Después de meses de arduas negociaciones, las curtiembres aceptaron aumentar el precio de los cueros crudos que compran a los frigoríficos, de manera que los faenadores mejoren sus ingresos y mantengan estable el valor de la carne. A pesar de que el Gobierno pretendía una suba mucho mayor, los curtidores se comprometieron a mejorar por 150 días un 5% el costo de la materia prima.
De esta forma, el kilo de cuero crudo pasará a venderse a un promedio de u$s 1,05, un precio que será aplicable en todo el país. Según explicó el subsecretario de Coordinación Económica, Fernando Nebbia, esta mejora se sumará a una suba de hasta el 4% en el valor de los cueros que se habría registrado en las últimas semanas por el aumento de la demanda.
Según estimaciones oficiales, los frigoríficos recibirán en los próximos cinco meses unos u$s 10 millones extra, que permitirán mejorar su ecuación económica. El acuerdo no impactará directamente sobre los productores ganaderos ni en el precio de la carne, pero constituye un primer paso para acercar la cotización del cuero a su valor internacional.