Aníbal Fernández Mayer subraya que durante los últimos años la ganadería bovina de cría, y en menor proporción los sistemas de engorde pastoril y a corral, se han concentrado especialmente en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba y gran parte de las provincias de La Pampa y Río Negro, además de otras regiones del norte del país. Para mejorar el resultado productivo y económico de la empresa ganadera en estas zonas, el especialista destaca el empleo de determinados aditivos, y plantea una forma práctica de utilizarlos mediante el concurso de Bloques Multinutricionales (BMN) o el Suplemento Activador Ruminal (SAR), que se están experimentando en toda la región desde 2007 con muy buenos resultados. Recordemos que la finalidad de esta inclusión en la dieta es potenciar el aprovechamiento de los forrajes carentes de calidad o que desmejoran a partir del otoño. También rastrojos de bajo valor y otros recursos de escaso aporte.
Forrajes que pierden calidad y rastrojos empobrecidos mejoran con el concurso de estos aditivos.
REQUERIMIENTOS SATISFECHOS
Se apunta a lograr altos consumos de BMN o SAR. Fernández Mayer se refiere a experiencias en torno de 0.5 a 1 kg de BMN o SAR por animal con vacas de cría (alrededor de 400 kg de peso vivo). Así se asegura un consumo de proteína de alrededor de 450 a 500 gramos diarios, con lo cual se cubren holgadamente las necesidades de mantenimiento de una vaca de cría (entre 200 y 300 gramos de proteína por día, dependiendo del peso vivo), y todo alimento que ingiera además de los bloques, cubrirá las demandas de lactancia, gestación y reproducción, o bien servirá para recuperar estado corporal o engordar al animal.
BUEN APORTE
La utilización de los BMN o SAR tiene como objetivo entregar a nivel de rumen, una serie de compuestos químicos que favorecen el desarrollo de la flora ruminal (bacterias). Además, al haber compuestos que trascienden el rumen (pasantes o by pass) llegando al intestino delgado como parte de los almidones de los granos de cereal, de la proteína verdadera del suplemento proteico y de la proteína microbiana sintetizada en rumen, se está asimismo alimentando directamente al vacuno. Beneficios que suman. Entre los aditivos azucarados disponibles en la región pampeana, clave en la elaboración de los BMN o SAR, Fernández Mayer menciona que han evaluado tres fuentes: Smartfeed “tradicional”, Nutriliq 2050 y glucosa.
Los bloques multinutricionales aseguran un importante aporte de proteínas.
Smartfeed tradicional (SFT) es un residuo líquido de melaza enriquecido con levaduras muertas (Saccharomyces Cerevisiae) derivadas de la industria cervecera. La proteína de estas levaduras contiene un perfil de aminoácidos de alto valor biológico, superior al de la soja.
En tanto, Nutriliq 2050 está compuesto por diferentes proporciones de sustancias azucaradas (fructosa de maíz), SFT, urea o minerales, lo que le confiere altos niveles de proteína. Si se emplea el pellet o torta de girasol estos varían entre 40 y 45%, en cambio sí se usa pellet o torta de soja oscila entre 50 y 55%, al tiempo que los niveles de Energía Metabolizable son equivalente a los del grano de maíz (de 2.9 a 3.2 Mcal EM/kg de MS). Cuando se usa este producto no se debe poner urea en el BMN ni en el SAR.
Por último, la glucosa es otra fuente de azúcares solubles (energía), similar a la que se emplea en apicultura.
HOJA DE RUTA
- El uso de BMN o SAR busca suministrar a los animales una serie de compuestos nutricionales (proteínas, energía y minerales) que mejoren la utilización de los forrajes groseros, con altos niveles de fibra y muy lignificados, (pastos naturales, rastrojos de cosecha, rollos/henos, cultivos implantados tropicales en otoño-invierno, etc.).
- Al incrementar la utilización y consumos de estos forrajes de baja calidad se obtiene un aumento significativo de la producción.
LISTA VIRTUOSA
Cabe destacar que la proporción de los ingredientes que integrará un BMN o un SAR dependerá básicamente de los insumos disponibles, de sus costos y del destino final de este alimento (categoría animal). En cuanto a la finalidad de cada uno de ellos:
- Aditivos azucarados como los mencionados en párrafos anteriores constituyen fuentes de carbohidratos o azúcares solubles, que junto con la fracción almidonosa de los granos y la fibra degradable en rumen, se transformarán en ácidos grasos volátiles (AGV). Estos compuestos, junto con el amonio generado por la urea y la fracción degradable en rumen del suplemento proteico, “sintetizarán proteína microbiana”.
- Respecto de la urea, vale consignar que está presente como un importante aporte de nitrógeno no proteico de alta solubilidad, que luego se transforma en amonio dentro del rumen. Eso sí, no se deben superar en ningún caso los 40 gramos cada 100 kg de peso vivo, o 0.03% del peso vivo.
- El grano de cereal molido sirve para generar rápidamente cadenas carbonadas, expresadas por los ácidos grasos volátiles.
- La harina de girasol o soja entra como aporte de proteína verdadera dietaria. Se puede utilizar asimismo soja extrusada o expeller, raicilla de cebada, grano de soja cruda, semillas de algodón, etc.
- En relación al uso de sales minerales, el orden de importancia es: azufre, fósforo, calcio, magnesio y oligoelementos.
- La cal (común de construcción o cal apagada) obra como aglutinante, además de aportar calcio como carbonato de calcio.
SINCRONISMO ENERGÍA-PROTEÍNA
Tenga en cuenta que para evitar que el amonio se pierda como urea (en orina) o genere toxicidad, y el AGV se diluya como calor, es imprescindible buscar simultaneidad dentro del rumen entre ambos. Cuando ocurre este sincronismo se obtiene la máxima síntesis de microorganismos celulolíticos en el rumen, principalmente bacterias y protozoos, y con ellos se logra una mayor digestión de la fibra integrante de los alimentos. El punto es que esto genera una proporción más alta de AGV (especialmente ácido acético), fuente primaria de energía y carbono.
Suplemento activador ruminal, otra de las variantes disponibles para aportar nutrientes.
Además, a mayor degradación de la fibra se produce una tasa de pasaje de la ingesta superior y con ello un mayor consumo, y por ende un incremento en la respuesta animal (carne o leche), concluyendo en la tan deseada eficiencia productiva.
Vale recordar que se puede utilizar cualquier grano de cereal, pero siempre “molido”, para que tenga una rápida degradación en el rumen (1 a 2 horas posteriores al consumo), mientras que el pico de amonio se produce entre 1 y 1.5 horas luego del consumo de urea.
PROTÉJALOS
“Cuando no se pueden elaborar los BMN o SAR semanalmente (es lo ideal), se deben cubrir los envases con bolsas plásticas o envolverlos en nylon para evitar el contacto con el aire y que pierdan humedad. De esa forma la masa se mantiene blanda por más tiempo”. (Fernández Mayer)
CON CUIDADO
Es importante tener en cuenta dónde almacenar este tipo de productos, para evitar que se endurezcan y eso afecte su consumo. Deben presentar la dureza de un “queso fresco o mantecoso”. Conviene entonces guardarlos en un galpón o tinglado. En la práctica, al día siguiente de haber sido elaborados se pueden suministrar a los animales.
El SAR se distribuye sobre una manta, lona o alfombra, siempre a la sombra para que no se afecte el material, y luego de 1 o 2 horas de oreo se lo guarda en bolsas de yute o de plástico, dentro de un galpón o tinglado (a la sombra) hasta su distribución a los animales.
Los BMN deben tener una consistencia semidura o blanda, para que los animales los puedan lamer sin grandes dificultades. El SAR debe quedar como “pellets”, que luego del oreo se embolsan y se guardan en algún sitio o recipiente adecuado, siempre a la sombra.
A los BMN se los debe colocar dentro de una caja de cartón, plástico, madera o metal para evitar el contacto con la tierra y el aire. Además, deben quedar cerca de una bebida con agua fresca y abundante.
El uso del SAR está especialmente recomendado cuando se dispone de un mixer o carro forrajero para suministrar la ración mezclada en comederos. También se puede utilizar esa ración, previamente mezclada, en los llamados silos comederos.
Es importante destacar que cuando los animales empiezan a comer forraje o rebrote verde se reduce el consumo de BMN en forma proporcional. En el caso del SAR, el consumo se mantiene alto aunque haya forraje fresco (verde), porque se debe mezclar con otros concentrados y/o ensilados de planta entera.
Publicado originalmente en Revista Chacra Mayo 2024