INTRODUCCIÓN
La anaplasmosis bovina es una enfermedad infecciosa, aguda o crónica, caracterizada por presentar anemia, ictericia e hipertermia, entre otros síntomas. El agente causante es la rickettsia Anaplasma marginale, que invade los glóbulos rojos produciendo su destrucción. Es transmitida por diferentes mecanismos, entre otros por infección intrauterina, por picadura de insectos hematófagos, o iatrogénicamente (castración, descorne o utilización de instrumental contaminado).
Los métodos actuales de control de la enfermedad involucran, en primer lugar, al tratamiento farmacológico de los animales afectados, mediante oxitetraciclina o imidocarb. Luego de controlar la erradicación de los vectores, como prevención se recomienda la vacunación con cepas de Anaplasma centrale, práctica que garantiza un estado de fuerte protección inmunológica.
El método inmunoprofiláctico constituye una herramienta importante utilizada en nuestro país, de comprobada eficacia para controlar el impacto de anaplasmosis y babesiosis en los sistemas de producción ganadera. Consiste en aplicar un inmunógeno a base de agentes parásitos atenuados de Babesia bigemina, Babesia bovis y Anaplasma centrale, desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Existen disponibles dos presentaciones de esta vacuna, una fresca (con duración de 7 días) y otra criopreservada con una viabilidad de 2 años desde la fecha de elaboración.
En áreas libres de la garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus, la babesiosis no representa un problema, al contrario de lo que sucede con la anaplasmosis, requiriendo la utilización de la vacuna ultracongelada conteniendo solo A. centrale. Por lo expuesto, en el presente trabajo se formuló una vacuna criopreservada para la prevención de la anaplasmosis, evaluándose su actividad inmunogénica.
MATERIAL Y MÉTODOS
Vacuna monovalente.
La composición cuali-cuantitativa de cada dosis de 0,5 ml fue de 2,5 x 107 eritrocitos infectados con A. centrale M1, 125 UI de penicilina G sódica, 125 μg de sulfato de estreptomicina y 0,5 ml de solución salina balanceada con glicerol 1,5 M. Esta presentación se formuló a través de la suspensión de eritrocitos con la adición de glicerol como criopreservador. Esta mezcla se envasó en pajuelas y se expuso a una fase de vapor de nitrógeno líquido, congelando a una tasa de 20°C por minuto en una unidad de congelación programable. Cuando la temperatura llegó a -196°C las pajuelas se trasladaron rápidamente a un termo de nitrógeno líquido.
Animales.
Se seleccionaron veinte bovinos, hembras, mestizos de Hereford, entre cuatro y seis meses de edad. El lote se dividió aleatoriamente en dos grupos de diez animales cada uno. El primer grupo fue inoculado con la vacuna y el segundo grupo ofició como testigo. Los animales fueron adecuadamente identificados con caravanas (Tabla 1), tras lo cual se procedió a la inoculación de la vacuna monovalente conservada en termos de nitrógeno líquido a -196ºC. Posteriormente, se envió el lote completo (inoculados y controles) a un corral con comedero de autoconsumo. El ensayo experimental se llevó a cabo en un campo de la Provincia de Corrientes, a 37 km de Sauce, localidad ubicada por debajo del paralelo 30°S.
Determinación de la actividad inmunogénica e identificación de Anaplasma sp.
Se obtuvieron muestras de suero de todos los animales incluidos en la experiencia en los 0, 30 y 60 días post-vacunación. La presencia de anticuerpos contra la proteína mayor de superficie de Anaplasma sp (MSP-5) se determinó mediante ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA competitivo). Asimismo, a los días 15, 30, 45 y 60 se tomaron muestras de sangre con anticoagulante de seis animales, tres de cada grupo, para la identificación y diferenciación de Anaplasma sp mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR anidada). Estos ensayos se realizaron en el Servicio de Diagnóstico Animal de la Estación Experimental INTA (Rafaela, Santa Fe, Argentina), siguiendo el procedimiento descrito por especialistas en el tema.
Evaluación clínica.
Durante todo el ensayo, principalmente a partir de los 30 días (período de patencia de Anaplasma sp), se observó el estado general de los animales y los posibles efectos adversos en respuesta a la inmunización.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados arrojados por el ensayo ELISA se midieron en porcentaje de positividad respecto de un suero de referencia positivo. El punto de corte fue de 28%. Se tomaron como sospechosos a los valores cercanos al 28%, entre 25 y 40%. El 100% de los animales muestreados al día 0 resultaron negativos.
El análisis serológico obtenido a los 30 días reveló que el 20% de los animales inoculados resultaron positivos y el 100% de los pertenecientes al grupo control fueron negativos.
Transcurridos 60 días, se pudo determinar que el 80% de los animales vacunados obtuvieron títulos de anticuerpos contra Anaplasma sp y 2 animales resultaron sospechosos en el grupo control, como indica la Tabla 1.
Los resultados obtenidos a partir de la PCR de los días 15, 30, 45 y 60 se muestran en la Tabla 2. Mediante la PCR se pudo confirmar que los animales que resultaron positivos en los ensayos de ELISA, fueron a consecuencia de la respuesta de la cepa vacunal en el sistema inmunológico de los animales.
Con estos resultados de PCR también se logró identificar la presencia de ADN de A. centrale en el grupo control, explicando los valores cercanos al punto de corte, considerados sospechosos en los ELISA. Asimismo, se puede inferir la transmisión mecánica por vectores, ya que las maniobras realizadas con los animales experimentales durante el presente trabajo no incluyeron posibles acciones iatrogénicas.
En los animales incluidos en la experiencia no se observaron efectos adversos a la vacuna conteniendo cepas vivas de A. centrale M1. La transmisión de A. marginale es indirecta, con excepción de la que se produce directamente de la vaca al ternero por vía transplacentaria. La transmisión indirecta se lleva a cabo por medio de artrópodos hematófagos o por instrumentos u objetos accionados por el hombre.
Los transmisores de A. marginale en nuestro país no son conocidos con exactitud. Experimentalmente se logró la transmisión transestadial de A. marginale con adultos de Rhipicephalus (Boophilus) microplus (único vector que se encuentra en Argentina) y de Amblyomma neumanni (garrapata de tres huéspedes), que provenían de ninfas alimentadas sobre bovinos con infección patente.
Sin embargo, un estudio realizado en dos establecimiento ubicados en la Provincia de Salta (Argentina), uno con R. microplus durante todo el año y el otro con presencia esporádica del mismo, mostró que las primoinfecciones con A. marginale eran independientes de la presencia del supuesto vector, resultando en tasas de infección del ganado similares al cabo de un año.
Los dípteros hematófagos como Stomoxys calcitrans, ocho especies de Tabanus sp, tres especie
de Culicidae 11 y Haematobia irritans 3 actúan como transmisores de A. marginale y A. centrale de forma mecánica. Se puede inferir la transmisión mecánica de la cepa vacunal por estos dípteros, principalmente tábanos y mosquitos.
La transmisión iatrogénica a través de agujas, descornadores, mochetas, pinzas para tatuar, bisturíes, caravaneadores y otros instrumentos, actúan como transmisores mecánicos de sangre infectada con A. centrale y A. marginale, constituyendo ésta una importante vía de transmisión intra-rodeo pero no entre rodeos 6 . En el presente trabajo, se podría descartar esta vía de transmisión debido a los recaudos tomados durante el experimento.
Investigadores brasileños demostraron en 2013 la transmisión transplacentaria en un área de inestabilidad enzoótica a partir de vacas con infección crónica (100% seropositivas por inmunofluorescencia indirecta y 63,3% positivas a PCR) y resultando los terneros recién nacidos positivos en un 6,7% por PCR 5 . Si bien en este caso no se trató de un rodeo de inestabilidad enzoótica, fue necesario realizar el perfil de anticuerpos el día 0 a través de ELISA para tener la certeza de que los animales utilizados en el ensayo resultasen negativos a títulos de anticuerpos contra anaplasmosis. Asimismo, a los 15 dias post-inoculación de pudo identificar A. centrale por PCR. Cabe resaltar la utilidad de esta herramienta de diagnóstico, ya que a partir de los 15 días es posible evidenciar la presencia del agente etiológico.
En conclusión, surge que la vacuna ultracongelada de Anaplasma centrale presentó una adecuada actividad inmunogénica y no se observaron efectos adversos o reacciones post-vacunales, en la categoría de animales incluidos en el ensayo.
Esta vacuna monovalente resultaría interesante para su utilización en zonas donde la babesiosis no es endémica y redundaría en beneficios económicos para el productor, ya que resultaría menos costosa al prescindir de la tecnología que implica la producción de eritrocitos parasitados con Babesia sp, que actualmente incluye la vacuna trivalente criopreservada.
Asimismo, cabe resaltar la importancia de implementar medidas de control de los dípteros hematófagos cuando se utilizan estos métodos inmuno-profilácticos, ya que está demostrada la transmisión mecánica de la cepa vacunal.
La combinación de las técnicas de diagnóstico disponibles en nuestro país, representan una herramienta invaluable para controlar y tratar adecuadamente esta patología, que provoca grandes pérdidas en nuestros rodeos.