Por:Juan Bologna, Departamento técnico Barenbrug Palaversich
Implantación
• Usar semilla despuntada
• La semilla debe ser tratada con fungicidas para controlar carbón por lo menos 15 días antes de la siembra.
• La profundidad de siembra no debe exceder 1.5 cm.
• Sembrar lo más temprano posible a partir de la primera quincena de febrero.
• Preferentemente la siembra debe hacerse en líneas.
• Aumentar la densidad de siembra un 30 % en siembras al voleo.
• Población objetivo al primer pastoreo: 350 plantas/m2.
• Densidad de siembra: 15 a 25 kg/ha en siembras puras. 5 a 10 kg/ha en mezclas.
• Se adapta a siembras directa o intersiembra con mínimo laboreo para renovación de pasturas degradadas
Suelos
• La cebadilla se comporta mejor en suelos fértiles, con buena capacidad de almacenamiento de agua, bien drenados y con pH superior a 6.
Mezclas
• Optar por especies y cultivares acompañantes complementarios por hábito de crecimiento y ciclo de producción.
• Puede utilizarse como verdeo puro o en mezclas con raigrás.
• Es una especie complementaria en praderas mixtas de larga duración, especialmente en aquellas que incluyan pasto ovillo.
• Ideal para mezclas con alfalfa por la compatibilidad de los requerimientos de manejo para ambas especies.
• Se asocia bien con trébol rojo en praderas de rotación corta muy productivas.
Fertilización
• Definir la fertilización balanceada según análisis de suelo.
• Ajustar la disponibilidad de fósforo usando fertilizantes binarios a la siembra.
• Se obtienen altas tasas de respuesta al nitrógeno en aplicaciones fraccionadas de otoño y primavera.
Manejo del pastoreo
• Para optimizar su utilización y persistencia, se recomienda pastoreo rotativo no muy intenso y/o franjas diarias con descansos prolongados.
• Reducir el período de ocupación a menos de 5 días. Controlar la intensidad de pastoreo para lograr remanentes de a 5 a 8 cm.
• No pastorear con problemas de piso.
• Permitir períodos de descanso prolongados entre pastoreos (3 a 6 semanas según estación).
• Considerar cierre de parcelas en primavera para permitir una adecuada semillazón y promover el banco de semillas.
• Planificar un pastoreo de limpieza luego del verano y un descanso estratégico de otoño para promover el macollaje y permitir la reimplantación por resiembra.