Alimentos iniciadores en terneros jóvenes

Hace ya un par de años se viene trabajando sobre una nueva generación de alimentos para provocar el desleche jóvenes en terneros, tanto en producción de carne como de leche.
Como toda nueva técnica, se acompaña de una primera etapa de difusión de la misma, con las adaptaciones que en general solemos hacer de estos nuevos desafíos, para ajustarlos al manejo propio de cada establecimiento.
En una segunda etapa es donde empezamos a ver las reales aplicaciones que estos productos tienen en todas sus posibilidades.
Referido a esta nueva línea de alimentos, la tecnología de materias primas de alta digestibilidad orientadas a promover el desarrollo temprano del rumen, ya tienen un camino recorrido y es probable que estemos encontrando nuevos beneficios por la implementación de esta técnica.
Menor necesidad de mano de obra, menos riesgo de enfermedades, mejora global en el sistema productivo por aumento de carga, fusible ante situaciones extremas, etc.

Y los terneros?

Un punto para pensar sobre estas nuevas áreas es saber realmente cuanto se puede mejorar el desarrollo o crecimiento de los terneros, con estas nuevas técnicas. Estamos explotando el máximo potencial de crecimiento en nuestros animales, tema sobre el que los productores vienen invirtiendo en genética por años? 

Nos conformamos con que los terneros se vean bien o queremos saber si los animales están expresando el potencial que tienen?

Por otro lado, sabemos que potencial tienen?

Demasiadas preguntas y como agravante no tengo muchas respuestas.
Si enfocamos solo el uso de estos nuevos alimentos desde el punto de vista de deslechar rápido, creo que estamos resignando la mitad del beneficio.  Las ganancias de peso que hoy manejamos como referencias están basadas en muchos años de trabajo a campo, con resultados variables.

En un trabajo publicado en 1998 en un resumen de trabajos americanos (Calf Notes Oct. 1998), destacaron que sobre un número grande de establecimientos las ganancias de peso de terneros en crianza artificial sobre la primera semana, fue de escasos 125 gramos diarios. Estos mismos terneros sobre a semana octava de vida ya estaban ganando cerca de los 900 gramos diarios. En nuestra experiencia a campo, vemos raras veces que los terneros logren una ganancia positiva de peso en la primera semana de crianza, pudiendo extenderse este tiempo hasta 10-12 días de ganancias nulas o perdidas, algunas veces, cuando el clima es poco propicio (invierno o temporales).

No hay abundantes datos nacionales sobre este tema, pero se asumía hace unos años que una ganancia de peso de 400-410 gramos diarios, en una crianza tradicional (50 días), era algo razonable (INTA).
Este invierno intentamos replicar una crianza tradicional ofreciendo una dieta liquida fija en cantidad a terneros recién nacidos (5 días de vida promedio), ofreciendo un alimento balanceado extrusado a voluntad, seguido por un alimento iniciador tradicional también ofrecido a voluntad, intentando explorar el potencial de crecimiento de estos animales, bajo este sistema de alimentación.

El trabajo se realizó entre el 24 de Junio y el 19 de Agosto de 2006.

Los parámetros analizados fueron ganancias de peso semanales, consumos de alimentos por semana y por grupo. 
Se trabajó con 10 terneros machos Holando Argentino, provenientes de 2 establecimientos zonales. El peso inicial fue de 42.67 kg. y los animales fueron recibos con sales rehidratantes en la primera comida, momento en el cual se sometieron a un test de calostrado (Glutaraldehido)

Para la alimentación líquida se trabajó con Sustituto Lácteo (Booster Común), a razón de 500 gramos de SL por ternero y por día, en dos tomas.
El agua estuvo disponible diariamente y no se alimento heno en hasta el día 46 del ensayo.

Los terneros fueron alimentados con un arrancador extrusado (BoosterMix Magna),  pasando a un balanceado tradicional, luego de alcanzar un consumo acumulado de 15 kilos por ternero del alimento arrancador (cosa que ocurrió al día 35 del ensayo).
A partir del día 42 de iniciado el ensayo los terneros recibieron 1 toma diaria de SL (250 Gramos de SL por ternero x día) durante una semana, hasta el desleche total.

En el grafico siguiente pueden verse los resultados obtenidos, desde donde pueden sacarse algunas conclusiones.


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Al no haberse registrado muertes en el período, asumimos que la sanidad de los terneros y el manejo del personal envuelto en el tema fue bueno.
La ganancia de peso diaria promedio para todo el período fue de 0,67 kg.,  lo que nos pareció razonable. Seguramente mejorable.
El consumo de alimento acumulado (BoosterMix Magna más el iniciador común) al día 49 fue de 40,9 kilos por ternero. El consumo de sustituto lácteo fue de 22.5 kilos por ternero. Todo esto arroja una conversión de 1.93 kilos de alimento total por kilogramo de ganancia de peso.
La progresión del consumo de alimento fue gradual y sostenida, con una aceleración importante desde el día 35 en adelante.
Las ganancias de peso fueron en franco aumento y desde el momento que se suministro el 50% de la dieta líquida, las ganancias mantuvieron una tendencia hacia arriba.

Con unas semanas de diferencia empezamos un ensayo similar al anterior, con otros 10 terneros machos Holando Argentino, provenientes de 2 establecimientos zonales. El peso inicial  en este caso fue de 43.8 kg.
En este caso variamos la calidad del sustituto lácteo (Booster Lactoreemplazante Top), manteniendo constantes el resto de los parámetros de trabajo.
Al igual que en la primera experiencia, se reemplazó el alimento extrusado (BoosterMix Magna) por un iniciador tradicional, adelantando el retiro de una toma de leche a los 35 días de iniciado el trabajo.
La ganancia de peso diaria promedio para este período fue de 0,628 kg., destacando que en este caso los animales finalizaron el ensayo una semana antes que en el anterior (42 vs. 49 días)
El consumo de alimento acumulado a día 42 fue de 31 kilos por ternero. El consumo de sustituto lácteo fue de 17.5 kilos por ternero. Todo esto arroja una conversión de 1.84 kilos de alimento total por kilogramo de ganancia de peso.

En este segundo trabajo intentamos forzar un desleche algo más temprano, esto es a los 35 días con un consumo de sustituto lácteo que fue de 17.5 kilos, o algo así como el 70% de lo que tradicionalmente se sostenía, era la cantidad de leche que necesitaba un ternero para desarrollarse adecuadamente en una crianza tradicional (25 kilos de SL o 240 litros de leche).


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En este segundo trabajo puede verse como las ganancias de peso buscaron mantenerse o bajar levemente hacia la sexta semana de crianza, mostrando que, a pesar de tener un consumo de alimento  importante, esto no fue suficiente para sostener ganancias de peso crecientes de manera sostenida cuando se restringió la dieta líquida a la mitad. Vale aclarar que los terneros se veían muy bien, a pesar del desleche parcial, pero la ganancia de peso no siguió en aumento probablemente al no estar completamente adaptado el animal a una dieta sólida.
Vuelvo a marcar que los animales estaban siendo alimentados a voluntad, lo que se evidenció en la aceleración que tuvo el consumo entre el día 35 y 42 (+37%) como respuesta a la reducción en la alimentación liquida.


Síntesis:

• Los datos no han sido presentados en su totalidad, pero es de destacar la alta variación individual que existe entre los animales de un mismo grupo, que responde en general a variaciones en el peso, madurez, estado sanitario, etc.
  
  
• Estamos obteniendo ganancias de peso de 900 gramos en la 6ta semana, lo que es bueno y prometedor (Los americanos reportaban esta ganancia en la 8va semana hace casi 8 años). Cabe destacar que todavía hay camino por recorrer o al menos este no es el máximo de ganancia que se puede esperar de los terneros. Carolina Díaz y Col. 1998 Universidad de Cornell, reportaron ganancias superiores al kilo diario en programas de crianza acelerada, los que hoy están siendo habituales en los países del norte.
  
  
• Si estamos planteando mejorar la recría de vaquillonas en su totalidad, no debiéramos perder de vista que una recría buena empieza por la crianza. Como la recría de vaquillonas no puede realizarse sin limites en el aumento de peso (por problemas de engrasamiento que son ya conocidos y sus efectos sobre la deposición de grasa en la ubre, así como los problemas de distocia asociados al sobre acondicionamiento de las vaquillonas (Andreo N.; Maciel M.; Fandiño I.1 ; Gallardo M. 1 Posgrado, Facultad Ciencias Veterinarias, UNL.), debemos tratar de aprovechar la mayor eficiencia de los animales cuando son jóvenes, a fin de balancear la menor eficiencia de la parte final. (Dicho en otras palabras, si la ganancia optima de una recría en toda su vida es de 0,82 Kg/Día, esto es razonablemente económico para una ternera de 120 kilos, pero económicamente desfavorable para una vaquillona de 500 kilos.)
  
  
• Una alimentación liquida mas generosa en los primeros días de crianza puede ser la diferencia entre no ganar peso en la primera semana o alcanzar aumentos modestos pero importantes. Alimentamos 500 gramos de sustituto que representó el 1.16% del peso vivo del ternero. Pensando que los animales llegan a comer el 2-3% del PV, debo reconocer que pudimos haber sido más generosos con los animales. Esto es particularmente importante cuando las condiciones  no son las adecuadas en lo referente al clima, fundamentalmente (fríos extremos)
  
  
• Como estuvimos intentando alcanzar consumos elevados, ofrecimos agua a voluntad durante todo el trabajo, ofrecimos alimento fresco todos los días, se intentó otorgar un lugar razonablemente limpio para los terneros (No se hizo nada especial. Solo se aplicaron las recomendaciones tradicionales). Cabe destacar que este trabajo es parte de una evaluación  mayor, con un total de 40 terneros, donde se intento replicar las condiciones de campo habituales, con la posibilidad de pesar el alimento consumido y los terneros, de manera frecuente.
  
  
• Notamos que a pesar de lograr consumos importantes (1 kg. o más de AB en día 36 y 31 respectivamente), las ganancias de peso diarias siguieron en aumento luego del desleche parcial, cuando este se llevo a cabo luego de los 42 días.
  
  
• Eficiencias de conversión cercanas a 2:1 o levemente por debajo de estos valores, son a nuestro entender buenos y probablemente mejorables.

Hay mucha información que respalda la posibilidad de deslechar a los terneros exitosamente tan temprano como a las 4 semanas de crianza, siempre y cuando las condiciones de alimentación, manejo y sanidad del ternero lo permitan. Creo que nuestro desafío es optimizar los costos de crianza y recría  de la reposición de terneras asociados a la alimentación, maximizando el potencial de crecimiento de los terneros. Caso contrario creo que estaremos “dejando plata sobre la mesa”.


MV Diego Bertino

Alimental SA.

Composición nutricional de los alimentos utilizados en el trabajo.