relación directa con las respuestas que desarrollan los animales ante las enfermedades parasitarias y algunos desordenes metabólicos, por lo que sus resultados nos permite evaluar el estado productivo de los animales en función de ambos parámetros.
Resulta difícil determinar que indicador podría tener mayor peso para definir la salud animal si son evaluados de forma independiente. Es por ello que el análisis multivariado constituye una herramienta matemática útil, la cual permite establecer el grado de relación para proporcionar una información integral y alcanzar conclusiones más próximas al comportamiento biológico de los animales.
Al realizar el análisis de componentes principales (ACP) se observó una alta variabilidad entre los indicadores, con una varianza acumulada de 76,41% en las dos primeras componentes (tabla 1). Las variables que mejor explicaron la varianza en la primera componente (37,30%) fueron el peso vivo y el hematocrito, las cuales estuvieron relacionadas entre sí de manera positiva. La segunda componente extrajo una varianza de 34,62% y fue explicada por el conteo de eosinófilos y la carga parasitaria, esta última con una expresión negativa.
Según Sandoval et al. (2012) los indicadores evaluados permiten determinar las relaciones que existen entre los desórdenes en la salud y la expresión del bienestar de los animales en los ecosistemas pecuarios, convirtiéndolo en herramientas de trabajo disponibles para definir la condición fisiológica, nutricional, metabólica y clínica en bovinos (Barrios et al., 2010), aspectos que a su vez, nos suministran información sobre el correcto manejo de los rebaños. Según Jones e Allison (2007), Mohri et al. (2007) y Rocha et al. (2010) la realización de exámenes y la interpretación de los resultados del laboratorio en rumiantes son una extensión importante del examen físico, que auxilia en la determinación de la etiología y los hallazgos clínicos en los animales, facilitando el pronóstico. El número de glóbulos rojos, hematocrito, hemoglobina y el conteo de la serie blanca, aportan datos suficientemente importantes para, encauzar, confirmar y otras veces desechar el diagnóstico presuntivo.
Conclusiones
El peso vivo mostró una tendencia de crecimiento lineal, lo cual estuvo acompañado de una disminución de la carga parasitaria y una mejora de los indicadores hematológicos. Se apreció una relación entre las variables evaluadas en función con el crecimiento y la salud de los animales.