Resumen.
Los vacunos alimentados con forrajes de baja calidad, altos en fibra y deficientes en proteína (ej. campo natural muy empastado, rastrojos de sorgo y maíz, pajas de cereales, etc,) presentan una baja a negativa ganancia de peso vivo debido a que este tipo de forraje se degrada muy lentamente en rumen ocasionando un bajo consumo voluntario. La suplementación con proteína de alta degradabilidad ruminal corrige el déficit de nitrógeno, aumenta la velocidad de degradación, la llegada de proteína verdadera al duodeno y el consumo de forraje. Para lograr una respuesta positiva a la suplementación proteica el forraje debe ser de baja calidad, deficiente en proteína (menor 6 a 8% PB, relación NDT : PB mayor a 7 o relación PDR :NDT menor a 11%) y encontrarse en alta disponibilidad para que los animales pueden expresar un incremento en el consumo de forraje. Se debe suplementar a bajo nivel (0.1 a 0.3% PV) con un suplemento de elevado tenor proteico (mayor a 30% PB) elaborado en base a proteína verdadera de alta degradabilidad en rumen preferentemente sin la incorporación de NNP o incorporado a bajo nivel. El suplemento proteico puede ser suministrado diariamente o cada 2 o 3 días sin pérdida de eficiencia.
Palabras claves: suplementación proteica, forrajes de baja calidad, bovinos a pastoreo.
En la zona templada las pasturas generalmente son de alta calidad (adecuadas en energía y proteína) siendo la principal limitante la cantidad de forraje, sin embargo, en determinadas condiciones algunas pasturas pueden aparecer deficientes en nitrógeno para los microorganismos del rúmen lo cual limita la performance animal (1, 14, 53).
El objetivo del presente trabajo es discutir brevemente los principales aspectos de la suplementación con proteína de alta degradabilidad en rumen.
Objetivo de la suplementación proteica.
Diversos trabajos han mostrado una baja a negativa ganancia de peso vivo (PV) y una perdida de condición corporal (CC) en ganado de carne alimentado con forraje de baja calidad, lo cual se atribuye al bajo consumo de nutrientes que se logra con este tipo de alimento (14, 35, 47, 54 ). Los forrajes de baja calidad (deficientes en proteína) presentan un bajo consumo voluntario debido a que se degradan muy lentamente y permanecen mucho tiempo retenidos en rumen. La suplementación proteica incrementa el consumo de este tipo de forraje debido a que aumenta su velocidad de digestión, la tasa de pasaje ruminal y la llegada de proteína verdadera al duodeno (18, 27, 33, 38). Para que esto suceda se requieren dos factores fundamentales:
1°) el forraje debe ser de baja calidad, con alto contenido en fibra y bajo en proteína (1, 14, 27, 53). En forrajes con niveles adecuados de nitrógeno la suplementación proteica no incrementa el consumo de forraje (1, 34, 36, 41, 46, 52), ocasionando muchas veces una sustitución de forraje por suplemento, en estos casos los suplementos proteicos actuarían únicamente como fuente de energía (1). Dolberg y Finlayson (15) encontraron que con paja tratada con amoníaco en la cual la proteína degradable en rumen no era limitante para los microorganismos ruminales a medida que aumentaba el consumo de torta de semilla de algodón disminuía marcadamente el consumo de forraje ocasionando una sustitución de forraje por suplemento aún con bajo nivel de suplementación.
2°) la oferta forrajera no debe ser limitante, debe existir una alta disponibilidad de pastura, si la oferta de pastura por animal y/o por unidad de superficie es escasa no existe respuesta a la suplementación proteica por la imposibilidad de los animales de expresar un incremento en el consumo de forraje (14, 39, 53, 54).
Determinación de la necesidad de suplementar con proteína.
Para determinar si es necesario suplementar con proteína se pueden emplear parámetros del forraje y/o del animal.
Los microorganismos del rumen necesitan un adecuado balance nitrógeno - energía para realizar una eficiente digestión ruminal (11, 18). Se ha sugerido que dietas con un contenido menor a 6 a 8% de Proteína Bruta (PB) serían limitantes para los microorganismos ruminales (1, 14, 47, 53), en estas condiciones suplementar con una fuente de Proteína Degradable en Rumen (PDR) sería beneficioso (1, 14, 38, 39, 53). Moore y Kunkle (47) encontraron que el consumo declina rápidamente cuando el contenido en PB del forraje desciende por debajo de 7%, lo cual sería consecuencia directa de una deficiencia de nitrógeno en rumen que limitaría la actividad microbiana.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Florida en EEUU (44, 45, 46, 47) encontraron que mas que el contenido aislado de un único nutriente del forraje, la relación energía - proteína conseguía explicar mucho mejor el efecto de la suplementación sobre el consumo de forraje y el balance de nutrientes (cuadro 1). Cuando la relación entre Nutrientes Digestibles Totales (NDT) y PB es mayor a 7 el forraje presenta un déficit de nitrógeno en relación a su contenido en energía (46) y en consecuencia respondería positivamente a la suplementación proteica (6, 30). El objetivo de la suplementación sería lograr dietas con una relación NDT:PB entre 4 y 6 (39).
Cuadro 1: Balance energía - proteína del forraje y relación NDT:PB del forraje (adaptado de Moore y col. 1999 y Beck y col. 2005).
(*) El forraje es tan deficiente en nitrógeno que responde a casi cualquier nivel de proteína del suplemento.
Un procedimiento más exacto para determinar las necesidades de proteína suplementaria es balancear la relación proteína : energía de la dieta utilizando la PDR en lugar de la PB. Para maximizar la fermentación ruminal y el consumo de nutrientes, la dieta debe tener una relación PDR:NDT de 10 a 13% dependiendo de la calidad de la dieta (11, 26, 48). Usualmente el 65 a 75% de la proteína del forraje es degradada en rumen (30, 50), el óptimo aprovechamiento de forrajes de mediana a baja calidad (45 a 60% NDT) ocurre cuando el consumo de PDR representa aproximadamente el 11% del consumo de NDT (6, 7, 14, 25, 32). En consecuencia, forrajes con una relación PDR:NDT menor a 11% responderían favorablemente a la suplementación proteica (6, 7, 30).
En condiciones de pastoreo donde la calidad del forraje cambia con el tiempo y la selectividad animal es alta es dificultoso establecer con precisión la relación energía - proteína del forraje consumido (1, 20). En rumiantes la concentración de Nitrógeno Ureico en Sangre (NUS) es indicativo de la relación energía - proteína de la dieta (20). Cuando existe en rumen un exceso de nitrógeno en relación a la energía, la concentración de amoníaco (NH3) ruminal se incrementa (6, 24, 25, 27) lo cual se refleja en un aumento en la concentración de NUS (20). En cambio cuando existe una deficiencia dietética en proteína la concentración de NH3 ruminal es baja (6, 21, 25, 27) y el reciclado de nitrógeno desde la sangre y por la saliva hacia el rumen es más eficiente (24) lo cual se traduce en una disminución en la concentración de NUS (20).
Cuadro 2: Relación entre la concentración de nitrógeno ureico en sangre y el balance energía - proteína de la dieta (adaptado de Hammond 1992, 1997).
El NUS puede ser empleado para evaluar la respuesta biológica a la suplementación proteica o energética y los cambios en la cantidad o calidad del forraje (20). El criterio para iniciar o incrementar el nivel de suplementación proteica podría ser cuando el promedio de una muestra representativa del rodeo presenta una concentración de NUS menor a 7 mg/dl o el 25% de los animales de la muestra presentan una concentración menor a 6 mg/dl (19, 20). Bajo estas condiciones existe una respuesta muy favorable en ganancia de PV a la suplementación proteica en vacas de cría y en novillos en terminación (cuadro 2) (19, 20).
Situaciones en las cuales el forraje se presenta deficiente en proteína.
Campos muy empastados con abundante forraje maduro y restos secos presentan serias limitantes en calidad (43). A medida que la pastura madura se produce una pérdida progresiva de calidad que se traduce en una disminución de la digestibilidad y del contenido proteico (1).
La calidad del forraje disminuye a medida que se extiende el período de acumulación, aumenta la disponibilidad o la altura de la pastura. En Uruguay se ha constatado que el contenido de PB del forraje disminuye en forma importante cuando el período de descanso supera los 60 días (2, 5, 51) o se acumulan mas de 2000 kg MS/Há (43).
En el cuadro 3 se puede apreciar como a partir de los 2300 kg MS/Há o un contenido en PB del forraje ofrecido menor a 7.7% ovinos pastoreando campo natural cosecharían una dieta deficiente en nitrógeno (relación NDT:PB > 7), debido a la capacidad de los ovinos de cosechar una dieta de mayor calidad que los vacunos (43), cabría esperar que estos últimos comiencen a cosechar una dieta deficiente en nitrógeno con menor disponibilidad de la pastura y mayor contenido proteico del forraje que los sugeridos en el cuadro 3.
Cuadro 3: Relación entre disponibilidad de forraje del campo natural y balance energía - proteína de la dieta cosechada por ovinos (elaborado a partir de Montossi y col. 2000).
Derivado del cuadro:
Relación NDT:PB dieta cosechada = 0.0000008*x2 + 0.0003*x + 1.8733 ;r2 = 0.9989 donde x = Disponibilidad forraje, Kg MS/Ha
Relación NDT:PB dieta cosechada = 0.0943x2 - 2.8675x + 23.63 ;r2 = 0.9989 donde x = PB forraje ofrecido, % MS
En el cuadro 4 se presenta la relación energía - proteína de algunos forrajes de Uruguay, analizando los datos de dicho cuadro en general los henos y ensilajes de leguminosas, las praderas y los verdeos de invierno aparecen con un balance de adecuado a excesivo en nitrógeno en relación a la energía que aportan, los verdeos de verano, los henos y ensilajes de gramíneas aparecen con un contenido de adecuado a deficiente en nitrógeno mientras que el campo natural presenta un nivel intermedio de adecuado a marginal.
Cuadro 4: Balance energía - proteína de algunos forrajes de Uruguay (adaptado de Mieres 2004).
Si se asume que en promedio, los vacunos pastoreando campo natural en Uruguay cosechan un forraje con 55 - 59% NDT (43) y para la óptima utilización de forrajes de mediana a baja calidad se requiere una relación PDR:NDT igual a 11%, se puede inferir empíricamente del cuadro 5 que cuando el forraje cosechado presenta menos de 8 a 10% PB se estaría produciendo un déficit proteico.
Cuadro 5: Nivel de PB necesario para lograr en el forraje una relación PDR:NDT igual a 11%.
(*) Ejemplo (55% NDT, 70% degradabilidad) = (55 * 0
.11) / 0.70 = 8.6% PB
Características de un buen suplemento proteico.
Para estimular el consumo de forrajes de baja calidad un suplemento proteico debe aportar adecuada cantidad de PDR (6, 11, 14).
Origen de la fuente proteica: en rumiantes el nitrógeno de la dieta puede provenir de proteínas verdaderas (vegetal o animal) o de Nitrógeno No Proteico (NNP). Las proteínas verdaderas (ej. harina de soja, expeller de girasol, harina de semilla de algodón, etc) son mas efectivas en estimular el consumo y la digestión del forraje que el NNP (ej. urea, biuret, fosfatos di y monoamonio, etc), a pesar que estos últimos son 100% degradables en rumen (11, 14, 28, 29). Las proteínas verdaderas además de nitrógeno aportan energía, azufre, aminoácidos, péptidos y esqueletos carbonados que tornan más eficiente los procesos de fermentación y crecimiento microbiano (11, 53), las fuentes de NNP aportan solo nitrógeno.
La urea es la fuente de NNP más comúnmente empleada en la dieta de rumiantes, es mejor aprovechada por los microorganismos del rumen con dietas altas en energía fermentecible (alta en granos) (37, 56), en cambio, en dietas a base de forraje la urea presenta una baja utilización debido en gran parte a su gran solubilidad en agua lo cual hace que sea hidrolizada en rumen muy rápidamente hasta NH3, creando así una asincronía entre el pico de nitrógeno y la lenta fermentación de los sustratos energéticos del forraje (14, 37). La utilización de la urea con dietas altas en forrajes puede ser mejorada con la adición de una fuente rica en energía rápidamente fermentecible (ej. granos, melaza, etc) (56). Existe especial interés en el empleo de fuentes de NNP en dietas de rumiantes dado su bajo costo por unidad de nitrógeno (37).
Las proteínas verdaderas normalmente contienen suficiente azufre para cubrir los requerimientos de los microorganismos del rumen, sin embargo, cuando se suplementa con NNP se debe tener especial cuidado con el aporte de azufre, los microorganismos del rumen necesitan una relación nitrógeno : azufre en la dieta de 15 : 1 (3 g de azufre inorgánico cada 100 g de urea) (40, 57). La suplementación proteica es inefectiva si la dieta presenta un déficit de azufre (53, 57).
Nivel de proteína del suplemento: cuando se suplementan forrajes de baja calidad el suplemento debe poseer una relación PDR:NDT al menos suficiente para fermentar efectivamente la materia orgánica del suplemento sin necesidad de recurrir a la PDR del forraje, en consecuencia debe poseer como mínimo una relación PDR:NDT de 12 a 13% (11). Si el suplemento es bajo en proteína, la energía que este aporta exacerba la deficiencia de nitrógeno en rumen e impacta negativamente reduciendo el consumo y la digestibilidad del forraje (6, 13, 55). En la práctica, el suplemento debe poseer más de 25 a 30% PB, con una degradabilidad ruminal mínima de la proteína de 50 a 60% (14, 35, 39).
Nivel de NNP del suplemento: si bien el NNP es menos efectivo que la proteína verdadera en incrementar el consumo de forrajes de baja calidad, a bajo nivel de inclusión en el suplemento existe poca desventaja con respecto a las proteínas verdaderas (11, 29, 37). Clanton (10) en una serie de experimentos con ganado a pastoreo y diferentes niveles de inclusión de NNP al suplemento encontró que la performance animal disminuyó cuando el suplemento contenía más de 3% de urea en comparación con el ganando suplementado solo con proteína verdadera.
Cuando el equivalente proteico aportado por la urea no supera el 25 a 30% de la PDR del suplemento (11, 29, 37) la diferencia en evolución de la CC en vacas de cría preñadas sería mínima comparado con animales suplementados solo con proteína verdadera. En animales en crecimiento es recomendable que el equivalente proteico aportado por el NNP no supere el 15% de la PDR del suplemento (37). A altos niveles de inclusión de urea (mayor a 45% PDR del suplemento) comienzan a aparecer problemas de palatabilidad y rechazo del suplemento lo cual dificulta lograr que los animales consuman todo el suplemento asignado (11).
Forma física del suplemento: los suplementos en forma de bloque y los de presentación líquida (ej. meleza + urea) presentan mayor variabilidad individual en el consumo y mayor proporción de animales que no consumen suplemento en comparación con los de presentación seca (harinas, granos, cubos, pellets, etc) por lo cual se torna más difícil lograr que todos los animales consuman la cantidad de suplemento asignado (8). Además los bloques de bajo consumo (consistencia dura) presentan mayor variabilidad individual en el consumo que los de consistencia blanda (8).
Nivel de suplementación.
Para estimular significativamente el consumo y la digestión de forrajes de baja calidad se deben suministrar pequeñas cantidades de un suplemento de elevado contenido proteico (14, 35, 39, 54). A elevado nivel de suplementación (41, 46) una vez que el suplemento proteico cubre las necesidades de nitrógeno de los microorganismos del rumen actúa como energético lo cual puede ocasionar un efecto contrario al deseado, es decir una sustitución de forraje por suplemento (1, 11, 34, 52, 55). En estas condiciones la posible mejora en la performance se debe al surplus de energía que aporta el suplemento (1, 11). Además diversos trabajos han demostrado que un exceso de proteína en la dieta deprime el consumo de forraje (7, 12, 13, 25, 27). En general como guía práctica se recomienda un nivel de suplementación de 0.1 a 0.3% PV con un suplemento de elevado
tenor proteico (> 30% PB) (39). Generalmente existe una respuesta positiva en ganancia de peso vivo cuando el consumo de PB proveniente del suplemento proteico supera el 0.05% PV y es siempre positiva cuando supera el 0.1% PV (46).
Cálculo de la cantidad de suplemento a suministrar: con forrajes de mediana a baja calidad (45 a 60% NDT) el objetivo de la suplementación es lograr una dieta con una relación PDR:NDT del 11% (6, 7, 14, 30, 32, 39).
Si representamos con:
X1 = consumo de MS de forraje con suplementación (kg o %PV).
X2 = consumo de MS de suplemento proteico (kg o %PV).
PDRf, PDRs = contenido en PDR del forraje y del suplemento respectivamente (%MS o kg/kgMS).
NDTf, NDTs = contenido en NDT del forraje y del suplemento respectivamente (%MS o kg/kgMS).
[PDR:NDT] = relación deseada en la dieta entre el consumo de PDR y el consumo de NDT.
CMSf = consumo proyectado de MS del forraje (kg o %PV), ej. 1.8 a 2.0% PV en vacas de crías preñadas no lactando, 2.3 a 2.5% PV en vacas de cría en lactación, 2.5% PV en animales en crecimiento (9, 32).
Matemáticamente el objetivo de lograr una determinada relación entre el consumo de PDR y NDT se expresa como:
PDRf * X1 + PDRs * X2
-------------------------------- = [PDR:NDT]
NDTf * X1 + NDTs * X2
Donde además se impone la condición que el consumo de forraje con suplementación sea igual al consumo estimado de forraje:
X1 = CMSf
Luego de reducir apropiadamente los términos obtenemos el siguiente sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas:
(PDRf - [PDR:NDT] * NDTf ) * X1 + (PDRs - [PDR:NDT] * NDTs ) * X2 = 0
X1 = CMSf
Este sistema de ecuaciones se resuelve por el método tradicional de eliminación de Gauss, o más sencillamente dado su especial configuración reduciéndolo a una única ecuación con una sola incógnita:
X2 = CMSf * F / (- S)
Donde:
F = (PDRf - [PDR:NDT] * NDTf)
S = (PDRs - [PDR:NDT] * NDTs)
Si no se cuenta con la degradabilidad de la proteína de los alimentos, otra posibilidad es balancear la dieta en base a la relación NDT:PB (óptimo 4 a 6) (39), con lo cual las ecuaciones anteriores quedarían como:
X2 = CMSf * F / (- S)
F = (NDTf - [NDT:PB] * PBf)
S = (NDTs - [NDT:PB] * PBs)
Donde:
PBf, PBs = contenido en PB del forraje y del suplemento respectivamente (%MS o kg/kgMS).
[NDT:PB] = relación deseada entre el consumo de NDT y el consumo de PB.
Es importante destacar que la exactitud de la metodología de cálculo propuesta depende de la precisión con la cual se estimen los diferentes parámetros del modelo (ej. degradabilidad de la proteína, calidad del forraje cosechado, consumo de forraje, etc.).
Ejemplo. Se estima que vacas de cría preñadas consumen el 2% PV de una pastura de alta disponibilidad y de mediana a baja calidad cuando la dieta presenta adecuado nivel de proteína. Si el forraje presenta 50% NDT y 6% PB (70% degradable en rumen, PDR = 4.2%) la relación PDR:NDT es de 8.4% (óptimo 11%) y la relación NDT:PB es de 7.7 (óptimo 4 a 6) lo cual está indicando una deficiencia en nitrógeno haciéndose necesario una suplementación proteica. La cantidad de suplemento (expeller de girasol con 91% MS, 65% NDT, 36% PB, 74% degradabilidad de la proteína = 26.6% PDR) necesario para corregir el déficit proteico de una vaca de cría preñada (395 kg PV) se calcula como:
CMSf = 2% PV
F = 4.2 - [0.11] * 50 = - 1.3
S = 26.6 - [0.11] * 65 = 19.45
X2 = 2 * (- 1.3) / (- 19.45) = 0.13% PV (0.514 kg MS suplemento)
En este ejemplo se debería suministrar en base húmeda 0.565 kg de expeller de girasol/vaca/día (0.514 kg MS / 0.91 = 0.565 kg = 0.14% PV en base húmeda).
Para lograr el máximo consumo de forraje en pastoreo la oferta de pastura por animal debe ser de 2 a 5 veces el máximo consumo esperado de forraje (22, 48). Continuando con el ejemplo, si la suplementación es por 60 días, la pastura presenta 2580 kg MS/ha y la oferta deseada es 3 veces superior al consumo voluntario, la carga del potrero se estima como:
Oferta = (2580 kg MS/ha) / 60 días = 43 kg MS/há/día
CMSf = (395 kg * 2 %PV) / 100 = 7.9 kg MS/día
Demanda = CMSf * 3 veces = 23.7 kg MS/día
Carga = Oferta / Demanda = 1.84 vacas/Ha
Frecuencia en el suministro de suplemento.
Debido a la capacidad de los rumiantes de retener y reciclar el nitrógeno ingerido en la dieta (24), el suministro de suplementos proteicos en forma infrecuente generalmente no presentaría desventaja frente al suministro diario cuando se compara a través de la evolución de la ganancia diaria del peso vivo, CC o performance reproductiva (3, 16, 23, 35, 49), pero dada la rápida degradación de las fuentes de NNP, cuando el suplemento posee elevadas cantidades de urea (equivalente proteico aportado por la urea > 15% PDR del suplemento) es conveniente el suministro diario (17, 37).
En general se recomienda suministrar el suplemento proteico diariamente o cada 2 a 3 días (16, 39), por ejemplo si el nivel de suplementación es de 0.5 kg/animal/día y el suministro es cada 3 días, significa que cada 3 días se suministraran 1.5 kg suplemento/animal (0.5 kg * 3 días = 1.5 kg).
Respuesta a la suplementación proteica.
Cuando la proteína es deficiente muchos estudios indican que la suplementación proteica incrementa el consumo de forraje en un 15 a 45% y algunos estudios han demostrado un incremento de 2 a 5 puntos porcentuales en la digestibilidad del forraje (30), obteniéndose generalmente una eficiencia de conversión de 1.5 a 3 kg de suplemento por kg de ganancia de peso vivo adicional (39, 41). La eficiencia de conversión disminuye a medida que aumenta el nivel de suplementación (41).
Debe quedar claro que la suplementación proteica mejora la performance del ganado alimentado con forrajes de baja calidad principalmente debido a un aumento en el consumo de forraje, si por alguna razón (baja disponibilidad forrajera, adecuado contenido proteico del forraje, alto nivel de suplementación, bajo contenido proteico del suplemento, etc.) el ganado no puede aumentar el consumo de forraje, la suplementación proteica se torna ineficaz y antieconómica (14, 39, 53, 54).
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Publicado como:
Soto, C.; Reinoso, V. (2007): Suplementación proteica en ganado de carne. Veterinaria (Montevideo) 42 (167):27-34.