Las rutas metabólicas de los compuestos del ajo llevan a que la transpiración del animal vehicule aromas de ajo, si me permiten la expresión. Este es el principio detrás del cual existen aditivos con efecto real, medible, sobre los ectoparásitos. Lo hemos visto en rumiantes, aves, camarón... Eso si, la presencia de ajo en los productos comerciales no conlleva que éste sea activo. El proceso industrial de fabricación está la clave. Una herramienta sostenible, "natural" y eficaz que añadir a la paleta estratégica del veterinario y del nutriólogo.