27 de junio de 2018
Uso de anabólicos en la alimentación animal
La intensificación de la producción ha contado con diversos métodos de apoyo, unos consisten en el perfeccionamiento de las técnicas de producción empleadas, otros en la introducción de nuevas técnicas y procedimientos, incluyendo el uso de algunas drogas como aditivos en la dieta (Domínguez-Vara et al., 2009). El grupo de fármacos recientemente incorporados que se utilizan en la producción animal para mejorar la retención de nitrógeno, son los llamados “repartidores de energía” o ß-agonistas adrenérgicos (ßAA). Son agentes químicos que actúan a nivel de los receptores adrenérgicos, derivando la energía de los alimentos y de la lipólisis hacia la síntesis de proteína muscular (Mersmann, 1998). En teoría, la utilización de estas sustancias presenta una serie de ventajas relacionadas no sólo con la mejora de la productividad, sino también con la calidad, pues la carne de animales tratados con ßAA tiene mayor tejido magro (Domínguez-Vara et al., 2009).
Sin embargo, en países europeos no se permite el uso de ßAA en la producción animal (Kuiper et al., 1998) por razones de salud humana. En México, se han utilizado algunos, como Clorhidrato de Zilpaterol (CZ) en bovinos y ovinos (Plascencia et al., 1999; Castellanos et al., 2006; Salinas et al., 2006; Mondragón et al. 2010), y el clorhidrato de clembuterol en bovinos (Geesink et al., 1993; Sillence et al., 1993). El uso indebido de clembuterol ha causado riesgos a la salud humana por tanto, en México la NOM-061-ZOO-1999 prohíbe su uso. Esta norma excluye a la ractopamina y el CZ, que son fármacos con menor potencia en la bronco dilatación, vasoconstricción y en la frecuencia cardíaca (Sumano et al., 2000). Sudáfrica es otro país que permite el uso de CZ en bovinos, en dosis similares (0.15 mg kg-1 PV d-1) a las aprobadas para uso en México.
Los agonistas ßAA se utilizan rutinariamente en la medicina clínica humana para varias condiciones, como: asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estos medicamentos no son inocuos, porque los efectos secundarios se han observado e incluyen un mayor riesgo de exacerbaciones del asma, arritmias, infarto de miocardio y la muerte (Nelson et al., 2006; Salpeter et al., 2004).
Consecuencias no deseadas también se han observado con el uso ßAA en varias especies animales. Por ejemplo, las observaciones, tanto en especies no rumiantes y rumiantes indican que la administración de ßAA se asocia, con tasas elevadas de la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal, la actividad física, cojeras, y agresión (Marchant-Forde et al., 2003; Baszczak et al., 2006). Por ejemplo, el uso CZ y ractopamina provocaron mortalidad en bovinos (Loneragan et al., 2014). También, se ha reportado, que el uso de CZ disminuye la motilidad de los espermatozoides en ovinos (Aguilera et al., 2008), en caballos se han observado alteraciones en la bioquímica sérica (incremento de deshidrogenasa láctica, la creatina quinasa, y aspartato transferasa), que indica daño muscular. También azotemia transitoria, hematuria y proteinuria, lo que sugiere daño renal (Sarah et al., 2008).
Información sobre efectos dañinos a la salud humana por el uso indebido de clembuterol en Estados Unidos y la Unión Europea (Mitchell y Dunnavan, 1998), originaron su prohibición en casi todo el mundo. En México, a pesar de su prohibición en 1999, en el periodo de 2002 a 2006, se registraron 192 casos de intoxicación por clembuterol con un total de 1300 reportes, sin que hasta el momento se informen defunciones. Los casos por estado fueron: Jalisco (625 casos), Distrito Federal (326 casos), Guanajuato (144 casos), Nayarit (45 casos), Hidalgo (43 casos). El alimento consumido por las personas estuvo implicado en la mayoría de los casos de intoxicación; 70% de los reportes fue por causa del consumo de hígado de bovinos. Dentro de un período de tiempo de 30 minutos a seis horas posterior a la ingesta, presentaron dos o más de las siguientes manifestaciones: taquicardia, cefalea, palpitaciones, náuseas, ansiedad, angustia y malestar general (Vallejos et al., 2007).
En diferentes trabajos realizados en ovinos y bovinos, se reportan niveles de residuos variables. Los resultados obtenidos pueden diferir de acuerdo con el ßAA empleado, dosis, unidad de producción y características de los animales empleados; por tanto, se ha recomendado desarrollar más investigaciones para conocer los factores que originan esta variación, que nos permitan fundamentar el uso de los ßAA o su definitiva eliminación en la alimentación del ganado (Domínguez-Vara et al., 2009). Por las evidencias de intoxicación en humanos por el consumo de carne con ßAA, por principio de ética, seguridad alimentaria y de bienestar animal, no deberían utilizarse ninguno de los productos anteriormente mencionados así sean aprobados para su uso en la alimentación del ganado (López-Vargas et al., 2007 citado por Sánchez-Zapata et al., 2010).
Algunas bibliografías
Aguilera-Soto, J. I., Ramírez, R. G., Arechiga, C. F. Mendez-Llorentea, F., Lopez-Carlosa, M. A., Silva-Ramosa, J. M., Rincon-Delgadoa, R. M., Duran-Roldana, F. M. 2008. Zilpaterol Hydrochloride on Performance and Sperm Quality of Lambs Fed Wet Brewers Grains. Journal of Applied Animal Research. 34(1): 17-21.
Baszczak, J. A., Grandin, T., Gruber, S. L., Engle, T. E,, Platter, W. J. 2006. Effects of ractopamine supplementation on behavior of British, Continental, and Brahman crossbred steers during routine handling. J Anim Sci 84:3410–3414.
Loneragan, G. H., Thomson, D. U., Scott, H. M. 2014. Increased Mortality in Groups of Cattle Administered the b-Adrenergic Agonists Ractopamine Hydrochloride and Zilpaterol Hydrochloride. PLoS ONE 9(3):1-13.
Marchant-Forde, J. N., Lay, D. C., Pajor, E. A., Richert, B. T., Schinckel, A. P. 2003. The effects of ractopamine on the behavior and physiology of finishing pigs. J Anim Sci 81:416–422.