El aceite de palma se ha convertido en la principal fuente de aceite vegetal del planeta por delante del aceite de soja, con más de 45 millones de toneladas producidas al año. Los productos de la palma se utilizan en la industria agroalimentaria (más del 50%), la industria química, cosmética, alimentación animal y en los últimos años en la producción de biocombustibles.
Cultivo De La Palma
El aceite de palma se extrae del fruto de la palma africana (Elaeis guineensis), cultivo capaz de producir más de 3,5 toneladas de aceite por hectárea, rendimiento diez veces superior al que se obtiene de otros cultivos de semillas oleaginosas como la soja o el girasol incluso sin ser un producto modificado genéticamente. Estos rendimientos tan elevados junto con los bajos costes de producción y los múltiples usos, hacen que el aceite de palma sea el aceite vegetal más usado del mundo.
Existen presiones medioambientales por la rápida expansión de los cultivos debido a que la palma sólo puede cultivarse en zonas tropicales de Asia (donde se produce más del 85% en Malasia e Indonesia), África y América del Sur. Es de vital importancia que la producción y el uso sean sostenibles desde un punto de vista económico, social y medioambiental.
El árbol de la palma permanece productivo más de 25 años, produciendo más de 3000 frutos al mes lo que garantiza un suministro constante y estable durante todo el año. Los frutos son recolectados y transportados a las refinarías para su transformación. Del fruto de la palma se obtienen dos tipos de aceites, el aceite de palma extraído de la pulpa o mesocarpo y el aceite de palmiste obtenido a partir de la extrusión de la semilla o almendra . El aceite de palmiste es más utilizado por la industria cosmética (jabones y cremas), la industria química (barniz, pintura, resina), la fabricación de detergentes y por la industria agroalimentaria. El residuo sólido de la extracción del aceite es la torta de palmiste, subproducto proteico también empleado en alimentación animal.
Refinamiento del aceite de Palma
El aceite de palma crudo es sometido a un proceso de refinamiento para la obtención del aceite de palma refinado que se utilizará en alimentación humana. En este proceso de refinamiento el primer objetivo es reducir la acidez del aceite para lo cual es sometido a un proceso de destilación física para la extracción de los ácidos grasos libres. Estos ácidos grasos destilados conocidos como PFAD suponen un 3% de la producción total de aceite y van a ser empleados para alimentación animal.
Además de los PFAD se obtienen otras fracciones como consecuencia de la destilación del aceite como las oleínas que son destinadas a consumo humano por su elevado precio en el mercado y las estearinas, fracción más saturada empleada para la fabricación de margarinas, aunque también es empleada para alimentación animal.
Los PFAD tienen una gran importancia en la alimentación de rumiantes y son la base para suplementos energéticos como son las grasas hidrogenadas y los jabones cálcicos conocidos como grasas by pass o grasas protegidas. Además los destilados de palma cuentan con una calidad constante durante todo el año.
Tras la destilación y un primer análisis de calidad en origen, los PFAD son transportados por barco hasta los principales puertos españoles, siendo Tarragona y Barcelona la principal entrada en España. Una vez en puerto y previo al desembarco el producto importado es analizado de nuevo para evaluar la calidad del producto y comprobar que cumple con los límites legales establecidos por la Unión Europea para sustancias indeseables como las dioxinas. Por tanto tenemos la seguridad que toda materia prima que entra en España ha superado los análisis pertinentes para su empleo en alimentación animal. Con el visto bueno de las autoridades portuarias el producto es transportado hasta las plantas de transformación.
Fabricación de Grasas Protegidas
Desde el punto de vista tecnológico los PFAD son un producto con una acidez muy alta, es decir con un gran porcentaje de ácidos grasos libres, lo que les hace un producto idóneo para la fabricación de sales o jabones cálcicos por su reactividad. Son además muy interesantes desde un punto de vista nutricional ya que mantiene el perfil de ácidos grasos del aceite de palma, con un 50% de los ácidos grasos saturados (principalmente ácido palmítico) y un 50% de insaturados (con un contenido en ácido oleico superior al 40%).
Norel S.A. con más de 30 años en el sector de la nutrición animal y líder internacional del sector de grasas protegidas para alimentación animal fabrica jabones cálcicos que son comercializados con el nombre MAGNAPAC y grasa hidrogenada bajo el nombre HIDROPLAM.
Empleo de grasas protegidas en alimentación de rumiantes
El empleo de grasas protegidas para la alimentación de rumiantes se justifica por los problemas que presentan los aceites a su paso por el rumen. Los aceites o grasas insaturadas alteran la flora ruminal y recubren la fibra impidiendo su fermentación y la formación de ácidos grasos volátiles, principal fuente de energía de los rumiantes.
Los jabones cálcicos comenzaron a emplearse en la alimentación de rumiantes a principios de los 80. Las características y las propiedades químicas de los jabones cálcicos de ácidos grasos de palma los convierten en un producto idóneo para solucionar los problemas que causaban los aceites vegetales. Los jabones cálcicos son una grasa sólida y de fácil manejo, permanecen estables en las condiciones del rumen (pH superior a 6) y se disocian, liberando los ácidos grasos en el abomaso (pH inferior a 3) para que sean absorbidos en intestino. Por tanto los jabones cálcicos aportan toda la energía de las fuentes de grasa sin alterar las condiciones ruminales. Con más de 30 años en el mercado los jabones cálcicos son componentes habituales de las dietas de los rebaños de todo el mundo.
Además de la saponificación, otro tratamiento eficaz para solventar las alteraciones que producen las grasas a nivel ruminal es la hidrogenación. Los aceites insaturados son tóxicos para la flora ruminal por lo que la hidrogenación y saturación de los dobles enlaces transforma los acidos grasos insaturados en saturados lo que nos permite emplearlos en alimentación de rumiantes.
Con la hidrogenación se consigue aumentar el punto de fusión por encima de los 50ºC, con lo que se obtiene un producto sólido y estable. Las grasas hidrogenadas son la fuente de grasa de elección cuando se busca un perfil de ácidos grasos de la dieta más saturados.
Los subproductos del aceite de palma con una producción creciente a nivel mundial nos ofrecen una alternativa de calidad, segura, interesante a nivel económico y con un potencial productivo muy interesante.