11 de junio de 2007
Estimados Foristas: Ya que sigue la discusión de las vacunas, he aquí mis comentarios respetando por supuesto los de los colegas que han intervenido:
Vacunas Inactivas o de virus muerto:
Aquí se agrupan las vacunas que tienen como principio inmunizante el BHV-1 inactivo (virus entero, pero que perdió su capacidad de infectar o replicar, por mecanismos químicos o físicos) o fragmentos del virus, más específicamente las proteínas virales inmunizantes, obtenidas por procesos de purificación. Esto significa que el virus utilizado en la vacuna no es capaz de infectar los tejidos del hospedero y, por tanto, no es capaz de producir replicación en el bovino vacunado. Por este motivo, estas vacunas son caracterizadas por dos aspectos inmunológicos: la necesidad de altas concentraciones de antigenos (virus) para un adecuado estímulo del sistema inmune y el hecho de que induce apenas una respuesta inmunológica humoral de forma solida, en detrimento de la respuesta inmune celular (se llama citotoxicidad), que no es activada o lo es de forma muy precaria. La principal ventaja de este tipo de vacuna es la seguridad: puede ser aplicada en cualquier fase de la vida del bovino, inclusive durante la gestación no causa infección latente y no puede revertir su virulencia, o sea, la muestra viral vacunal es incapaz de tornarse patogénica para el bovino, pues está muerta. Por otra parte, este tipo de vacuna posee desventajas significativas, representadas por la necesidad de aplicarse en mínimo dos dosis, para obtenerse una buena inmunidad humoral, poseer un período negativo largo (son necesarios como mínimo 30 días para que el sistema inmune responda adecuadamente), la imposibilidad de diferenciarse la respuesta serológica vacunal de la misma respuesta causada por la infección y la mayor posibilidad de reacciones de hipersensibilidad, causadas por la inoculación de varias sustancias que son adicionadas a la vacuna junto con el antigeno. Otro detalle relevante es que este tipo de vacuna, como cualquier otra, para inducir una buena respuesta humoral precisa de una adecuada presentación al sistema inmune y este mecanismo solo es eficiente, en vacunas inactivas, si la vacuna es preparada con buenos adyuvantes. Por este motivo, vacunas de diferentes procedencias pueden tener actividad protectora muy diferente.
Vacunas Atenuadas o de Virus Vivo:
En este tipo de vacuna, diferente de la anterior, existen partículas virales íntegras y viables en su composición. Esto significa que la muestra viral que es utilizada como antígeno no sólo está viva, sino que es capaz de establecer infección activa en los tejidos del hospedero. Y es este el principio funcional de las vacunas atenuadas, que tiene por objetivo establecer una infección semejante a la infección por el virus de campo, al menos desde el punto de vista inmunológico. Así, buenas vacunas atenuadas son caracterizadas por inducir tanto respuesta humoral sólida como respuesta celular, pues durante la replicación de la muestra viral en las células, estas expresan MHC de clase I con epitopos virales, permitiendo el establecimiento de respuesta por parte de los linfocitos T-Citotoxicos y formación de células de esta naturaleza, de memoria. Para que la muestra viral no cause demasida patogénesis al bovino, diversas metodologías son empleadas para atenuar la virulencia de la cepa, reduciendo su poder patogénico. En el mercado de vacunas atenuadas contra IBR existen dos tipos de vacunas: aquellas donde el proceso de atenuación es convencional y aquellas donde la atenuación viral es obtenida por el uso de cepas mutantes.
Vacunas Atenuadas Convencionales: El virus es atenuado por el sucesivo pasaje en sistemas celulares, forzando una adaptación viral para la cultura celular y una reducción o pérdida de la patogenicidad para el bovino, sin la pérdida de sus características antigénicas originales. Estas vacunas normalmente desencadenan una adecuada respuesta inmune humoral y celular, de duración de hasta 24 meses, con apenas una dosis. Entretanto, su uso debe ser muy cuidadoso pues estas vacunas presentan alta probabilidad de inducir abortos y otros problemas reproductores, además de ser sabidamente inductoras de estado de latencia y potencialmente capaces de revertir la patogenicidad. Animales vacunados hacen excreción viral, pudiendo infectar vacas preñadas y en ellas causar problemas reproductores. Así como las vacunas inactivas, la respuesta humoral contra el antígeno de estas vacunas no es serológicamente diferenciable de la respuesta humoral contra la infección.
Vacunas Atenuadas con virus vivo mutante termosensible: Esta vacuna contiene como principio inmunizante una cepa de BHV-1 atenuada por procesos químicos que tienen como característica la capacidad de replicarse adecuadamente apenas en una estrecha faja de temperatura (30 a 36 grados centígrados), siendo que en temperaturas de 39 grados o superiores NO HAY REPLICACIÓN. Los mutantes termosensibles fueron desarrollados para uso intranasal, donde la temperatura local más baja favorecería la replicación viral y el establecimiento de inmunidad humoral local, sistémica e inmunidad celular, objetivando especialmente la prevención de los cuadros respiratorios/abortivos de la IBR. Entretanto, la muestra viral de esta vacuna, cuando es administrada por esta vía, puede llevar a latencia y a re-excreción viral. Por este motivo, existe un riesgo potencial para alcanzar la placenta y el feto, induciendo el aborto. Por cuestiones de manejo vacunal y seguridad, en Brasil, EUA y Canada, esta vacuna es utilizada por vía intramuscular profunda, donde la temperatura permite apenas 1 o 2 ciclos de replicación y posterior paralización de la actividad viral. En esta situación ocurre una sólida inducción de inmunidad humoral y celular y la vacuna es considerada segura para la aplicación en animales jóvenes y hembras gestantes, no siendo observados los efectos colaterales respiratorios y reproductores, causados por el uso de las vacunas atenuadas convencionales, ni la reducción de la productividad del animal vacunado. Esta seguridad es atestada por diversos trabajos científicos desarrollados durante las décadas de 1970, 80 y 90. La vacuna atenuada mutante termosensible presenta la necesidad de dos dosis iniciales para establecer una buena inmunidad y también induce respuesta inmunológica humoral indiferente de la infección, interfiriendo en el serodiagnóstico.
Vacunas con virus marcado genéticamente:
Utilizando este tipo de tecnología existen vacunas inactivas y atenuadas. Ellas fueron proyectadas para inducir protección en los animales vacunados, como las demás vacunas ya citadas, más, a diferencia de estas, la respuesta humoral que desencadenan puede ser diferenciada de la infección natural por métodos serológicos. Esto es posible pues los virus empleados en estas vacunas poseen el genoma alterado, con uno o más genes que codifican glicoproteínas de envoltorio borrados (excluídos del genoma), no induciendo, de esa manera, la formación de anticuerpos contra esta glicoproteina por ocasión de la vacunación. Por otra parte, el virus de campo posee todos sus genes, expresando normalmente todas las glicoproteinas e induciendo respuesta humoral contra todas ellas.
Vacunas Recombinantes:
Las vacunas producidas utilizándose la tecnología de DNA recombinante, aún están en el campo experimental, pero ofrecen óptimas perspectivas futuras, pues tienden a aglutinar todas las ventajas de las vacunas anteriores sin sus principales desventajas. En estas vacunas no se utiliza el propio virus BHV-1, y si otros virus denominados vectores vacunales que, por alteración de su material genético por la inserción de partes específicas del material genético del BHV-1 pasan a expresar, durante su replicación, tanto sus propias proteínas como aquellas codificadas por los fragamentos de genoma del virus de IBR. El uso de este tipo de vacuna para otras enfermedades ya es empleado, en las áreas humana y veterinaria, con buenos resultados.
Disculpen que me haya extendido en este tema. Saludos.
R. Herman