Fernando Hernandez
22 de enero de 2008
Estimados, no se si lo he pasado por alto entre tantas contestaciones, pero es interesante tener en cuenta dos cosas que no leí en este foro.
Por un lado, el tipo de alimentación y el inicio del animal, y el otro es el tema genético.
Del primer punto, quisiera hacer mención, que un ternero, que come solo pasturas, y ellas de calidad, con mucha proteína, en definitiva, muy buen pasto, tiene un peso superior a aquel alimentado con una dieta alta o rica de energía, un animal que va a estar gordo, pero no tan pesado como el otro, la proteína, ese pasto que comió por un tiempo importante de su crianza, le ha permitido maximizar sus músculos y su estructura ósea, sus huesos, y estos son mas pesados que el tejido adiposo, es allí, también, donde se encuentran grandes diferencias en el rinde. Yendo a un extremo, un animal sub-alimentado, igualmente puede llegar a una condición de engrasamiento que la industria acepte, pero, a la hora del rinde, quizás, ésta se vea perjudicada.
El otro tema, el genético, también tiene un impacto importante.Hoy existen muchísimos análisis hechos por marcadores que indican hasta el grado de terneza, la forma del bife, etc. Pero, siempre debemos mantener el ojo en las hembras, ya que, lo que la industria pide, no siempre va de la mano con la naturaleza, y, en países donde la única renta posible de la ganadería de cría, este en donde y cuanto, las vacas coman solo forraje por si solas y en campos marginales, es bien probable, que la vaca que soporte eso y produzca, no se condiga con el biotipo de animal que la industria pida, y es importante recordar que cuando uno trabaja con una genética determinada, por ejemplo, solo industrial, la mitad de los procreos son hembras, y si esas hembras diseñadas para la industria, van a ir a los campos que antes menciono, posiblemente, tengamos algunos problemas.
Gracias por leer y los saludo atentamente