Las necesidades de proteína del rumiante se satisfacen por dos vías: la proteína ingerida y transformada a protoplasma microbial y la ruminalmente no degradable o de paso. Se ha demostrado que la cantidad de proteína que se puede transformar a protoplasma microbial en condiciones anaerobias, como las del rumen, puede ser un factor que limita la producción con rumiantes, por lo que es necesario suministrar una cantidad adecuada de proteína de paso; cantidad que es directamente proporcional a la tasa de crecimiento de los animales, e inversamente proporcional a su peso vivo.
Las proteínas de los ingredientes que se utilizan en la alimentación de los animales difieren en su degradabilidad ruminal, por su naturaleza o por el proceso industrial empleado en su elaboración. Conocer esta característica permite hacer más eficiente su utilización en la producción animal. Así, la harinolina posee 41 % y la soya 35 % de proteína no degradable en el rumen.
Las grasas son utilizadas en la alimentación animal como fuente concentrada de energía. La magnitud de su hidrólisis en el rumen depende del sustrato; así, los ácidos grasos del aceite de linaza se hidrolizan hasta en un 95 %, en tanto que los del aceite de oliva, en un 69 %, y los del coco, en un 40 %. En general, los aceites vegetales son hidrolizados en una proporción mayor que las grasas animales o los aceites de pescado.
El suministro de grasas en la dieta de los rumiantes tiende a reducir la digestibilidad ruminal de la fibra (lo cual es irrelevante para el caso del corral de engorda, debido a la baja inclusión de los forrajes en las dietas) y la absorción del Ca y Mg. Por lo anterior, y aprovechando la resistencia natural de algunas grasas a la hidrólisis ruminal, varios tipos comerciales de grasas ruminalmente inertes se encuentran disponibles. En virtud de que estas grasas no interfieren con la actividad microbiana, pueden ser suministradas en cantidades cercanas al 6 % de la dieta, permitiendo así incrementar el nivel de forraje en ella, para evitar trastornos digestivos sin disminuir la concentración de energía requerida para funciones productivas.
La utilización de proteína y grasa de paso en la producción de carne y leche de bovinos se ha estudiado extensamente; sin embargo, no existe información sobre su efecto en las características de la canal de bovinos productores de carne.
Bajo la hipótesis de que niveles adecuados de proteína y grasa inertes en el rumen, en dietas para bovinos en corral de engorda, promueven mayores aumentos de peso y mejoran las características de la canal, en el presente estudio se determinó el efecto sobre la ganancia diaria de peso, rendimiento y calidad de la canal de dos fuentes de proteína en la dieta de la etapa de crecimiento, y de la suplementación de grasa ruminalmente inerte en la dieta de engorda de bovinos de las razas Charolais y Beefmaster de ambos sexos.
El experimento se realizó en las instalaciones de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, ubicada en Saltillo, Coahuila (25° 22' Norte, 101° 00' Oeste; 1742 msnm; clima BS0 kx'(e)). Se utilizaron 44 becerros: 27 Charolais (11 machos y 16 hembras) y 17 Beefmaster (9 machos y 8 hembras), con una edad y peso promedios iniciales de 264 ± 22 días y 232 ± 23 kg; los cuales fueron previamente vitaminados (A,D y E) y desparasitados interna y externamente.
Los factores estudiados fueron: raza, sexo, fuente de proteínas en la dieta de crecimiento (harinolina: baja degradabilidad ruminal, y soya: alta degradabilidad ruminal) y nivel (0 y 3 % de la dieta) de grasa ruminalmente inerte (Megalac) en la dieta de engorda. En el Cuadro 1 se detallan las dietas utilizadas, las cuales se suministraron ad libitum, con un periodo de 13 días de adaptación. Las dietas de crecimiento y engorda se suministraron durante 42 y 95 días, respectivamente.
Cuadro 1. Composición de las dietas para crecimiento y engorda de bovinos Charolais y Beefmaster y sus niveles de proteína y grasa ruminalmente inerte
Las variables de respuesta fueron: ganancia diaria de peso y grados de rendimiento y de calidad de la canal. Las ganancias de peso se obtuvieron utilizando los pesos al inicio y final del experimento (promedios de peso de dos días consecutivos). El rendimiento y calidad de las canales se evaluaron 24 h después de su refrigeración. El grado de rendimiento (GdR) de la canal se calculó utilizando la siguiente fórmula:
GdR = 2.5 ± 2.5 (grasa de cobertura, en décimas de pulgada) ± 0.2 (grasa en rinón, pelvis y corazón, como porcentaje del peso de la canal caliente) ± 0.0038 (peso de la canal caliente, en libras) - 0.32 (área del músculo largo dorsal en la doceava costilla, en pulgadas cuadradas).
En la fórmula anterior, la grasa de cobertura o dorsal se midió en el punto que correspondió a los tres cuartos, a partir de la columna vertebral, de la longitud del músculo largo dorsal. La grasa en rinón, pelvis y corazón fue estimada subjetivamente por una persona con entrenamiento en evaluación de canales. El peso de la canal se obtuvo inmediatamente después del sacrificio de los animales, y el área del músculo largo dorsal se calculó con una plantilla cuadriculada. La calidad de la canal se determinó utilizando el Sistema de Clasificación de Ganado y Carnes del estado de Coahuila.
Las variables: ganancia diaria de peso y grado de rendimiento (con distribución normal) se analizaron por medio de un diseno completamente al azar con arreglo factorial 24 no balanceado, utilizando el peso vivo inicial de los animales como covariable. Con estas dos variables, una vez estandarizadas, también se realizó un análisis de varianza multivariado. La variable grado de calidad de la canal no se distribuyó normalmente, por lo que el análisis de los factores estudiados se realizó por tablas de contingencia (Ji cuadrada). Además, se estimaron las correlaciones entre las variables de respuesta.
La raza y el sexo afectaron la ganancia diaria de peso (P<0.05); sin embargo, debido a que la interacción raza x sexo x fuente de proteína resultó significativa (P<0.05) en la etapa de crecimiento, se procedió a probar estadísticamente los efectos simples (Cuadro 2); los machos de ambas razas presentaron ganancias diarias de peso similares con la dieta conteniendo soya, pero los Charolais presentaron mayores (P<0.05) aumentos de peso con la dieta que contenía harinolina. Por otra parte, los aumentos de peso de las hembras de las dos razas fueron similares, respecto a la fuente de proteína en sus dietas de crecimiento.
Cuadro 2. Promedios ajustados por cuadrados mínimos de la ganancia diaria de peso (kg) de bovinos Charolais y Beefmaster alimentados con dietas con dos fuentes de proteína (Media ± EE)
Los efectos principales: raza (Charolais: 1.5±0.1 vs Beefmaster: 2.0±0.1), sexo (machos: 1.5±0.1 vs hembras: 2.1±0.1) y fuente de proteína en las dietas de crecimiento (harinolina: 1.6±0.1 vs soya: 1.9±0.1) afectaron (P<0.05) el grado de rendimiento de la canal.
El análisis de varianza multivariado para ganancia diaria de peso y grado de rendimiento de la canal indicó superioridad (P<0.05) para la raza Charolais (1.35±0.03 kg/día, 1.6±0.11 GdR) respecto a la Beefmaster (1.23±0.04 kg/día, 2.0±0.15 GdR) y los machos fueron mejores (1.35±0.03 kg/día, 1.4±0.15 GdR) que las hembras (1.22±0.03 kg/ día, 2.1±0.13 GdR) al mismo nivel de significancia.
La calidad de la canal fue afectada sólo por la raza (P<0.05). Así, los animales Charolais tuvieron 7, 74 y 19 % de canales estándar, buenas y selectas, respectivamente, lo cual difirió de los Beefmaster que mostraron 47, 47 y 6 % de las categorías mencionadas.
De las correlaciones entre las variables de respuesta, la única significativa (P<0.05) fue entre grados de rendimiento y de calidad de la canal (r= 0.42). Por otra parte, se observaron correlaciones (P<0.05) entre ganancia diaria de peso durante los primeros 42 días de alimentación de los animales y el grado de rendimiento de sus canales (r= -0.41), y entre la ganancia diaria de peso durante los últimos 95 días de alimentación y la calidad de las canales (r= 0.34). El nivel de suplementación con grasa de paso no afectó ninguna de las variables analizadas.
Considerando las ganancias de peso, la mayor concentración de proteína de paso de la harinolina (en dietas con 0.9 Mcal de energía neta para ganancia en peso) sólo resultó ventajosa para los animales con mayor potencial de crecimiento, es decir, los machos de la raza Charolais. En otras palabras, la proteína microbial parece ser suficiente para satisfacer los requerimientos de animales con ganancias de peso inferiores a 1.49 kg/día. Por otra parte, en la raza Charolais, los animales machos y la harinolina promovieron un mejor rendimiento de la canal y, por lo tanto un menor engrasamiento, como era de esperarse. En el análisis conjunto de la ganancia de peso y grado de rendimiento de la canal sólo se detectaron efectos de raza y sexo, lo cual reafirma que ambas variables están determinadas por el potencial de crecimiento de los animales.
Con respecto a la calidad de las canales, el único efecto detectado fue el de raza; así, los Charolais lograron el 93 % de canales buenas y selectas; esto puede atribuirse a que dichos animales tuvieron mejores ganancias de peso durante la etapa de engorda, y a que estas ganancias están correlacionadas positivamente con el grado de marmoleo del músculo largo dorsal de los animales.
Por otra parte, los relativamente bajos porcentajes de canales selectas observados en este estudio, así como los aceptables grados de rendimiento obtenidos, pueden ser atribuidos a la juventud de los animales al sacrificio (menos de 15 meses), cuyas canales tuvieron 245 kg en promedio, con espesor de grasa dorsal de 0.17 cm y área del ojo de la costilla de 72 cm2.
La adición de 3 % de grasa de paso a dietas de finalización a base de sorgo, no representó ninguna ventaja en relación con las variables estudiadas. Estos resultados, al igual que otros mencionados en la literatura, indican que la ganancia de peso ni el rendimiento y calidad de las canales de los animales mejoran con niveles de grasa de paso suplementaria como los empleados en estos trabajos, a diferencia de lo indicado con otro tipo de grasas.
Las correlaciones lineales simples estimadas entre las variables de la calidad de la canal y del crecimiento confirman lo registrado por otros autores, es decir, que la calidad (marmoleo) y el rendimiento de la canal están inversamente relacionados, y que el rendimiento de una canal está directamente determinado por las ganancias de peso en los animales durante la etapa de crecimiento, pero que el grado de calidad está asociado a las ganancias de peso durante la etapa de engorda.
En conclusión, la raza Charolais y los animales machos enteros destacaron por su comportamiento productivo. La mayor cantidad de proteína sobrepasante en la dieta de crecimiento se manifiesta positivamente en el grado de rendimiento de las canales y en la ganancia de peso de los machos de la raza Charolais. La grasa ruminalmente inerte (3 % de la dieta) no tiene efecto sobre la ganancia diaria de peso ni sobre el rendimiento o calidad de la canal.
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