Introducción
Existen múltiples fuentes de biomasa orgánica que se producen como residuos, tanto a nivel rural, como urbano en el mundo actual (FIGURA 1).
FIGURA 1. Fuentes de biomasa orgánica como residuos en el mundo actual.
Producción mundial de heces y orina humanas
De los 8 mil millones u ocho millardos de habitantes humanos en el mundo actual, 662 millones vivimos en América Latina y el Caribe. La población de la región representa hoy el 8,2% de la población mundial, al 15 de noviembre del 2022 (Google, 2022). Por término medio, evacuamos por persona unos 150 gramos diarios de heces húmedas, lo que representa 4,5 kg por persona/mes y 54 kg por persona/año. Una persona puede llegar a producir hasta 3,8 toneladas de heces húmedas a lo largo de su vida (70 años). Los 8 mil millones de habitantes humanos en el mundo generamos diariamente 1,2 millones de toneladas de heces húmedas o 300 millones de toneladas de heces en materia seca (Google 2023).
Las heces se acumulan en el tramo final del intestino grueso o recto, segmento de unos 15 centímetros de longitud. Cuando el material residual se acumula, se abre el esfínter interno, musculatura que libera las heces y al mismo tiempo, el cerebro envía una señal para avisar de la necesidad de defecar. Para mantener una función intestinal saludable y lograr evacuaciones regulares y adecuadas, es importante mantener una dieta equilibrada y adoptar hábitos saludables, como consumir suficiente fibra, beber suficiente agua, evitar el sedentarismo, establecer un horario regular para evacuar las heces y evitar el estrés. Nuestras heces son 75 % agua y 25 % desechos sólidos, que consisten en alimentos no digeribles, sustancias inorgánicas y bacterias muertas (Muy Interesante, 2023).
La población humana actual eliminamos un volumen de orina de entre 800 a 2,000 mililitros o centímetros cúbicos por persona/día (con una ingesta de líquido normal de aproximadamente 2 litros/persona/día). Esto equivale a una media de 1.400 mililitros o centímetros cúbicos por persona/día, que equivalen a 42 litros por persona/mes, y a 500 litros por persona/año. Una persona puede llegar a producir 35.000 litros de orina a lo largo de su vida (70 años). También se producen diariamente en el mundo un promedio de 11,2 millones de litros de orina humana (Google, 2023).
Los 662 millones de habitantes humanos de América Latina y el Caribe producimos 100 millones de kilogramos de heces/día y 930 millones de litros de orina/día, de excretas húmedas netas, sin incluir el agua adicional agregada para vaciarlas desde los inodoros. Las heces y la orina producidas anualmente por una persona (20 kg en materia seca) poseen todos los nutrimentos necesarios para producir todos los alimentos anuales que una persona requiere para su nutrición adecuada (Jeavons. J, 2006).
Son sanas las excretas humanas ?
Las excretas de una persona sana no son tóxicas. Es un abono ecológico como cualquier otro. Si portaran diversos gérmenes y huevos o adultos de parásitos, estos desaparecen en presencia del amoníaco, por acción de la fermentación de la materia orgánica (aumento de temperatura hasta 50°C) y por la acción de los organismos de la tierra, algo analizado y comprobado en diferentes estudios. Estudios recientes han demostrado qué los residuos de medicamentos eliminados en las excretas son degradados durante el proceso de mineralización de la materia orgánica y que la utilización de carbón activado los elimina en más de un 98%. Su fermentación aeróbica o compostaje durante al menos un mes es parte de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud – OMS, para eliminar patógenos, en ausencia de cualquier otra forma de tratamiento. Esta fermentación y almacenamiento contribuyen con la casi total reducción de micro - contaminantes orgánicos.
Como se colectan las heces y la orina en las ciudades
Si bien existen en el mercado mundial inodoros que separan las heces de la orina y no consumen agua para evacuar las excretas - secos (FIGURA 2), no es común ni conveniente que se instalen en ciudades, sino en el medio rural, donde ocasionalmente se fermentan las heces humanas en materia fresca (sin mezclarse con la orina) para convertirlas en abono orgánico fermentado, en condiciones anaeróbicas. Se separa también ocasionalmente la orina para utilizarla como abono orgánico fresco o mezclado con las heces ya fermentadas y sin mezclarlas con agua adicional. Existen también, en el medio suburbano y/o rural, los inodoros de hoyo dentro de la tierra (letrinas), sin que estas excretas se puedan utilizar en ninguna labor productiva.
Al no ser comunes los inodoros separadores de heces y orina en las ciudades, tanto las heces, como la orina, se juntan durante su evacuación por los humanos con las aguas tratadas o potabilizadas que se agregan automáticamente, después de cada vaciada del inodoro, y es a esta mezcla a la que se denomina excretas humanas (Google, 2023).
FIGURA 2. Inodoros que separan heces de orina, sin gasto de agua - secos.
Los inodoros porcelanizados de fabricación original tienen un tanque para agua tratada o lluvia, con 16 litros de capacidad (FIGURA 3). Hoy en día se fabrican inodoros cuyo tanque para aguas tratadas tienen 4 litros de capacidad y el usuario puede elegir si evacuar heces con o sin orina mezcladas, en cuyo caso el tanque deposita y mezcla cuatro (4) litros de agua tratada con las heces, o dos (2) litros de agua tratada, para evacuar orina exclusivamente. En el caso de utilizar orinales exclusivos tradicionales, el gasto de agua tratada es, por lo general, mucho menor y actualmente se comercializan e instalan orinales personales que no gastan agua (secos).
En reemplazo de las aguas tratadas, lo cual demanda un gasto en su transporte y potabilización, el agua lluvia, no tratada, ni potabilizada, puede ser captada y transportada por los techos y canaletas de cualquier vivienda o construcción techada, para almacenarla dentro de un tanque que permite acumularla en volúmenes variables, y descargarla por gravedad y con presión variable, para su utilización en labores hogareñas e industriales que no requieren aguas tratadas.
Posible utilización para las excretas humanas
El alza de los precios de los fertilizantes químicos, debido a su escasez y agravado por la guerra de Ucrania, preocupa a los agricultores mundiales (FIGURA 4). Las excretas humanas contienen el nitrógeno, fósforo, potasio y otras sales minerales que desde la agricultura intensiva se aplican a base de fertilizantes químicos, con su conocida repercusión medioambiental, el alto costo y que además han alcanzado el límite, porque proceden del petróleo y de una minería de recursos limitados.
FIGURA 3. Como ahorrar agua en un inodoro tradicional.
FIGURA 4. Precios actuales de los fertilizantes químicos, debidos a la guerra en Ucrania.
Recientemente se hizo pública una investigación realizada por la Universidad de Hohenheim en Alemania en la que se destaca que el uso de fertilizantes derivados de las excretas humanas, pueden ser tan productivos como los fertilizantes químicos comerciales, sin el riesgo de la transmisión de enfermedades. Es así como en todo el mundo se están llevando a cabo experimentos y proyectos piloto para recolectar y utilizar excretas humanas de manera sostenible como fertilizante.
Estas iniciativas están en marcha en Estados Unidos con importantes investigaciones y recogidas periódicas masivas; en Francia, con cientos de puntos de recogida, para su uso en agricultura urbana, espacios verdes y jardines; en Suiza ya está autorizado su uso como fertilizante; en África y América Latina ya se aplican para el cultivo de vegetales con buenos resultados.
Cada vez aparecen más empresas que fabrican y comercializan abonos orgánicos a base de excretas humanas.
El agua, un recurso escaso
Con relación a las excretas húmedas, un tema adicional a destacar es el derroche de un producto tan preciado y escaso en el mundo como es el agua y el gasto que demanda su potabilización (FIGURA 5a).
Los inodoros son la mayor fuente de consumo de agua en el hogar (FIGURA 5b).
Una gestión más apropiada podría ahorrar grandes cantidades de agua, una necesidad que se hace urgente en el mundo actual, a medida que el cambio climático agrava las sequías.
Reciclar excretas humanas húmedas evita el desperdicio de agua potable en el inodoro y el gasto en transportar y descontaminar sus aguas originales y servidas, a la vez que como abono orgánico resultan ser un recurso gratuito rico en minerales apropiados y utilizables para el suelo y los cultivos.
El libro “Lineamiento para el uso de la orina y heces humanas en la producción de cultivos” publicado en Suecia por la Serie de Publicaciones de EcoSanRes, Reporte 2004 – 2, descubre el inmenso valor de utilizar el abono orgánico preparado con excretas humanas, lo que permite reciclar y producir simultáneamente.
En la búsqueda de una economía circular se han estudiado de cerca los ensayos de recogida y reciclaje de excretas humanas que se están haciendo a gran escala en Suiza. Su meta, además de valorizar un recurso que hoy se considera un residuo, es alcanzar la autonomía, tanto de la producción agrícola del país, como en producir un abono orgánico adecuado para el suelo y los cultivos agrícolas.
FIGURA 5a.
FIGURA 5b. Gastos de agua tratada en distintas actividades en el hogar.
Materiales que no deben eliminarse en los inodoros
El papel higiénico no debería desecharse mezclado con las excretas humanas dentro del inodoro, pero tampoco los tampones, toallas sanitarias femeninas, preservativos masculinos y femeninos usados, recipientes quebrados de vidrio o de loza, trozos de metal, ropa interior, cordones de zapatos, combustibles, agroquímicos, arena y tierra, sellos, bolsas, cajas, goma de mascar, frascos, empaques, botellas y accesorios plásticos, de caucho, de vidrio y tetra pack y de medicamentos y sus contenidos, pinturas, jabones, detergentes, desmanchadores, desinfectantes, colillas de cigarrillos, fluidos corporales infecciosos, materiales de sutura, protectores para la curación de heridas, vendas, etc. Estos materiales deberán desecharse en depósitos separados y luego deberían ser enterrados.
Donde instalar biodigestores en las ciudades
No se recomienda la construcción de fosas para el alojamiento de biodigestores plásticos de bajo costo y de otros modelos de biodigestores, en concreto o cemento y/o con bloque y varillas de hierro, ya que su costo de construcción puede llegar a ser muy elevado. Además, América Latina y El Caribe son regiones sísmicas, en las que los temblores y terremotos podrían afectar o destruir la infraestructura construida en cemento y concreto (FIGURA 6).
FIGURA 6. Diferentes modelos de biodigestores a nivel mundial.
Se pueden instalar biodigestores en diferentes tipos de lámina o tubulares plásticos en Polietileno, Polipropileno, PVC, Vinilo, EPDM, etc. Los biodigestores de bajo costo son sistemas biológicos (bolsas plásticas depositadas y almacenadas dentro del suelo) dentro de las que se tratan todo tipo de residuos orgánicos no contaminados, procedentes de actividades agropecuarias, industriales y domiciliarias. La fermentación de la materia orgánica en ausencia de oxígeno (condiciones anaeróbicas dentro del agua), dentro de un biodigestor, produce biogás y abono orgánico. El biogás se acumula dentro, en la parte alta de la bolsa del biodigestor, que permanece seca y se extrae por su propia baja presión, por una válvula de salida, para quemarlo o utilizarlo como combustible en estufas, lámparas, calentadores, refrigeradores, ventiladores o motores de explosión (FIGURA 7a y 7b).
Las viviendas unifamiliares en las ciudades (casas y apartamentos) normalmente son ocupadas por familias de pequeño tamaño, cuyos miembros no producen suficientes excretas para lograr una producción abundante ni rentable de biogás, dentro de un biodigestor alimentado con excretas humanas. Además, sus viviendas escasamente poseen un pequeño antejardín y/o un patio interior, así que no tienen espacio suficiente, ni con las condiciones de seguridad que demanda la instalación y operación de un biodigestor.
Por ello habría que recurrir a viviendas suburbanas, construidas sobre lotes de tamaño mediano a grande (desde 1000 metros cuadrados en adelante), en condominios de casas o de apartamentos, escuelas, colegios y universidades, cuarteles ocupados por cuerpos colegiados (militares, bomberos, paramédicos, etc.), parques, restaurantes campestres, centros comerciales, mercados, edificios gubernamentales, fábricas, grandes empresas y almacenes, bancos, hospitales, etc. Escogiendo un lugar del patio o del lote: seguro, sin riesgos de incendio, ni de ingreso no autorizado de personas, que puedan acarrear riesgos de vandalismo o incendios (fumadores).
FIGURA 7a.
FIGURA 7b. Biodigestor con bolsa elevada externa para el almacenamiento exclusivo del biogás producido por los biodigestores instalados por debajo.
Como es el proceso de la biodigestión (FIGURA 8).
FIGURA 8. Capacidad de la bolsa del biodigestor, que permite descontaminar su contenido
Haremos un ejemplo para calcular la capacidad (líquida y gaseosa) total de la bolsa de un biodigestor. Si vamos a tener una proporción del 75% de fase líquida y 25% de campana para almacenar biogás y al biodigestor va a ingresar un (1) metro cúbico de aguas lluvias o tratadas, mezcladas con excretas humanas diariamente, con un tiempo de retención total de 90 días (el doble del tiempo, comparado con la retención de excretas animales), entonces esta bolsa deberá tener una capacidad total de 90 metros cúbicos de fase líquida y de 22 metros cúbicos de campana para almacenamiento del biogás. Es decir, que la capacidad total de la bolsa deberá ser de 112 metros cúbicos. Si utilizamos una bolsa plástica con 5 metros de circunferencia, su longitud será entonces de:
Cálculo del diámetro y del radio de la estructura tubular
Cálculo de la capacidad total del biodigestor
Volumen del cilindro = Pi * x Radio 2 x Longitud
3,14 x (0,796) 2 metros x 56 metros = 112 metros cúbicos de capacidad total
* Pi Es una constante matemática igual a 3,14
En el caso de contar con un lote irregular, se pueden construir el o los biodigestores en forma modular. Es decir, los 56 metros de longitud total se pueden dividir, por ejemplo (14 x 4 = 56 metros de longitud). Se pueden construir cuatro (4) biodigestores paralelos de 14 metros efectivos cada uno, sobre un lote rectangular y conectados entre sí de forma continua. Esto permite aumentar o reducir el número de biodigestores a través de los años, según su demanda.
La o las fosas en tierra, para introducir y proteger los biodigestores construidos con bolsa plástica de 5 metros de circunferencia, pueden excavarse sobre la superficie del suelo y tendrán la forma geométrica de un trapecio invertido, con su lado más ancho (1,6 metros) sobre la superficie de la fosa, con una profundidad de 1,2 metros (1,6 x 0,75), con el fin de que, todo el peso de la fase líquida contenido dentro de la bolsa, sea sostenido por las paredes en tierra de la fosa y con un ancho de 1,3 metros sobre todo el piso de la fosa, lo que corresponde con un leve talud cercano al 10% (1,6 metros – (0,15 x 2)) = 1,3 metros, sobre cada lado de la fosa, para evitar el derrumbamiento de sus paredes y con todo el piso a nivel. Únicamente la campana del biodigestor, destinada como almacenamiento para el biogás, quedaría por fuera de la superficie del suelo, pues el peso del biogás es muy bajo (700 gramos/m3 de biogás).
La descontaminación lograda tras la fermentación durante el doble del tiempo de permanencia del efluente (mezcla de heces y orina humanas y agua tratada o de lluvia), dentro del biodigestor, comparada con excretas animales, va a garantizar que las excretas humanas no significarán ningún riesgo de contener microorganismos patógenos, para las personas que manejen y utilicen este efluente como fertilizante en cultivos sembrados por la agricultura urbana.
Introducción de las excretas dentro de los biodigestores
Las tuberías que transportan las excretas humanas mezcladas con agua lluvia o potable conducen este líquido al alcantarillado de las aguas servidas o aguas negras que las transportan bajo tierra y por gravedad, por presión o succión, hacia los ríos o, en las ciudades en donde existe, hacia un centro de tratamiento de aguas servidas, donde se juntan todas las aguas contaminadas de la ciudad.
Allí se separan los sólidos y se hace su floculación, además de un proceso de descontaminación de las aguas servidas, que luego se vierten a las fuentes de agua corriente o se reciclan.
Antes de fluir por gravedad dentro de las alcantarillas de drenaje, estas excretas líquidas podrán desviarse para que ingresen directamente dentro de los biodigestores existentes en cada sitio y sufrir el proceso de fermentación natural por anaerobiosis (dentro del agua, en ausencia de oxígeno). Este proceso produce, posterior a su fermentación anaeróbica, el combustible biogás, que contiene metano (CH4); (FIGURA 9). El metano es uno de los gases de efecto invernadero – GEI que se acumula en la atmósfera terrestre y que posee 21 veces mayor potencial de calentamiento global del Planeta tierra, comparado con el Gas Carbónico (CO2), el cual es eliminado por los motores de combustión interna que funcionan con combustibles fósiles o derivados del petróleo.
El metano dura 12 años en la atmósfera terrestre y luego sufre el proceso de hidroxilación, que lo convierte en CO2 y le permite ser utilizado en la fotosíntesis, que es el proceso fisiológico que, en unión del gas carbónico (CO2), agua, minerales y luz solar, permite que todos los vegetales crezcan y produzcan hojas, rebrotes y frutos.
FIGURA 9. Composición del biogás.
FIGURA 10. Eficiencia de algunos de los sustratos orgánicos en la producción de biogás.
Al líquido (mezcla de heces + orina + agua), que ingresa al biodigestor diariamente se lo denomina afluente; al líquido que tiene una permanencia de entre 45 a 90 días en fermentación anaeróbica que produce biogás dentro del biodigestor, se lo denomina influente y al líquido, que sale solo, y por nivel, desde dentro del biodigestor diariamente, se lo denomina efluente, que, como ya está fermentado y no posee mal olor, es un abono orgánico con el mismo contenido mineral que la fuente original que se utilizó para su producción.
Este efluente puede utilizarse en la fertilización de jardines, prados, parques, árboles de todo tipo, en viveros para agricultura urbana o rural de hortalizas y frutales, en cultivos de cereales, en praderas para pastoreo y forrajes para corte y conservación y permite abonar plantas nativas de flores, que estimulan la población masiva de insectos polinizadores (abejas, etc).
El biogás se utiliza como fuente de energía para cocción, calentamiento de agua, iluminación, refrigeración, ventilación y como combustible para motores de explosión. El biogás deberá mezclarse con aire (1:6), lo que duplica su eficiencia en la generación de llama y en la temperatura de la llama (Víquez, J. 2019). El abono orgánico derivado se puede utilizar para la fertilización de todo tipo de cultivos. (FIGURAS 11; 12 y 13).
Utilización del biogás como combustible (FIGURA 11).
FIGURA 11. Mezcla automática y por succión natural del aire por el flujo de biogás, para lograr su utilización más eficiente (6:1 de proporción aire:biogás), la que duplica su rendimiento y temperatura. FUENTE: Víquez, J. 2019.
FIGURA 12
FIGURA 13.
Utilización del efluente como abono orgánico
El efluente en fresco se recoge directamente desde su salida por nivel del biodigestor y se aplica a los diferentes cultivos por aspersión o por goteo. Las plantas no son quemadas, si se les aplica el efluente directamente sobre las hojas (FIGURAS 14; 15; 16; 17 y 18).
FIGURA 14. Recogida del efluente en la salida del biodigestor y su aplicación (50 a 100 cc/semana/metro lineal) en un cultivo de lechuga, medido con una jeringa sin aguja.
FIGURA 15.
FIGURA 16.
FIGURA 17. Peso de las lechugas producidas. Abonadas con abono orgánico líquido producido por el Instituto Nacional Agropecuario – INA de Costa Rica o por el efluente de biodigestores alimentados con excretas de cerdo o de ganado vacuno.
FIGURA 18. Expulsión por gravedad de los lodos sedimentados acumulados en el fondo de los biodigestores (FIGURAS 19 y 20)
FIGURA 20.
Corolario
El cambio climático es una realidad innegable. Estamos viviendo sequías, inundaciones, incendios forestales y deshielos sin precedentes. En el mes de julio 2023 tuvimos en algunas regiones del mundo las temperaturas más altas de los últimos 1.200 años.
Debemos tomar muy en serio y con urgencia la descarbonización del planeta y recurrir rápidamente a todas las herramientas prácticas, funcionales y de bajo costo que nos permitan detener el cambio climático de nuestro único planeta.
Masificar la instalación de biodigestores plásticos de bajo costo, pequeños, medianos y grandes, tanto en el medio rural como urbano, para reducir el consumo de combustibles naturales y de origen fósil (leña, carbón vegetal y mineral, electricidad, petróleo y sus derivados, etc.); reducción marcada en el gasto de agua tratada en las ciudades y la racionalización o eliminación del uso de fertilizantes químicos (derivados del petróleo) sustituyéndolos por abonos orgánicos provenientes de excretas animales, humanas y de otros residuos orgánicos bio – degradables ya digeridos, para abonar los cultivos agrícolas.
El biogás se utiliza como combustible en los hogares rurales, para sustituir la leña para la cocción de los alimentos, reduciendo o eliminando el tiempo de su recolección y fraccionamiento, la afectación de los pulmones y de la visión de quienes cocinan y reduciendo o aun deteniendo la deforestación de los bosques.
El petróleo y sus combustibles derivados son un bien finito, además de su alto costo político y de la alta contaminación ambiental que le causan al planeta.
Por efecto de la fermentación anaeróbica dentro del biodigestor, los minerales esenciales se hacen solubles. Una vez que se aplica el efluente del biodigestor como abono orgánico, los minerales solubles e inorgánicos son más rápidamente absorbidos por las raíces de las plantas, reduciendo así su pérdida por lavado o lixiviación y evitando la eutrofización, debida al aumento de sustancias nutritivas en las aguas dulces de pozos, ríos, lagos y embalses, lo que consume oxígeno y reduce o elimina la población de organismos acuáticos y estimula el desarrollo de una población excesiva de fitoplancton, zooplancton, algas y de plantas acuáticas flotantes y ancladas.
La biodigestión reduce la contaminación de las aguas servidas y permite cumplir con la legislación ambiental, lo cual hace posible utilizar únicamente el biodigestor, que como componente del Sistema de Descontaminación Productiva de Aguas Servidas demanda menor espacio e inversión.
El biogás, una vez filtrado, para reducir hasta 25 ppm o menos el sulfuro de hidrógeno (H2S) que contiene normalmente, que es corrosivo para los metales y tóxico para los organismos vivos y que le confiere el olor a huevos podridos, se puede utilizar como combustible en motores de explosión de cuatro tiempos, gas natural, biogás, GLP, gasolina, kerosene y diesel.
En el motor a gasolina se puede usar el biogás filtrado como combustible único. El motor diesel, al no poseer bujía, no emite chispa para hacer la explosión dentro del cilindro, en cuyo caso se debe utilizar el biogás mezclado con el combustible diesel, que sí explota por compresión. En el caso de motores diesel se ha logrado sustituir hasta el 65% del combustible diesel por biogás. En los motores a GLP o gas natural se logra sustituir el 100% del combustible original por biogás, sin afectar al motor ni su eficiencia.
La Universidad EARTH inauguró el 26 de septiembre del 2006, un proyecto de generación de electricidad a partir de biogás, dirigido a suplir esta necesidad en empresas agropecuarias, agroindustriales y poblaciones. El proceso consiste en que, el agua del lavado diario de los pisos, instalaciones y equipos para el alojamiento, alimentación, ordeño, manejo y sacrificio de animales de granja (vacunos, búfalos, ovejas, cabras, caballos, cerdos, conejos y aves) y/o las aguas servidas con desechos orgánicos ingresan diariamente y por gravedad al biodigestor. Se conectan a la planta eléctrica en las horas pico de demanda: la bomba de vacío del equipo de ordeño, el tanque de enfriamiento de la leche, la bomba de agua, el pulsador de la cerca eléctrica, la picadora de forrajes, un trapiche, un refrigerador, una computadora, un ventilador y 10 bombillas. Este motor fue construido para hospitales, por lo que produce muy bajo ruido y por ello no afecta el bienestar humano y animal. La energía eléctrica adicional generada se puede introducir y utilizar en la red eléctrica de la EARTH.
Mediante transferencia automática, se puede decidir si se utiliza la electricidad del generador o la proveniente del Instituto Costarricense de Electricidad - ICE.
Dependiendo del volumen de captación de excretas animales y/o humanas u otros desechos orgánicos mezclados con las aguas servidas, se puede producir mayor o menor cantidad de biogás y por ello instalar un generador con menor o mayor capacidad. Esto permite un sistema a escala, sin requerir siempre de altas inversiones. En los sitios en los que se producen, pero donde no se tratan las excretas y los demás desechos orgánicos, y estos se descomponen a cielo abierto generando malos olores, permiten la reproducción de insectos nocivos, contaminan, con sus efluentes, las fuentes de agua corriente y producen gases como vapor de agua, biogás, óxido nitroso, amoníaco, sulfuro de hidrógeno, monóxido y dióxido de carbono, los cuales se liberan a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento del planeta, debido al efecto invernadero que causan algunos de estos compuestos, además de la lluvia ácida.
El metano (CH4), contenido dentro del biogás, y el óxido nitroso (N2O) tienen respectivamente 21 y 300 veces mayor efecto invernadero, comparados con el dióxido de carbono (CO2). El quemar el metano como combustible lo convierte en CO2, lo que reduce en hasta 20 veces su efecto invernadero. El amoníaco (NH3), el óxido nitroso (N2O) y el sulfuro de hidrógeno (H2S) contribuyen con la lluvia ácida. Debido al calentamiento global está ocurriendo el cambio climático, que afecta a todo el planeta y que se manifiesta en la forma de aumento excesivo de la temperatura ambiental, deshielo, incendios forestales, lluvias y sequías más intensas, prolongadas, destructivas e impredecibles.
Intermediación, apoyo y promoción política
La Red de Biodigestores para Latinoamérica y el Caribe – RedBioLAC asumió desde 2009 el reto de promover la instalación, utilización e investigación con biodigestores plásticos de bajo costo, para la producción de combustible y fertilizante a partir de excretas y demás desechos orgánicos. Desde entonces, anualmente se realiza un encuentro técnico – científico, que este año será el 15°, que se llevará a cabo en la localidad de Irapuato, Guanajuato, México en octubre de 2023 y el 16 avo en Santiago, Chile en 2024.
La RedBioLAC, con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura – IICA; de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO; del Banco Mundial; de la Unión Europea y de otras entidades, instituciones, universidades, empresas, países y personas a nivel mundial, que apoyan la descarbonización de las economías de América Latina y el Caribe, debería solicitar donaciones y captar fondos que permitan masificar la instalación de un prototipo de biodigestor de tamaño variable, tanto en el medio rural, como en muchas ciudades de América Latina y el Caribe.
El procedimiento de promoción, trabajo e investigación actual de la RedBioLAC está resultando demasiado lento, y se necesita ya, reducir en gran medida o aún detener el calentamiento global del planeta.