Suplementación con omega-3 a vacas Holstein: estado corporal y metabolitos plasmáticos en inicio de lactancia

Al final de la gestación e inicio de lactancia, las vacas lecheras experimentan una serie de cambios fisiológicos, metabólicos y endócrinos que afectan el consumo voluntario de alimentos, generando balance energético negativo, lipólisis y sobrecarga metabólica. Conjuntamente, estos cambios provocan mayor susceptibilidad a patologías que inciden sobre la performance productiva y reproductiva (Drackley, 1999). En este contexto, el suministro de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) omega-3 influiría favorablemente sobre el metabolismo, la respuesta productiva y el comportamiento reproductivo de las vacas (Lopreiato et al. 2020). El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de la suplementación con una fuente de AGPI omega-3, protegidos de la actividad microbiana ruminal (pasantes), sobre la producción, el metabolismo y el comportamiento reproductivo en vacas Holstein en inicio de lactancia. Se presentan los resultados referidos a parámetros de estado corporal y biomarcadores plasmáticos.

El ensayo se realizó en el Tambo Experimental de la EEA Rafaela del INTA y tuvo una duración de 18 semanas (3 semanas preparto utilizadas como acostumbramiento a los lípidos y 15 semanas postparto de toma de datos). Se utilizaron 30 vacas Holstein distribuidas en 15 bloques por número de lactancias (2,3 ± 1,4), fecha estimada de parto (15 de marzo ± 17 d), producción de leche en la lactancia previa (8392 ± 1542 kg a 305 días), peso vivo (PV; 724 ± 101 kg) y condición corporal (CC; 3,34 ± 0,37) asignándolas aleatoriamente dentro de cada bloque a los siguientes tratamientos (dietas): O-3: suplementación con una fuente de AGPI omega-3 pasantes o C: sin suplementación con una fuente de AGPI omega-3 pasantes. Ambos tratamientos recibieron una ración parcial mezclada ad libitum que contenía (base MS) heno de alfalfa (7,8%), silaje de alfalfa (36,5%), silaje de maíz (24,2%), harina de soja (18,6%), maíz molido (9,9%), semilla de algodón (2,1%) y un premix comercial de vitaminas y minerales (0,9%). En la sala de ordeño recibieron una suplementación diferencial en función del tratamiento. La dieta O-3 contenía 4,5 kg MS de concentrado más 0,65 kg d-1 de lípidos pasantes (99,4% MS, 69,7% EE, 26,2 % cenizas, 0,3% PB), distribuido individualmente en partes iguales en cada turno de ordeño (a.m. y p.m.), mientras que la dieta C fue la misma a la ofrecida en O-3, pero se reemplazó isoenergéticamente el suplemento lipídico por grano de maíz molido (equivalencia: 1 kg MS lípidos = 2 kg MS maíz). El suplemento lipídico se formuló a partir de una mezcla de aceite de lino y pescado (60:40), saponificados (jabón cálcico) para protegerlos de la biohidrogenación ruminal y contenía 36,3% de Omega-3 sobre el total de ácidos grasos. Los días -21 (covariable), -7, 7, 21 y 35 respecto al parto se registraron el PV y la CC (escala 1 a 5) y se obtuvieron muestras de sangre por punción de vena coccígea. Luego de la separación de los plasmas, las concentraciones de los metabolitos fueron analizadas con un autoanalizador bioquímico CM-250 (Wiener Lab, Argentina) y espectrofotómetro SPECTROstar Nano (BMG Labtech, Alemania). Los datos se analizaron según un diseño en bloques completos aleatorizados con medidas repetidas en el tiempo ajustado por covariable (α = 0,05).

El PV, la CC y los niveles circulantes de AGNE (biomarcador de lipomovilización) resultaron similares entre tratamientos (Cuadro 1), resultado compatible con los similares consumos de energía total observados en el estudio de respuesta productiva (Roskopf et al., 2023).

La concentración de βHB resultó significativamente mayor en las vacas del grupo O-3 al día 35 posparto, sin diferencias durante el resto del período experimental. No se observaron diferencias significativas en las concentraciones plasmáticas de urea y de glucosa (Cuadro 1); resultando este último parámetro compatible con los contenidos similares de lactosa observados (Roskopf et al., 2023).. La suplementación lipídica se relacionó con un incremento de los niveles circulantes de colesterol (P < 0,01). El aumento de los lípidos dietarios estimula la síntesis intestinal de colesterol para cubrir la incrementada demanda de absorción y transporte de grasa (Bionaz et al, 2020), lo cual explicaría la mayor concentración plasmática de colesterol registrada en el grupo O-3.

Los resultados obtenidos en este estudio (similar PV, CC y concentración plasmática de AGNE) sugieren que la suplementación con una fuente de AGPI omega-3 pasantes no tendría efecto sobre la movilización de reservas corporales al inicio de la lactancia. En cambio, sugiere ser un artilugio que incrementaría la concentración basal de colesterol circulante, precursor para la síntesis de progesterona, con un posible efecto benéfico sobre la performance reproductiva.

Empresa TECNUAR SRL y colaboradores del ensayo.